Las autoridades ya identificaron al funcionario culpable de la muerte de 39 migrantes en México, el que dio la orden de no abrir la rejas pese a las llamas.
Luego de la muerte de 39 migrantes en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, por un incendio la noche del lunes, el responsable sería Salvador González Guerrero, titular del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chihuahua, el contraalmirante en retiro supuestamente ordenó dejar encerrados bajo llave a los migrantes.
De acuerdo con la agencia The Associated Press, Jorge Vázquez Campbell, abogado de algunas de las víctimas informó que presentaron ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia contra González Guerrero.
“(Quien) dio la orden por llamada telefónica para que a las personas migrantes que se encontraban en la estación migratoria no les abrieran la puerta por ningún motivo”, dijo.
El abogado Vázquez Campbell, en representación de sus clientes a los que no quiso identificar para proteger su seguridad, comentó que sus representados le informaron que un migrante pidió que le diera un cigarro y un encendedor y empezaron a hacer su protesta.
Funcionario culpable de la muerte de 39 migrantes en México
Vázquez Campbell explicó que eran cinco los centroamericanos que protestaron por su detención, pero cuando los oficiales de migración se burlaron de ellos, decidieron prender fuego a una colchoneta lo que causó el incendio,
Fue en ese momento cuando los elementos del INM llamaron al contraalmirante en retiro Salvador González “y el señor dijo que no se hiciera nada y que por ningún concepto los dejaran salir”.
Además, el abogado también señaló como responsable de esta tragedia al titular del centro de detención provisional del INM en Juárez, Daniel Goray Yosioka. Aunque también reveló que está detrás de una red de corrupción en contra de los migrantes.
¿Quién es el contralmirante Salvador González?
Desde octubre de 2021, Salvador González Guerrero, contralmirante militar en retiro, asumió la oficina de Migración en el estado de Chihuahua en sustitución del general Pedro Alberto Alcalá López, quien fue trasladado a la oficina del instituto en Guerrero.
González Guerrero es el tercer delegado en Chihuahua en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el segundo que designan de manera consecutiva con perfil militar.
Previamente, este militar en retiro, estuvo al frente del INM en Quintana Roo, en julio del 2019, y en Sonora, en marzo del 2020, de acuerdo con registros oficiales.
Una más de los militares, pues Salvador González Guerrero, es el funcionario culpable de la muerte de 39 migrantes en México, él dio la orden de no abrir la rejas pese a las llamas.
Luego de la muerte de 29 migrantes en un centro de detención migratorio de Ciudad JuÁREZ Chihuahua, se dio a conocer que el dueño de la empresa que vigilaba las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) sería del cónsul de Nicaragua en México, Elías Gerardo Valdés Cabrera.
Se trata de la empresa de Servicios Especializados de Investigación y Custodia (Seicsa) S.A de C.V. La cual brindaba seguridad privada al inmueble utilizado por el INM como centro de detención migratorio.
En este contexto, de acuerdo con información de Radio Fórmula, la empresa sería propiedad del cónsul de Nicaragua en México.
Cabe destacar que Elías Gerardo Valdés recibió el título de Cónsul Honorario en 2020 durante la administración del dictador Daniel Ortega.
Información en poder del medio antes mencionado señalan al cónsul como el único administrador de la empresa de seguridad privada Servicios Especializados de Investigación y Custodia (Seicsa) S.A. de C.V. La cual al momento del trágico suceso, tenía un contrato vigente con el Instituto Nacional de Migración (INM) desde hace años.
Aunque la propiedad del cónsul data de 2005, en la actual administración de AMLO es en donde se ha visto inmersa en diversos escándalos. Ya que antes del incendio y la muerte de 39 migrantes había recibido 130 contratos millonarios en la 4T.
No, no estamos hablando de la mítica serie de la televisión norteamericana motejada como “Los Intocables”.
En realidad se trata del mote que en los intríngulis del grupo en el poder le han endilgado a los “preferidos” del presidente y quienes al mismo tiempo son potenciales sucesores de Palacio.
Y es que desde la casa presidencial se ha dictado la orden tajante para ocultar, callar, esconder o ignorar todo aquello que lastime o lesione la imagen, la confianza y la credibilidad de los “preferidos”.
Por esa razón, en los primeros círculos del poder se moteja como el grupo de “Los Intocables” a Claudia, Marcelo y Adán; convertidos en auténticas deidades por orden presidencial.
Y resulta de tal ignominia el nivel de impunidad tendido como coraza protectora en torno a Claudia, Marcelo y Adán, que en el propio grupo en el poder se especula con la idea de que los presidenciables tienen “licencia para robar y hasta para matar”.
Por eso, poco o nada pueden hacer las instituciones del Estado mexicano para sancionar, por ejemplo, la tragedia migrante ocurrida en Ciudad Juárez; para castigar el saqueo ordenado por el gobierno capitalino al Sistema de Transporte Colectivo, Metro; colapsado por el desvío presupuestal y por la falta de mantenimiento.
Por eso nada han podido hacer los opositores en el Poder Legislativo para exigir que la cancillería rinda cuentas sobre los acuerdos turbios con el gobierno de Estados Unidos en materia de migración y con dictaduras como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Y por eso en la Secretaría de Gobernación –encargada de la gobernabilidad del país–, a nadie despeinó la tragedia que costó la vida a 39 migrantes en una cárcel clandestina.
En pocas palabras, a la vista de todos los mexicanos, la señora Claudia Sheinbaum y los señores Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, pueden hacer lo que les plazca, sin rendir cuentas a nadie, sin respetar autoridad alguna y sin temor a ser despedidos.
Para eso tienen el favor presidencial; para eso son los preferidos de Palacio y para eso todos los días son defendidos por el presidente Obrador, quien no tiene límites para justificar lo injustificable y para defender lo indefendible y para ocultar lo inocultable.
Por eso Claudia, Marcelo y Adán son “Los Intocables”.
Pero si algunos olvidaron la mítica serie, vale recordar que desde su exitosa aparición en la televisión norteamericana –en donde estuvo de 1959 a 1963–, la expresión de “Los Intocables” hace referencia a una banda mafiosa que vive al margen de la ley y la justicia.
Un retrato de la eterna lucha entre “buenos y malos” que años después fue llevada a la pantalla grande –en 1987–, encabezada por el incorruptible policía de Chicago, de nombre Eliot Ness.
Queda claro que tanto en la serie, como en la película casi siempre ganan “los buenos” y, por tanto, la justicia prevalece sobre el mal y contra el crimen.
En la realidad –y sobre todo en la realidad mexicana–, la victoria del bien sobre el mal y el triunfo de la justicia contra la corrupción, no son más que gastados clichés; sobre todo en un gobierno autoritario y dictatorial, como el de López Obrador.
Y es que, en efecto, el mandatario mexicano avanza cada día más en dirección a la creación de su cuerpo personal de “Intocables”; verdadero grupo mafioso entre los que aparecen servidores públicos, políticos, gobernantes y hasta empresarios de todo tipo, sobre todo dueños de grandes medios.
Sí, en el gobierno de López Obrador no hay corruptos, tramposos, mentirosos, ineptos o ladrones; para todos y frente a toda evidencia de corruptela, trampa, mentira, ineptitud o latrocinio, el presidente tiene la justificación ideal.
Así, por ejemplo, si Bartlett resulta ser un pillo, el presidente dice tener otros datos; si Hugo López Gatell es motejado como “el señor muerte”, Obrador lo pone como ejemplo de eficacia.
Si Adán Augusto es culpable de la tragedia que costó la vida de 39 migrantes, AMLO lo justifica y le ordena culpar a Marcelo; pero cuando Marcelo es acusado de negociar con el gobierno de Biden a espaldas del interés nacional, desde Palacio se le aplaude por su gran tarea al frente de la diplomacia mexicana.
En el fondo, más que un “club de amigos”, “los intocables” de Palacio son uno de los grandes problemas nacionales; son la prueba viva de que asistimos a la destrucción sistemática de la rendición de cuentas, la justicia y la transparencia.
En pocas palabras, vivimos en el reino de la corrupción, el saqueo y la impunidad por decreto.
Turquía confirma exportación de más de 25 millones de toneladas de granos ucranianos bajo el acuerdo del mar Negro
spanish.news.cn| 2023-03-31 20:48:16|
ANKARA, 31 mar (Xinhua) -- La cantidad total de granos ucranianos exportados como parte de la iniciativa sobre los cereales del mar Negro superó los 25 millones de toneladas, dijo hoy el Ministerio de Defensa de Turquía en un comunicado.
Desde que se renovó el acuerdo el 19 de marzo, más de 1,21 millones de toneladas de granos han sido enviados por 31 buques en virtud del convenio, agregó el ministerio.
Con la intermediación de Turquía y las Naciones Unidas, la iniciativa sobre los cereales del mar Negro fue firmada por Rusia y Ucrania en julio de 2022 para establecer un corredor humanitario marítimo para la exportación de los cereales y fertilizantes de Ucrania y Rusia en medio del conflicto.
Después de prolongarse hasta mediados de noviembre del año pasado, el acuerdo se extendió nuevamente el 18 de marzo.
“Las sanciones contra Irán han generado una verdadera crisis económica en el país, y actualmente Irán está sufriendo grandes dificultades financieras…, ¿Ha provocado esto un cambio de comportamiento? La respuesta es mucho menos de lo que nos gustaría”.
Estas palabras, pronunciadas por la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ponen de manifiesto que el único interés de las sanciones contra Irán es la de crear sufrimiento en la población iraní. Hay que aclarar que el objetivo de este artículo es analizar las sanciones y no la situación económica en la República Islámica. Situación, por otro lado, que nada tiene que ver con las palabras de Yellen.
Las sanciones tienen una larga historia dentro del sistema occidental. No son una alternativa o complemento a la guerra, sino una guerra por otros medios. Están dirigidas principalmente desde el núcleo hacia la semiperiferia y la periferia. Están diseñadas para dañar gravemente las fuerzas productivas internas de los estados-nación y crear poblaciones dependientes. Estados Unidos y la Unión Europea sancionan países no como alternativa a la guerra, sino porque el enfrentamiento armado directo a menudo no es una opción cuando los estados periféricos o semiperiféricos tienen suficiente capacidad militar disuasoria para hacer que la guerra directa sea inviable.
Cada vez hay más investigaciones sobre la historia de las sanciones globales, y sugieren que su función va más allá de ser una "alternativa a la guerra”. De hecho, se ha llegado a considerar que las sanciones son una herramienta de guerra moderna. Cuando la resistencia desde las periferias —en forma de movimientos de descolonización y antiimperialismo— logra demostrar su capacidad para enfrentar la violencia armada que niega su soberanía, es entonces cuando las sanciones emergen como una estrategia fundamental de los estados occidentales dominantes. Su objetivo: mantener a ciertas periferias en un estado de permanente subordinación.
Las sanciones se convierten en una herramienta de guerra, justamente en el momento en que los colonizados reclaman su soberanía política. En el caso concreto de la República Islámica, las sanciones aparecen en el momento en que el país deja de ser un estado pro-occidental. Desde una perspectiva más general, las sanciones pueden considerarse como un instrumento de una guerra contrarrevolucionaria de restauración colonial. Podemos ubicar el inicio de la historia de las sanciones globales en la reacción imperialista de principios del siglo XIX a la Revolución Haitiana. La revolución estableció la república independiente de Haití a través de una lucha armada que el poder colonial francés no pudo sofocar. Al no poder recolonizar Haití por la fuerza, Francia y Estados Unidos respondieron a la afirmación de la soberanía haitiana imponiendo un embargo comercial punitivo sobre Haití.
Durante el siglo XIX, Francia y Estados Unidos continuarían utilizando las sanciones como instrumento de guerra colonial. Conforme la descolonización y el antimperialismo se aceleraron y consolidaron desde mediados del siglo XX, dando lugar a estados formalmente independientes en el Sur global, la reacción imperial intensificó y expandió el uso de las sanciones como instrumento de restauración colonial.
Las sanciones contra Irán se entienden, por tanto, desde una óptica racial que pretende castigar a toda una población al considerar que se ha alejado de los estándares aceptables liberales. La idea de que las sanciones tienen una lectura racial se puede explicar al definir la raza, tal y como hace la profesora Alana Lentin, como tecnología. Una tecnología para la gestión de la diferencia humana, cuyo objetivo principal es la producción, reproducción y mantenimiento de la supremacía blanca —entendiendo blanca no a nivel biológico sino epistémico—, tanto a nivel local como planetario.
No se está queriendo decir que las sanciones, por sí solas, tengan la fuerza para racializar a poblaciones enteras. Lo que se está intentando explicar es que las sanciones forman parte de ese conglomerado de instituciones, discursos, prácticas, tecnologías, economías… cuyo objetivo es excluir a las personas no blancas de la categoría de lo humano, tal y como se entiende en el mundo occidental moderno.
Occidente, y en concreto los Estados Unidos, sancionan a la República Islámica porque esta no encaja con los valores y disposiciones fundamentales que promueven. Las sanciones, como ya se ha apuntado, aparecen justo en el momento en que la República Islámica comienza a presentarse como alternativa política a Occidente. Las sanciones buscan disciplinar y controlar la soberanía de Irán con la complicidad del orden jurídico internacional. Recordemos que los tres principales organismos que actúan como mecanismos institucionales de aplicación de sanciones económicas incluyen a los Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Unión Europea.
A este respecto hay que recordar que el orden jurídico internacional forma parte de esas relaciones políticas a las que anteriormente no hemos referido y cuyo objetivo, recordemos, es la exclusión de las personas no blancas de la categoría de lo humano.
Los efectos de las sanciones en Irán tienen consecuencias terribles para la población. Por ejemplo, con Trump en la casa blanca y su política de “máxima presión contra Irán”, se limitó el acceso a medicamentos para el tratamiento del cáncer y de la epilepsia. En el punto álgido de la pandemia de COVID, Trump incluso aumentó las sanciones contra Irán. Unas sanciones que continúan con la actual administración demócrata.
Las palabras de Janet Yellen no hay que entenderlas como las palabras de una cínica o de una sádica. Sus palabras tienen una clara función política. Todos los occidentales se benefician de la opresión contra los demás —algunos se benefician más que otro—, y la presencia de posiciones extremistas como la suya contribuye a sostener esa opresión.
Mantener las sanciones contra Irán es mantener esa opresión racial que pretende que el país y su población no tenga agencia propia. Pero a pesar de estos esfuerzos, la República Islámica ha conseguido mantener tanto su independencia como liderazgo regional.
HAMAS condena conferencia de normalización con Israel en Al-Quds
Marroquíes queman la bandera israelí frente al Parlamento y protestan por la normalización de los lazos con Israel, Rabat, Marruecos, 24 de diciembre de 2022. (Foto: AFP)
HAMAS condena el viaje de una delegación de figuras árabe-africanas a la Palestina ocupada para asistir a una conferencia sobre normalización de relaciones con Israel.
Mediante un comunicado emitido el jueves, el portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Abdel Latif al-Qanou, reiteró su rechazo a todas las formas de normalización con el régimen de ocupación israelí, lo que, a su juicio, es en contra del logro de la justicia para el pueblo palestino oprimido y la restauración de su derecho a la libertad y la autodeterminación.
“HAMAS deplora la participación de la delegación en una conferencia organizada por un centro de investigación israelí fascista, que no reconoce el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y aboga firmemente por su expulsión forzosa y reasentamiento”, declaró el vocero al respecto.
De igual modo, hizo un llamado a todos los Estados y organizaciones internacionales a condenar este evento, y boicotear la entidad israelí usurpadora y de apartheid, que niega abiertamente la existencia del pueblo palestino.
Más de 20 delegaciones de distintos Estados árabes de la región del Golfo Pérsico, así como países africanos, están participando en una conferencia de normalización de tres días en Al-Quds (Jerusalén), que aparentemente exploraría vías para promover los lazos diplomáticos entre Israel y naciones participantes.
Al margen del referido evento —organizado por el llamado Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén (JCPA, por sus siglas en inglés)—, tal como detallan los medios locales, los invitados visitaron el parlamento de Israel y mantuvieron reuniones con varias autoridades y líderes políticos israelíes de alto perfil.
Hasta el momento, países árabes como los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán y Baréin han normalizado sus relaciones con Israel. Esto mientras, Palestina denuncia que la normalización de lazos entre Israel y los países árabes es darle total impunidad a la agresión, ocupación y la represión israelí contra el pueblo palestino.
El Consejo de Cooperación del Golfo envió una carta al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, pidiéndole responder a las declaraciones de "Israel" contra el pueblo palestino.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) enviaron una carta conjunta al secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken en la que condenan las declaraciones del ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich.
Smotrich, en su planteamiento pide la eliminación del pueblo de Hawara, y cuestiona la realidad de la existencia del pueblo palestino.
Los firmantes confirmaron la posición de los líderes de los estados del Golfo con respecto al tema de Palestina como principal causa de los árabes y musulmanes.
Los Estados Unidos deben asumir sus responsabilidades y responder a las declaraciones dirigidas al pueblo palestino, dijeron.
También repudiaron las violaciones sionistas, incluidos los crímenes cometidos en la ciudad y el campamento de Yenín, en las localidades de Hawara, Burin y Asira al-Qibliya, entre otras.
Asimismo, deploraron la demolición de viviendas y propiedades, la violación de la santidad de la bendita Mezquita de Al-Aqsa, el ataque contra la presencia palestina en la ciudad de Jerusalén, y los intentos de cambiar su carácter legal, composición demográfica, y arreglos para los lugares sagrados islámicos, detalló el documento.
Este reclamo se suma al de varios países, que durante dos semanas mostraron su desacuerdo con las declaraciones de Smotrich sobre la existencia histórica del pueblo palestino.
Han pasado ya 47 años, desde uno más de los ejemplos de asesinatos, usurpación y expolio al que nos tiene acostumbrados la entidad sionista contra el pueblo palestino. Más de cuatro décadas desde aquel día, en que miles de palestinos, enfrentaron al sionismo en defensa de su tierra marcando un hito histórico.
Una conmemoración que vuelvo a reflotar, tal como lo he sostenido en artículos de SegundoPaso ConoSur , como necesidad de recuerdo permanente de la conducta criminal del nacionalsionismo y también como evidencia de la resistencia del pueblo palestino tras 75 años de ocupación y colonización de palestina y 47 años desde una de las numerosas masacres que el régimen israelí ha cometido contra una sociedad, que a partir del año 1948 comprobó con estupor como se enquistaba en su tierra un colectivo de extranjeros, fundamentalmente europeos que bajo el marco de una serie de mitos comenzaron a tejer una historia de crímenes, racismo, ocupación y colonialismo (1)
Un volver a recordar este año 2023, en el marco de una seguidilla de crímenes cometidos por el régimen nacionalsionista, que se ha ensañado contra los habitantes, principalmente de las ciudades de Jenin y Nablus, pero también en Gaza y Al Quds, generando un centenar de asesinatos: hombres, mujeres y niños. Crímenes que no cesan, a pesar d ela profunda crisis política y social, que vive la entidad infanticida israelí, que ha significado la movilización de parte importante de la población israelí exigiendo cesar la tramitación de la propuesta d reformas judiciales, presentadas por la administración del primer ministro Benjamín Netanyahu y su gabinete de extremistas, destinadas a debilitar la instituciones judiciales y al mismo tiempo generar un escudo de protección e impunidad a los delitos cometidos por Netanyahu acusado de corrupción, soborno y tráfico de influencias.
Cientos de miles de israelíes han salido a la calle, exigiendo no afectar la que ellos llaman “la mayor democracia de Asía occidental” una más de las falacias que la hasbará ha logrado insertar como una especie de verdad inmutable. Una democracia que es lisa y llanamente un espejismo y otro de los mitos que sustenta a esta entidad colonial. Teniendo presente que las demandas sociales de esa masa movilizada no van a la esencia criminal de un régimen que basa su desarrollo en la explotación de una tierra que no les pertenece y que además, a la hora de su reivindicación por parte del pueblo palestino se le responde con balas y crímenes.
Efectivamente, el día 30 de marzo del año 1976, tras 28 años del surgimiento a la arena internacional de una entidad que el día 14 de mayo del año 1948 pasaría a llamarse "Israel", que comenzó en el momento mismo de su nacimiento de una política de exterminio contra Palestina y su pueblo. Un proceso de expolio, usurpación y robo de los recursos naturales de palestina, incluyendo su tierra y recursos acuíferos. La sociedad palestina, agotada de la violación de sus derechos esenciales, convocó a una huelga general. En esta ocasión, como protesta ante la decisión israelí de confiscar dos mil hectáreas de tierras, 21 mil dunums, pertenecientes a palestinos que habitaban en el norte de la Palestina histórica.
Tierras que serían utilizadas, tanto para implantar campamentos militares, como también entregarla a colonos extranjeros de creencia judía, que se establecerían en tierras palestinas. La protesta se zanjó con el asesinato de siete jóvenes palestinos de las aldeas de Arraba, Sakhnin y Deir Hanna: crímenes de lesa humanidad, que además en el ejercicio de una acción ilegal - asentar colonos mediante la confiscación de tierras - contravenían todas las disposiciones internacionales, resoluciones de las Naciones Unidas respecto a la absoluta prohibición de trasladar extranjeros a tierras ocupadas, constituyendo aquello un quebrantamiento del título III, sección tercera del Cuarto Convenio de Ginebra.
Esos jóvenes, ofrendaron con su vida, aquello que para los pueblos celosos de su soberanía y dignidad, representa su aliento vital: la relación estrecha que se tiene con la tierra, considerada una madre proveedora, que acoge y ama. Una tierra que con sus olivos, sus cultivos, los animales que pastan en ellos, representan un vínculo indestructible. Cada año, desde ese 1976, los mártires vuelven a ser recordados, vuelven a pasar por nuestros corazones y como expresión de ese “recordis” ese volver a pasar por el corazón, se planta un olivo como símbolo de esta relación, que hunde sus raíces en la historia milenaria del pueblo palestino con su tierra, hoy saqueada y ofendida por la presencia de extranjeros. Un símbolo que expresa la señal irrenunciable de millones de hombres y mujeres decididos a volver a sus hogares, del que fueron expulsados - en la llamada Nakba, catástrofe en árabe - volver a sus raíces, allí donde por generaciones se han establecido.
Recordar el 30 de marzo es poner en permanente visibilidad los derechos del pueblo palestino, sacrificados en función de intereses geopolíticos, de una Triada sanguinaria como es la del imperialismo estadounidense, el sionismo israelí y el wahabismo saudita. Con Washington avalando los crímenes de la entidad israelí, en función del papel de portaviones terrestre, que dicha entidad cumple en la región. Reivindicaciones, derechos usurpados, sueños truncados, léase: el retorno de los refugiados, la autodeterminación, el derecho de libre tránsito por su tierra, el derecho a mantener su cultura y no estar sujeto a un proceso de expolio crónico, que incluso genera que el sionismo robe la música, el vestuario, la comida, la historia misma de Palestina, de tal manera de construir un mito, incluso usando la falsificación de la arqueología, que trata de otorgar a esos extranjeros un sentido de pertenencia.
Una Palestina con dos grandes campos de concentración: la Franja de Gaza y Cisjordania transformadas en guetos gigantescos, con alambradas, cercos, muros, torres de vigilancia, patrullajes militares. Territorios que han derivado en una réplica monumental de aquellos campos de concentración, que el nacionalsocialismo instaló en tierras ocupadas en la Segunda Guerra Mundial. Panorama, que bien deben conocer muchos alemanes, polacos, franceses, holandeses, entre otros, de creencia judía, que pasaron por campos de concentración y que paradojalmente ha sido puesto en práctica en este Siglo XXI, por aquellos que han hecho de su propio sufrimiento en esa guerra, un modelo a seguir ahora contra el pueblo palestino. Singular, por cierto, pero hasta patológico me atrevo a sostener, en este nacionalsionismo con directrices políticas emanadas desde "Tel Aviv", con el aval de Washington, tropas de ocupación y hasta su réplica de las unidades de calavera, tan propias de los campos de exterminio del Tercer Reich. Con sus propias Tropas de Asalto SS –Soldados Sionistas- (2)
Rememorar los hitos que marcan nuestra historia es fundamental. Más aún cuando esas fechas conmemorativas traen a nuestra mente y nuestros corazones, el sacrificio de miles y miles de hombres y mujeres, que han ofrendado su vida por una Palestina autodeterminada. Cada 30 de marzo, desde el año 1976 a la fecha, Palestina recuerda a sus mártires, reivindica su derecho al retorno, a una tierra de la cual fueron expulsados por extranjeros sionistas, venidos principalmente desde Europa. Ello, en un marco político internacional, donde la confrontación este-oeste también se jugaba en Asia Occidental, en el Levante Mediterráneo, en tierras que han sido por siglos cruce de culturas, pero nunca una de las características mesiánicas, criminales, racista como ha sido el sionismo, que contaba y cuenta con el apoyo de potencias occidentales, que encontraron, en la conformación de la entidad israelí en mayo del año 1948 la mejor opción, para así consolidar su hegemonía en Asia Occidental, que hasta el día de hoy sigue siendo un campo de batalla cruento.
47 años han pasado desde aquella manifestación reivindicativa palestina, con el asesinato de siete jóvenes, que elevaron su voz de protesta frente al robo israelí. Cuatro décadas de reclamos, resoluciones, intifadas y agresiones sionistas contra los territorios ocupados y bloqueados de Cisjordania y Gaza. Y, sin embargo, no existe ley que respete "Israel", no existe determinación de la ONU, llamados de organizaciones de derechos humanos, voces de condena que limiten el actuar sediento de sangre de la entidad sionista. Un "Israel" que sigue robando tierras palestinas, que sigue masacrando a su población, demoliendo casas, destruyendo cultivos, impidiendo la expresión cultural, ahogando a Palestina día a día con el aval de un mundo que ciego, sordo y mudo, no planta cara a los crímenes.
El Día de la Tierra es una señal, una fecha que debe difundirse pues, no sólo es un recordatorio para los palestinos que viven en su tierra histórica sujeta a leyes discriminatorias, en territorios ocupados cercados por muros y alambras. En campamentos de refugiados, impedidos de volver. El Día de la Tierra es un llamado de alerta, un emplazamiento a nuestra conciencia, de tal forma de no callar, elevar nuestras voces en alto, denunciar, exigir el fin de tanto crimen, de tanto actuar perverso, tanta muerte, robos y saqueos. Exigir que esta ideología criminal y sus seguidores terminen en el basurero de la historia. Hoy, más que nunca es necesario denunciar. Pasar de las palabras a la acción.
Fortalecer la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones – BDS – contra la entidad sionista. Hoy, más que nunca es necesario exigir a los organismos internacionales que cumplan su papel y dejen de lado la hipocresía y complicidad con el terrorismo israelí. El Eje de la Resistencia debe mostrar un camino claro de apoyo a la lucha del pueblo palestino. No es posible seguir aceptando que los muertos provengan desde la sociedad palestina y que "Israel" no sufra las consecuencias de su acción criminal.
El Día de la Tierra nos recuerda, que durante 75 años, Palestina ha tenido que soportar un virus asesino, un patógeno que se ha llevado consigo, decenas de miles de valiosas vidas palestinas. El Virus Sión -48 que resulta ser más mortal que todos aquellos virus surgidos en laboratorios o reservorios naturales. El Día de la Tierra nos recuerda, que Palestina sufre una epidemia producto de un virus ponzoñoso, que requiere más que kits de detección o vacunas que minimicen su peligrosidad. Necesita el concurso solidario de gobiernos, sociedades, de hombres y mujeres justos, para destruir definitivamente esta perniciosa toxina sionista, que tanto daño causa a la humanidad.