domingo, 8 de agosto de 2010

las cinco oraciones diarias del musulman

Antes de abordar esta pregunta, consideramos necesario recordar la opinión de los jurisprudentes religiosos:
1. Todos los grupos islámicos sostienen una opinión unánime respecto a que el día de ‘Arafah es posible realizar la oración del medio día y la tarde en el tiempo especificado para la oración del medio día sin dejar un intervalo entre ambas y, del mismo modo, en Muzdalafah se permite unir la oración del ocaso con la oración de la noche.
2. Los Hanafî consideran que unir la oración del medio día con la oración de la tarde y la del ocaso con la de la noche, únicamente está permitido en ‘Arafah y Muzdalafah debiéndose abstener de ello en cualquier otra ocasión.
3. Las escuelas hanbalî, mâlikî y shâfî’î respecto a esta cuestión, consienten , además de en los dos casos mencionados, en unir éstas mientras sea viajero. Algunas de estas escuelas autorizan aunar los rezos en caso de emergencia, como en caso de lluvia, o que el suplicante se encuentre enfermo, o al alcance del enemigo.


La Shî‘ah sostiene que cada una de las oraciones (la del medio día, la tarde, el ocaso y la noche) cuentan con un tiempo especifico para su ejecución, y con un tiempo común en el cual está permitido unir dos oraciones:
a.- Tiempo específico para la oración del medio día:
Se inicia desde el medio día zaûâl (cuando se inicia el declive del sol) hasta el tiempo necesario para realizar cuatro ciclos de la oración. En este lapso únicamente puede llevar a cabo la oración del medio día.
b.- Tiempo específico para la oración de la tarde:
Es el lapso de tiempo que queda para realizar una oración de cuatro ciclos, antes del ocaso.
c.- Tiempo común entre la oración del medio día y la tarde:
Desde que termina el tiempo específico de la oración del medio día, hasta donde inicia el tiempo especifico de la oración de la tarde.
La Shî‘ah opina que durante este tiempo común, puede realizar el orante la oración del medio día y la tarde sin ningún intervalo. Los Ahlî Sunnah sostienen que el tiempo para la oración del medio día se inicia desde el zaûâl, hasta que la sombra de cualquier objeto se iguale a la medida de éste, y durante este período no se autoriza realizar la oración de la tarde; aquí comienza el tiempo específico de la oración de la tarde, el cual finaliza con el ocaso, y en este curso no debe ser realizada la oración del medio día.
d.- Tiempo específico para la oración del ocaso:
Desde que se inicia el ocaso, hasta el tiempo necesario para realizar una oración de tres ciclos, lapso en el cual no debe llevarse a cabo la oración de la noche.
e.- Tiempo específico para la oración de la noche:
Tiempo suficiente para realizar una oración de cuatro ciclos antes de la media noche, en este caso únicamente se autoriza realizar esta oración.
f.- Tiempo común entre la oración del ocaso y la oración de la noche:
Desde que finaliza el tiempo específico de la oración del ocaso hasta el momento que comienza el tiempo específico de la oración de la noche.
La Shî‘ah durante este período común admite la realización de estas dos oraciones sin ningún intervalo. Los Ahlî Sunnah opinan que desde el inicio del ocaso hasta que desaparece el shafaq (rojizo que aparece en el cielo simultáneo al ocaso) en el occidente, es el tiempo específico para la oración del ocaso. En este tiempo no deberá realizar la oración de la noche; y después del shafaq hasta la media noche es el tiempo específico para realizar la oración de la noche, denegando el permiso para la realización de la oración del ocaso.
En conclusión: según lo dictaminado por la Shî‘ah, desde que inicia el medio día puede ser realizada la oración del medio día (tiempo específico) y sin demora alguna iniciar la oración de la tarde (tiempo común), o dejar para el último momento la oración del medio día (tiempo común) e inmediatamente después de ésta, iniciar la oración de la tarde (tiempo específico), y en esta forma aunar dos oraciones; aunque es preferible realizar la oración de la tarde después del zaûâl -desaparición de la sombra- y la oración del medio día cuando la sombra de un objeto llega a medir lo mismo que éste, o dicho de otro modo, las dos oraciones en sus momentos específicos.
De la misma manera cuando llega la hora -especificada por la Sharî‘ah- de la puesta del sol, es posible realizar la oración del ocaso (tiempo específico) y sin demora iniciar la oración de la noche (tiempo común), o demorar la oración del ocaso (tiempo común) hasta el último momento e inmediatamente iniciar la oración de la noche (en su tiempo específico) y de esta forma unir entre las dos oraciones; siendo preferible realizar la oración del ocaso en su tiempo específico y la oración de la noche cuando desaparezca por completo el tinte rojizo que se extiende en el cielo antes de la declinación del sol.
Esto es lo relativo a la opinión de la Shî‘ah, no obstante los Ahlî Sunnah no consideran permisible de forma general unir las oraciones del medio día y la tarde o las del ocaso y la noche, en cualquier lugar y en cualquier momento. Por lo tanto el tema que ponemos a discusión es relativo a la posibilidad de aunar dos oraciones en cualquier lugar y en cualquier momento, de tal modo que las dos oraciones sean realizadas en el tiempo de una de ésta, de la misma forma que se unen la oración de ‘Arafah y la de Muzdalafah.
5. Todos los musulmanes en este asunto están de acuerdo en que el Mensajero de Dios(BPD) realizaba la unión de dos oraciones; dividiéndose la interpretación de esta narración en dos explicaciones:
a.- La Shî‘ah asegura que de este comportamiento se deduce que inmediatamente después de realizar la oración del medio día (tiempo específico) puede iniciarse la oración de la tarde; así también, inmediatamente después de haber realizado la oración del ocaso (tiempo específico) es posible iniciar la de la noche, sin tener nada que ver con el tiempo, lugar o situación en la que se encuentre la persona, siendo autorizada la vinculación de estas en cualquier postura.
b.- Los demás sostienen que esta narración se refiere a que la oración del medio día deberá retardarse y la oración de la tarde realizarse al inicio de su tiempo, de igual manera: la oración del ocaso debe demorarse hasta el último momento y la de la noche realizarse al inicio de su tiempo.
Seguidamente, para disipar cualquier duda que hubiera a este respecto, analizaremos las narraciones existentes y, basándonos en su contenido, demostraremos que a la Shî‘ah le avala la razón en cuanto a lo expuesto anteriormente:
1. Ahmad ibn Hanbal, iniciador de la escuela hanbalî, en su Musnad narra de boca de Yâbir ibn Zaîd: “Yo escuché decir a ibn ‘Abbâs: -Realicé, al lado del Profeta(BPD) ocho ciclos de oración (refiriéndose a la oración del medio día y la tarde) y también siete ciclos (ocaso y noche). Y añade: Comenté a Abû Sha‘zâ: -Creo que el Mensajero Divino(BPD) retrasó la oración del medio día, y la de la tarde la realizó antes, igualmente retrasó la oración del ocaso, y la de la noche la llevó a cabo más temprano. -Yo opino lo mismo- contestó Abû Sha‘zâ”.
De esta narración fácilmente se deduce que el Profeta(BPD) aunó las oraciones del medio día y la tarde, y después las del ocaso y la noche sin intervalo, entre cada una de ellas.
2. Ahmad ibn Hanbal registra de ‘Abdul.lah ibn Shaqîq el siguiente hadîz: “Después de que finalizó la oración de la tarde, Ibn ‘Abbâs, comenzó a conversar hasta que se puso el sol, aparecieron las estrellas y se dejó oír el llamado a la oración. Entonces se levantó un hombre de los Bani Tamîm y repitió tres veces: as-Salat, as-Salat, as-Salat (la oración). Ibn ‘Abbâs, que le había molestado la actitud de este hombre, entonces desafiante dijo: Acaso vos queréis enseñarme cuál es la sunnah del Profeta(BPD)? Yo soy testigo de que Rasulil.lah(BPD) vinculaba la oración del medio día con la de la tarde y la del ocaso con la de la noche.
‘Abdul.lah narra: Este asunto creó en mi una duda, por ello un día que me encontraba con Abû Huraîrah le pregunté respecto a esto y él confirmó las palabras de Ibn ‘Abbâs”.
En este hadîz, dos de los sahâbah ‘Abdul.lah ibn ‘Abbâs y Abû Huraîrah, son testigos de que el Profeta(BPD)unió el rezo del medio día con el de la tarde y el del ocaso con el de la noche. Ibn ‘Abbâs era imitador, pues, del comportamiento del Mensajero de Dios(BPD).
3. Mâlik ibn Anas -fundador de la escuela mâlikî- en su libro Muwatta’ escribe lo siguiente: “El Mensajero Divino(BPD) realizó su oración uniendo la del medio día con la de la tarde y la del ocaso con la de la noche, y no se encontraba de viaje ni en ninguna situación crítica”.
4. Mâlik ibn Anas, narra de Ma‘âdh ibn Yabal lo siguiente: “El Mensajero Divino(BPD) realizó la oración del medio día y la tarde sin intervalo, y la del ocaso y la noche de la misma forma”.
5. Mâlik ibn Anas relata de Nâfi‘ y éste a su vez de ‘Abdul.lah ibn ‘Umar el siguiente hadîz: “Cuando el mensajero Divino(BPD) tenía prisa por cursar algún camino, llevaba a cabo su oración del ocaso y la noche sin intervalo”.
6. Mâlik ibn Anas, de Abû Huraîrah expone: “El Mensajero Divino(BPD) en el camino hacia Tabûk efectuaba su oración de la tarde inmediatamente después de la del medio día”.
7. Mâlik en su obra Muwatta’ narra lo siguiente: “Cuando los Emires rezaban la oración colectiva -refiriéndose a la del ocaso y la noche- bajo la lluvia, las unían; al igual que ‘Abdul.lah ibn ‘Umar que las realizaba sin intervalo”.
8. Mâlik ibn Anas narra de ‘Alî ibn Husaîn lo siguiente: “Cada vez que el Enviado de Al.lah(BPD) quería viajar de día, realizaba la oración del medio día e inmediatamente después la de la tarde; y cuando quería cruzar algún camino de noche, realizaba la oración del ocaso y sin demora, iniciaba la de la noche”.
9. Muhammad Zarâqanî, en el Muwatta’, cuenta de Abî Sha‘zâ lo siguiente: “Un día que ‘Abdul.lah ibn ‘Abbâs se encontraba en Basora, ejecutó la oración de la tarde inmediatamente después de la del medio día sin dejar un intervalo entre ambas; las oraciones del ocaso y la noche las realizó de la misma manera una tras otra”.
10. Zarâqanî cuenta de Tabarânî y éste a su vez de Ibn Mas‘ûd que: “El Enviado de Al.lah(BPD), realizó juntas tanto la oración del medio día y la de la tarde, como la del ocaso y la noche. Le preguntaron la causa de este comportamiento, quien contestó: -Para que no sea complicado ni embarazoso para mi comunidad”.
11. Muslim ibn Huyyây cuenta de Abû Zabaîrû y éste a su vez de Sa’îd ibn Yubaîr que Ibn ‘Abbâs asegura: “El Mensajero Divino(BPD), -mientras se encontraba en Medina- sin temor de nada, ni tampoco encontrarse de viaje unió la oración del medio día con la de la tarde”. -Ibn ‘Abbâs como explicación al comportamiento del Profeta(BPD) dijo que el Mensajero(BPD) no quería que fuese dificultoso para su comunidad.
12. Muslim en su Sahîh relata de Ibn Yubaîr y éste de Ibn ‘Abbâs: “El Mensajero de Al.lah(BPD), estando en Medina, cuando finalizó la oración del medio día, sin demora inició la de la tarde, e inmediatamente después de finalizar la oración del ocaso realizó la de la noche, sin que tuviese temor o estuviese lloviendo. -Entonces Sa‘îd ibn Yubaîr agrega- Pregunté a Ibn ‘Abbâs: -¿Por qué el Mensajero de Al.lah(BPD) actuó así? -No quería que fuese compilado para su comunidad -me aseguró”.
13. ‘Abdul.lah Bujârî menciona esta polémica en un capítulo bajo el nombre “Bâbu ta’jîr izh-Zhuhr ilal ‘Asr -atrasar el rezo del medio día a la tarde- siendo éste el mejor testigo para demostrar que es permisible retrasar la oración del medio día y sin intervalo realizar la de la tarde. Bujârî en dicho capítulo menciona el siguiente relato: “El Mensajero de Al.lah(BPD) oró en Medina siete ciclos (la oración del ocaso y la noche) y ocho ciclos (la oración del medio día y la tarde)”.
Esta narración confirma que no sólo puede retardarse la oración del medio día y en el tiempo común realizar ambas, sino que aquellos que verdaderamente siguen la sunnah del Profeta(BPD) pueden también retrasar la oración del ocaso y llevar a cabo ambas en el tiempo común de la oración de la noche.
14. Y en otro capítulo de la obra, Bujârî dice: “El Enviado de Al.lah(BPD) unió la oración del ocaso con la de la noche, sin dejar intervalo”.
15. Muslim ibn Huyyây en su Sahîh expone: “Un hombre increpó a Ibn ‘Abbâs: ¡As-Salat! -Éste no le respondió. Nuevamente el hombre le dijo: ¡As-Salat!, ya que Ibn ‘Abbâs no tuvo reacción alguna, por tercera y cuarta vez repitió: ¡As-Salat! ¡As-Salat! -Ibn ‘Abbâs enfurecido por la actitud de este hombre le contestó: ¡Acaso quieres enseñarme cómo y cuándo debo realizar la oración? ¡Mientras que al lado del Enviado de Al.lah(BPD) aunábamos dos oraciones realizando éstas en un solo tiempo?”
16. Muslim cuenta: “El Mensajero Divino(BPD) en su viaje a la batalla de Tabûk realizó las oraciones del medio día y la tarde, y las del ocaso y la noche sin intervalo. Sa‘îd ibn Yubaîr preguntó a Ibn ‘Abbâs acerca de la conducta del Mensajero de Dios(BPD), quién le respondió: -Quiere evitar molestias a su comunidad”.
17. Muslim ibn Huyyây narra de Ma`âdh lo siguiente: “Acompañé al Enviado de Al.lah(BPD) en el enfrentamiento con Tabûk, entonces nos retiramos y éste(BPD) realizó la oración del medio día y la tarde sin intervalo y la oración del ocaso y la noche de la misma forma”.
18. Mâlik ibn Anas en su otra Muwatta’ relata: “Ibn Shahâb preguntó a Sâlim ibn ‘Abdul.lah: -¿Acaso puede unirse la oración del medio día y la tarde cuando se está de viaje? -Le respondió afirmativamente y luego agregó: No hay ningún impedimento, ¿acaso no has visto como realizan la oración de ‘Arafah -refiriéndose a los musulmanes cuando van a ‘Arafât-?”
Es necesario mencionar aquí que todos los musulmanes consideran conveniente demorar la oración del medio día para unirla con la de la tarde el día de ‘Arafah en ‘Arafât. Respecto a esto Sâlim ibn ‘Abdul.lah opina que tal y como los musulmanes vinculan las dos oraciones (la del medio día con la de la tarde) el día de ‘Arafah, igualmente es permisible que lo realicen en otras ocasiones.
19. Muttaqî Hindî en el Kanzul ‘Ummâl expone: “‘Abdul.lah ibn ‘Umar dijo: El Mensajero de Al.lah, sin encontrarse en situación comprometida ni de viaje, unió la oración del medio día con la de la tarde y también la del ocaso y la noche. -Entonces un hombre le preguntó a Ibn ‘Umar: ¿Por qué el Mensajero de Al.lah(BPD) actuó de esta manera? -Respondiendo éste: Para que su gente no se aflija ni apesare, cuando alguien quiere vincular dos oraciones”.
20. La siguiente narración fue extraída del Kanzul ‘Ummâl: “Yâbir ibn ‘Abdul.lah afirma” El Mensajero de Al.lah(BPD) realizó juntas la oración del medio día y la tarde, con un adhân y dos iqâmah”.
21. El Kanzul ‘Ummâl, recuerda el siguiente hadîz: “Yubair ibn ‘Abdul.lah afirma que un día que el Mensajero de Al.lah(BPD) se encontraba en la Meca, llegó la puesta del Sol, y cuando éste (BPD) arribó a la región de Saraf (región situada a nueve millas de la Meca) realizó juntas la oración del ocaso y la noche”.
22. Esta misma obra narra de Ibn ‘Abbâs: “Un día el Mensajero de Al.lah(BPD) estando en Medina, unió la oración del medio día con la de la tarde y la oración del ocaso con la de la noche sin que se encontrase de viaje ni estuviese lloviendo; -Râwî (el narrador) continúa: ¿Pregunté a Ibn ‘Abbâs ¿por qué Rasulil.lah(BPD) juntó las oraciones? -Me respondió: Ya que quería enseñar a su comunidad las diferentes alternativas para realizar la oración”.
Basándonos en las narraciones antes mencionadas, recapitularemos las causas evidentes de la validez de la interpretación del termino “aunar” desde el punto de vista Shî‘ah.
1.- Unir dos oraciones en un tiempo, con objeto de facilitar y evitar dificultades a la gente.
Muchas de las narraciones, demuestran que si no vinculamos la oración del medio día con la de la tarde o la del ocaso con la de la noche, puede causar molestias o complicaciones a las actividades de los musulmanes; por ello el Profeta(BPD) para crear una costumbre y facilitar la realización de la oración entre la gente, al unir dos oraciones en un tiempo declara permisible este hecho. A este respecto se refieren los hadices número diez, dieciséis, diecinueve y veintidós arriba mencionados
En caso de que estas narraciones sugieran que pueden ser unidas dos oraciones, basándonos en la opinión de los Ahlî Sunnah respecto al “último tiempo” específico, por ejemplo: realizar la oración del medio día en su último tiempo específico (o sea: momento en el que la sombra de cada objeto llegue a alcanzar la medida de éste), de tal forma que sean vinculadas estas dos, realizándolas en un tiempo determinado y limitado; es evidente que ello no causaría facilidad ni comodidad alguna, sino todo lo contrario. Mientras que el objeto de unir dos oraciones es proporcionar al orante una disposición a la oración sin gran trabajo.
Es pues evidente, que se refiere a que es posible unir dos oraciones mientras dure el tiempo común, ya sea al principio de éste o al final, y en ningún momento se refiere a que se deba demorar la primera realizándola al final de su tiempo específico y se lleve a cabo la segunda al inicio de su tiempo específico.
2. Unir dos oraciones en un tiempo el día de ‘Arafah; condición que manifiesta el modo de unir dos oraciones.
Todas las escuelas islámicas aceptan que pueden vincularse la oración del medio día con la de la tarde en un tiempo específico el día de ‘Arafah . Por otra parte algunas de las narraciones antes mencionadas declaran que juntar dos oraciones como en ‘Arafah en otras circunstancias, también está permitido, pudiendo ser otro día que no sea el día de ‘Arafah, y otra región fuera de la región de ‘Arafât. Véase el hadîz número dieciocho.
Por ello, así como el día de ‘Arafah pueden ser unidas estas dos oraciones en el tiempo de la oración de la tarde -opinión general de todos los musulmanes -, fuera de este día también está autorizado este acto.
3. Unión de dos oraciones durante el viaje, condición que manifiesta el modo de unir dos oraciones.
Por una parte los sabios hanbalî, mâlikî y shafî`î consienten en unir dos oraciones mientras se está de viaje. Por otra parte, de las narraciones mencionadas se deduce que este parecer no es únicamente para el viajero, pudiendo cualquier persona actuar según este dictamen sin que sea necesario encontrarse de viaje, pues el Mensajero del Islam(BPD) ya sea que se encontrase de viaje o residiendo en un lugar, aunaba las oraciones. Para ello véase los hadices número tres, once, trece, diecinueve y veintidós. Basándonos en ello, tal como está autorizado (en la Shî‘ah) vincular dos oraciones en un tiempo durante el viaje, así también lo está cuando se reside en forma permanente en un lugar.
4. Vinculación de dos oraciones en situaciones apremiantes, condición que manifiesta el modo de unir dos oraciones.
Muchas narraciones que se encuentran registradas en los Sihâh y Masânîd demuestran que el Mensajero de Dios (BPD) y sus compañeros cercanos realizaron la oración uniendo dos de ellas en un solo tiempo (según la forma especificada por la Shî‘ah): mientras llovía, temían ser atacados por el enemigo o en caso de enfermedad.
Muchos de los sabios de las diferentes escuelas islámicas, han autorizado, en algunas situaciones apremiantes, unir dos oraciones en un tiempo; mientras que basándonos en las narraciones aquí presentadas, vemos que no existe diferencia (para la unión de dos oraciones) entre una situación apremiante o fuera de ésta.
A este respecto véase los hadices número tres, once, doce y veintidós.
5. Comportamiento de los Sahâbah del Mensajero de Dios(BPD), condición que manifiesta el modo de unir dos oraciones.
En las narraciones mencionadas encontramos que muchos de los compañeros del Profeta(BPD) realizaban dos oraciones en un mismo tiempo; tal es el caso de Ibn ‘Abbâs quién demoró la oración del ocaso hasta que obscureció por completo y se dejaron ver las estrellas en el cielo, y aún cuando los presentes le recordaban la oración: “¡As Salât!” -indicándole que ya había terminado su tiempo específico- Ibn ‘Abbâs no les prestó atención. Finalmente realizó la oración después de un tiempo de haberse iniciado la noche y como respuesta a aquellos que se habían disgustado, argumentó: “Yo fui testigo de que el Mensajero del Islam(BPD) también realizaba así su oración”, siendo respaldado por Ibn Harîrah. Como confirmación de lo anterior, véase los hadices número: dos, siete, nueve y quince ya mencionados.
6. Conducta del Mensajero de Dios(BPD), condición que manifiesta el modo de unir las oraciones.
En el hadîz veintiuno se advierte que el Profeta(BPD) cuando llegó el ocaso se encontraba aún en la Ciudad de la Meca y demoró su oración, hasta que llegó a la región de Saraf ya bien entrada la noche y llevó a cabo sus oraciones en el tiempo de la oración de la noche.
Todas las narraciones aquí mencionadas han sido extraídas de fuentes fidedignas y de los Sahâh y Masânîd de la escuela Sunnah, las cuales evidencian la autenticidad del dictamen de la Shî‘ah, respecto a vincular dos oraciones, la del medio día con la de la tarde o la del ocaso con la de la noche en un tiempo sin que sea necesario limitarse este acto a quienes se encuentren en una situación apremiante o en un lugar específico como en ‘Arafât.

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