viernes, 22 de mayo de 2015

El Raval, símbolo de convivencia y diversidad


El Raval, es luz, vida, maravilla, diversidad, creatividad y esperanza en medio de una vida dura, impuesta por la recesión y la crisis


22/05/2015 - Autor: Ángel Álvarez Hernández - Fuente: Webislam



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Hoy El Raval es una niña pequeña que recorre las calles sin miedo y le sonríe a la vida llena de esperanza y sueños.

El Raval habita en un trozo de mi alma junto a la mujer que amo, y los sonidos de la calle. El Raval son sus ojos negros y su sonrisa infinita. Su piel aceitunada y su aroma árabe.

El Raval se ha convertido en Barcelona en un símbolo de la integración social y la diversidad cultural. Solo un puñado de políticos mediocres ansiosos de votos y de poder se han atrevido a atacar este ejemplo de convivencia en la diversidad para justificar y tapar sus miserias.

Solo pueden calificarse de lamentables y provocadoras las manifestaciones realizadas las octavillas repartidas por El Raval por el Partido Popular, en las se decía literalmente que "El Raval no puede convertirse en un gueto islámico”.

Tristemente el Partido Popular no pidió disculpas a los habitantes de El Raval, del mismo modo que tampoco ha pedido disculpas a los miles de desahuciados que se han quedado sin sus casas por sus políticas de recortes sociales o los enfermos en las listas de esperas.

El Partido Popular ha querido desviar la atención en las elecciones municipales en Barcelona, para que se hable de islamización e inmigración en lugar de paro, crisis y traumas sociales. Esto significa que el Partido Popular, de Bárcenas, Rato, Camps y otros tantos, ve como un peligro social a los inmigrantes musulmanes y no a los corruptos, a los banqueros desarmados y a las políticas neoliberales.

La estrategia del Partido Popular, durante la campaña municipal de Barcelona, ha sido enfrentar a los ciudadanos mas pobres con los inmigrantes para obtener votos. Es decir, enfrentar a los mismos ciudadanos que ha desahuciado, a quienes les ha recortado las prestaciones sociales, la seguridad social, la sanidad y la educación de sus hijos, contra inmigrantes que apenas alcanzan para subsistir.

El verdadero peligro no es el top manta, ni la señora mayor que lleva hiyab, sino el neoliberal fanático, al que no le remuerde la conciencia los comedores escolares o las colas en los servicios de urgencias.

SOS Racismo presentó una denuncia a la Fiscalía de Odio de la Audiencia de Barcelona en respuesta a la campaña islamófoba del candidato a la alcaldía de Barcelona por el PP Alberto Fernández Díaz. Junta Islámica emitió un comunicado denunciando que a la "segundas y terceras generaciones se les siga tratando como si fueran inmigrantes", lo que impide su integración social.

Cuando el Partido Popular agita la bandera de la islamofobia y la xenofobia en Barcelona, hay que recordarle que el dinero necesario para realizar una política de integración social, se lo han gastado rescatando Bancos, como los administrados por Blesa y Rato, y que si no hay políticas de integración, ni de vivienda social o dependencia, es porque ellos mismos las han destruido para pagar los intereses de la deuda pública, que se creó para recatar la gran Banca.

Las víctimas de la crisis, ya sean pensionistas, jóvenes en paro o inmigrantes en el top manta, no pueden matarse entre sí para dar su voto a gente tan lamentable y triste como el alcalde del PP por Badalona Xavier García Albiol, quien antes que limpiar Badalona, (según reza su slogan electoral), debería preocuparse de limpiar su partido de corruptos a juzgar por la larga lista de imputados que tiene por toda España. Ejemplo de lo que no debe ser un partido político.

Los musulmanes barceloneces, deben sacar su orgullo del corazón y saber que su civilización aportó ciencia y cultura a la humanidad. Muchas más ciencia y cultura de la que Albiol, Xavier García Albiol, o Alberto Fernández Díaz pueden acumular juntos.
El Raval, es luz, vida, maravilla, diversidad, creatividad y esperanza en medio de una vida dura, impuesta por la recesión y la crisis.

El Raval, como el barrio madrileño de Lavapiés, son el símbolo de un nuevo mundo, donde una mezquita convive en paz con sus vecinos, donde todos nos conocemos y sabemos que sólo la solidaridad y el compromiso puede salvar a este mundo.

Nuestro sueño es mas extenso e infinito que los miedos y prejuicios de aquellos que se empeñan en dividirnos en jóvenes y viejos, en mujeres y hombres, musulmanes y cristianos, inmigrantes y nacionales. Nuestros sueños no tienen fronteras porque sabemos que el enemigo de la humanidad es el mismo en todas partes y no distingue entre unos y otras.

Hoy, El Raval es la mirada adolescente de la chica más preciosa de Barcelona. Hoy amamos más que nunca a El Raval porque es nuestro barrio y todos son nuestros vecinos. Porque El Raval es la casa de todos y no vamos a dejar que desahucien a nadie por su pasaporte, por el color de su piel o la religión que practique. Hoy en El Raval somos todos, negros, amarillos, blancos.... hoy el Raval eres tu también si quieres serlo.

Hoy en El Raval escuchamos flamenco, hip hop o música sufí. Hoy bailamos sardanas y no pasa nada. Hoy se toma té, curry y butifarra. Hoy, El Raval no les pertenece a esos identitarios que ven terroristas por todas partes y no reconocen a su hermano en el rostro herido de cada persona que duerme en la calle.

Hoy El Raval somos tu y yo, bajo las estrellas, con una taza de café en las manos. Hoy El Raval es una niña pequeña en patines que recorre las calles sin miedo y le sonríe a la vida llena de esperanza y sueños. Una niña que nos ha robado el corazón y va y viene feliz.



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