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domingo, 30 de junio de 2013

Reflexiones sobre los protocolos de los sabios de Sion

Cualquier discusión de los Protocolos de Sión es muy delicada, debido a la terrible tragedia sufrida por los judíos en Auschwitz y otros campos de concentración nazis. La ideología nazi hizo uso de los Protocolos, y por eso el libro está maldito. Sin embargo Stalin y Mao asesinaron a más gente que Hitler, pero nadie ha intentado prohibir el Manifiesto Comunista por esa causa. Tampoco nadie ha intentado prohibir el Nuevo Testamento a causa de la Inquisición. Es muy peligroso prohibir libros: quemar libros es la marca de los fanáticos. ¿Cómo se puede entender el nazismo sin leer los Protocolos? Henry Ford persuadió al Senado de los EEUU para que no ingresaran en la Liga de las Naciones, sobre la base de los Protocolos. Los artículos 10 y 16 del Acta de la Liga pretendían crear un ejército mundial, y Henry Ford vio en ello lo mismo que los planes para un gobierno mundial descritos en los Protocolos.


Los Protocolos se publicaron por primera vez en Russia, la iniciativa la tuvo el Profesor Sergius Nilus, quien afirmaba que había recibido una copia de mano de judíos disidentes cómplices de una conspiración para destruir las sociedades existentes y crear un gobierno mundial. Una copia se registró en el British Museum el 10 de agosto de 1906. El original se suele datar para 1897, año del primer Congreso Sionista.

El principal ataque a los Protocolos es el libro de Norman Cohn Warrant For Genocide. Los Protocolos tuvieron tres distribuciones principales:


1.-En Rusia entre las fuerzas anti-Bolcheviques durante la Revolución, desde ahí se distribuyó a Japón 
2.-En Europa occidental y los EEUU durante los años 1920 y 30,3.-A través del Presidente Nasser en los años 1950s y 60.La afirmación de que los Protocolos son una falsificación no ha sido probada. Se basa la acusación en que hay pasajes paralelos con otro libro escrito por el socialista francés Maurice Joly, Dialogue aux Enfers entre Montesquieu et Machiavel, publicado en 1864, en el que los términos Goy/Judíos se omiten. Sin embargo en los Evangelios los pasajes paralelos se toman como evidencia, no como falsificación, de una fuente común en un tercer documento.

El argumento de la falsificación para incitar al antisemitismo no se sostiene a causa del sofisticado lenguaje de los Protocolos y su gran extensión, que indican que iban dirigidos a una élite educada. De haber ido dirigido a las masas para incitar al antisemitismo hubieran sido mucho más cortos y se hubiera usado un lenguaje más simple - como hace el Manifiesto Comunista.
Irónicamente los Protocolos dicen utilizar las filosofías de Marx y Nietzsche (deconstrucción, la base del fascismo, la moda actual en las universidades occidentales) para destruir el orden social, dando tratamiento favorable de ellas en los medios de comunicación (Protocolo 2). Marx no denigró a los judíos en términos raciales como hicieron los nazis. Más bien quiso cambiarlos culturalmente. Argumentó que los financieros judíos inventaron el sistema capitalista, durante la Edad Media, y que aún eran su columna vertebral. La veracidad de los análisis de Marx los apoya un escritor judío destacado, Israel Shahak, en su libro Jewish History, Jewish Religion, Gore Vidal escribió el prefacio. Noam Chomsky (también judío) describe a Shahak, en la portada del libro, como "destacado erudito, con remarcable perspicacia".
Shahak explica como rabinos fanáticos alimentaron el odio hacia los no judíos durante siglos: "Los no-judíos ... son literalmente miembros de Satanás" (p. 16). El Talmud interpreta las reglas de compasión para ser solo aplicadas a los judíos, y prescribe la esclavitud de los gentiles (p. 95).
Los Protocolos supuestamente transcriben una serie de conferencias secretas, el autor o autores no son los judíos per se, sino quienes poseen el Capital: "El despotismo del Capital, que está totalmente en nuestras manos ..." (Protocolo 1). La palabra Capital, se relaciona directamente con la designación de Karl Marx del actual sistema económico "Capitalismo" - él inventó esta palabra. En otras palabras, los Protocolos pretenden ser un documento secreto que establece los métodos mediante los cuales el sistema Capitalista funciona, liderado por una élite pequeña, educada y privilegiada que lo controla; una élite que controla y manipula a los judíos y a los no judíos.
¿Cómo supo Karl Marx del papel secreto de los financieros judíos como principales suministradores de crédito a los gobiernos de Europa, como evidencian sus escritos The Jewish Bankers of Europe and The Russian Loan? Debió ser informado por fuentes judías del mundo de la finanza; igual que los Protocolos según Nilus, fueron divulgados por judíos disidentes, presumiblemente arriesgando sus vidas al hacerlo. Quienes se toman en serio los Protocolos siempre deberían recordar la deuda contraida con esos valientes disidentes judíos, y ser cuidadosos en no acusar a los "Judíos" per se. El destino de Yitzhak Rabin y Mordecai Vanunu muestra el riesgo que corren los escritores disidentes como Ari Ben-Menashe, Victor Ostrovsky, Israel Shahak, e incluso Noam Chomsky.
Incluso si algunos judíos aspiran al gobierno mundial, no son los únicos en hacerlo. También hay una conspiración Anglo-Sajona, que opera mediante la Round Table, el Council On Foreign Relations, la Mont Pelerin Society, y cuyas raíces están en el Imperio Británico, y son descritas por Carroll Quigley en The Anglo-American Establishment. El ideólogo jefe del Imperio Británico en los tiempos de la I Guerra Mundial, Lionel Curtis, quiso reunificar los EEUU con el resto del mundo Anglo-Sajón para formar un estado mundial sin rival (la Commonwealth, p. 701). También han sido acusados de querer dominar el mundo los alemanes, los chinos, los rusos y los japoneses. Otros escritores acusan al Vaticano de lo mismo.
La tasa de participación de judíos en las revoluciones europeas de 1848, 1917, y 1968 (Paris) fue varias veces superior a la de los no judíos (a menudo 30 veces mayor). ¿Por qué? Po su larga tradición de forasteros. Eran cultos, los más urbanos del mundo, que habían estudiado la mayoría de comunidades (Cristiana, Musulmana, etc.) en las que vivieron, y vivieron la intolerancia religiosa y el chauvinismo étnico de los no judíos. Su intranquilidad se producía por ejemplo por el hábito de la Cristiandad de denominarse como Post-Judía, es decir que la Nueva Alianza Cristiana empezaba cuando finalizaba la Antigua, cuando los judíos rechazaron a Jesús.
Esta concepción de la historia no dejaba a los judíos espacio para existir legítimamente; a eso se une la descripción que hace el Nuevo Testamento de ellos, en las escenas de la Pasión se personifica el rechazo en Judas, Caiphas, y la gente eligió a Barrabás.
De algún modo la Cristiandad es en parte responsable de Auschwitz, y también de muchos de los excesos judíos en los primeros años del régimen soviético, cuando la prominencia de judíos en la Cheka (KGB) les permitió vengarse de sus antiguos amos cristianos.

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