sábado, 25 de septiembre de 2010

sobre del jihad ofensivo

Redactores árabes: Dejen de hablar del Jihad ofensivo

Uno de los temas dominantes durante el Ramadán en el mundo árabe es la discusión en los medios de comunicación y en los círculos religiosos, del mandamiento del Jihad y la obligación en este de emprender la guerra contra los infieles. [1] Dos artículos en la prensa saudita y egipcia respectivamente, se pronunciaron en contra de esta "guerra santa ofensiva".


El columnista Khaled Al-'Ghanami escribió en el diario saudita Al-Watan en contra de los extremistas que llaman al Jihad contra los infieles y sostiene que es la mejor manera de propagar el Islam. Este dijo que los medios de comunicación de hoy día ofrecen una variedad de maneras de difundir el mensaje del Islam, de modo que no existe ninguna justificación para hacer la guerra. Al-'Ghanami dividió a los partidarios del Jihad ofensivo en dos grupos: aquellos que llaman al Jihad inmediato y los que piensan que mientras los musulmanes sean débiles no existe ningún punto en discutir el Jihad.


En su columna sobre el Corán y el Sunna en el diario egipcio Al-Gomhouriyya, 'Abdallah Al-Naggar escribió acerca de los predicadores que se centran en el Jihad ofensivo durante Ramadán, refiriéndose en particular a los predicadores en Egipto, que insisten en esta cuestión el día 10 del mes de Ramadán - la fecha en el calendario islámico en el que Egipto celebra la "victoria" de la guerra de 1973 con Israel. Este sugirió que en nuestra época es mejor hacer hincapié en el Jihad como auto-defensa, no ofensivo, agregando que los musulmanes en la actualidad no tienen la fuerza o la fe que les permita instituir el Islam en todo el mundo (Esto lo coloca en la segunda de las Categorías de Al-'Ghanami's).


Lo siguiente son extractos de las dos columnas:


Gracias a la televisión por satélite e Internet, no existe ninguna justificación para que sea el Jihad el que difunda el Islam


Al-'Ghanami escribió en su columna: "Los clérigos musulmanes han categorizado el [mandamiento del] 'Jihad por el bien de Alá y la guerra' en dos tipos: el Jihad ofensivo y el Jihad defensivo. Todas las naciones del mundo, a excepción de unos cuantos sufíes y gente que cree en someterse al destino, aceptan la legitimidad del Jihad defensivo - es decir, la auto-defensa.


"El Jihad ofensivo significa redadas preventivas: el Imam de los musulmanes declara el Jihad, que tiene como objetivo la conquista de las tierras no islámicas y luego o impone el jizya [impuesto para los no-musulmanes] sobre ellos y [que viven en paz] con ellos, o que sus habitantes se conviertan al Islam por su propia voluntad. Este tipo de Jihad era la costumbre cuando no había medios de propagar la religión y la gente vivía en la ignorancia total sobre el Islam. Es por eso que este tipo de Jihad fue legitimado - como una manera de desterrar esta ignorancia y eliminar la tiranía de los reyes que oprimían a los débiles y les negaban la libertad de elegir su religión o su forma de vida.


"Hoy día, cuando existen otras maneras de transmitir el mensaje del Islam a la humanidad, a través de los medios de comunicación - incluyendo los canales de televisión por satélite e Internet - ya no hay ninguna justificación [por el Jihad ofensivo] a fin de transmitir el mensaje del Islam a la humanidad. Este mensaje ya ha llegado y por lo tanto "Dejen al que quiera creer y, dejen al que quiera (rechazarlo) [Corán 18:29]', ya que [el Corán declara:] 'Que no haya coacción en la religión [Corán 2:256]'.


"[La idea] de forzar a la gente a convertirse es completamente ilógica. Cuando la espada descansa en el cuello del hombre que uno desea convertir, él le dirá lo que uno quiere [escuchar] - pero la fe en su corazón seguirá siendo la de su propia voluntad.


"La idea de ataque y conquista por la fuerza es considerada altamente impropia, incluso en grandes segmentos de predicadores que abogan por la solución islámica - y sobre todo entre aquellos que viven en Europa, que disfrutan de la libertad de esos países, tales como la atención de la salud y la educación. Ellos saben que no podrán disponer de una cuarta parte de los derechos [que ahora tienen] si la identidad de esos países cambia [e.d. si son conquistados por el Islam]...


"[Por el contrario], existen aquellos, si bien son pocos, que piensan que los gobernantes musulmanes deben declarar el Jihad a todos los habitantes del planeta de manera que nos montaremos [sobre] nuestros caballos y camellos, nos apoderaremos de la Torre Eiffel por la espada y enderezaremos la torre inclinada de Pisa.


"Otros, un poco más sabios, creen que nosotros [los musulmanes] estamos en un estado de debilidad y por esta razón debemos sentarnos a esperar hasta que la era de nuestra fuerza regrese. Luego regresaremos de nuevo a los caballos, espadas y redadas; pero mientras la debilidad se imponga, no hay nada vergonzoso sobre el taqiyya [es decir, ocultar nuestra fe] hasta que haya llegado el momento. Si esto no es hipocresía, no sé lo que es. Hace unos días, leí el manifiesto de alguien que tiene este punto de vista [2] - un manifiesto en el que plantea todo este asunto de nuevo. [Está escrito] en esa misma melodía [antigua], basada en el supuesto de que el mundo no sabe leer, no controla y no entiende [lo que estamos diciendo], que teme nuestro tono y nuestra religión y que no está prestando atención a las llamadas de asesinar, a la tiranía y la agresión que nosotros estamos esparciendo.


"No me sorprende en lo absoluto estas personas, que no aman a su patria y no la colocan en el tope de su agenda. La idea de un [estado supranacional musulmán] oculta un potencial devastador y la capacidad de cegar personas - hasta el punto de que un miembro del grupo [que defiende esta idea] podría ver el mundo entero como su patria, incluyendo la parte que aún no ha invadido con espadas y lanzas. [Pero] lo que es asombroso es la capacidad de estas personas de mantener esta voz extremista en la esfera pública...


"Al mismo tiempo, nos encontramos con que las voces libres que están conduciendo un debate profundo y esencial acerca de estas cuestiones no tienen ninguna oportunidad de hacerse escuchar en público en lo absoluto. La voz moderada, que es el camino de este país [es decir, Arabia Saudita] liderado por el Rey 'Abdallah bin 'Abd Al-'Aziz, debe ser escuchada más entre el público en general y debe tener absoluta libertad para criticar estos puntos de vista extremistas que sólo traen el mal y la catástrofe. Estas voces extremistas son la razón por la derrota de muchas de nuestras justas demandas, incluyendo nuestro derecho a la tierra ocupada y a [nuestra exigencia de que] la parte culpable de esa ocupación, [es decir Israel] sea condenado". [3]


En nuestras circunstancias, debemos hacer hincapié en el Jihad como autodefensa


'Abdallah Al-Naggar escribió en su columna: "Eventos [históricos] que tuvieron lugar durante el Ramadán requieren que los predicadores hablen de batallas y del Jihad, en particular los días 10, 17 y [20 de cada mes]. El día 10 fue el conflicto exitoso en los tiempos modernos entre los árabes e Israel [es decir, la Guerra de 1973], que terminó en una victoria que le devolvió a los árabes el respeto... Debido a que este evento se produjo el 10 de Ramadán, los programas de [televisión] se llenaron de opiniones y la páginas de los [periódicos] se llenaron de escritos sobre este hecho, [con los oradores y escritores] vinculando este acontecimiento a los preceptos de la religión islámica sobre el Jihad y la defensa de la tierra y la patria.


"Asimismo, el 17 de Ramadán se produjo la Batalla de Badr, [4] y el 20 fue la conquista de la Meca por [Mahoma]. Por esta razón, el mes de Ramadán es un terreno fértil para las conversaciones sobre [el concepto del Jihad] y la defensa en el Islam.


"Durante décadas, e incluso siglos... aquellos que hablaron de este asunto [es decir, el Jihad] no lo manipularon [adecuadamente]. Estos se centraron en el aspecto de la fuerza - que era una de las características de los musulmanes en esa época [primera] - y sobre lo que sucedió junto con el uso de la fuerza - es decir, matar a los enemigos, triunfar sobre ellos y decapitar a los que obstinadamente se opusieron a la predica del Islam en su estado primitivo, o que incitaron en su contra.


"Hoy día, las circunstancias de los musulmanes son diferentes y las platicas que hablan de este aspecto [del Jihad] requieren un enfoque inteligente, que haga hincapié en el aspecto de la auto-defensa, en lugar de la agresión y el ataque. Alá no les ordenó a los musulmanes atacar; exigió que lucharan contra los que los combaten a ellos. Tal como dice el Corán: 'Luchen por la causa de Alá contra quienes combatan contra ustedes, pero no transgredan los límites, porque Alá no ama a los transgresores', y 'si te atacan, dales muerte [Corán 2:190-191]'.


"Algunos de estos altavoces están todavía cautivos al pasado islámico primitivo. Mencionando este pasado tal vez es útil para levantar la moral, pero despierta la enemistad de la gente que piensa mal de nosotros y que les gustaría vernos desaparecer en la tierra, con toda la memoria de nosotros perdida, cada vez que les recordamos lo que les hicimos en el pasado.


"No hay nada en el mundo que podamos utilizar para repeler [la fuerza de estas personas] y nuestros corazones no tienen una fe que nos haga capaces de triunfar sobre ellos. Por esta razón, hay una necesidad de sabiduría en nuestros debates apasionados de guerra y batallas". [5]

No hay comentarios:

Publicar un comentario