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viernes, 28 de diciembre de 2012

Los Signos del Final de los Tiempos en el Islam. Segunda Parte

Los Signos del Final de los Tiempos en el Islam. Segunda Parte





En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

Presentamos aquí la segunda y última parte de la conferencia realizada en la ciudad de Mar del Plata "Los Signos del Final de los Tiempos en el Islam". Esta segunda exposición fue realizada por la Licenciada en Jurisprudencia y Estudios Islámicos, Sumeia Younes, quien además posee un Magister en Shiísmo y es traductora del árabe, persa e inglés al español. Los temas tratados en esta sección son:

-La creencia en la Manifestación del Salvador al Final de los Tiempos en los diferentes pueblos y religiones.Reflejo de esta creencia entre los diferentes pueblos y naciones del mundo.
-El Salvador Prometido en el Islam.El Mahdî Prometido en el Sagrado Corán.
-Objetivos de la Revolución del Mahdî en el Corán y las narraciones islámicas.
-El rol de los seguidores de las religiones divinas en la preparación del terreno para la Manifestación.



Aquello que comparten respecto al Final de los Tiempos las diferentes religiones, e incluso ideologías escépticas, hace referencia a un período de la historia de la humanidad en el que el ser humano obtendrá el programa más elevado de administración de la vida social, a partir de lo cual comenzará una nueva era de convivencia sublime conjuntamente con paz, tranquilidad, justicia y bienestar mundial.

El énfasis de las religiones y culturas influenciadas por las mismas en la agrupación de los seres humanos en el marco de “la Ciudad Ideal”, “la Ciudad Perfecta”, “Utopía”, etc., se basa en esa misma creencia. Una de las diferencias entre el enfoque doctrinal sobre los últimos tiempos cimentado en las religiones divinas con la perspectiva en este sentido cimentada en las escuelas humanistas, es la creencia referente a las raíces fundacionales de tal sociedad, que los seguidores de las religiones celestiales consideran se encuentran en la “Manifestación del Salvador de los últimos tiempos”, en tanto los seguidores de los ismos desviados y escépticos la consideran el fruto de la evolución de las sociedades humanas y la “culminación de la historia”.

En los últimos años, los temas relacionados con la inminente llegada del período del fin de los tiempos tuvieron un significativo incremento entre los adeptos de las diferentes religiones. Entre esos temas se encuentran la creencia en el retorno y parusía del Mesías -que para algunas sectas que se identifican como cristianas debería haber ocurrido en el año 2000- y los planes de religiosos extremistas para provocar tumultos y agitación, como la destrucción de la Mezquita de Al-Aqsâ, etc., y de esa manera inducir la batalla de Armagedón.

El ser humano hoy ha experimentado muchas de las consecuencias de la aplicación de los regímenes basados en los criterios humanos -y no divinos-, pero estos regímenes, en los que el hombre no sólo se considera autosuficiente respecto de Dios sino que pretende responsabilizarse de la tarea de Dios, finalmente acarrearán una catástrofe mundial. Recordemos cómo las masas de gente se precipitaron hacia el Comunismo y el Socialismo, y recordemos cómo entonces el mundo artificial de Marx y Lenin desapareció de la noche a la mañana. Asimismo el mundo occidental, que consideraba a la liberal-democracia como la mejor receta para administrar las sociedades, hoy reconoce la ineficacia de ésta para resolver problemáticas vitales de la humanidad.

Progresivamente la humanidad se está percatando de la realidad de que el sistema democrático basado en los principios del secularismo no es otra cosa que una más de las desviaciones del hombre. El razonamiento humano constantemente está construyendo nuevos sistemas que indefectiblemente llegan a un callejón sin salida, y este círculo vicioso continuará hasta que la humanidad se dé por vencida. Sólo entonces la sociedad humana, conformada mayormente por los oprimidos, anhelará alcanzar la verdad y la justicia… pero no las encontrará en la Tierra, así pues, todas sus esperanzas estarán puestas en los cielos. Este estado de la humanidad de esos días concretará las condiciones de la Manifestación del Gran Salvador del mundo.

Además de las albricias de los profetas y los Libros divinos a lo largo de la humanidad, puede alegarse que la creencia en la existencia de un Reformador celestial del mundo y la esperanza en el futuro, la paz y la justicia eterna, forman parte de los asuntos relacionados a la propensión natural que están estrechamente ligados a la esencia y existencia de la persona y que acompañan a la creación de todo ser humano, puesto que por un lado esta creencia surge del interior de los seres humanos, y por otro, es una cuestión general, planteada más allá del plano islámico. Los seres humanos se percatan innatamente que es imperioso para el mundo contar con un líder que realmente sea Reformador y Justiciero, y estas particularidades no se observan en ninguno de los que alegan ser defensores de los derechos humanos. A ello obedece el que las diferentes doctrinas sostengan la existencia de un Reformador que un día se manifestará, reuniendo todas las condiciones del liderazgo, y hará una gran revolución, aún cuando discrepan en su nombre e identidad.

Lamentablemente, a pesar de la existencia de todos los sorprendentes avances intelectuales y científicos, la humanidad día a día se conduce a sí misma hacia la corrupción y se aleja progresivamente de Dios, desobedeciendo más y más Sus preceptos. Pero al mismo tiempo, a lo largo de la historia de la humanidad, ante los altibajos de la vida los hombres de fe superaron continuamente la desesperanza al tener presente la Manifestación de tal Líder y Salvador divino.



La creencia en la Manifestación del Salvador al Final de los Tiempos en los diferentes pueblos y religiones

Los seguidores de las religiones están a la espera de un Salvador que por medio de una gran Revolución librará a los seres humanos de la opresión y la tiranía, si bien difieren en cuanto a sus particularidades e identidad.

Un breve repaso a los pensamientos y creencias de los diferentes pueblos del mundo como el antiguo Egipto, la India, China, Persia y la antigua Grecia, y un vistazo a las leyendas del resto de las diversas culturas de la humanidad, incluso pueblos como los eslavos, germanos, celtas e incluso los aztecas y sus semejantes, también deja en claro y verifica perfectamente la realidad de que todos los pueblos del mundo, a pesar de todas sus diferencias de opinión y creencias e ideas contrapuestas, siempre estuvieron a la espera de un Reformador Universal.

Los Libros Sagrados de las religiones indican que al final de los tiempos el mundo se verá afligido por los conflictos y la confusión, las llamas de la opresión lo abarcarán todo, las guerras hostigarán a los seres humanos y los que tengan las riendas del mundo en sus manos se volverán impotentes e incapaces de administrar los asuntos de las naciones. Entonces, un Gran Reformador Universal terminará con todos los problemas y dificultades de la humanidad; arrancará la raíz de la corrupción, la irreligiosidad, la opresión y la ignorancia del planeta Tierra; pondrá fin a los crímenes y traiciones en contra de la humanidad, y establecerá un Gobierno Mundial basado en la justicia y la auténtica libertad.

De esta manera, esta creencia no se circunscribe al Islam, sino que es un asunto certero que no conoce de tiempo ni lugar, y que no es particular de ningún pueblo o religión, y siempre, fue conocido por todas las naciones, diferentes escuelas de pensamiento del mundo, y religiones, abarcando al politeísmo, zoroastrismo, judaísmo, cristianismo… y al Islam.

Incluso la esperanza en un gobierno mundial de justicia no sólo goza de antigüedad entre los seguidores de las religiones sino entre muchas de las diferentes escuelas de pensamiento del mundo, incluso las de carácter ateo. Por ejemplo el Marxismo, a pesar de ser una ideología netamente filosófica y materialista que niega toda forma de trascendencia espiritual, posee una especie de escatología de carácter intraterreno, si se tiene en cuenta su concepción de la historia de la humanidad y las sociedades humanas en términos del pensamiento económico marxista en todas sus formas (esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo y comunismo). En su proceso de la lucha de clases, esta doctrina, pretendería llegar a una sociedad igualitaria en la que el pueblo asuma el control -de manera benéfica- no sólo de los medios de producción, sino de todos los aspectos de la vida.

Incluso últimamente la perspectiva sobre el Final de los Tiempos fue planteada por muchos sabios y filósofos famosos del mundo bajo la aspiración de conformar un “Gobierno Único Mundial”. Ellos sostienen que, con el vertiginoso progreso de la industria y la tecnología, la vida mecanizada, la perniciosa carrera armamentística, los peligrosos juegos políticos, y sumado el sentimiento de desesperanza y desaliento entre las sociedades humanas para librarse de las situaciones caóticas actuales, es menester conformar un gobierno único mundial basado en la justicia y la libertad.

Reflejo de esta creencia entre los diferentes pueblos y naciones del mundo

Todas las religiones y pueblos albriciaron el retorno o la venida de una gran personalidad. Como botón de muestra, y sólo para demostrar que existen tales albricias, expongo a continuación trece de las mismas:

1. Los antiguos persas creían que: tras organizar el país y afianzar las bases del gobierno, “Kijosró” dio la corona del reinado a su hijo y se dirigió a las montañas donde reposa hasta el día que se manifieste y expulse al diabólico Ahrimanan del cosmos.

2. Los eslavos creían que una persona se levantaría desde el oriente y uniría a todas las tribus eslavas, haciéndolas dominar sobre el mundo.

3. Los germanos creían que un conquistador de entre sus tribus se levantaría y haría gobernar a Germania sobre el mundo.

4. Los habitantes medievales de las islas británicas anhelaban y esperaban desde hacía muchos siglos que el Rey Arturo se manifestase un día en la isla de Ávalon, hiciera dominar a la raza sajona sobre el orbe, y la felicidad del mundo les correspondiese.

5. Los pueblos escandinavos creían que: sobrevendrán desgracias para la gente del mundo, guerras mundiales aniquilarán a los pueblos, y entonces se manifestará Odín junto a una fuerza divina y dominará sobre todos.

6. Un grupo de egipcios que vivió 3000 años a. C. en la ciudad de Menfis, creía que al Final de los Tiempos un gobernante dominaría el mundo con fuerzas ocultas, haría desaparecer las diferencias de castas y la gente alcanzaría la tranquilidad y el sosiego.

7. Los aztecas creían que: Quetzalcóatl -habitualmente identificado como la Serpiente Emplumada-, el Salvador del mundo, saldrá victorioso tras el acaecimiento de algunos sucesos mundiales. Quetzalcóatl fue expulsado por la divinidad opuesta, Tezcatlipoca, desde su capital, Tula, al exilio, desde donde, según la profecía, regresaría por donde nace el sol como un personaje barbado y de piel blanca. De tal modo, cuando el conquistador español Hernán Cortés apareció en 1519, el rey azteca, Moctezuma II, se abstuvo de enfrentarse a los conquistadores españoles por identificarlos con Quetzalcóatl.

8. En China, al introducirse el culto al buda Maitreya -el próximo Buda- también se introdujo en esta religión un componente escatológico: en los tiempos futuros la humanidad decaerá de tal manera que propiciaría el regreso de Maitreya para iniciar una nueva época de paz y esperanza. Mientras Maitreya aguarda tal acontecimiento, para el que, según ciertos cálculos, aún quedan 30.000 años, habita en el Paraíso de Tushita.

9. Dentro del contenido religioso del mazdeísmo, Zoroastro describió con gran detalle la llegada del Juicio Final con el último enfrentamiento entre Ahura Mazda (el Bien) y Angra Mainyu (el Mal), que produciría grandes catástrofes y aceleraría la llegada de un Salvador, un enviado celeste, Saoshyans, hijo milagroso y póstumo de Zoroastro, quien liderará a los Hijos de la Luz a la victoria sobre los Hijos de las Sombras, en el marco de una resurrección general de los muertos. Este gran Salvador del mundo difundirá la religión, desarraigará la pobreza e indigencia, salvará a Yazdan de las manos de Ahriman y la gente del mundo pensará, hablará y actuará igual.

10. Profecía de Los Navajos (indios norteamericanos): “Él, quién es toda sabiduría, toda inteligencia, trajo al pueblo Navajo algo como un Libro Santo, sólo que el Navajo no pudo escribirlo en ese momento por lo que Él lo dio en forma de canto... Este cantar es como las Escrituras Santas. Le dice a los indios qué ver en el ‘Final de los Tiempos’ cuando él vendrá ante el pueblo de nuevo... En el canto, Él (el Gran Espíritu) ha dicho que Él es esperado en el este, pero también es esperado en el oeste. Cuando Él venga y traiga estas buenas cosas del espíritu y de amor, será el momento más feliz y glorioso”.

11. El Hinduismo cree en la reencarnación o manifestación divina, especialmente la manifestación de Vishnú, a la cual denominan “avatar”. Vishnú atravesó 9 avatares sucesivos, en épocas distintas del ciclo samshárico, y el décimo y último de ellos, Kalki -avatar supremo- es considerado como el del “Juicio Final”, que tendrá lugar cuando termine el último “yuga” (“yugakali”) en que se encuentra actualmente el ciclo samshárico. Al término de este yuga, Kalki se manifestará montado en un caballo blanco y con una espada de fuego, y con su poder soberano aniquilará a los poderes del mal que en ella actúan, restaurará la bondad originaria, y gobernará en una era dorada.

12. En el Judaísmo y el Cristianismo los acontecimientos del fin del mundo son similares, e incluyen la llegada del Mesías. Los judíos creen que al Final de los Tiempos, el Mesías (del hebreo, מָשִׁיחַ, mashiaj), se manifestará y gobernará por siempre y será su Salvador. Creen que es de entre los descendientes del Profeta David (a.s.). En los Libros del Antiguo y Nuevo Testamento hay muchas albricias sobre el Justiciero Mundial y sobre los importantes sucesos, guerras, expansión de la opresión, corrupción, sediciones, derramamientos de sangre y otras señales que acaecerán antes de la Manifestación. El anhelo por la llegada del Mesías se intensificaba notablemente durante periodos de problemas y calamidades.

13. Los cristianos creen en la existencia del Mesías y dicen: “Él se manifestará al Final de los Tiempos y tomará el mundo”. En la traducción griega de la Biblia hebrea, la Septuaginta, “Mesías” se traduce por la palabra Christos, de la cual se deriva Cristo. Por ello, el nombre de Jesucristo identifica a Jesús con el Mesías, aunque el judaísmo afirma que éste todavía no ha venido. Los cristianos están a la espera de la “segunda venida” o parusía, el “advenimiento glorioso” del Mesías en la Tierra, en que comenzará la época de la Salvación. Antes de ese tiempo se desarrollará la Gran Tribulación, en la cual se hará prominente el papel del Anticristo. En los últimos días de su vida Jesús (a.s.) hizo mucho énfasis a sus seguidores respecto a su vuelta a la Tierra, aconsejándoles estar a su espera y preparados.

Aún cuando los seguidores de las diferentes religiones y pueblos difieren entre sí en cuanto al nombre de este Salvador, permiten inferir una realidad certera: estas ideas, creencias y opiniones -todas las cuales, con sus diferentes contenidos, informan de un futuro brillante y de la venida de un Reformador Mundial al Final de los Tiempos que unificará las religiones, establecerá un programa de reforma y conformará un Único Gobierno Mundial cimentado en la justicia y la libertad-, en realidad, se originan de la Revelación.

Por lo tanto, si quitamos los vocablos -con los que los seguidores de las diferentes religiones y pueblos aluden a él- del marco de la terminología particular para referirse a su persona, y lo denominamos “Gran Salvador Celestial”, “Reformador Mundial”, “Emancipador Oculto”, o “Salvador Esperado”, salvaremos también las diferencias nominales.



El Salvador Prometido en el Islam

El análisis de los textos de las religiones celestiales nos confirma unas características para el Salvador Esperado que en la Tradición islámica se corresponden con la del Mahdî, esa misma persona respecto a quien el Profeta del Islam (s.a.w.) y los Imames de Ahl-ul Bait (a.s.) han albriciado.

Ambas Escuelas del Islam, la Sunnah y la Shî‘ah, no sólo coinciden en el principio de la creencia en el Mahdî (a.ÿ.) sino también en lo relativo a la universalidad de su convocatoria y su gobierno mundial; que el Mahdî (a.ÿ.) es de la Familia del Profeta Muhammad (s.a.w.) y descendiente de su hija Fátima (a.s.); que su apelativo es Al-Mahdî; que se completarán las condiciones de su llegada en una sola noche; que Jesús (a.s.) seguirá al Mahdî en la oración, y que llenará la Tierra de justicia y equidad. Además coinciden en cuanto a ciertos atributos personales del Imam (a.ÿ.) y a algunos de los indicios de su Advenimiento; en que se le dará la bai‘ah (pacto de fidelidad) entre el Rukn o Pilar de la Ka‘bah y el Maqâm o sitial de Abraham (a.s.); en lo que concierne al desarrollo económico en épocas de su Manifestación, etc.

Sin embargo, la Shîah cree que el Mahdî ya ha nacido y la mayoría de los sunnis creen que éste todavía no ha nacido. Por supuesto, existen muchos sunnis que, al igual que los shias, también creen que ya ha nacido.

El Imam Al-Mahdî (a.ÿ.) nació el viernes 15 de Sha‘bân del año 255 H.L. (que se corresponde al 869 d.C.) en la ciudad de Samarra (Irak). Es hijo del undécimo Imam o líder de Ahl-ul Bait (a.s.), Hasan ibn ‘Alî Al-‘Askarî (a.s.), quien también nació en Samarra, en el año 846 d.C. Fue contemporáneo a seis califas abbasíes: Al-Mutawakkil, Al-Muntasir, Al-Musta‘în, Al-Mu‘tazz, Al-Muhtadî y Al-Mu‘tamid. El período de su liderazgo duró seis años y fue martirizado a la edad de 28 años, dejando como único hijo y sucesor al último de los Imames o líderes de la Casa del Profeta (a.s.), el duodécimo Imam, Muhammad ibn Al-Hasan Al-Mahdî (a.ÿ.).

La madre del Mahdî (a.ÿ.) fue Narÿis, nieta del Emperador de Bizancio. Era descendiente de Pedro, apóstol de Jesús (a.s.). Cuando musulmanes y bizantinos se entablaron en guerra, y el César se dirigió a los frentes de batalla junto a su ejército, Narÿis fue hecha prisionera por algunas patrullas de avanzada del ejército musulmán, e ignorando que ella era de la familia del César, la llevaron a Bagdad junto al resto de los prisioneros. El Imam Al-Hâdî (a.s.), el décimo Imam, envió un emisario para que la llevara ante su presencia en Samarra. El Imam Al-Hâdî le dio las buenas nuevas de que ella sería la esposa de su hijo el Imam Al-‘Askarî y la madre del Reformador del mundo.

Los califas ‘abbasíes veían en peligro su Califato porque era sabido que el Mahdî Prometido de la descendencia del Profeta (s.a.w.) sería el hijo del Imam Al-‘Askarî; por ello, tenían bajo estricto control al Imam (a.s.) para evitar el nacimiento de su sucesor. Así, el Imam Al-Mahdî nació en forma oculta y aún vive en forma oculta.

Tuvo dos ocultaciones, una Menor -que duró alrededor de 69 años (desde el martirio de su padre hasta el año 329 H.L.)- y la otra -que se prolonga hasta hoy- Mayor, y que durará hasta que Dios lo desee y lo haga manifestarse para llenar la Tierra de justicia y equidad.

Dijo el Imam Zain Al-‘Âbidîn (a.s.): “En el Mahdî existen similitudes con los profetas de Dios (a.s.): con Noé, con Abraham, con Moisés, con Jesús, con Job, y con Muhammad -que las bendiciones sean con todos ellos-. Con Noé en cuanto a su larga vida; con Abraham en cuanto a la ocultación de su nacimiento y su alejamiento de la gente; con Moisés en cuanto a su situación de aprensión y ocultación; con Jesús en cuanto a las discrepancias de la gente respecto a él; con Job en cuanto a la llegada del alivio y sosiego después de la desgracia y adversidad, y con Muhammad (s.a.w.) en cuanto a su levantamiento”.


El Mahdî Prometido en el Sagrado Corán

Este milagro eterno que es el Corán, expresó, refiriéndose al Salvador del Mundo y a la heredad de la Tierra por parte de los desposeídos:

1 - ﴿ وَنُرِيدُ أَن نَّمُنَّ عَلَى الَّذِينَ اسْتُضْعِفُوا فِي الاَرْضِ وَنَجْعَلَهُمْ أَئِمَّةً وَنَجْعَلَهُمُ الْوَارِثِينَ ﴾
1. «Y quisimos agraciar a los oprimidos en la Tierra designándoles Imames (líderes) y (también) les constituimos en herederos». (Sura Al-Qasas (las Narraciones); 28: 5)

2 - ﴿ وَلَقَدْ كَتَبْنَا فِي الزَّبُورِ مِن بَعْدِ الذِّكْرِ أَنَّ الاَرْضَ يَرِثُهَا عِبَادِيَ الصَّالِحُونَ ﴾
2. «Hemos prescrito en los Salmos, después del Mensaje, que la Tierra la heredarán Mis siervos meritorios» (Sura Al-Anbiâ’; 21: 105).

Tal como anuncia el Corán en esta última aleya, leemos en los Salmos de David, en el Salmo 37, nº 9, 10 y 11: “… pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la Tierra • Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí • Pero los mansos heredarán la Tierra”. Luego en el nº 18 dice: “Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre”. Y en el nº 29 dice: “… los justos heredarán la Tierra”.

Esta heredad de la Tierra por parte de los oprimidos, y el predominio de la religión sobre el mundo del que hablan el Corán, los Salmos y los Libros de los profetas anteriores, no se han concretado todavía, por lo que debemos estar a la espera de ese día.


Objetivos de la Revolución del Mahdî en el Corán y las narraciones islámicas


En el Sagrado Corán y los nobles hadices en los que concuerdan todos los musulmanes, se explicaron objetivos generales para la Gran Revolución del Mahdî, entre los que se encuentran:

1. Terminar con la opresión y establecer el gobierno de justicia en todo el mundo.

2. Aniquilar el politeísmo y purificar la Tierra del mismo en forma completa, y la expansión del Monoteísmo absoluto y la adoración real de Dios Altísimo, tal como se desprende de la aleya 55 de la Sura An-Nur y de la aleya 56 de la Sura Adh-Dhâriât. Asimismo, el establecimiento de una sociedad monoteísta que sólo adore a Dios, sin asociarle nada, que establezca la oración, dé limosna, y ordene lo bueno y prohíba lo malo.

3. Delegar la gobernación de la Tierra a los dignos siervos de Dios y a aquéllos que fueron oprimidos debido a su afinidad con la religión monoteísta. Un número de aleyas coránicas, como la aleya 55 de la Sura An-Nur, la aleya 5 de la Sura Al-Qasas, y la 105 de la Sura Al-Anbiâ’, hacen referencia a ello.

4. Que todos se beneficien de las bendiciones divinas, que todo derecho le sea devuelto a su dueño, y que ya no quede lugar para la envidia, el rencor y la enemistad; que la gente sea autosuficiente y sus corazones no tengan la sensación de necesidad. En ese entonces la seguridad y la tranquilidad se expandirán por todo el orbe, de manera que todos los seres vivos se beneficiarán de las infinitas bendiciones divinas, y así, será garantizada la libertad y ya nadie será molestado, e incluso las fieras, los roedores y los reptiles tampoco se molestarán entre sí ni producirán daño alguno.



El rol de los seguidores de las religiones divinas en la preparación del terreno para la Manifestación

1. Nuestro mayor deber es difundir “la Espera del Salvador”. En esta época de las comunicaciones en que el mundo está conectado de tal manera que se asemeja a una aldea mundial, y que con la existencia de medios de comunicación como la transmisión satelital y la red Internet ya no existe ninguna excusa para mantenerse incomunicado con el mundo sediento de justicia, debemos descubrir y fortalecer las semejanzas doctrinales referentes al último Salvador y Reformador. Luego, presentar al Real Salvador que vendrá con el Poder divino para triunfar sobre el materialismo y expandir la religión de la verdad, la pureza y la justicia sobre la Tierra.

2. La autoformación individual y social.

3. Evitar mimetizarse con el entorno corrupto del ambiente.

4. Resistencia ante los líderes corruptos y lucha contra la corrupción.

5. El rechazo a la opresión.

Según las enseñanzas de los profetas y albricias de los Libros celestiales, a pesar de los innumerables factores de pesimismo que se observan en el mundo en relación con el futuro de la humanidad, la situación actual del mundo no puede continuar, y tarde o temprano la rueda del tiempo rodará a favor de los desposeídos; el rostro del mundo se transformará, y las corrupciones sociales y los conflictos actuales cederán su lugar al sosiego y seguridad.

[Hadîz del Imam Al-Bâqir (a.s.)].

“Ciertamente que lo llamaron Mahdî (guía) puesto que él guiará a los hombres a un asunto oculto; y extraerá la Torá y el resto de los Libros Celestiales de una gruta en Antioquía, y juzgará entre la gente de la Torá con la Torá, entre la gente del Evangelio con el Evangelio, entre la gente de los Salmos con los Salmos, y entre la gente del Corán con el Corán…”.

Que la paz sea con el Salvador del Final de los Tiempos, el abanderado de la liberación de los hombres de las cadenas de la tiranía… y que la paz sea con aquéllos que le esperan, obran en base a sus valores y han bebido de la copa de la guía...

¡Dios nuestro! ¡Apresura la Manifestación del Albacea de Tu religión, y cuéntanos entre sus compañeros!

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