¿Rumbo al totalitarismo? El peligro de los “coordinadores estatales” de AMLO
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Una de las características de los regímenes totalitarios es que un partido hegemónico de masas ostenta el control total de la vida política del Estado, al grado que las estructuras del partido y del Estado prácticamente llegan a fusionarse o asimilarse: el aparato del partido es el aparato del Estado.
Cuando AMLO todavía no llega al poder, ya anunció —con todo y nominados— una nueva figura que representará una extensión de su mandato en cada uno de los estados, con la que podría anular el poder de los propios gobernadores constitucionales.
Dicha figura fue llamada por el “mesías tropical”, “coordinador estatal” y cada uno de los 32 coordinadores estatales tendrá la facultad de gestionar los recursos provenientes de la federación, que representan hasta el 50 por ciento de los ingresos de las entidades.
Cada entidad de la República ya tiene a su virtual “coordinador estatal” y todos fueron elegidos por AMLO, por lo que no es ninguna sorpresa que estos personajes sean allegados al “líder mesiánico” y militantes de Morena.
Por mencionar algunos ejemplos, están: la excandidata a gobernadora del Edomex —y para coordinar el mismo estado—, Delfina Gómez; para Jalisco, el elegido es el perdedor de la elección a gobernador del pasado 1 de julio: Carlos Lomelí; en Oaxaca, el encargo será para la presidente estatal del partido: Nancy Ortíz, etcétera.
Al conocer que ninguna de las entidades tendrá a un “coordinador estatal” que no sea de Morena o redimido a ese partido político, y de acuerdo con los planteamientos antes expuestos, vale la pena cuestionar: ¿La propuesta de AMLO y Morena encaja en el concepto de “totalitarismo”?
Respuesta: sí encaja.
No se necesitará mucho tiempo para que el partido propiedad de López Obradorinvalide el poder de gobernantes e instituciones y tome decisiones cruciales de manera unilateral; como los dictadores.
En los hechos, los “coordinadores estatales” designados por AMLO —y que forman parte de la estructura de Morena— desplazarán a los gobernadores, extendiendo el control político del gobierno federal hacia los gobiernos estatales y centralizando el poder en manos del próximo presidente.
Un ejemplo del potencial autoritario de estas medidas se encuentra en la dictadura franquista en España, con los llamados “gobernadores civiles”, un símil de lo que serían los “coordinadores estatales de AMLO en México.
Los Gobernadores civiles existen en España desde el Siglo XIX —aunque desde 1997 se les llama “Subdelegados de gobierno”—, como representantes de los gobiernos en las provincias. Pero el dictador Francisco Franco los utilizó para restaurar la organización territorial centralizada, minada en tiempos de la República.
Por encima de cualquier cargo a nivel local, los gobernadores civiles eran la principal autoridad en las provincias, dejando a los ayuntamientos y a los diputados en una situación de dependencia jerárquica.
¿Tendrán el mismo objetivo en México los “coordinadores estatales” de AMLO?
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