Periodistas de Estados Unidos y México coincidieron en que en medio de la tensión diplomática, los gobiernos de ambos países tienen algo en común: optan por desacreditar aquellas noticias que no les favorecen. Sin duda, dijeron, el uso del “fake news” se popularizó con Trump desde que era candidato a la Presidencia y ahora hasta funcionarios de otros gobiernos —como el Canciller Luis Videgaray– decidieron aprovechar sus “beneficios”, pues es más fácil para ellos calificar de falsa una noticia que no les favorece, a dar una explicación de algo que implica un escándalo.

Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).– La prensa debe aprovechar las tensiones que ha generado el Gobierno de Donald Trump para quitarle “los reflectores” y darle voz a quienes resultan afectados por sus políticas migratorias, pues esas historias son las que podrían generar conciencia y no “pánico moral”, como lo hacen las noticias falsas, concluyeron especialistas de México y Estados Unidos.
Analistas del Centro de Investigación y Docencia Educativas (CIDE) y de la Universidad de Arizona, así como periodistas internacionales, plantearon que en esta era, en la que los medios de comunicación han visto amenazada su reputación, es indispensable devolverle a las personas la confianza, y la única manera de hacerlo es a través de la narrativa.
“La importancia central de los hechos [que cuentan los medios] no es el Presidente [de EU], sino la narrativa con la que se cuentan las historias de la comunidad hispana que vive en Estados Unidos […] esas historias sí pueden cambiar la perspectiva”, mencionó el periodista León Krauze.
La última historia de un migrante que despertó el interés de la prensa mexicana fue la de Guadalupe O., un hombre de 45 años de edad originario de Sinaloa, quien el pasado martes se arrojó de un puente de Tijuana tras ser deportado. Los detalles de su vida aún son inciertos, fuentes oficiales lo señalaron de tener antecedentes penales­­ [la prioridad de deportación para el Gobierno de Trump].