Polymarchs en Reforma: baile y aroma a corrupción

 

Polymarchs en Reforma: baile y aroma a corrupción

polymarchs-en-reforma

Todo empezó con una mezcla de precariedad y tecnología. Cuando en los años 40 se hacía una fiesta, una boda o unos quince años en la  Ciudad de México, lo usual era contratar un salón y una orquesta que en vivo ambientara la celebración.

El problema es que esto era un privilegio de las clases altas que podían pagar los altos costos del lugar y los músicos. La clase media baja y baja no tenía opción más que los patios de las vecindades, donde usualmente algún amigo o conocidos eran quienes tocaban la guitarra y emulaban los ritmos que llegaban de la isla de Cuba: el guaguancó, el mambo y  la rumba, mismos que se consolidaron en el gusto de los barrios y vecindades populares.

polymarchs-en-reforma-los-inicios

Del patio a la calle

Conforme avanzó el tiempo, la tecnología permitió que la fiesta popular fuera más grande (y más ruidosa). En los años 50 ya había radios en casi todos los hogares, en los años 70 las bocinas y los tocadiscos ya eran más accesibles, por lo que la fiesta fue creciendo y los patios de la vecindad resultaban insuficientes. El destino inevitable fueron las calles.

Fue en Tepito, San Juan de Aragón y Peñón de los Baños donde los sonideros como hoy los conocemos nacieron: bocinas, micrófonos, algunas luces, y muchos vinilos (después reemplazados por CD’s piratas y MP3) junto la inconfundible voz del DJ que no paraba de animar a los cientos de personas que cerraban las calles para armar la fiesta.

De entre todos esos sonideros, uno de los más famosos fue Polymarchs. La primera tocada del entonces llamado ‘Midnight Energy’ fue en octubre de 1978 en el deportivo Antonio Caso de la unidad habitacional Tlatelolco, que justo se ubicaba en la parte norte del Paseo de la Reforma. 

“Polymarch, un acto descarado de corrupción”: PAN

sonideros-de-antaño

De vuelta a Reforma

Las tocadas se hicieron cada vez más populares y el deportivo ya no podía albergar a las hordas bailadoras. Las autoridades de la ciudad le prohibieron a Polymarchs seguir haciendo fiestas y el sonidero huye a Satélite, al famoso “Skatorama”. El sonido retro futurista del llamado High Energy, viene bien a los ‘satelucos’ que vivían en un lugar cuya arquitectura evocaba a un futuro idílico y tecnológico para México.

El grupo siguió creciendo en popularidad, de Satélite regresan a la Ciudad de México para tocar en escenarios tan importantes como el Toreo de Cuatro Caminos (hoy demolido), la sala de armas de Ciudad Deportiva y hasta el Palacio de los Deportes.

Y quién diría que, 48 años después de que fueron desalojados de la unidad Tlatelolco, ahora regresaron para tocar en un territorio que parecía prohibido, la avenida contigua a Tlatelolco, la más grande de la ciudad: Reforma sería cerrada para una tocada de Polymarchs.

Polymarchs en Reforma

Lo que sucedió en la víspera de año nuevo en la avenida Reforma de la Ciudad de México no es menor. De la fiesta clandestina en Tepito, de huir de las redadas policiales, de la mordida a las autoridades para que se hicieran de la vista gorda ante el cierre de calles y el ruido, pasamos ahora -casi cincuenta años después- al mundo completamente al revés: la policía es ahora quien escolta a los DJ del sonidero y es el gobierno quien no solo permite, sino que promueve y les paga (con dinero del erario, claro) a los sonideros para cerrar no cualquier calle, sino la avenida más importante de la ciudad más grande del mundo.

Reforma se convirtió la noche del 31 de diciembre de 2024 en el sonidero más grande del mundo. Pero no fue gratis. El gobierno pagó la estratosférica cantidad de 12 millones de pesos para el show. Solo para comparar, el año pasado Los Ángeles Azules cobraron 4 millones de pesos.

Alguien dirá que la infraestructura de Polymarchs es más complicada que la de Los Ángeles Azules y tendría razón. La idea era convertir a Reforma en una gran discoteca y para ello era necesario poner infraestructura de audio, sonido, luces y pantallas a lo largo de medio kilómetro para que nadie se quedara fuera de la fiesta. ¿Esto justifica el incremento de tres veces el presupuesto comparado con el año pasado? ¿Y dónde quedó la austeridad de la que tanto presume el gobierno de la 4T?

polymarchs-en-reforma-1

Una fiesta de 12 millones de pesos

Para dimensionar el costo de esta mega fiesta, resulta que 12 millones es el presupuesto que tiene asignado, para todo un año la Instancia Ejecutora del Sistema Integral de Derechos Humanos (IESIDH), organismo encargado de supervisar que las dependencias de la  CDMX respeten y promuevan los derechos humanos.

No obstante, como muchos de los organismos autónomos que la 4T ha destruído, esta instancia no está operando con los recursos necesarios. El argumento lo conocemos ad náuseam: la austeridad. Al INAI, al IFAI, a la Cofece, al IFT y a muchos más se les destruyó con el argumento de ser organismos caros, pero para este gobierno una fiesta de 12 millones de pesos (más IVA) no es onerosa.

Se destruyó el órgano que daba transparencia al gobierno, pero en cambio tenemos una fiesta de 12 millones de pesos en Reforma, abierta para todo público.

CDMX pagó 12 mdp a mano derecha de Sheinbaum por evento de Polymarch

polymarchs-en-reforma-angel

Polymarchs a ritmo de corrupción

Pero tal vez la parte monetaria no es la que ensucia esta fiesta, lo que resulta más turbio es la asignación de la misma. Resulta que, ¡vaya casualidad!, Paulina Silva, actual vocera de la presidenta Claudia Sheinbaum, es hija del dueño y fundador de PolymarchsApolinar Silva.

¿Qué tanto influyó en la decisión de contratar a Polymarchs para el cierre de año en Reforma que la hija del dueño del sonidero se desempeñe como funcionaria del primer círculo de confianza de la presidenta? Nunca lo sabremos, pero es un hecho que la historia, contada así, suena turbia, y nos recuerda a la época más corrupta de los gobiernos priistas.

Nada de esto le importó a las miles de personas que acudieron al evento. Desde temprano, Reforma se llenó como pocas veces se ha visto. Los organizadores y el gobierno de inmediato lanzaron la cifra: 200,000 personas. Las imágenes aéreas eran impresionantes, pero no muy diferentes a aquella marcha de la marea rosa en defensa del INE en 2023. 

Aquella vez, los organizadores contaron justamente una afluencia de 200,000 personas, y el gobierno contó solo 12,000. Al parecer las matemáticas del gobierno de la CDMX mejoraron notablemente y en muy poco tiempo.

Luces y sonido por todo Reforma

 

El lugar estaba, previsiblemente, a reventar. Niños, ancianos, jóvenes y no tan jóvenes, todos estaban ahí, por momentos apachurrándose, pero las más de las veces bailando, brincando, aplaudiendo, haciendo círculos de baile como es usual en los antros de high energy (el famosísimo Patrick Miller).

El sonido y las luces en efecto fueron espectaculares. Cumplieron con la hazaña de que la música se escuchara perfectamente a lo largo de una avenida Reforma que soltaba destellos de luz en todas direcciones iluminando los edificios contiguos, el cielo y el rostro del Ángel de la Independencia.

Mejores ofertas de auriculares

Reforma, el bar mas grande del mundo

En lo que no se cumplió es en la seguridad del evento. En ninguna de las entradas hacia Reforma vimos policía alguno, no había control de entradas, solo unas vallas dispuestas a contrarrestar los empujones y proteger ciertos comercios así como  las embajadas.

El gobierno fue muy claro: estaría prohibido beber alcohol, pero pocas veces se ha visto a la autoridad capitalina tan laxa en el cumplimiento de sus propias normas. La “discoteca más grande del mundo” se convirtió también en el bar más grande del mundo. Previsiblemente, la gente llegó con alcohol en termos y demás recipientes “para aparentar”, pero al ver que la seguridad era nula, sin pudor alguno llegaron con botellas de todo tipo que se servían a la vista de todos a discreción.

polymarchs-en-reforma-bar

La venta clandestina de cervezas en el evento era un hecho. Los puestos dispuestos sobre las jardineras y la lateral de Reforma, vendían en lo oscurito cervezas que, una vez pagadas, los parroquianos sostenían en la mano, a la vista de todos, sin problema alguno. 

El olor a marihuana en algunas zonas era permanente, y ya para la una de la mañana, las jardineras de Reforma estaban en su mayor parte destruídas o convertidas en baño público. Los 12 millones de pesos no alcanzaron para poner sanitarios públicos, por lo que era de esperarse que en algún momento de las cuatro horas de concierto, la naturaleza llamara a muchos de los bebedores/bailadores de la noche de fin de año. Al no haber opciones, los árboles de Reforma fueron regados, no precisamente con agua.

Saldo blanco

El gobierno reportó saldo blanco y milagrosamente así fue. En nuestro recorrido por la fiesta la constante era el alcohol, los borrachos, pero siempre fueron más, muchos más lo que simplemente estaban bailando, en grupos que espontáneamente se formaban y hermanaban a ritmo de techno o (ya casi para finalizar) algunas cumbias que los DJs regalaron a la audiencia.

Casi a las 12 en punto subió la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, a dar el conteo para año nuevo. O al menos eso se esperaba pero no sucedió, a Brugada se le olvidó que esto no era un mitin, por lo que a las doce en punto sus asesores le dijeron que ya era 2025 y ella solo gritó el clásico “Feliz Año Nuevo”.

La fiesta siguió hasta las 2 de la mañana, cosa en la que sí fueron estrictas las autoridades. La música se apagó a más tardar a las 2:10 de la mañana del primero de enero de 2025. Solo hasta entonces aparecieron los policías, pero para escoltar a la plana mayor de Polymarchs y que así pudieran dejar el lugar.

Mejores ofertas de auriculares

polymarchs-en-reforma-basura

Polymarchs y Circo

Reforma fue tomada de nueva cuenta por el movimiento de Andrés Manuel López Obrador, esta vez, afortunadamente, no fue para exigir la presidencia que no había ganado en las urnas, sino para poner a la gente a bailar. Al menos es un cambio.

Fue un ganar ganar. Las autoridades anotaron un home run, hicieron una fiesta de Año Nuevo de las dimensiones de las grandes ciudades como Londres o París, los capitalinos ganaron una fiesta monumental donde pudieron bailar y beber colectivamente al ritmo de uno de los sonideros más populares y de mayor prestigio en la historia del movimiento. “Se recuperan espacios públicos” dice el gobierno, ¿pero acaso no fueron ellos mismos los que han bloqueado y tomado Reforma una y otra vez?

Gana Polymarchs, gana exactamente 12 millones de pesos que se siguen oliendo a corrupción.

Y mientras todo esto pasaba, el gobierno publicaba el decreto por el cual las autoridades tienen aún más facultades para meter gente a la cárcel sin antes averiguar, o “prisión preventiva” como le llaman.

Pero a nadie le importa, perder libertades bien vale un baile de año nuevo en Reforma.