sábado, 10 de octubre de 2009

para el creyente de la verdaera religion de DIOS: EL ISLAM

RSHAD, Sheikh Muzaffer Ozak


Cualidades del Verdadero Creyente
“Son creyentes sólo aquellos cuyos corazones tiemblan a la mención de Allah, que, cuando se les recitan Sus aleyas, éstas aumentan su fe, que confían en Su Señor. Que hacen el salat y dan limosna de lo que les hemos proveído. Estos son los creyentes de verdad. Gozarán de elevada categoría junto a Su Señor, de perdón y generoso sustento”
(Corán, 8:2-4)
Estos Nobles Versos son como un toque de una piedra. Aplicándolas a nuestras palabras y acciones, en aquello en lo que creemos y en lo que depositamos nuestra confianza, experimentaremos el grado y valor de nuestra fe, de nuestro Islam, de nuestra verdadera humanidad. De la misma manera que probamos una pieza de metal amarillo para ver si es oro genuino, sostenemos sus significados para evaluar y verificar lo meritorio de nuestra conducta y comportamiento. Estos Versos describen las actitudes propias del creyente verdadero. El obtener la divina aprobación está asegurada para aquellos que adquieren las características aquí ordenadas.
Si interpretamos Sus palabras, el Uno Exaltado no está diciendo:
“Creyentes Genuinos son aquellos de entre Mis Siervos cuyos corazones brillan cuando oyen Mi Nombre; con temor hacia Mi y con amor hacia Mi, con Mi Belleza y Mi Gloria. Cuando Mi Corán se les recita a ellos, oyen Mis Versos son su oído interior; pero también se esfuerzan por actuar en base a lo que oyen. La luz de sus rostros luce resplandeciente en proporción a sus esfuerzos, y a través de esa luz pueden discriminar verdaderamente entre el bien y el mal, entre la claridad y la oscuridad, entre la fe y el error. Llegan a confiar en Mi completamente en todo aquello que emprenden, en todo lugar y en cada cosa; en todas sus iniciativas ellos delegan sus asuntos en Mi, creyendo en Mi por ser el Creador de todas las cosas”.
“Aquellos nobles creyentes son Mis Siervos que realizan sus cinco oraciones diarias como fueron realizadas por Mi Mensajero Muhammad (saws), distinguiendo apropiadamente los grados de prioridad, a saber:
lo que es estrictamente obligatorio (fard); lo que es necesario (wajib); lo que es acostumbrado (sunna); y lo que es recomendado (mustahabb). Por Mi Favor y en Mi Causa ellos usan la provisión que Les hemos asignado para alimentar y agasajar a Mis siervos, por cierto todas Mis criaturas. Tal carácter y conducta son las marcas de aquellos que de verdad creen en Mi, Me conocen, y su ser está en Mi. En Mi Presencia –el Paraíso- He preparado para ellos elevados estadios e infinitas bendiciones: como jamás hayan visto, oído, cuyas palabras no alcanzan para describirlas y cuya extensión exceden el corazón humano. Lo que estas bendiciones representan, solo Yo –Allah- las conozco”.
“Si, en despecho de estas cualidades, ellos a veces pecan por la debilidad humana, aún tienen Mi perdón e indulgencia. Hay una generosa provisión para ellos en este Mundo y en el Más Allá, porque Mis Bendiciones son infinitas y eternas”.
Hagámonos a nosotros mismos algunas preguntas: Cuando nuestro corazones laten mas rápido, ¿ante la Mención de Allah o ante la mención de nuestros propios nombres? ¿Nuestro ojos lloran por temor de Su Poder? Nos sentimos movidos por Su Amor? Tomamos placer al escuchar el Corán ser recitado? Podemos adecuadamente llevar a cabo, con el mismo placer, los mandatos de la Verdad? Podemos poner en practica aquello que se Nos ha ordenado, y evitar aquello que se nos ha prohibido? Somos puntuales en nuestra observancia? Realmente confiamos en la Verdad en todos nuestros proyectos?.
En la medida y grado en que podamos dar respuestas afirmativas a estas preguntas, en esa extensión seremos considerados creyentes en la Verdad, creyentes como Allah quiere que seamos.
Si somos honestos en nuestra propia valoración, podremos reconocer que estamos tan necesitados de guía como un ciego. Podremos observar y escuchar las voces del Corán, de nuestro Bendito Profeta (saws), y nuestros maestros y guías.
Y cuenta una historia:
El destino del jinete ciego que rechazó buen consejo
"Dos jinetes salieron a cabalgar en las primeras horas de la mañana. Uno de estos jinetes era ciego. Habiendo dejado caer su fuete, desmontó y comenzó a buscarlo a tientas alrededor. Había mucho frío en el aire, y una víbora se había enroscado y dormía en ese sitio. La criatura estaba rígida por el frío, de modo que se sentía como si fuera un fuete cuando el ciego la tocó con su mano. Él la recogió, montó de nuevo, y se emparejó con su camarada, quien le preguntó dónde había estado. El jinete ciego le explicó que había dejado caer su viejo fuete, pero que había encontrado uno mejor, tirado en el suelo. Su amigo le advirtió que su nuevo fuete era en realidad una víbora, pero el ciego se rehusó tercamente a tirarlo. Eventualmente el sol salió. El calor del sol despertó a la criatura que infligió una mordida fatal al jinete ciego...".
¿No nos apegamos a actitudes y hábitos que son tan peligrosos para nosotros como el fuete del jinete? ¿No hemos cambiado conocimiento por ignorancia, fe por incredulidad, luz por oscuridad, trabajo por pereza?
Al Fatiha Cualidades Una de las particularidades del verdadero Muslim es que su alma está libre del engaño, envidia, traición y malicia. Los corazones puros les permitirán ingresar al Paraíso, aunque no sean de aquéllos que realizan muchos actos de adoración, pasen gran parte de la noche rezando o ayunando durante el día. El Imam Ahmad transmitió con un isnad hasan y an-Nisai también transmitió de Anas ibn Malik (RA) lo siguiente:"Estábamos sentados con el Profeta (SAAS) y nos dijo, "Uno de los moradores del Paraíso está viniendo a ustedes" y una persona de los Ansar se presentó con su barba goteando debido al udu mientras llevaba sus sandalias en su mano izquierda. El día siguiente, el Profeta (SAAS) dijo la misma cosa, y el mismo hombre apareció, de la misma manera que el día anterior. En el tercer día, el Profeta (SAAS) de nuevo dijo la misma cosa, y el mismo hombre se presentó de nuevo. Cuando el Profeta (SAAS) se fue, Abdullah ibn Amr ibn Al As (RA) siguió a este hombre y le dijo: "he discutido con mi padre y juré que no entraría en su casa por tres días y pensé en quedarme con usted durante ese tiempo". El hombre le respondió afirmativamente. Anas dijo: "Abdullah solía contar que mientras permaneció esas tres noches nunca vio al hombre levantarse para orar por la noche, pero cuando se despertaba mencionaba a Allah y decía: "Allahu Akbar", hasta que se levantaba para el salat al-fajr.Abdullah dijo: " Pero nunca le oí decir nada excepto cosas buenas. Cuando los tres días habían terminado y había empezado a pensar que sus acciones no eran trascendentes, le dije: "Oh siervo de Allah. No había ninguna discusión entre mi padre y yo, pero oí al Profeta (SAAS) decir tres veces: "Uno de los moradores del Paraíso está viniendo a ustedes" y usted se presentó en cada ocasión, por eso quise venir y permanecer con usted para ver lo que realizaba, para poder seguir su ejemplo, pero no le vi hacer algo fuera de lo ordinario. ¿Qué es lo que hace que usted tenga tal categoría como el Profeta (SAAS) dijo?" El hombre dijo, "es sólo lo que has visto". Pero cuando me iba me volvió a llamar y me dijo: "es lo que usted ha visto, pero yo no guardo ningún rencor contra ningún musulmán en mi corazón, y no envidio a nadie por las bendiciones que Allah le ha otorgado". Entonces Abdullah dijo: "Por lo que me has dicho es que tienes esa gran categoría, y es algo que es muy dificil de alcanzar por nosotros" Cualidades
Una de las mayores fuentes de mal en el mundo son el chismorreo y la difamación. Pero el Diablo puede ser también un buen maestro. Todo lo que necesitas es saber lo que él quiere y luego hacer todo lo contrario. Por ejemplo, si ves los fallos de los otros y los escondes, Dios ocultará y perdonará setenta de tus faltas.
Una vez, Dios preguntó a Gabriel: “Oh, Gabriel, ¿si te hubiera credo como un ser humano, cómo Me adorarías?”.
“Mi Señor, Tú lo sabes todo – lo que ha sido, lo que será y lo que podría ser. Nada en el cielo o en la tierra permanece oculto a tu mirada. Tú sabes cómo Te adoraría”. Dios dijo: “Sí, Gabriel, ciertamente lo sé, pero mis siervos lo ignoran. Habla para que los demás puedan escuchar y aprender”.
Entonces Gabriel dijo: “Mi Señor, si fuera un hombre te adoraría de tres formas. Primero, daría de beber al sediento. Segundo, escondería las faltas de los demás en lugar de hablar de ellas. Tercero, ayudaría a los pobres”. Entonces Dios dijo: “Porque sabía que harías estas cosas, te hice llevar las Revelaciones y te envié a mis Profetas”.
Esconde los pecados de los otros para que los tuyos puedan permanecer escondidos. Perdona a los demás para que puedas ser perdonado. No les eches en cara sus faltas, o lo mismo te podría ocurrir a ti.
Puede que conozcas una falta de una persona; Dios conoce más de mil de las tuyas. Supón que Dios descubre una de tus faltas. ¿Quién la esconderá una vez que Dios la ha revelado?.
Satisface a cualquier persona que te pida ayuda. Si te niegas a ayudar a otros, este mundo puede quitarte luego lo que ni quisiste dar voluntariamente. Recuerda: la morada de Gabriel consiste en darle agua al sediento, esconder las faltas de los demás y ayudar a los pobres. Ayuda ahora a los que lo necesitan. Si dejas escapar la oportunidad hoy, puede venir un tiempo en que no tengas ya más oportunidades de ayudar a los demás.
La difamación es una costumbre terrible. Dios la detesta. Dios dice: “Creyentes, ¿comeríais la carne de vuestro hermano muerto? Difamar a tu hermano creyente es hacer exactamente eso, porque él no está presente para defenderse”. El Profeta (la Paz y las Bendiciones de Dios sean con él) dijo que la difamación es peor incluso que el adulterio. El renunciar a la difamación y al chismorreo es un gran logro y asegura el éxito y la salvación.

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