En respuesta al mortal ataque terrorista perpetrado el 24 de noviembre, 2017 contra los feligreses sufíes en la mezquita Al-Rawdah al norte del Sinaí, en el que murieron más de 300 personas, el escritor y periodista saudita Hani Naqshabandi publicó un artículo en el portal Elaph en el que presentó aspectos positivos del sufismo, tales como la caridad y la tolerancia. Este salió en contra de los salafistas que acusan a los sufíes de herejía y de desviarse de la fe, argumentando que estas acusaciones provienen del prejuicio y la ignorancia respecto a la verdadera naturaleza del sufismo.
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]
Hani Naqshabandi (imagen: alwatanvoice.com)
“El ataque por parte de extremistas armados contra la mezquita Sufí en Egipto surge de una profunda mal interpretación, especialmente por parte de los salafistas, sobre el significado del sufismo en el mundo islámico. Esta mala interpretación proviene de dos factores. Primero, [deriva de] la ignorancia de los salafistas sobre la esencia del misticismo Sufí y su preocupación por las expresiones externas del sufismo, tales como el buscar bendiciones en las tumbas de los santos, [reverencia por] los “Amigos de Alá” [es decir, los santos sufíes] y la [creencia en] milagros realizados por los santos. Segundo, algunos de los sufíes contribuyeron a [esta imagen] al confinar el sufismo a las acciones en lugar de las ideas y en ocasiones también agregaron una medida de auto-flagelación. Este es el porqué el sufismo llegó a ser visto, especialmente por los salafistas, como una maldición sobre el cuerpo del Islam. El sufismo no es una escuela o teoría religiosa, sino una idea basada en varios principios, tales como la caridad, la abnegación y la tolerancia. Quizás un exceso de tolerancia es lo que atrae el fuego de los extremistas.
“Según un principio Sufí, el Paraíso no es alcanzado por personas que asisten a la mezquita regularmente mientras sus corazones están repletos de odio y celos y sus manos están manchadas con dinero [robado] de huérfanos y desamparados. El Paraíso lo alcanzan personas honestas, independientemente de su religión. No estoy interesado en apoyar o refutar este principio, pero demuestra que la auto-flagelación y el culto a los santos no son parte del sufismo, sino que son ideas generales sobre [formas de] purificar el alma de los placeres de este mundo…
“Los salafístas tomaron una postura radical sobre el sufismo basada en las tonterías proferidas por algunos predicadores religiosos sufíes, sin molestarse en investigar el verdadero significado de la idea Sufí y sin darse cuenta de que muchos musulmanes [prominentes] eran de hecho sufíes. Por ejemplo, Imam Al-Ghazali [teólogo, jurista, filósofo y místico persa del siglo 11], autor del libro Reavivamiento de las Ciencias Religiosas; [el poeta y teólogo persa del siglo 13] Jalal Al-Din Al-Rumi; [el fundador de la dinastía Ayyubí] en el siglo 12], Saladin Al-Ayyoubi y el [líder militar turco del siglo 15] Muhammad Al-Fattah [es decir, el sultán otomano Mehmed el Conquistador]. ¿Buscaron todos ellos bendiciones en las tumbas de los santos o realizaron alguna de las otras prácticas falsamente atribuidas al sufismo?
“Nadie escuchó nunca hablar de algún Sufí que haya cometido un asesinato, un atentado o que haya decapitado a alguien. Por el contrario, uno de los principios sufíes más importantes es el siguiente: ‘hacer el bien es un fin en sí mismo y no requiere de una recompensa’, porque [hacer] el bien eleva el alma y la acerca a su Creador, conduciendo al descubrimiento del conocimiento divino puro, en lugar de la superstición o el pauperismo Sufí.
“Algunos llegaron a acusar a los sufíes de herejía o incluso los acusan de negar la existencia de Alá y desviarse de la fe. No entiendo cómo se puede acusar a gente que llama a purificar el corazón y el alma de negar la existencia de Alá. Mientras que muchos países musulmanes ahora piden tolerancia y apertura hacia otras religiones, se abstienen de mencionar el sufismo, [y continúan considerándolo] como una fe o una idea desviada que no puede ser tratar con tolerancia. Estoy seguro de que si hay algo que debemos explicarle a la gente, es el [verdadero] significado del sufismo, ya que el sufismo no es más que amor del bien en sí mismo y para el beneficio de todos”.