miércoles, 13 de enero de 2010

mentiras mas sobre el Islam

El maltratado término Yihad (I)


Yihad

De la raíz yahada (1), que significa esforzarse, aplicarse, luchar por. De este modo yihad, es lucha, lucha interna, que puede ser religiosa, social o moral.
Aunque no es un pilar del Islam, está considerado como una obligación en determinadas circunstancias, que señalan tanto el al-Qur´an como la Sunna. Que más adelante expondré para saber algo más de esta palabra que oímos repetidamente en los medios de comunicación.

Para empezar

En el diálogo mantenido entre un padre y su hija, ambos dos musulmanes. La hija pregunta a su padre sobre varias cuestiones, que el padre de manera muy sencilla va explicando a su hija, ciertos términos y conceptos del Islam (2).

¿Tú crees que los musulmanes y los cristianos llegarán a entenderse y vivir en paz (...)?

Actualmente no están en guerra las dos religiones (...) Una aleya del Corán alaba las vicisitudes del mestizaje: ¡Hombres! Os hemos creado de un varón y una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Sura IL, aleya 13 (3)

Estos últimos días hemos escuchado a menudo unas palabras y nos gustaría conocer el significado. ¿Podrías explicárnoslas?

¿Cuáles son esas palabras?

Integristas.

(...) el concepto íntegro, tiene una connotación positiva; ser una persona íntegra quiere decir leal, fiel a unos principios y unos valores. (...)

¿Qué tiene que ver “integrista” con el Islam?

Los musulmanes extremistas no utilizan esta palabra para designar la acción que llevan acabo. (...) Cuando los musulmanes empezaron a exigir un Islam más estricto, más fiel a la época primitiva, los medios de comunicación utilizaron el término “integrista”.

¿Cómo se llaman entonces a ellos mismos?

Ellos se definen así mismo como islamistas. Se llaman entre sí, “hermanos”. Esta denominación procede del primer movimiento constituido en 1928 por un maestro de escuela, Hasan Al-Banna, en una pequeña ciudad de Egipto, Ismailía, que se llamaba “Hermanos Musulmanes”. Luchaba contra la degradación de las costumbres y contra las influencias de los europeos sobre los musulmanes. (...)
El movimiento sigue activo en Egipto y en otros países musulmanes. (...)

Cuando se escuchan los sermones de los islamistas, se entiende que quieren imponer por la fuerza un modo de vida, de comportamiento de forma de vestir, rechazando los tiempos actuales. Olvidan algo muy sencillo: que el Islam nació hace más de quince siglos. En sus escritos hay valores que no perecen, son eternos. Pero también hay elementos que se refieren a la época en que surgieron, y ya no se adaptan a los tiempos modernos. Ellos quieren retroceder a la época del Profeta, y entienden el mensaje del Muhammad de manera reducida, esquemática y de caricatura.(...)

¿Lo hacen aposta o porque son unos incultos?

Los más peligrosos son los “semicultos”. Son las personas que saben leer y escribir pero no comprenden lo que leen, se creen sabios y son unos ignorantes. Son muy peligrosos.

¿Y la palabra fundamentalistas?

Es sinónimo de “integrista”, y quiere decir: regresar a los principios fundamentales de la religión, en este caso, la musulmana, como si el mundo no hubiera evolucionado.

¿Y yihad?

Yihad significa esfuerzo. Los musulmanes lo comprendieron al principio como “esfuerzo que hace uno mismo”, “resistencia contra las tentaciones, contra la atracción del mal”. Luego, fue utilizado como llamada a la lucha cuando el Profeta estaba amenazado y perseguido por los habitantes de la Meca que no creían en su mensaje. Tras la muerte del Profeta, la expansión del Islam se hizo bélicamente. En el siglo XI, cuando los cristianos decidieron luchar contra los musulmanes, es decir, durante las cruzadas, éstos decretaron el yihad, el combate contra los agresores para defenderse. Hoy, esa palabra ha dejado de tener sentido, ya que el Islam, se extiende de modo pacífico y nadie lo amenaza verdaderamente. Así, pues, los que utilizan esa palabra están cometiendo un contrasentido. Lo que intentan es asustar a la gente.

La palabra fatwa.

Esta palabra deriva del verbo fatá que significa “dictar”. En este contexto, “fatwa” se refiere a un dictamen o una ordenanza religiosa, pero este dictamen no es una ley. Lo emite alguien que reconoce bien el Corán, un especialista, un profesor de religión. Pero se emite una fatwa, por ejemplo, ir a matar a un musulmán que haya escrito o dicho cosas que se juzgan inadmisibles, es abuso. El Islam no hace de la fatwa una ley o un decreto que deba aplicarse.

Charía.

Es una línea de conducta, una moral trazada por los hombres de religión del Islam primitivo. Se basa en el Corán y en las palabras del Profeta. Para algunos musulmanes es más que una moral, es un marco jurídico, es decir, un conjunto de leyes que hay que aplicar a la vida cotidiana de los creyentes. Pero la “sharía” no es obligatoria. No todos los países la aplican. La mayoría de ellos la considera una vuelta al pasado.

¿El Islam es una religión tolerante?

En principio, ninguna religión es tolerante. Cualquier religión intenta convencer a la gente de que es única y sólo ella tiene razón. Pero cuando lees los textos de los libros sagrados como el Corán, te das cuenta de que el Islam no llegó para combatir a judíos y cristianos. Un Islam que reconoce a las demás religiones, y a sus profetas, en principio, tiene que ser tolerante. Te citaré unos versículos que demuestran que el Islam se sitúa en el marco de la tolerancia. La Sura II, versículo 256 dice: ” No cabe coacción en religión”, es decir, que no se debe obligar a la gente a convertirse al Islam, ni obligar a los que ya son musulmanes a comportarse según las normas establecidas por la fuerza de un líder. La Sura CIX, versículo 6 dice : « Vosotros tenéis vuestra religión y yo la mía”. El sentido está claro: sobre gustos no hay nada escrito, y por consiguiente, las creencias religiosas se deben un respeto recíproco.

La Sura XXVIII, versículo 56 dice : « Tú no puedes dirigir a quien amas. Dios es más bien Quien dirige a Quien Él quiere”. El texto no puede ser más claro, el Islam no obliga a nadie a creer en su mensaje, cada cual tiene derecho a tener sus creencias y a que lo respeten, como él respeta las creencias de los demás; en fin, ningún hombre tiene derecho a sustituir a Dios para dar órdenes a los creyentes.
En síntesis, los que se proclaman como líderes religiosos islamistas están confundidos. En el Islam no hay clero, o sea, no existe intermediario entre Dios y el hombre, no hay sacerdotes o rabinos como en las demás religiones.

No existe un papa, o sea, un jefe supremo que sería el representante de Dios en la tierra. Existe el imán que es la persona que preside la oración en la mezquita; goza de una autoridad moral, pero no cumple las mismas funciones que el sacerdote o el rabino. Pero al igual que otras religiones, el Islam tiene sus fanáticos, es decir, gente, que no soporta a los que no piensan como ellos. Son una minoría. Desafortunadamente, muy activa y malvada. Hace daño a los musulmanes y a los que no lo son. Actúa en nombre del Islam, pero, a menudo, son gente analfabeta que no ha estudiado los textos, o bien gente inteligente que utiliza el Islam para difundir su propaganda política, es decir, sus intereses. Son los famosos “semicultos” que mencioné anteriormente. (...) Actualmente estamos padeciendo sus efectos.(...) los atentados (...).

¿Por qué lo hicieron?

(...) Por que los indujeron a error unos jefes que se creen justicieros. Porque están equivocados y se niegan a reconocerlo. Porque esos mismos jefes los han engatusado hasta el extremo de suprimirles las facultades de dudar y de pensar. Porque les han contado que Dios quiere a los mártires y los recompensa enviándolos al paraíso. Porque nunca han recibido una educación en la tolerancia, respetuosa con las ideas y culturas de los demás. El Islam nunca ha enseñado el odio ni el crimen ni el juicio. Lo condena severamente.

¿Qué significa ser “mártir”?

Es el que encuentra la muerte “en el camino hacia Dios”. El mártir es el musulmán que muere en combate en nombre de la fe, para defender el Islam cuando lo atacan, para defenderse si lo combaten como musulmán o para liberar a su país de una ocupación extranjera. Dos palabras árabes designan este concepto: fida´i, el que ofrece su vida, y sahid, el que testimonia. Dios promete el paraíso al mártir.

Talibanes.

El verbo árabe talaba, quiere decir pedir, un taleb es alguien que reclama el saber, la enseñanza. La palabra “talibán” designa no a los estudiantes, sino a un movimiento que pretende ser religioso. Nació en Afganistán y se caracteriza por el odio a la mujer y al arte. Así, los talibanes aterrorizan a las mujeres, les prohíben ir a la escuela, trabajar en la administración pública, hacer deporte, oír música (...). Se saben de carrerilla algunos versículos del Corán, pero la mayoría no sabe ni leer ni escribir. ¡Y todo eso lo hacen en nombre del Islam!

¡Están locos!

Sí, locos; y son peligrosos, ignorantes y bárbaros. No conocen ni el Islam ni su civilización. Como no los paren, arruinarán definitivamente esta cultura.

¿Es verdad que el Islam prohíbe la pintura?

No. Eso es falso. Lo que prohíbe el Islam es representar a Dios o al Profeta Muhammad. No se puede dibujar su rostro. Dios es un espíritu. ¿Cómo se puede representar? En cuanto a Muhammad, su espíritu es lo esencial. No se puede visualizar. Pero se puede dibujar cualquier cosa. En Persia hay una excelente tradición de pintura y dibujos, de grabados que adorna los manuscritos antiguos.

¡Bueno, creo que ya voy comprendiendo! Por un lado, está el Islam y, por otro, los musulmanes. Hay unos que han entendido el mensaje del Profeta y hay otros que lo han entendido mal o hacen como si lo hubieran entendido pero quieren volver atrás. (...)

¿Qué se puede hacer entonces?

Luchar contra la ignorancia. Es la que convierte a la gente en fanática e intolerante. No hay nadie más peligroso que el que no sabe nada o el que cree saberlo todo. (...)

¿Cómo se puede luchar?

Hay que empezar en la escuela. Las niñas tienen que ir a clase hasta terminar sus estudios, negarse con el ejemplo a que las retiren de las escuelas en cuanto llegan a la pubertad. (...) El Islam tiene que enseñarse como las demás religiones, y se debe decir la verdad sobre su expansión que no se hizo sin guerras. Decir también que los tiempos cambian y que ya no se viven en los tiempos del Profeta. O sea, al mismo tiempo que respeta el mensaje de Muhammad y cree en Dios, el ser humano tiene derecho a evolucionar, a adaptarse a la vida moderna sin renunciar a sus creencias y a sus valores fundamentales. Hay que dar a los escolares todos los medios para que se hagan su propia opinión. Es muy importante dar libertad al niño para que no le influya tal o cual religión. En suma, se trata de un trabajo inmenso, pero hay que comenzar ya. (...)


1 Para la traducción he utilizado el Diccionario de Árabe Culto Moderno Árabe-Español , Julio Cortés, Ed. Gredos, Madrid 1996.
2 Extraído del libro de Tahar Ben Jeeloum, L´Islam expliqué aux enfants, París 2002.
3 Las citas del Corán que se reproducen pertenecen a la traducción de Julio Cortés, Herder, sexta edición, Barcelona 2000.Autor: Silvia Matamoros Galán - Fuente: Webislam
Publicado por Cynara en 05:52 0 comentarios
Etiquetas: charia, coran, esfuerzo, fundamentalista, integrista, islam, tatwa, yihad
domingo 10 de enero de 2010
Medios occidentales e Islam

Medios occidentales e Islam (O de la fabricación del enemigo)
Escrito por: Emilio Dabed
Fuente: mundoarabe.org
“Existen mentiras para las cuales los oídos son mas culpables que la boca”
León El Africano, Amin Maalouf


La primera pregunta que asalto mis pensamientos cuando fui invitado a escribir sobre “Islam y medios de comunicación” fue: ¿existe a este respecto algo que pueda expresar y que no haya sido dicho de mejor manera por otros? la respuesta fue desoladora y, sin embargo, no pudo inhibir completamente mis deseos de estructurar alguna reflexión en torno al tema, amparado seguramente en las palabras de André Gide, según el cual, todo ha sido ya dicho pero, como la gente no escucha, hay que comenzar siempre de nuevo.
Hablar de la relación actual entre “medios” occidentales e Islam, hace obligatoria la referencia a un universo simbólico que, traducido en discurso mediático, pretende dar cuenta de la realidad del mundo musulmán. Ese universo simbólico es portador de categorías conceptuales y analíticas nada inocentes desde un punto de vista político, que constituyen la base sobre la cual se forja actualmente la imagen del Islam en Occidente.
Ese discurso nos remite cada vez con más fuerza a una imagen unívoca y reductora del Islam que, sin considerar las diversas evoluciones culturales y políticas en el mundo musulmán, nos lo muestra, en el mejor de los casos, “folclorizado”como un mundo atrasado y exótico y, en los casos más extremos y desgraciadamente los más frecuentes, demonizado como una religión incompatible con las formas de organización social modernas (entiéndase occidentales), incapaz de promover la modernización política y, en definitiva, como un peligroso enemigo de la democracia y del “modo de vida occidental”.
Esta ú ltima, es la representación que monopoliza hoy la imagen del mundo musulmán en Occidente, y que ha servido para legitimar intervenciones militares en flagrante contravención al derecho internacional y la traición de los principios democráticos que Occidente pretende extender en el Medio Oriente (Palestina). Pero a pesar de haber adoptado formas y medios inéditos desde algunos puntos de vista, esta actitud política y discursiva respecto del Islam no es nueva. Para entenderla adecuadamente, es necesario echar un vistazo aunque sea rápido y general a la historia.
La representación del mundo islámico en el imaginario occidental ha oscilado históricamente entre la demonización y la folclorización, dependiendo del momento al que nos refiramos y de la capacidad de la civilización musulmana de contestar el pretendido monopolio occidental de expresión de un discurso universal.
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Publicado por Ambar en 16:14 2 comentarios
Etiquetas: ideas falsas, manipulaciones
martes 5 de enero de 2010
Psicóloga: manipulación escandalosa de medios en representación mujer árabe



Santa Cruz de Tenerife, 13 nov (EFE)Isabel López Rodríguez .
La manipulación de algunos medios de comunicación en la representación de las mujeres árabe y musulmana es "realmente escandalosa", afirmó en una entrevista a EFE Clara Yuste, psicóloga y ponente en el primer Congreso Internacional de Género y Frontera organizado por la Universidad de La Laguna (ULL).
Durante su intervención en esas jornadas dedicadas a la mujer, la investigadora se refirió al tratamiento informativo que los medios occidentales realizan de la identidad cultural musulmana y árabe, y que, según asegura, se corresponde con una visión "negativa, conflictiva y etnificada".
Para Yuste, el discurso difundido por los medios y las industrias culturales, como el cine o la literatura, se corresponde con una imagen de la mujer árabe y musulmana plagada de prejuicios y estereotipos."Las mujeres son mostradas en el Occidente contemporáneo como "veladas", "oprimidas" y "sumisas", afirma Yuste.De forma genérica, las mujeres vinculadas al islam son representadas desde la victimización como pasivas y sumisas, subrayando la incompatibilidad del Islam-modernidad y recurriendo a la imagen "efectista" de choque de civilizaciones.
También se muestran desde una perspectiva orientalista como "misteriosas" y "sensuales", lo que constituye una visibilización de las sociedades árabo-musulmanas basada en mitos, explica.La investigadora insiste en que estas conclusiones son resultado de un estudio realizado sobre diversos medios nacionales durante el periodo 2004-2008 y afirma que aunque existen códigos deontológicos que regulan la práctica periodística y profesionales sensibilizados, éstos aseguran que las rutinas productivas de las empresas de comunicación son las responsables de que "la realidad sea otra".
Indica que en los países occidentales se promueve un "modelo fijo y homogéneo" de la mujer vinculada a la identidad islámica, que oculta la pluralidad y la diversidad de voces que existe dentro del islam, y que, según asegura, ni los medios ni los discursos públicos reflejan.Se lamentó de que los medios "alternativos" que se alejan de este discurso "pretencioso" son minoritarios y aludió a la responsabilidad de los mass media como " grandes generadores de opinión, a los que se les presupone un discurso objetivo y veraz", matiza.Según Yuste, se insiste en la imagen de la mujer con pañuelo como subyugada e ignorante, para la cual el velo constituye un elemento opresor, y en la opuesta la de aquella que defiende la libertad de llevarlo, representada siempre como una mujer "culta"."La mujer se convierte en noticia si lleva velo, y también si decide no ponérselo", comenta, y matiza que es "superflua" la interpretación que asocia a la mujer velada con la sumisión y a la desvelada con la liberación."La prioridad de estas mujeres no es el hecho de llevar o no velo, sino erradicar la pobreza y la violencia, y el acceso a la educación y al trabajo en condiciones de igualdad", destaca Yuste, quien asegura que la indumentaria siempre "se visibiliza" de manera negativa.
Según datos extraídos de un análisis de su visibilización en internet realizado por la autora, el 56 por ciento de las informaciones estudiadas muestran una mujer con velo, el 38 por ciento destaca sus "enigmáticas miradas" y el 29 por ciento hace referencia a representaciones de corte orientalista como la danza de vientre, prácticas que en ocasiones "se confunden en occidente".Se refirió a los últimos acontecimientos ocurridos en Irán, "ilustrados casi en su totalidad con fotografías de mujeres" que subrayan su diferencia "en negativo".Yuste explicó que los estereotipos gráficos de "exotismo" de la mujer árabe y musulmana son también frecuentes en los relatos de los viajeros que visitan algún país árabe o musulmán, los cuales siempre aluden a la mujer "velada" de "sensual mirada"."El harén fascinó a los viajeros en el siglo XIX y sigue fascinando en la actualidad; los europeos dicen que son modernos pero sueñan con él", indicó la investigadora citando a una destacada autora arabista.
"No cabe duda de que la mujer musulmana está instrumentalizada, existe una repetición obsesiva de determinados asuntos y el silencio respeto a otros, ésta es utilizada para subrayar la diferencia y mostrar los aspectos más negativos de este tipo de sociedades y de la religión.Ante esta situación, Yuste apunta que la "visibilización" de la heterogeneidad de la mujer árabe y musulmana pasa por reflejar esta pluralidad alejándose de los estereotipos y de las marcas semánticas, y por el rigor en los discursos públicos y mediáticos."No hay que temer la diversidad de las sociedades porque éstas ya son diversas", añadió.

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