lunes, 24 de mayo de 2010

mujer mexicana su unica solucion es el ISLAM

Islam solucion feliz para la mujer mexicana
LA SOLUCION FELIZ PARA LAS MUJERES MEXICANAS ES EL ISLAM
Por ERUBIEL CAMACHO LOPEZ

‘’México vale mas por sus grandes mujeres, que por sus grandes hombres, son TODO.
ENCARNAN A LA MADRE TIERRA ’’

La gloriosa mujer mexicana es sin dudarlo en ningún momento, el ejemplo mas vivo
de la abnegación y amor incondicional que ser humano tenga con sus semejantes, son
en pocas palabras las guerreras mestizas, aztecas, mayas, mixtecas, zapotecas,
otomis, apaches, tarahumaras, huicholas y otras grandes maestras de la humanidad,
las que abren los caminos e inician el viaje de la conversión hacia la paz y
tranquilidad, mediante el mensaje y la entrega de nuestros corazones al ISLAM. La
religión de la Revolución, la guía de los movimientos revolucionarios que eleva a
la sociedad a su más alta perfección. Esparce la luz y la justicia de DIOS sobre
la Tierra, busca cambiar los criterios y valores de la vida individual y social
para establecer un sistema de valores nuevos y superior.
Es esta perfecta creencia quien da nacimiento a los distintos derechos y
responsabilidades de la mujer y del hombre, a la vez que aplica y promueve la
filosofía de la vida, que intenta que la mujer y el hombre comprendan su lugar en
el universo y el cosmos, así como su interrelación con el TODOPODEROSO. Además
quiere hacer comprender la necesidad de vivir respetuosamente, NADIE debe ser
humillado o dominado, porque las mujeres y los hombres no solo son una combinación
de sangre, huesos y carne con deseos y necesidades materiales, ya que deben ser
siempre, libres, creativos para autogobernarse como así también dirigir su vida y
su voluntad a la conciencia superior. La unicidad divina. La voluntad de DIOS. El
monoteísmo PURO. La espiritualidad sagrada.
Es por estas razones y muchas otras más, que adoptar el Islam, es la única
solución posible para tratar de redimir a las sociedades EN decadencia como la
mexicana y sobre todo para reivindicar a la mujer, ofreciéndoles la NO culpa
religiosa, un sentimiento que promueve el vació existencial cristiano, mediante el
“pecado original” de Eva, traidora de Adán y del genero humano en la tradición
judeo-cristiana, el cual se menciona repetidamente en los evangelios.

Segunda parte
El Islam y la mujer ;una visión diferente sobre la feminidad el AMOR la Familia y
la sexualidad DIVINA

«No dejaré que se pierda obra de ninguno de vosotros, lo
mismo si es varón que si es hembra ,que habéis salido los unos
de los otros [Qur’an 3:195]

Sin duda alguna, lo más valioso de una nación son las mujeres y los niños, es por
esta razón que Las tres grandes religiones monoteístas están de acuerdo en un
hecho: Tanto los hombres como las mujeres han sido creados por Dios, el Creador de
todo el Universo. Sin embargo, la discrepancia comienza poco después de la
creación del primer hombre, Adán, y de la primera mujer, Eva.
Solo porque en la religión judeo-cristiana, se hace referencia a la CULPA del
llamado “Pecado Original’ a la mujer, la cual (en el caso de Eva) induce a Adán de
la fruta prohibida del pecado, a las mujeres se les acusa de traidoras para el
genero humano, ya que la primera mujer de la genealogía humana, Eva, ofreció y dio
el pecado al hombre, y por este solo supuesto hecho, NO COMPROBABLE, salvo que la
interpretación sea metafórica, arrastran el genero femenino, una CULPA por lo
cual muchas veces tratan de desvalorar a las hembras en las sociedades, donde esa
idea persiste, perdiendo por esto muchas su autoestima, provocando en ocasiones
un ‘’machismo’’ feminista contestatario que raya en un hembrismo misántropo.
Mismo que alienta una falsa guerra de sexos, por lo cual algunas feministas
desorientadas, denigran al genero femenino, al levantar la consigna de “repudio
al Hombre” descartan la dualidad como ideal humano, YA QUE muchas veces, a las
feministas, les
falta claridad en sus conceptos ya que acusan en ocasiones, a la mujer integra y
conservadora de SER TRAIDORA y promotora del PECADO maniqueísta, uncida en una
supuesta disyuntiva; “sino estas conmigo, estas contra mi”, condenando la
sexualidad DIVINA Y LA REPRODUCCION de la especie humana, mediante campanas
anti-vida, que realizan muchas de estas “mujeres”, manipuladas por los gobiernos
multinacionales y banca mundial. Tras bambalinas están sus creadores y sostenedores
de estas “modas” falsas, quienes quieren limitar los nacimientos y la natalidad,
privilegiando los FETICIDIOS, promoviendo el Aborto criminal y publicitando los
‘’placeres’’ plásticos como las únicas demandas de las sociedades humanas
feministas, haciendo ver que la mujer contemporánea como una victima de la sociedad
machista y misógina, al contrario se da en las musulmanas, las cuales tiene un
amplio sentido de vida integral y de noción de hermandad fraternal que se da en la
religión del Islam y en
las hermanas musulmanas, las cuales anulan la envidia, competencia y sexismo
exacerbado y enfermizo en un caso de superación mental evolutiva.
A la mujer Musulmana o que profesa la religión Islámica, se le acusa de se sumisa
e intolerante en estos tiempos modernos, aunado a que se le quiere ver como
retraso la conversión a esta religión que en la actualidad es la de mayor auge en
el mundo y expansión ideológica, incluso hay falsos movimientos “feministas”
promovidos por Estados Unidos y organizaciones lesbianicas que se dedican
estérilmente a supuestamente defender a las mujeres musulmanas, estigmatizadas en
una jetatura inconsciente, producto de un ‘’coco wash’’ permanente, mediante
repetitivas películas en los medios de comunicación haciendo parecer como héroes
a los ‘’salvadores’’ gringos americanos, los cuales “protegen” a las mujeres que
‘’quieren ser mujeres’’ en los países islámicos. Alegando infructuosamente que son
victimas de la propaganda de una religión opresiva y machista anti-mujer como
califican, al Islam, cuando es todo lo contrario.
En el caso de la mujer musulmana como ejemplo la mujer iraní, esta busca en la
actualidad participar activamente con los hombres en la sociedad de su país,
alejándose de las polémicas de las feministas occidentales para acercarse a la
verdaderas controversias que les incumben, esto es, la de acabar con el machismo
rancio y conseguir los derechos que les corresponden según ordena la misma ley
divina reflejada en el Corán. La ley Coránica bien entendida y sin desviaciones
es por todos y todas aceptada por su ciencia e indiscutible error que no condena
el Placer y al AMOR.
Es de considerar que la Revolución de la Republica Islámica de Irán en 1979 y que
encabezo triunfante, el Ayatolá Jomeni, no se pudo haber realizado sin la ayuda
incondicional de las mujeres, quienes heroicamente encabezaron la revolución y
fueron ellas mismas quienes propusieron su vestimenta obligatoria que había
anulado el tirano del sha Reza Phalevi , el famoso jiyab, así como también el
‘’chador’’ como parte de la lucha auténticamente feminista y de respeto a la
sociedad, además, participaron activamente en los cambios políticos de su país y
hoy encabezan la vanguardia educativa y científica, siendo en estos momentos mas
del 60 por ciento de la matricula universitaria de Irán con mas de 70 millones de
habitantes, participando en la investigación de todos los niveles, no es casual
que la investigación de energía nuclear para fines pacíficos en Irán, sea de las
mayores del mundo, aparte de otras áreas.

La dialéctica del feminismo contemporáneo está demostrando que la mujer lejos de
liberarse ha sido víctima de su propia liberación y se ha convertido en ESCLAVA
DE IDEOLOGIAS Y FETICHISMOS. La primera generación feminista estuvo marcada por
la parcialidad de su lucha por la igualdad social, los derechos civiles y
democráticos. De esta forma el feminismo igualitario quedó atrapado en la
simbología, cultura y lenguaje masculino ‘’machista’’. La segunda generación
feminista incluso llegó a sugerir la creación de una divinidad femenina para
ayudara vencer la incompletud de su falta de simbolización en la mujer. La
tercera generación feminista aflora en el reconocimiento de la riqueza intrínseca
de su naturaleza femenina, que se sienta entusiasmada por ser una criatura con
una elevada inteligencia emocional, llena de empatía y sociabilidad, conocimiento
de sí misma y sensibilidad.
El jiyab o EL VELO no es solo una prenda de vestir, lo más importante de usar el
jiyab es el Comportamiento, los modales y la manera de cómo se habla en público.
El velo es una externa manifestación de un compromiso interno al adorar a Allah –
simboliza un compromiso de piedad. El Islam enalteció a la mujer y la equiparó al
hombre, al punto que en el Sagrado Corán recibe un trato igualitario con su pareja
(es prácticamente el único libro sagrado que se dirige a la mujer como tal y la
trata en pie de igualdad con el hombre). La mujer es valorada en la sociedad
islámica por su inteligencia y virtud.

Desde sus mismos orígenes el Islam le otorgó a la mujer derechos y privilegios que
la mujer occidental, en la mayoría de los países, sólo obtuvo en este siglo, como
el libre manejo de sus bienes, la capacidad de testar, el derecho al divorcio, la
separación de gananciales, el derecho a recibir un salario por tareas realizadas
en su propio hogar, etc…

La mujer es, para el Islam, un tesoro incalculable, un bien fundamental sobre el
que se cimenta la familia, núcleo de la sociedad. El Profeta destacó enormemente
el valor de la mujer como compañera del hombre, esposa y madre. Colocó a la madre
en una jerarquía tres veces superior a la del padre, y dijo: ‘El Paraíso yace a
los pies de las madres’, y prometió la misma recompensa para quien críe, sustente
y eduque en el bien y la fe a una hija mujer.

Pese a esta realidad incuestionable, existe el prejuicio, debidamente alimentado y
atizado por los medios masivos de difusión al servicio del imperialismo, de que la
mujer es poco menos que esclava en la sociedad islámica; y el blanco preferido de
esta crítica es el pudor de la mujer musulmana que cubre su cuerpo y no lo exhibe
como en un escaparate.
Lo que en otra época, en una sociedad más sana, se hubiera valorado como un signo
de virtud y nobleza, hoy, invirtiendo los valores, se denuncia como degradación y
humillación. No olvidemos que la mujer musulmana hoy, como hace catorce siglos,
se viste igual que lo hacía María, la madre de Jesús, la paz sea con ambos, a
quien cualquier mujer occidental cristiana dice venerar pero no imita, incluso la
llamada “”Sagrada Eucaristía” o la misa dominical católica, ya no es otra cosa
que un centro de anuncios , negocios, en donde muchas veces impera la costumbre,
el chisme o comentarios sobre la moda, se ha perdido la sacralizad, la mujer ya
no se pone el velo, ya no respeta la Casa de DIOS, incluso se desentiende el
mensaje al NO separar a mujeres y hombres desde los atrios, se pierde poder de
concentración natural, solo luchando contra esa naturaleza que debemos controlar,
lo que se llamaría tratar de EXPULSAR a Satanás y no dejarlo entrar a nuestro
cuerpo, solo mediante
estas purificaciones uno con DIOS, se puede poder realmente, hacer la oración y no
distraerse, el motivo principal para ir a la iglesia de diluye y se pierde en un
rito sin sentido y no como debería ser en una dirección mas amplia y comunitaria
sobre todo con la fuerza de la colectividad, suplica y entrega.
FEMINISMO IGUAL A MACHISMO; BUSCAR EL EQUILIBRIO ISLAMICO
La realidad que se esconde detrás de esta situación es muy otra. La mujer
occidental moderna es un pobre ser esclavo de la moda y de un estereotipo femenino
artificial. La mujer vale solamente por su cuerpo y su apariencia, poco importa su
inteligencia. Y para cumplir con el ‘modelo’ que la sociedad le impone muchas
mujeres llevan la peor de las vidas, detrás de dietas y trabajando sólo para
satisfacer sus necesidades de vestuario. No mencionaremos y seria una denuncia
objetiva y directa, la promoción de Modelos femeniles de cuerpos delgados, lo que
ha conllevado a millones de muertes por anorexia y niños con minusvalidez. Cuantos
menores son mal alimentados por madres que no desean engordar en el pos-parto,
para luego no ser rechazadas por sus maridos o tener que comprar otras ropas mas
holgadas, otras infames mujeres, señalaremos a rajatabla, quienes por razones
estéticas mas que por dolor, deciden por la cesárea y la operación quirúrgica
como una forma “Light” de
parir y concebir un ser humano al mundo en una clínica costosa como garantía de
urbanidad social.

Este es el saldo deplorable de la pretendida liberación femenina que, más que
liberar a la mujer terminó convirtiéndola en esclava de toda una forma de consumo.
El gran logro del sistema capitalista y consumista que agobia a occidente es
precisamente el haber incorporado de lleno a la mujer al ámbito del consumo y la
producción. Medítese sino unos breves instantes en todos los productos de esta
sociedad que tienen como destinatario a un prototipo de mujer artificial, creado
de la nada en las últimas décadas, y que sólo ha alineado a la mujer de su esencia
y sus verdaderos valores, convirtiéndola (igual que al hombre), en un ser infeliz
insatisfecho y desequilibrado.

En ambas márgenes del Atlántico norte crecen las comunidades islámicas. Pero es
notorio que el mayor crecimiento se produce entre las mujeres, que han acelerado su
tasa de conversión y hoy son el grupo de mayor crecimiento. Se estima que el número
de musulmanes británicos oscila entre el millón y el millón y medio. De ellos, el
número de conversos se encuentra entre los 10 y los 20 mil. Pero, según
proyecciones, en un plazo de 20 años, los conversos al Islam en Inglaterra serán más
que los que nacieron dentro de la religión. Lo más llamativo es que la casi
totalidad de las conversiones las protagonizan mujeres. En tanto, en Estados Unidos,
por cada varón que se convierte a la religión de Mahoma, son cuatro las mujeres que
toman igual decisión, es decir, un 400 % más.
Los “ojos nuevos” de las conversas Tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido,
gran parte de las nuevas conversas provienen de familias de clase media, y muchas
de ellas fueron cristianas, descontentas con la religión en que nacieron, o con
patrones que se han vuelto predominantes dentro de las sociedades occidentales,
como la alta tasa de criminalidad, la destrucción de hogares, el alcoholismo o el
abuso de drogas. Algunas llegan al Islam a través del estudio de religiones
comparadas, en la universidad, pero un gran número lo hace a través del
matrimonio. Es mucho más frecuente que una mujer de extracción cristiana se case
con un musulmán que lo opuesto. Estas nuevas y occidentales defensoras de la fe
del profeta suelen proclamar que llegan al Islam con “ojos nuevos”, incontaminadas
respecto a los “vicios de interpretación” (y subsecuentes prácticas) que
predominan en “Oriente”.


El argumento de la traición al género
Una argumentación frecuente entre las musulmanas británicas es que ellas no
“traicionan” a su género. Desde su óptica, las mujeres occidentales pretenden
“replicar” a los hombres. Muchas musulmanas occidentales definen la emancipación
femenina occidental como “mujeres copiando a los hombres”, un ejercicio en el cual
la feminidad carece de valores intrínsecos. A diferencia del Antiguo Testamento,
que establece que la mujer fue creada de una costilla del hombre, el Corán indica
que Dios, en un comienzo, creó a la pareja. En este sentido, el texto sagrado de
los musulmanes implica, desde un comienzo, y al mismo tiempo, la igualdad
intrínseca de los géneros al mismo tiempo que su diferencia (diferencia que las
musulmanes interpretan como un destino biológico disímil al de los varones). Es
dentro de este marco que, todavía, reivindican prácticas coránicas que no
concuerdan con el esquema occidental. Recuerdan entonces que Mahoma fue el que
eliminó la institución de la dote
para las novias y del infanticidio de niñas o que, de los testamentos abrahámicos,
es el Corán el que otorgó a las mujeres condiciones “igualitarias”, otorgándoles
derecho a la herencia y a conservar su nombre en el matrimonio.

Familia extendida y trabajo femenino
La concepción de familia islámica es la de familia extendida. Por esa razón, los
primos, cuñados y otros miembros de la familia conviven o tienen ingerencia en la
vida diaria. Desde tiempos del profeta esta forma de convivir ha fortalecido a la
familia asignándole entre otras tareas, el cuidado de las viudas y de sus hijos.
El mantenimiento de este orden, dentro de las familias musulmanas de los países
industrializados occidentales, ha favorecido que las mujeres puedan salir a
trabajar sabiendo que sus hijos están siendo cuidados. De todas maneras, muchas
musulmanas reivindican que su destino biológico les otorga estatus y poder dentro
de su esfera; tiene como reino el hogar, en tanto es deber de los hombres el
proveer el sustento. En el hogar, los hombres deben pedir autorización incluso
para que pueda entrar uno de sus amigos. Suelen manifestarse intrigadas por el
hecho de que las mujeres no musulmanas se vean en muchos casos forzadas a trabajar
debido a necesidades
financieras. Pero dentro de esta argumentación, las musulmanas modernas, al menos
en sus publicaciones británicas y estadounidenses, no se consideran condenadas a
permanecer atadas al hogar. Consideran que hay una creciente demanda, dentro de la
comunidad, para profesionales mujeres.
Hermanas en el Islam
Para muchas conversas, la noción de “hermandad de las mujeres en el Islam” exhibe
el fracaso del feminismo a la usanza occidental. Las conversas encuentran apoyo y
reciprocidad dentro de las mujeres musulmanas. Las hermanas musulmanas tienen el
deber de asistir a otra que esté usando un hijab (el tocado islámico), y que esté
padeciendo algún tipo de percance o necesidad. Como señala Nuria, una conversa
británica, en una entrevista del London Times “no hay ninguna mujer musulmana que
quede sola, ni una madre que esté sola, ni siquiera una musulmana mentalmente
enferma que esté sola. Esto no es usual dentro de las reglas occidentales”. Esto
debe ser entendido dentro de concepto de comunidad, básico en el Islam. El
progreso de género debe darse, según las musulmanas occidentales, dentro de la
familia y la comunidad. La citada Nuria concluye que las musulmanas tienen “todo
aquello por lo cual aboga el movimiento feminista, excepto el aborto y el
lesbianismo”.


Esto se da gracias a que el Islam es una “forma de vida” mas que una religión. En
el caso particular de nuestra patria mexicana, es de destacar que la falsa
competencia entre las mujeres, producto de una encubierta inoculación de valores
falsos sobre como “atraer” a los hombres, explotarlos, manipularlos y hacer de
ellos serviles sujetos proveedores nada más de prestaciones económicas y hacen de
sus cuerpos receptáculos de espermas estériles, mismos que no escatiman recursos
en complacer a sus damas construidas artificialmente por la propaganda televisiva
y comercial, de clichés absurdos como el de que “Los hombres aman a las cabronas”
y cosas por el estilo, hacen que las mujeres, sean un objeto de permanente
violencia domestica y en el peor de los casos feminicidios seriales como el de
Ciudad Juárez, en Chihuahua.
En el caso de la vestimenta es de destacar que las mujeres mexicanas, los
estereotipos femeninos introyectados subliminalmente principalmente en todas las
publicidades comerciales, principalmente en la nauseabunda televisión mexicana,
van dirigidos hacia buscar resultados en la mujer rubia anglosajona, en la
sexualidad de la misma, ligado casi siempre en la ingesta de alcohol,
ofertas,viajes y series televisivas, razón por la cual se provoca en el hombre el
deseo irracional de un feroz sexismo, amplificado por miles anuncios y películas
pornográficas que se consiguen en cualquier esquina. Todo este modelo a seguir de
la American Woman, y la falta de una buena legislación penal que sugiera como
escarmiento la pena capital a casos infames de violación COMPROBABLES a menores
de edad, hacen que la mayoría de los violadores activos o potenciales reincidan en
esos delitos que deben de ser tipificados como MUY graves. Ya que no se debe
permitir por ningún concepto la
SODOMOZACION SOCIAL.


EL CASO DE LAS MADRES SOLTERAS O MEDIO HUERFANISMO LAS CIFRAS SON CRUELES Y DURAS

Tener hijos con distintas mujeres, ha sido el timbre de orgullo de los llamados
“machos mexicanos” que han dañado enormemente la cultura del País.
Una proporción exagerada de madres mexicanas son solteras y la educación de los
hijos es fragmentada.
Según el Consejo Nacional de Población 4.5 millones de madres solteras habitan al
País y pasan de 10 millones los hijos que no tienen la figura paterna en su
desarrollo.

La creencia falsa de que tener muchos hijos es síntoma de masculinidad, se ha
perpetuado por varias generaciones y la emancipación de la mujer es algo solo
parcial, mientras no se elimine esta mal endémico.
Según la página de “Sociedad” de El Universal del 30 de agosto pasado:
“Estadísticas oficiales recientes en Estados Unidos, refieren que 90% de los hijos
que huyeron de casa provenían de familias sin padre”.
“Así mismo, 70% de la criminalidad juvenil provenía de familias donde el padre
está ausente.
85% de los jóvenes en prisión crecieron en familias sin padre y 63% de los jóvenes
suicidas tenían padres ausentes”.
Aunque no tenemos estadísticas similares para México, el problema es semejante y
muy grave porque la proporción de madres solteras es muy superior en México, a la
de Estados Unidos.
Según el mismo artículo: “Silvia Luna Santos, subdirectora de Información del
Instituto Nacional de las Mujeres, coincide al informar que el ser humando debería
estar enmarcado dentro de un triángulo, madre, padre e hijo, pues tanto la figura
materna como la paterna son importantes”.
“Por lo tanto agrega Luna, la decisión de lanzarse en solitario a la búsqueda de
un hijo, puede tener consecuencias no deseadas ante la omisión paterna, como lo
son, un sentimiento de abandono, desarraigo, inseguridad, añoranza y falta de
identificación de la figura paterna”.
La legisladora también señaló que en México las madres solteras ascienden a 880
mil mujeres, de las cuales, 9 de cada 10 tienen hijas e hijos menores de 18 años;
y 6 de cada 10 viven en el hogar de sus padres; 71.8 por ciento de éstas trabajan
fuera del hogar, y 3 de cada 10 viven en condiciones de pobreza.

En el caso de la violación A MUJERES ES PEOR EL ASUNTO Y NO HAY PARA CUANDO
Diariamente 185 mujeres son agredidas sexualmente en México, según cifras del
Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), pero de ellas sólo
12 deciden denunciar a su agresor.
En el proceso, que puede durar entre uno y seis años, las víctimas de delitos
sexuales -mujeres en 90 por ciento- tras ser agredidas son objetivo de
humillaciones que van desde poner en duda su palabra, hasta la falta de insumos
básicos para hacer las exploraciones y recabar pruebas.
En 1998, la fiscalía para delitos sexuales, de la Procuraduría de Justicia del
Distrito Federal, señaló que las épocas que les parecen propicias a los violadores
para atacar, son las noches del 15 y 16 de septiembre porque se sienten
“eufóricos”. Todo esto en el Islam donde la pena de violación es la muerte o en
una buena sociedad islámica junto con su ciencia coránica exacta no existiria, la
cual es además la religión del futuro en el presente, porque con esto se acabaría
o al menos se trataría de evitar a lo máximo la agresión violenta a las mujeres,
por eso es recomendable el la conversión hacia el Islam y ya lo están haciendo con
mucho ahínco millones de mujeres mexicanas que ya hartas y cansadas están de
falsas soluciones que ofrecen sectas y grupos que solo dan paliativos y efectos
placebos al supuesto “tercer sexo” conjuntamente con los llamados “estudio de
genero” que no son otra cosa que la inculpación de rencores al hombre masculino y
viril, calificándolo de
atrasado y “fuera de moda”.


CONCLUSIONES
Género, sexualidad y poder mantienen estrechas y a menudo oscuras relaciones.
Cuando creíamos que la revolución sexual de los años sesenta y setenta del siglo
XX había cambiado para siempre la percepción de la sexualidad y terminado con la
doble moral sexual que permitía a los hombres lo que no admitía en las mujeres,
nos encontramos con un resurgimiento sabio de fundamentalismos religiosos que pretenden
retrotraernos a épocas armoniosas. Sectores cristianos conservadores adquieren
influencia creciente en EE.UU. y en América Latina y cada vez más jóvenes
musulmanes manifiestan su voluntad de aplicación de normas culturales
tradicionales en los suburbios de las grandes ciudades europeas, cuestionando a
las mujeres que no ocultan partes de su cuerpo perturbadoras, como el cabello o
las piernas. Lo que propicia delitos y falta de respeto a las mujeres que son la
dualidad y la mitad del cielo en todas las grandes religiones y que todos los
profetas destacan como bendiciones de la
vida y grandes flores de lluvias preciosas.

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