Las españolas del ISIS: segunda generación de procedencia marroquí

Veintiuna mujeres españolas viajaron a Siria o Irak para enrolarse en el Estado Islámico. Otras 23 han sido detenidas por colaborar desde España con los yihadistas. 

R. C-M

Miércoles, 29. Marzo 2017 - 12:20

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Veintiuna mujeres españolas viajaron entre 2014 y 2016 a Siria o Irak para enrolarse en el Estado Islámico. Eran, en su mayoría, mujeres jóvenes de segunda generación de inmigrantes de procedencia marroquí.

Es uno de los datos aportados por la investigadora del Real Instituto Elcano Carola García-Calvo, que añade que otras 23 mujeres han sido detenidas en España por delitos relacionados con el yihadismo desde 2013, el año en el que se produjo la primera operación policial contra el Estado Islámico en España.

En el marco de una jornada titulada "El papel de la mujer en el yihadismo global y en la prevención de la radicalización violenta y desradicalización", la investigadora de Elcano señala que del análisis de las operaciones policiales, del entorno social y de los juicios habidos hasta ahora, se desprende que entre 2014 y 2016 se desplazaron a zona de conflicto (Irak o Siria) 208 combatientes españoles, de los que el 10 por ciento (21) eran mujeres. Mientras, de los 158 presuntos yihadistas detenidos en España desde 2013, 23 eran mujeres (el 14,5 %). ¿Y cómo son?

Solteras y jóvenes

Aunque la investigadora señala que no hay un perfil claro, sí se pueden establecer algunas diferencias entre las mujeres que se enganchan a esta causa y los hombres. Así, mientras la media de edad de éstos es de 31 años, la de ellas es de 24 y la mayoría (el 75 %) tiene entre 19 y 28 años. Frente al 17 por ciento de solteros, las mujeres no tiene vínculo matrimonial en el 45 % de los casos ni cargas familiares (hijos) en el 65 % frente al 58 % de los hombres. En ambos sexos coincide un dato: se trata de personas de segunda generación de inmigrantes, con padres mayoritariamente de origen marroquí.

Más preparadas académicamente, las mujeres cuentan en general con estudios secundarios y ninguna de las detenidas era analfabeta, lo que no ocurre en el caso de los varones (el 10 % ). Respecto a su historia religiosa, el 13% de las mujeres enroladas o colaboradoras del ISIS era converso. 

El proceso de radicalización

Casi la totalidad -el 90%- de las mujeres yihadistas se radicalizó a través de las redes sociales. Además, el 80 por ciento usó también las aplicaciones de mensajería móvil instantánea. Hay que tener en cuenta que a las mujeres musulmanas se les restringe el acceso a lugares públicos donde se llegan a cabo actividades de radicalización más dirigidas a los hombres, por lo que internet ha supuesto, en estos casos, la vía para contactar o chatear con otras mujeres, más receptivas a sus necesidades. Se trata de combatientes que ya están en zonas de conflicto y personas del entorno más íntimo y familiar, que se conviernten en agentes por los que optan estas mujeres para radicalizarse.

El estudio ha analizado también las motivaciones de estas mujeres para querer abrazar la yihad. A seis de cada diez fueron causas existenciales e identitarias (en el caso de los hombres uno de cada diez); al 15 por ciento ideológicas y utilitarias (70 % en los varones) y al 25 por ciento emocionales y afectivas (20 % en ellos). Ninguna de las mujeres que han sido detenidas pretendía actuar como lobo solitario y todas se implicaron en compañía de otros para formar parte de células o redes.