Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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viernes, 25 de octubre de 2013

Jutbah 24/10/2013 -- Una característica de la gente que entrará al Paraíso: La Paciencia

Jutbah 24/10/2013 -- Una característica de la gente que entrará al Paraíso: La Paciencia

25 de octubre de 2013 a la(s) 11:09
Alabado sea Allah, Señor del Universo. Le glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Allah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Allah guía nadie puede desviar, y a quien extravía nadie puede guiar.  
Atestiguo que nada ni nadie merece adoración sino Allah, Único, Quien no tiene copartícipe alguno. Atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero.
Alabado sea Allah, Único y sin socios en Su reino, alabado sea Aquél cuya adoración exclusiva es la principal causa que nos hará entrar al Paraíso. Alabado sea Allah que nos ha guiado al Islam, haciéndonos pertenecer a la comunidad del último de los profetas enviados a la humanidad, Muhammad, a quien concedió la sabiduría y el Corán. Alabado sea Allah por todas las gracias y bendiciones que nos ha concedido. Alabado sea, por haber hecho de este mundo una tierra de cultivo, para cosechar los frutos en esta vida y el más allá. Quien obre bien, encontrará recompensa, y debe agradecer a Allah. Quien haya obrado mal, se hará merecedor del castigo, y no debe culparse sino a sí mismo.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Me aconsejo a mí mismo y a todos ustedes que tengan temor de Allah tal como nos dice Allah dice en el Sagrado Corán:
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes”. (3:102)
La adoración en los momentos de holgura es un agradecimiento a Allah por Sus gracias con el corazón, palabras y acciones. Es un reconocimiento de los favores divinos, cumpliendo cabalmente con sus deberes como siervo y apartándose del pecado.
La adoración de Allah en los momentos de adversidades se manifiesta con la paciencia para sobrellevarlas, esperando ser recompensado por ello, aceptando el designio divino, entendiendo que todo procede de la sabiduría de Allah y de Su misericordia que es mucho mayor que la de una madre.
La fe consiste en paciencia y agradecimiento. Al respecto del creyente paciente ante las adversidades, agradecido en los momentos de holgura, el Mensajero de Allah (saw) dijo: “Qué sorprendente los asuntos del creyente; si le acontece una desgracia tiene paciencia y es un bien para él, y si le acontece algo bueno, es agradecido y ello también es un bien para él”.
La paciencia es un requerimiento importante en los asuntos religiosos y mundanales, no es posible ser recto sin ser paciente como tampoco llevar adelante los asuntos cotidianos. La paciencia es la columna de todo bien, aquel que carezca de paciencia nunca alcanzará sus objetivos.
Allah menciona a la paciencia junto con los pilares de la fe, Allah dice: “¡Oh, creyentes! Busquen ayuda en la paciencia y la oración; que Allah está con los pacientes.” (2:153). Y dice: “¡Oh, creyentes! Tengan paciencia, perseverancia, defiéndanse y tengan temor de Dios, que así tendrán éxito.” (3:200).
Allah menciona en Su Libro Sagrado la gran paciencia que tuvieron los Profetas (as): Menciona la paciencia que tuvo con su hijo Ismail (as) cuando fueron puestos a prueba con el sacrificio: “Y cuando éste alcanzó la pubertad, [Abraham] le dijo: “¡Oh, hijito mío! Ciertamente he visto en el sueño que te sacrificaba; dime pues, qué opinas”. Dijo: “¡Oh, padre mío! Haz lo que te es ordenado; por cierto que me encontrarás, si Allah quiere, entre los pacientes”. Luego ambos se dispusieron a cumplir la orden” (37:102-103).
En la historia de Jacob (as), cuando perdió a su hijo José (as), hay un hermoso ejemplo de paciencia: “[Pero Jacob al escucharlos] dijo: “Lo que ha sucedido no es como me lo cuentan, sino que es una falsedad que inventaron. Me resignaré pacientemente y que Allah me dé consuelo para sobrellevar la desgracia que me acaban de contar. Quiera Allah devolverme a todos [mis hijos]. Él todo lo sabe, es el Sabio”. Y [le recordó el dolor por su hijo perdido y] se apartó de ellos diciendo: “¡Qué pena siento por la falta de José!” Y perdió la vista por tanta pena, y quedó desconsolado, sufriendo en silencio.” (12:83-84). Y agregó: “Dijo [Jacob]: “Solo me quejo a Allah en mi lamento y mi dolor, y sé de Allah lo que ustedes no saben.” (12:86).
José (as) tuvo paciencia y cuando pudo reencontrarse con sus padres y hermanos dijo: “Quienes teman [Su castigo] y sean pacientes [ante las adversidades] sepan que Allah no dejará de recompensar a los que hacen el bien” (12:90).
El profeta Muhammad (saw), nos dio el mejor ejemplo de entereza y paciencia. Se mantuvo firme en La Meca a pesar de las persecuciones de Quraish. En una oportunidad le arrojaron las vísceras de camello mientras estaba prosternado, padeció todo tipo de agresiones, ya sean verbales o físicas, el boicot de Quraish a su clan, a pesar de todo siempre rogaba a Allah que guiase a su pueblo. Luego de la terrible agresión del día de Ta’if dijo: “Es posible que Allah haga surgir entre su descendencia gente que adore a Allah y no Le asocie nada”.
Emigró a Medina y luego de la batalla de Badr se manifestaron actitudes hostiles de los hipócritas que simulaban haber abrazado el Islam, rezaban y ayunaban junto a él y en cuanto podían aprovechaban para sembrar la discordia y para dividir las filas de los musulmanes. Incluso, llegaron a calumniar a su esposa Aishah (ra) pero se mantuvo paciente y dijo: “No quiero que los árabes luego digan que Muhammad mata a sus compañeros”.
Cuando murió el líder de los hipócritas, Ibn Ubai, el Profeta (sws) cedió su propia camisa para que lo amortajasen y luego en su entierro ayudó a colocarlo en la tumba pero Allah le revelaría: “No ores [¡Oh, Muhammad!] Por ninguno de ellos que muriere, ni te detengas junto a su tumba [para rogar por él], porque no creyeron en Allah y Su Mensajero, y murieron en el desvío” (9:84).
Anas, el sirviente del Mensajero de Allah (saw), dijo acerca de su noble carácter: “Fui su sirviente durante diez años y jamás me dijo por qué hice tal cosa o por qué no hice tal otra; y agregó: Si le gustaba la comida, comía, si no, la dejaba, pero jamás denigraba u hablaba mal de una comida.”
Observemos este ejemplo del Profeta (saw) basado en la compasión y la paciencia hacia la gente, y esa debe ser la actitud del creyente con sus semejantes: compasión, paciencia, firmeza y ejemplo, pidiendo a Allah que los guie a ellos o a sus descendientes. ¡Qué diferencia con esos grupos que no hacen sino insultar y maldecir!
Tengan temor de Allah y sepan que la paciencia se divide en tres según la opinión de los sabios.
  1. La paciencia para obedecer a Allah,
  2. La paciencia para abstenerse de lo que Allah prohibió, y
  3. La paciencia para aceptar el designio divino.
1. La paciencia para obedecer a Allah significa contar con la fuerza de voluntad suficiente para cumplir con los preceptos establecido tal cual Allah lo ha ordenado, sin restarle importancia ni descuidarlos.
Por ejemplo, enseña a tus hijos la oración y la paciencia, con perseverancia: “Ordena a tu familia practicar la oración prescrita y sé constante en su cumplimiento. Que el trabajo en búsqueda del sustento no te haga descuidar el cumplimiento de lo que Dios ha prescrito, porque soy Yo quien los sustento. La bienaventuranza es para los piadosos.” (20:132).
2. La paciencia para apartarse de lo prohibido, está relacionada con el derecho de Allah a ser respetado en lo que ordena hacer y no hacer. Un ejemplo de esto son las palabras del profeta José cuando varias mujeres lo tentaban para estar con ellas. Dice Allah en el Corán: “[Dijo la mujer:] “Éste es por quien me censuraban. Yo quise seducirlo, pero se mantuvo casto. Si no hace lo que le pido, ordenaré que lo encarcelen y terminará siendo humillado”. Pero dijo [José]: “¡Señor mío! Prefiero la cárcel a caer en lo que éstas mujeres me proponen; pero si no apartas de mí su acoso, cederé a sus encantos y cometeré una estupidez”. Pero su Señor respondió a su súplica y apartó de él sus artimañas; Él todo lo oye, todo lo sabe.” (12:32-34)
3. En cuanto a tener paciencia para aceptar el designio divino, significa resignarse a los sucesos adversos y no caer en las desesperación ni la depresión, puesto que las dificultades que Allah envía son para que reflexionemos y regresemos a la buena senda. Dice en el Corán: “Si los aflige una desgracia, es consecuencia de [los pecados] que sus propias manos han cometido, a pesar de que Dios les perdona muchas faltas [por Su gracia].” (42:30).
Se debe ser paciente con el Decreto Divino y esperar de Allah la recompensa por la paciencia y la desgracia; dice el Sagrado Corán: “Albricia a los pacientes [que recibirán una hermosa recompensa]. Aquellos que cuando les alcanza una desgracia dicen: “Ciertamente somos de Allah y ante Él compareceremos”. Éstos son quienes su Señor agraciará con el perdón y la misericordia, y son quienes siguen la guía” (2:155-157).
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Quien pueda reunir los tres tipos de la misma habrá alcanzado la plenitud de la fe.
Mencionemos algunos ejemplos de paciencia que podemos poner en práctica inmediatamente:
Tener paciencia para educar a tus hijos, para orientarlos. Ten paciencia y haz muchas súplicas por ellos, pues el ruego de los padres por sus hijos es respondido.
Tener paciencia a los padres, en particular cuando sean mayores. Allah dice en el Sagrado Corán: “Tu Señor ha ordenado que no adoren sino a Él y que honren a sus padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no sean insolentes con ellos, ni siquiera les digan: “¡Uf!” Háblenles siempre con bondad. Trátenlos con humildad y compasión, y rueguen [por ellos diciendo]: “¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me criaron siendo niño”. (17:23-24).
Tener paciencia a tus parientes y a quienes tengas bajo tu cuidado. Tenle paciencia a tu esposa, procura complacerla siempre con tu buen trato, pues ello hará perdurar el amor y la comprensión en el seno del hogar. También la mujer debe tenerle paciencia a su esposo, no recriminarle todo en todo momento.
Debes tenerles paciencia a tus deudores en caso de que atraviesen una situación difícil. Debes ser paciente con tus empleados y personas que están bajo tu cuidado y responsabilidad.
Hermanos y hermanas en el islam pidan paz y bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios nos enseña en el Corán:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él”. [Corán 33:56]

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