lunes, 20 de diciembre de 2010

NAZIK AL MALAIKA :POETA LIBERADORA DE LA POESÍA ÁRABE

NAZIK AL MALAIKA :POETA LIBERADORA DE LA POESÍA ÁRABE
POR NAZARIO SOTO.
para el querido colibrí.
Me hundiría hasta el fondo de mi sangre. Para llevar la carga con los hombres y levantar la Vida nuevamente.
N. A. M.

Antes de 1940 la poesía árabe estaba esclavizada por una exigente forma ceñidísima llamada casida, calvario de los autores modernos, y que consiste en una retahíla de 30 a 100 versos monorrimos y del mismo metro; un brutal corsé que ahogaba la creatividad imaginativa.. hasta que el 27 de Octubre de 1947 una joven iraquí de 26 años, de padre y madre también poetas, entró en la sala familiar (como cuenta la arabista española Leonor Martínez Martín en su Antología de Poesía Árabe Contemporánea) llevando en sus manos el poema el Cólera que fue leído por su padre(por cierto que parece una crónica del México militarizado del la actualidad):
Surgió la aurora
Escucha atentamente los pasos de los caminantes
en el silencio del amanecer. Escucha, mira la caravana de los
que lloran.
Diez muertos, veinte...
No cuentes, observa a los que lloran.
Escucha la voz del pobre niño.
Muertos, muertos, se perdió la cuenta.
Muertos, muertos, no queda futuro.
En cada lugar hay un cuerpo al que un allegado llora.
Una mirada. No es ni corazón ni silencio.
Esto es lo que hizo la mano de la muerte.
¡La muerte! ¡La muerte! ¡La muerte!
La humanidad se lamenta, se lamenta de lo que perpetra la muerte.
Después de darle lectura en voz alta, el papá cuestionó fuertemente:
"¿qué significa esto? Puro delirio, ¿dónde está el metro? ¿ y la rima?"
Levantó un intenso debate entre la familia, que la criticaba y denostaba. Nazik Malaika respondió:
-Te digo que todos se burlan de mí, pero a pesar de ello estoy segura de que esta casida será el principio de una nueva era en la poesía árabe.Y al final de la discusión para rematar, ante la estupefacción de sus padres y hermanos:
-Decid lo que queráis. Os juro que hoy soy más poeta, puesto que he dado a la poesía árabe algo de valor.
Y claro que el tiempo le daría la razón. A partir de ese momento surge la poesía libre o liberada conocida como Hurr, democratizando el uso de la técnica y ampliando sus recursos.
Nazik Al Malaika :Poeta, músico y profesora iraquí, una de las poetas más influyentes en la literatura de Irak y una de las pioneras del movimiento del “verso libre”.
actividades artísticas, siendo aficionada a la poesía, escribiendo sus primeros poemas en árabe clásico y publicándolos en revistas y periódicos.Autora de la novela de corte psicológico titulada Yasmin. Paralelamente a la escritura aprendió a tocar el laúd en el Fine Arts Institute. Realizó estudios de inglés y francés que le posibilitaron ganar una beca para estudiar en la Universidad de Princeton (EEUU).Se graduó en Literatura Comparada en la U. de Wisconsin, contribuyo a la fundación de la U. de Basra en su natal Irak.Muere en el Cairo Egipto en 2007.
Y hoy, que el imperio en decadencia lleva años empantanado en su cómoda y cobarde guerra neocolonialista-que no es otra cosa que un vil asesinato en masa hipertecnologizado-y ha reducido la cuna babilónica de la humanidad a un indignante despojo de astillas, lágrimas y cenizas, pero cuyos heroicos pueblos irakí y afgano aún siguen dando la difícil resistencia-que por supuesto terminarán ganando-transcribo otro poema de Malaika como prueba ardiente del poderío de los verdaderos humanos, espero que en verdad nos sirva de ejemplo para no desistir en nuestra propia lucha contra los enemigos internos, que finalmente son los mismos que mantienen, por lo pronto, sometida a la humanidad:
ENAMORADA DE LA NOCHE
La noche pregunta quién soy.
Yo soy su misterio trémulo, profundo, negro,
soy su rebelde silencio.
He velado mi esencia con la quietud
y he envuelto mi corazón con sospechas,
y me he quedado extenuada allí
mirando admirada, mientras los siglos me preguntan
quién soy.
El viento pregunta quién soy.
Yo soy su espíritu perplejo. El tiempo me ha negado
y, como él, carezco de lugar.
Seguimos pasando sin quedarnos.
Cuando alcanzamos el horizonte
lo imaginamos sello que cierra la desgracia.
¡Y he aquí el espacio infinito!
El tiempo pregunta quién soy.
Yo soy como él, un gigante, pliego los siglos
y vuelvo a concederles vida.
Yo creo el lejano pasado
de la seducción, de la fácil esperanza,
y vuelvo a enterrarle yo misma
para forjarme un nuevo ayer
cuyo mañana está helado.
El Yo pregunta quién soy.
Yo soy, como él, indecisión que fija la mirada en la tiniebla.
Nada me da paz.
Continuo preguntando y la respuesta
sigue estando oculta por un espejismo.
Continúo creyéndola próxima,
mas al alcanzarla se disuelve, se extingue, desaparece.

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