jueves, 18 de marzo de 2010

Mundo Arabe: se diluye esperanza en Obama

Mundo Arabe: Se diluye esperanza en Obama

17 de Marzo de 2010, 11:22pm ET

BEIRUT (AP) - Los árabes en el Medio Oriente no están convencidos de que Estados Unidos mostrará una postura firme ante Israel, pese a las raras y públicas muestras de disgusto sobre los planes para construir nuevas viviendas de judíos en una zona tradicionalmente árabe en Jerusalén.

El escepticismo está erosionando las esperanzas árabes de que el presidente Barack Obama presione duramente para un acuerdo de paz largamente buscado entre Israel y los palestinos, algo que pondría fin a un conflicto que ha agravado los sentimientos antiestadounidenses en la región.

La menguante credibilidad de Washington podría también poner en jaque otra de las principales metas en el Medio Oriente _unir al mundo árabe contra Irán_.

Paul Salem, director del Centro Carnegie sobre el Medio Oriente en Beirut, dijo que los países árabes difícilmente se comprometerán con Estados Unidos en temas como Irán si no obtienen nada a cambio.











"Muchos en los países árabes vieron ya en el último año que Estados Unidos no cumplió muchas de sus promesas relacionadas con el lado israelí", dijo Salem a The Associated Press. "Así que, ¿para qué involucrarse, para qué comprometerse desde su punto de vista?"

Estados Unidos ha trabajado durante más de un año para hacer que Israel y los palestinos negocien de nuevo, y Washington criticó duramente los planes anunciados la semana pasada por Israel, de construir 1.600 apartamentos en la disputada zona oriental de Jerusalén. Israel se apoderó de esa parte de la ciudad en la Guerra del Medio Oriente, de 1967, y los palestinos consideran que el sector debe ser la capital de su futuro estado.

El plan de construcción desató una de las peores disputas diplomáticas entre Estados Unidos e Israel en décadas.

La secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, consideró que el anuncio fue un insulto. El enviado estadounidense George Mitchell, quien esperaba concluir los preparativos para reanudar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, canceló una visita a la región.

Pero Clinton se cuidó de suavizar su tono poco después, al señalar que hay un "vínculo estrecho e indoblegable entre Estados Unidos e Israel, así como entre el pueblo estadounidense y el israelí".

Semejante retórica agrava las dudas de los árabes, de que Washington vaya a presionar a su aliado para que haga concesiones consideradas necesarias para cualquier acuerdo definitivo de paz con los palestinos.

En junio, durante un discurso en El Cairo, Obama exhortó a la paralización de la construcción de asentamientos y a la creación de un estado palestino independiente. Pero los árabes se mostraron desilusionados cuando el gobierno estadounidense pareció dar marcha atrás y aceptó una suspensión parcial de 10 meses convocada por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a finales del año pasado.

Badei Musa, ingeniero palestino de 55 años, quien reside en Dubai, dijo que no confía en la oposición manifestada por Estados Unidos a los asentamientos.

"Es una broma", dijo Musa. "Lo que ocurre en el terreno es lo que cuenta".

El analista político jordano Oreib Rentawi dijo el miércoles que los árabes no creen que haya un desacuerdo auténtico entre Estados Unidos e Israel, su viejo aliado.

"Los árabes consideran lo que ocurre ahora como una nube pasajera o una tormenta en un vaso de agua", dijo Oreib Rentawi a The Associated Press.

En Egipto, una columna en el diario Al-Gomhuria expresó dudas de que Israel enfrente repercusión alguna por sus acciones.

"La elite gobernante y extremista (de Israel) sabe bien que está fuera de posibilidad alguna de ser castigada por sanciones económicas, boicot político o siquiera una amenaza de suspender la ayuda", escribió Sameer Ragab.

Obama sí recibió cierto apoyo claro de la Liga Arabe. En Beirut, el secretario general del grupo, Amr Moussa, dijo que los árabes deberían elogiar al presidente estadounidense.

"El ha dicho las cosas directamente y lo ha intentado de verdad", dijo Moussa.

Sin embargo, la desconfianza ha dañado ya la política estadounidense. Los aliados estadounidenses, como Arabia Saudí y otras naciones del Golfo Pérsico, han rechazado las presiones de Washington para que hagan gestos diplomáticos a Israel a fin de alentarlo en el proceso de paz. Esas naciones han recordado la postura intransigente mostrada por Israel en el tema de los asentamientos.

Y el problema podría afectar otros asuntos, como el intento de Estados Unidos por aislar a Irán, a quien Washington y sus aliados acusan de buscar el desarrollo de armas nucleares. Teherán niega esas aseveraciones.

Arabia Saudí es un protagonista en los esfuerzos de Estados Unidos por crear un frente contra Irán. En los meses recientes, el reino ha asumido una postura más severa hacia Teherán, reflejando sus propios temores sobre un posible programa nuclear iraní, pero también sobre la influencia creciente de Irán, un país mayoritariamente chií, en el Medio Oriente, así como por su apoyo a milicias.

Pero Arabia Saudí podría mostrarse más renuente a tener ese papel si crece el resentimiento hacia Estados Unidos por los tropiezos en el proceso de paz.

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Los periodistas de la AP, Jamal Halaby en Amán; Hadeel al-Shalchi y Maamoun Youssef en El Cairo; Albert Aji en Damasco, y Sinan Salaheddin en Bagdad, contribuyeron con este despacho.

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