sábado, 10 de abril de 2010

destruir los monopolios

DESTRUIR LOS MONOPOLIOS
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> Santos Mercado Reyes
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> Lo primero que tenemos que saber es el concepto de monopolio para no dejar caer una piedra sobre el pie. Monopolio es la prerrogativa que el Estado otorga a una empresa o institución para ser la única en el mercado. Es decir, una empresa se constituye en monopolio cuando el gobierno usa su poder político para que nadie le haga competencia a esa empresa. Sólo cuando el poder político usa su fuerza para impedir que alguna empresa fabrique o elabore un producto que hace la empresa A, se puede decir que esa empresa A es un monopolio.
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> Por ejemplo, PEMEX (Petróleos Mexicanos) es un monopolio pues por disposición del Estado es la única empresa que tiene el derecho de producir gasolina. Ningún ciudadano tiene derecho de meterse al negocio de producir gasolina. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es un monopolio pues es la única empresa que puede generar electricidad. La Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) es otro monopolio pues es la única empresa autorizada para extraer, transportar y distribuir el agua en tuberías. Incluso la educación en México también es monopolio pues solo el Estado es quien determina y autoriza lo que se enseña en las escuelas y universidades de México.
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> Nadie puede asegurar que Coca-Cola sea un monopolio a menos que se demuestre que tiene la protección del Estado para ser la única en el mercado. TELMEX tampoco es monopolio a menos que se demuestre que el gobierno usa todo su poder para protegerla de la competencia. Y lo mismo se puede decir de Microsoft, no se puede alegar que sea monopolio si no se demuestra que el gobierno la protege contra otras empresas de software.
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> Hay quien cree que si una empresa es enorme, entonces es monopolio. Pero la característica de monopolio no lo da el tamaño del negocio, sino su relación con el Estado. Podría ser una empresa muy pequeña y ser monopolio. Por ejemplo, si un pequeño laboratorio inventa una medicina para curar la diabetes y la patenta, obtiene la protección del Estado para ser el único fabricante, es decir, obtiene el monopolio.
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> Por el contrario, si una empresa produce cigarros y crece enormemente porque la gente los compra en abundancia, no es monopolio, a menos que se demuestre que tiene la protección de Estado y prohíbe que otros entren al mercado de cigarros.
> El rasgo fundamental para determinar si una empresa es monopolio es la relación que tiene con el poder político, con el Estado o gobierno. Las empresas mencionadas (PEMEX, CFE, CONAGUA, EDUCACION) son monopolios porque cuentan con la protección del Estado, de hecho, son del Estado. Por eso es que nunca se ve que alguien se atreva a fabricar gasolina, electricidad, perforar un pozo para vender agua en su colonia o fundar una escuela con sus propios planes y programas de estudio.
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> Los monopolios son instituciones propias de economías socialistas donde todo queda a cargo del Estado. Son empresas administradas por burócratas que obedecen a los planes del gobierno. El Estado calcula cuantos zapatos necesita la sociedad y se los encarga a su fábrica (monopolio) de calzado, calcula cuánta leche necesita la gente y emite la orden para que la industria lechera del Estado (monopolio) ordeñe en los establos del gobierno.
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> Construir el socialismo significa formar los monopolios que, supuestamente, producirían los bienes que la sociedad necesita. Las necesidades son determinadas y calculadas por el gobierno quien transmite todas las órdenes de producción y distribución. Por cierto, la distribución es otro monopolio en la economía socialista pues ésta proscribe al mercado. Estos monopolios no se preocupan de que el mercado las acepte, su suerte no depende del gusto de los clientes.
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> Lo contrario al monopolio es la empresa capitalista. Son dos instituciones muy diferentes. La empresa capitalista tiene uno o más propietarios. Su suerte no depende del favor del Estado sino del mercado. Es decir, si tiene clientes que gustan de sus productos, sobrevive y posiblemente crezca; pero si no es capaz de ofrecer bienes o servicios al gusto del consumidor, irremediablemente quiebra y desaparece. No es como el monopolio que puede sobrevivir años, décadas pues el gobierno lo mantiene artificialmente vivo con subsidios, como el triste caso de la Comisión de Luz y Fuerza del Centro, de los Servicios Postales de México (correo), de la UNAM y otros.
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> La empresa capitalista es la institución propia de una economía de mercado. No cuenta, ni debe tener la protección del Estado, es decir, el poder político no debe usarse para evitar que otros le hagan competencia.
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> En una economía de mercado es imposible que surjan los monopolios pues resultaría un contrasentido. En una economía de mercado pura no existen empresas del gobierno y ninguna empresa tiene privilegios otorgados por el estado, todo se sujeta a la libre competencia.
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> Ahora bien, es gran decisión fomentar la creación o destrucción de monopolios o de empresas capitalistas; dicho de otro modo, confiamos en el socialismo o en el mercado. Si confiamos en el socialismo, debemos seguir las recetas de Hugo Chávez de despojar a los empresarios privados de sus empresas para que pasen a manos del Estado; si confiamos en el mercado, es decir, en la libre competencia, en la iniciativa de los individuos, en la propiedad privada, entonces debemos destruir los monopolios, empezando por PEMEX, CFE, CONAGUA, Servicios Postales mexicanos y la educación pública.
> Si no se comprende bien lo que son los monopolios y se aplauden los ataques estatales contra las empresas grandes entonces se está alentando la destrucción del sistema de mercado, el capitalismo y en tal caso se abona la tierra para la reconstrucció n de un sistema totalitario, de un sistema de monopolios. ¡Qué ironía! Estamos arrojando una piedra a nuestros pies.
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> Si en verdad se quiere acabar con los monopolios la receta es muy fácil: privatizar todas las empresas del Estado, desregular la economía y fomentar la libre competencia. El resultado se notaría en un crecimiento fenomenal de la economía. A fin de cuentas se trata de elegir la vía adecuada y solo hay dos: Capitalismo o socialismo. Dicho de otro modo, se trata de elegir entre una economía a base de monopolios o una a base de empresas capitalistas. Fin

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