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sábado, 29 de julio de 2017

Ordenación de las suras del Qurʾān y sus āyāt

Extracto del libro Compilación General de las Leyes del Quran, renombrada exégesis (tafsir) del imam Abu Abdullah Muhammad al-Qurtubi

28/07/2017 - Autor: Imam al-QurtubiZakaria Maza - Fuente: Mezquita at-Taqwa
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Quran en caligrafía cúfica
Dijo Ibn Aṭ-Ṭayyib: “Hay diferencias entre los antepasados eruditos respecto a la ordenación de las suras del Qurʾān. De ellos hay quien escribió en su ejemplar del Qurʾān las suras conforme a la fecha de su revelación, anteponiendo las mequinenses a las medinenses. Otros pusieron al principio de su ejemplar del Qurʾān Al-Fātiḥa; mientras que otros pusieron en su comienzo:
Iqra bismi Rabbika allaḏī jalaq.” (Recita en el nombre de tu Señor que ha creado). (El Coágulo-96:1)
Y ese fue el comienzo del ejemplar de ʿAlī, Allāh esté complacido de él. En cuanto al de Ibn Masʿūd, comienza por:
Māliki yaumiddīn.” (Rey del Día del Juicio). (Al-Fātiḥa-1:3)
A continuación la sura de la Vaca y después la de Las Mujeres, es decir con una ordenación diferente. Y en el ejemplar de Ubai, comienza con:
Al-Ḥamdulillah.” (Las alabanzas son para Allāh). (Al-Fātiḥa -1:1)
A continuación la de Las Mujeres, luego la de La Familia de ʿImrān, luego Los Rebaños, Al-Aʿrāf y La Mesa Servida. Dijo el juez Abū Bakr Ibn Aṭ-Ṭayyib: “La respuesta de todo esto es que la ordenación de los suras que actualmente tiene el ejemplar del Qurʾān fue el resultado del esfuerzo (iŷtihād) realizado por los ṣaḥāba.” Esto lo mencionó Meqī, Allāh tenga misericordia de él, en el tafsīr de la sura At-Tawba. Y mencionó que la ordenación de las suras, así como la colocación del “basmala” en los comienzos de las suras, es un asunto ordenado por el Profeta, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él. Sin embargo, al comienzo de la sura At-Tawba ordenó que se dejara sin poner el “basmala”.
Mencionó Ibn Wahbin, en su Recopilación, que oyó decir a Suleimān ibn Bilāl: “Oí que le preguntaron a Rabīʿa: ¿Por qué se ha antepuesto la sura de La Vaca y la de La Familia de ʿImrān, si se han revelado antes que ellas más de ochenta suras, y además fueron reveladas en Medina? Contestó Rabīʿa: Se han antepuesto y el Qurʾān se ha compuesto según el conocimiento de quien lo ha compuesto, y ha habido consenso en dicho conocimiento. Ahí termina el asunto y no preguntamos sobre ello.”
Se transmitió de Ibn Masʿūd que dijo: “Quien de vosotros quiera seguir un ejemplo que siga el de los compañeros del Mensajero de Allāh, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, porque verdaderamente ellos fueron los de corazones más virtuosos de esta Umma; los de conocimiento más profundo; los que menos se cargaban de cosas innecesarias; los que mejor se conducían; y los de mejor estado. Allāh, el Altísimo, los eligió para que acompañaran a su Profeta, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, y establecieran el Din del Islam. Se conocieron sus méritos y siguieron sus huellas. Porque ellos estaban en el camino recto.” Dijo una gente de conocimiento: “La composición de las suras del Qurʾān como ha quedado hoy día en nuestros ejemplares del Qurʾān fue asumida por el Profeta Muḥammad, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él. Mientras que las diferencias aparecidas en los ejemplares de Ubai, ʿAlī y ʿAbdullāh, fueron anteriores a la última muestra.”
Relató Yūnus, de Ibn Wahbin, que oyó decir a Mālik: “El Qurʾān se compuso conforme a lo que oían del Mensajero de Allāh, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él.” Mencionó Abū Bakr al-Anbārī en su libro de Respuesta: “Verdaderamente, Allāh, el Altísimo, reveló el Qurʾān de una sola vez hasta el primer cielo, y luego descendió en partes al Profeta, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, durante veinte años. La sura descendía a propósito de un hecho sucedido. Y la āya servía como respuesta al que precisaba de la información. Y Ŷibrīl informaba al Mensajero de Allāh, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, sobre el lugar preciso de la sura y la āya. La secuencia de las suras es como la secuencia de las āyāt y las letras, y todo es transmitido por Muḥammad, el sello de los profetas, del Señor de los mundos: de manera que quien retrasara una sura que es anterior, o antepusiera otra que es posterior, sería como el que corrompe el orden de las āyāt, o cambiara las letras y las palabras. Este orden fue el que puso el Mensajero de Allāh, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, en el Qurʾān y él solía decir: “¡Poned esta sura en este o este otro lugar del Qurʾān!” Y Ŷibrīl, sobre él la paz, solía informar del lugar al que correspondían las āyāt.”
Se transmitió de Al-Barā, que dijo: Lo último que fue revelado del Qurʾān:
Te piden que dictamines. Di: Allāh os da un juicio sobre el caso en que no se tengan ni padres ni hijos.” (Las Mujeres-4:176)
Se transmitió de Ibn ʿAbbās que dijo: “Lo último que se reveló del Qurʾān:
Y temed el día en el que regreséis a Allāh. Entonces cada uno recibirá lo que se haya ganado y nadie será objeto de injusticia.” (La Vaca-2:280)
Y dijo Gabriel al Profeta, sobre ellos la paz: “¡Muḥammad! Sitúa la āya en la doscientos ochenta de la sura de la Vaca.”
Dijo Al-Ḥasan ibn Battal: “No se puede decir que la recitación del Qurʾān en la oración o en la clase deba ser conforme al orden establecido en el ejemplar del Qurʾān, sino que más bien eso sería para el caso de la escritura o caligrafía del ejemplar del Qurʾān especialmente.” Dijo ʿĀʾiša, Allāh esté complacido de ella, acerca de esto”: ¡No te perjudicará el que hayas recitado una āya antes que otra! Y el Profeta, la paz y las bendiciones de Allāh sean con él, solía recitar en su oración una sura en una rakāʿ, y a continuación recitaba en la otra rakāʿ una sura que no fuese la siguiente.”
Se relató de Ibn Masʿūd e Ibn ʿUmar que ambos detestaban que se recitara el Qurʾān a la inversa: es decir, que se recite la sura desde atrás hacia adelante. Eso lo solían hacer para demostrar la destreza en la memorización y el sometimiento de la lengua a la poesía. Pero Allāh lo ha prohibido expresamente en el Qurʾān porque sería falsear las suras y discrepar de lo que se pretende en ellas.
Hay un ḥadīṯ de ʿĀʾiša que confirma el hecho de que la ordenación del ejemplar del Qurʾān no es conforme a la fecha de la revelación. Dijo ʿĀʾiša, Allāh esté complacido de ella: La sura de La Vaca y la de Las Mujeres no descendieron sino estando yo con él – es decir, en Medina -, y se antepusieron en el ejemplar del Qurʾān a lo que se reveló antes en Meca.” Y aunque lo hubiesen compuesto según la fecha de revelación, sería obligada la ruptura del orden de las āyāt en las suras.
Se transmitió de Qatāda que dijo: “Se reveló del Qurʾān en Medina: La Vaca, La Familia de ʿImrān, Las Mujeres, La Mesa Servida, Los Botines de Guerra, At Tawba, El Trueno, Las Abejas, La Peregrinación, La Luz, Los Partidos, Muḥammad, La Conquista, Las Habitaciones, El Compasivo, El Hierro, La Discusión, La Reunión, La Examinada, Las Filas, El Viernes, Los Hipócritas, El Desengaño, El Divorcio, La Prohibición, El Terremoto, y La Ayuda. Todas esas suras se revelaron en Medina, y el resto del Qurʾān en Meca.”
Se ha dicho que la causa de anteponer las suras medinenses a las mequinenses, en la ordenación del Qurʾān, se debe a que Allāh, el Altísimo, habló a los árabes en su lengua y en su conocimiento del discurso y la elocuencia. Y cuando se vio su destreza en el arte de anteponer lo posterior y posponer lo anterior, fueron hablados con este significado del Qurʾān y de estas maneras que ellos gustaban de llevar a cabo en su habla y en su sistema elocuente.
Apartado.- En cuanto a la vocalización y los puntos diacríticos de las palabras del Qurʾān, se relató que ʿAbdel-Mālik ibn Marwān ordenó que se llevara a cabo. Fue Al-Ḥaŷŷāŷ el que se concentró en dicha tarea y añadió las secciones. Y siendo gobernador de Iraq ordenó a Al-Ḥasan y a Yaḥyā la continuación del trabajo, tras lo cual se llegó a componer un libro referente a las recitaciones que recogía los relatos de las diferencias entre la gente conforme a la caligrafía. Siguió la gente de esa manera largo tiempo hasta que Ibn Muŷāhid compuso su libro sobre las recitaciones.
Según Al-Mubarrid, el primero que colocó los puntos diacríticos, en el ejemplar del Qurʾān fue Abū al-Aswad ad-Dualī. También mencionó que Ibn Sirīn tenía un ejemplar del Qurʾān al que le puso los puntos Yaḥyā ibn Yaʿamar.
Apartado.- En cuanto a la división del Qurʾān en décimos dijo Ibn ʿAṭīya que Al-Maʾmūn al-ʿAbbās ordenó hacerla, y también se dijo que Al-Ḥaŷŷāŷ lo hizo. Mencionó Abū ʿAmrin ad-Dāni en el libro de “Al-Bayān” que a ʿAbdullāh ibn Masʿūd le desagradaba que se hiciera la partición en décimos del ejemplar del Qurʾān, y él por su parte cuando veía la señal de dicha partición la rascaba. De Muŷāhid se transmitió que detestaba la división en décimos y que se perfumara el ejemplar del Qurʾān. Dijo Ašhab que a Mālik le desagradaba que se pusieran marcas en rojo o de otros colores en las respectivas divisiones en décimos. Sin embargo, no veía inconveniente en que se pusieran en tinta negra al igual que las letras. Fue preguntado también acerca de las marcas al final de las suras haciendo constar el número de āya, y dijo: “Detesto que se haga cualquier clase de señal en los ejemplares principales del Qurʾān, aunque no hay inconveniente que se haga en los que usan los jóvenes para aprender.” Dijo Ašhab que Mālik les enseñó un ejemplar del Qurʾān que había escrito su abuelo en el tiempo que ʿUṯmān había escrito los primeros ejemplares, y vimos que los finales de las suras estaban rematados con una señal en tinta negra a modo de cadena para completar las líneas, incluyendo también el número de āya.
Y dijo Qatāda: “Empezaron con el ejemplar del Qurʾān y le pusieron puntos, a continuación lo dividieron en quintos, luego en décimos.” Y dijo Yaḥyā ibn Abū Kaṯīr: “El Qurʾān estaba escrito en los ejemplares de forma pura y simple, y lo primero que se incorporó fueron los puntos en las letras:
(ب) "Ba" ، (ت) "Ta" ، (ث) ، "Ṯa"
Y se dijo que no había mal en ello, sino que más bien añadía más luz. A continuación, incorporaron unos puntos como señal al final de las āyāt. Y después aportaron las aperturas de cada sura y sus remates finales.” Dijo ʿAbdullāh ibn Masʿūd a propósito de esto: “No mezcléis en el Libro de Allāh aquello que no le pertenece.” De Abū Bakr As-Sirāŷ se transmitió que preguntó a Abū Razīn: “¿Puedo escribir en mi ejemplar del Qurʾān el nombre de cada sura en el comienzo? Le contestó: Temo que venga una gente que no lo sepa y al verlo piense que es del Qurʾān.”
Dijo Ad-Dāni, Allāh esté complacido de él: “Toda la información que nos ha llegado nos permite saber que las particiones en décimos y quintos, los comienzos de las suras, los encabezamientos de cada āya, todo ello es el resultado de la propia consideración (Iŷtihād) de los ṣaḥāba, Allāh esté complacido de ellos. Y lo que detestaban era que se hicieran señales con diferentes colores. Por lo demás, los musulmanes aplicaron lo que se había hecho en sus ejemplares del Qurʾān. Y no se puede decir que haya error alguno en lo que aplicaron los ṣaḥāba, Allāh esté complacido de ellos.”
Apartado.- En cuanto al número de letras y partes del Qurʾān, relató Salām Abū Muḥammad Al-Himāni que Al-Ḥaŷŷāŷ Ibn Yūsuf reunió a los recitadores, memorizadores y escribas, y les dijo: Informadme de cuantas letras contiene todo el Qurʾān. Dijo: Estuve yo entre ellos e hicimos toda la cuenta sacando como resultado que el Qurʾān tiene la cantidad de trescientas cuarenta mil setecientas cuarenta (340.740) letras. A continuación les pidió que le dijeran dónde terminaba la mitad del Qurʾān. Siendo en:
Que actúe con sutileza.”  (La Caverna-18:19)
Después preguntó por sus tercios. El primer tercio del Qurʾān termina en la āya cien de la sura At-Tawba o El Arrepentimiento; el segundo tercio en la cien o ciento uno de la sura de los Poetas; y el tercer tercio lo que resta del Qurʾān. Dijo: Informadme ahora de los séptimos del Qurʾān. El primer séptimo en la letra “dal” de la siguiente āya de la sura de Las Mujeres:
Pues entre ellos hay quienes creen en él y quienes se apartan (ṣadda).” (Las Mujeres-4:55)
El segundo séptimo está en la “Ṭa” de la siguiente āya de la sura Al-Aʿrāf:
Sus obras habrán sido inútiles (ḥabiṭat).” (Al-Aʿrāf -7:147)
El tercer séptimo está en el “Alif” del final de la siguiente palabra de la sura de El Trueno:
Su comida (ukuluhā) durará eternamente.” (El Trueno-13:35)
El cuarto séptimo en el “Alif” del final de la sura de La Peregrinación:
Y para cada comunidad Hemos instituido un lugar de ritual (mansakā).” (La Peregrinación-22:34)
El quinto séptimo en la “Ha” de la sura de Los Partidos:
No corresponde a ningún creyente ni a ninguna creyente (muʾminah).” (Los Partidos-33:36)
El sexto séptimo en la “Wau” de la sura de La Conquista:
Aquellas que piensan mal (as-sauʾ) de Allāh.” (La Conquista-48:6)
Y el último séptimo corresponde a lo que resta del Qurʾān.”
Dijo Salām ibn Muḥammad: “Averiguamos todo esto en cuatro meses.” Y Al-Ḥaŷŷāŷ solía recitar un cuarto del Qurʾān cada noche; el primer cuarto lo concluyó con la sura de Los Rebaños; el segundo cuarto con la sura de La Caverna; el tercero con la de Los Grupos; y el cuarto lo que resta del Qurʾān.
Apartado.- En cuanto al número de āyāt en el primer periodo medinense, dijo Muḥammad ibn ʿĪsā: “El número de todas las āyāt del Qurʾān en el primer periodo medinense es de seis mil (6.000)”. Dijo Abū ʿAmrin: “Ese es el número que han transmitido la gente de Kufa, de la gente de Medina, sin mencionar ningún nombre en concreto.” En cuanto al último periodo medinense dijo Ismāʿīl ibn Ŷaʿfar: “Seis mil doscientas catorce āyāt (6.214). Y dijo Al-Faḍl: “El número de āyāt del Qurʾān según la gente de Meca es de seis mil doscientas diecinueve (6.219).” Dijo Muḥammad ibn ʿĪsā: “Y según la gente de Kufa es de seis mil doscientas treinta y seis, y ese es el número que relató Salīm y al-Kisāʾī tomado de Ḥamza. Y al-Kisāʾī lo remitió a ʿAlī, Allāh esté complacido de él. Dijo Muḥammad: “El número de āyāt del Qurʾān según la gente de Basora es de seis mil doscientas cuatro, y ese es el número que siguieron hasta ahora sus venerables antepasados. En cuanto al número según la gente de Šām, dijo Yaḥyā ibn al-Ḥāriṯ aḏ-Ḏamarī: “Seis mil doscientas veinte y seis. En otro relato: seis mil doscientas veinte y cinco, es decir, una āya menos.” Dijo Ibn Ḏakwān: “Pensé que Yaḥyā no contó el basmala.” Dijo Abū ʿAmrin: “Estos son los números que circulan entre la gente, y los que se cuentan en todos los confines de la tierra de tiempos pasados y modernos.”
En cuanto a las palabras que contiene el Qurʾān, dijo Al-Faḍl ibn Šaḏān: “Todas las palabras que contiene el Qurʾān según ʿAṭā ibn Yasār, son setenta y siete mil cuatrocientas treinta y nueve (77.439); y las letras son trescientas veintitrés mil quince (323.015).”
Extracto del libro "Compilación general de las Leyes del Quran", renombrada exégesis (tafsir) del imam Abu Abdullah Muhammad al-Qurtubi.
Obras editadas y publicadas por la Comunidad Musulmana Española de la Mezquita del Temor de Allah - At-Taqwa, en Granada.
Traductor y editor: Zakaria Maza al-Qurtubi; colaboración de Ahmed Yusuf ibn Zakaria. Equipo compuesto además por colaboradores y asesores expertos en ambas lenguas, árabe y español y un corrector de estilo (Abdurrazzaq Pérez Fernandez) especializado en lengua española.

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