Cuando la realidad supera a la ficción 2012

Cuando la realidad supera a la ficción
Los desastres naturales como fuente de inspiración para el cine



Fotograma de El día de mañana - TVELa actualidad informativa hace sombra a los siempre llamativos efectos especiales de los que se nutren las películas más impactantes.

El séptimo arte, adorado por muchos, suele tomar como referente en infinidad de casos la realidad más inmediata que le rodea. El género de las catástrofes naturales, repleto de los magníficos efectos especiales que le caracterizan, es uno de los más impactantes. Pero, en estos días el shock de las imágenes no procede de la gran pantalla sino de la pequeña. El temor a las adversidades climáticas azota al mundo y a sus habitantes. ¿Está advirtiendo el cine sobre el peligro que corre el planeta? o ¿es sólo ficción?

La imagen de un mundo devastado
Hace poco más de un mes que se estrenaba en la gran pantalla La carretera (The Road), una magistral adaptación de la homónima novela del ganador del Premio Pulitzer Cormac McCarthy. La imagen de un mundo devastado estremeció a los millones de personas en todo el mundo que leyeron el libro o vieron la película. Y sin embargo, ahora la Tierra tiembla ante las numerosas catástrofes que se vienen sucediendo.

Pero si se habla de alarmas es imposible dejar al margen el reciente film 2012 de Roland Emmerich, reconocido director que ha tratado en varias ocasiones el dramatismo de la destrucción del mundo como en Independence day o El día de mañana. En su última producción, el cineasta toma como percha la predicción maya según la cual el mundo será destruido el 22 de diciembre de 2012. Plagada de efectos especiales, el advenimiento del fin se plasma en la pantalla haciendo las delicias de los apocalípticos.


Cuando la Tierra tiembla
Muchos serán los que recuerden la película Terremoto protagonizada por el desaparecido Charlton Heston y que es considerada la mejor producción de este género. Sus imágenes, plagadas de impresionantes efectos especiales, conmocionaron a los cinéfilos. Más de 30 años después de su estreno, la tierra ha temblado en Haití y en Chile con devastadoras consecuencias. Los respectivos seísmos de 7,3 y 8,8 grados en la escala Richter han provocado numerosas pérdidas tanto humanas como materiales.

No se sabe si coincidencia o no, pero el popular creador de la serie Lost, J.J. Abrams, va a realizar una nueva película para Universal Pictures sobre un terremoto. No existe mucha información sobre la producción ya que está envuelta en un gran secretismo. Sin duda, el afamado director podrá tomar como fuente de inspiración las recientes desgracias en ambos países americanos.

La tormenta perfecta
Recientemente las alarmas saltaron en Europa cuando se anunciaba que una poderosa ciclogénesis iba a asolar el continente. Y así fue, ya que a su paso dejó más de 60 muertos en total. En nuestro país, tan sólo han sido tres los fallecidos, pero en el país vecino, Francia, la cifra ascendió a 47 muertos. Todos los ciudadanos tendrían en mente los fotogramas de la adaptación de la novela de Sebastian Junger de La tormenta perfecta.

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En ella George Clooney y Mark Wahlberg daban vida a una historia real en la que una fuerte tormenta cogía por sorpresa a unos pescadores en alta mar donde se enfrentaba a olas de más de 25 metros. Y en relación con la realidad más reciente, dos personas perdían la vida en un crucero por el Mediterráneo cuando una ola gigante azotó la embarcación.

Inundaciones y glaciares
En El día de mañana, del ya mencionado Roland Emmerich, la comunidad científica se encontraba preocupada por el desprendimiento de un gran iceberg y los trastornos medioambientales que a nivel mundial podía provocar… y provocó. Granizos que destrozan Tokio, nieve en Nueva Delhi, huracanes que asolan Hawaii, tornados que devastan Los Ángeles e inundaciones que acaban con la ciudad de Nueva York.

Esto fue lo que ocurrió en la ficción, mientras que hace unos días un iceberg de 2.500 kilómetros cuadrados se ha desprendido de la lengua del glaciar Mertz. Al igual que en el film, los científicos temen un cambio en el sistema de circulación del océano cuyas consecuencias podrían ser de gran importancia para la vida marítima. Sin embargo, en esta ocasión, nada hace prever que los resultados sean similares a los de la película. No hay que hacer saltar las alarmas, por el momento parece que la ficción seguirá siendo lo que es, ficción.

Con mayor o menor realismo, los desastres naturales siempre han atraído a un gran público a las salas de cine. Sin embargo, la actualidad más inmediata está repleta de casos reales que no precisan efectos especiales. Por este motivo, los espectadores buscan relajarse ante historias irreales como Avatar, coronada como la segunda película más taquillera de la historia, con una ficción sin baños de realidad.



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