jueves, 6 de enero de 2011

La tormenta solar del fin del mundo

La tormenta solar del fin del mundo

JOSÉ MANUEL NIEVES | MADRID


Actualizado Miércoles , 24-02-10 a las 14 : 11
El escenario podría ser cualquier gran ciudad de Estados Unidos, China o Europa. La hora, por ejemplo, poco después del anochecer de cualquier día entre mayo y septiembre de 2012. El cielo, de repente, aparece adornado con un gran manto de luces brillantes que oscilan como banderas al viento. Da igual que no estemos cerca del Polo Norte, donde las auroras suelen ser comunes. Podría tratarse perfectamente de Nueva York, Madrid o Pekín. Pasados unos segundos, las bombillas empiezan a parpadear, como si estuvieran a punto de fallar. Después, por un breve instante, brillan con una intensidad inusitada... y se apagan para siempre. En menos de un minuto y medio, toda la ciudad, todo el país, todo el continente, está completamente a oscuras y sin energía eléctrica. Un año después, la situación no ha cambiado. Sigue sin haber suministro y los muertos en las grandes ciudades se cuentan por millones. En todo el planeta está sucediendo lo mismo. ¿El causante del desastre? Una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del Sol.
Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.
«Un posible desastre»Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.
Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.
Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos (imagen bajo estas líneas). En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NAS, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.


El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol. El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones... Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.
Ni agua ni transporte Irónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.
Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.

Una gran tormenta solar acabaría con los transformadores eléctricos. Después escasearía el agua potable y el transporte eléctrico no funcionaría: ni trenes ni metro
Los grandes hospitales, con sus generadores, podrían seguir dando servicio durante cerca de 72 horas. Después de eso, adiós a la medicina moderna. Y la situación, además, no mejoraría durante meses, quizás años enteros, ya que los transformadores quemados no pueden ser reparados, sólo sustituidos por otros nuevos. Y el número de transformadores de reserva es muy limitado, así como los equipos especializados que se encargan de instalarlos, una tarea que lleva cerca de una semana de trabajo intensivo. Una vez agotados, habría que fabricar todos los demás, y el actual proceso de fabricación de un transformador eléctrico dura casi un año completo...
El informe calcula que lo mismo sucedería con los oleoductos de gas natural y combustible, que necesitan energía eléctrica para funcionar. Y en cuanto a las centrales de carbón, quemarían sus reservas de combustible en menos de treinta días. Unas reservas que, al estar paralizado el transporte por la falta de combustible, no podrían ser sustituidas. Y tampoco las centrales nucleares serían una solución, ya que están programadas para desconectarse automáticamente en cuanto se produzca una avería importante el las redes eléctricas y no volver a funcionar hasta que la electricidad se restablezca.

Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Las primeras víctimas serían aquellas que dependen de un tratamiento médico
Sin calefacción ni refrigeración, la gente empezaría a morir en cuestión de días. Entre las primeras víctimas, todas aquellas personas cuya vida dependa de un tratamiento médico o del suministro regular de sustancias como la insulina. «Si un evento Carrington sucediera ahora mismo -asegura Paul Kintner, un físico del plasma de la Universidad de Cornell, de Nueva York- sus efectos serían diez veces peores que los del huracán Katrina». En realidad, sin embargo, la estimación de este físico se queda muy corta. El informe de la NAS cifra los costes de un evento Carrington en dos billones de dólares sólo durante el primer año (el impacto del Katrina se estimó entre 81 y 125 mil millones de dólares), y considera que el periodo de recuperación oscilaría entre los cuatro y los diez años.
Por supuesto, el informe no se limita a describir escenarios de pesadilla sólo en los Estados Unidos. Tampoco Europa, o China, se librarían de las desastrosas consecuencias de una tormenta geomagnética de gran intensidad.

Tomar precauciones La buena noticia, reza el informe, es que si se dispusiera del tiempo suficiente, las compañías eléctricas podrían tomar precauciones, como ajustar voltajes y cargas en las redes, o restringir las transferencias de energía para evitar fallos en cascada. Pero, ¿Tenemos un sistema de alertas que nos avise a tiempo? Los expertos de la NAS opinan que no. Actualmente, las mejores indicaciones de una tormenta solar en camino proceden del satélite ACE (Advanced Composition Explorer). La nave, lanzada en 1997, sigue una órbita solar que la mantiene siempre entre el Sol y la Tierra. Lo que significa que puede enviar (y envía) continuamente datos sobre la dirección y la velocidad de los vientos solares y otras emisiones de partículas cargadas que tengan como objetivo nuestro planeta.


ACE, pues, podría avisarnos de la inminente llegada de un chorro de plasma como el de 1859 con un adelanto de entre 15 y 45 minutos. Y en teoría, 15 minutos es el tiempo que necesita una compañía eléctrica para prepararse ante una situación de emergencia. Sin embargo, el estudio de los datos obtenidos durante el evento Carrington muetran que la eyección de masa coronal de 1859 tardó bastante menos de 15 minutos en recorrer la distancia que hay desde el ACE hasta la Tierra. Por no contar, además, que ACE tiene ya once años y que sigue trabajando a pesar de haber superado el periodo de actividad para el que había sido diseñado. Algo que se nota en el funcionamiento, a veces defectuoso, de algunos de sus sensores, que se saturarían sin remedio ante un evento de esas proporciones. Y lo peor es que no existen planes para reemplazarlo.


El mundo, probablemente, no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta suceda
Para Daniel Baker, que formó parte de una comisión que hace ya tres años alertó de los problemas de este satélite, «no tener una estrategia para sustituirlo cuando deje de funcionar es una completa locura». De hecho, otros satélites de observación solar, como SOHO, no pueden proporcionarnos alertas tan inmediatas ni tan fiables como las de ACE. Para Baker y los demás investigadores que han elaborado el informe, el mundo probablemente no hará nada para prevenirnos de los efectos de una tormenta solar devastadora hasta que ésta, efectivamente, suceda.
Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos protege de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar.


From: Gustavo Bonavia
gjbonavia@gmail.com

Cambio de los polos magnéticos


GREGG BRADEN



Hoy más que nunca, lo que tengamos dentro de nosotros es lo que nos encontraremos fuera. Si logramos tener un interior armonioso, si encontramos el amor que siempre está al fondo del armario, lograremos encontrar los buenos sentimientos también de los demás. Y nos daremos cuenta de que no hay diferencia entre tú y yo.


¿ES VERDAD QUE LOS POLOS MAGNÉTICOS DE LA TIERRA ESTÁN AHORA MISMO EN PLENO PROCESO DE CAMBIO?

En realidad desde mayo-junio-julio de 2002 las publicaciones científicas dan por ampliamente conocido y aceptado por primera vez que estamos en un proceso de inversión polar.

En los años 60 los geólogos estaban seguros de que la tierra atravesaba por una inversión así periódicamente. Lo sabían por muestras subterráneas, de hielo y fósiles, así como por las partículas magnetizadas que quedaban encerradas en ciertas posiciones en el interior de las rocas terrestres.

Los geólogos estaban tan seguros de ese fenómeno que de hecho tenían cartografiados los últimos cuatro millones y medio de años, y los registros resultantes sugerían que la tierra había pasado por catorce de dichas inversiones de los polos.

En aquella época, 1961 y 1962, los científicos pensaban que la última inversión polar se produjo hacia la época de la última glaciación, hace de diez a doce mil años. También estaban seguros de que iba a volver a suceder, pero no antes de varios milenios, por lo que no había nada de lo que preocuparse.

Pero en los años 90 los geólogos se pusieron a perfeccionar este tipo de información. Se había estado diciendo que faltaban miles de años para que esto volviese a suceder. Empezaron diciendo aquello de: “Bueno, puede pasar pero dentro de unos milenios”.

Pero ahora hay evidencia reciente que procede de muestras de hielo antártico y de Groenlandia que demuestra que eso podría volver a suceder tan pronto como en una década.

Ahora sabemos que en la actualidad los polos se están moviendo. Lo estamos viviendo ahora mismo. No sabemos con exactitud el significado de esto porque, aunque haya pasado catorce veces en los últimos cuatro millones y medio de años, nunca había sucedido con más de seis mil millones de personas viviendo en la tierra.


¿ESTÁS DICIENDO QUE ES DE CONOCIMIENTO GENERALIZADO?

Es de común conocimiento entre las personas que deben saber estas cosas. Por ejemplo, los reglamentos de la Fuerza Aérea Americana dicen que, cuando los polos se mueven entre cinco y ocho grados, las pistas de los aeropuertos deben ser vueltas a numerar para hacer que las cifras se correspondan con los rumbos magnéticos que están viendo los pilotos.

El primer aeropuerto de los Estados Unidos en cumplir esta norma fue Minneapolis/St. Paul, en el que se invirtieron del orden de ochenta y cinco mil dólares para renumerar y adecuar las cabeceras de las pistas.

Pero lo que sucedió en el contexto temporal de mayo-junio-julio de 2002 es que revistas como Nature, Science, Scientific American y New Scientist publicaron artículos en los que se afirmaba que definitivamente nos encontramos en un proceso de inversión magnética, y las notas de agencia de Associated Press lo recogieron.

Los científicos no tienen idea acerca de cuál va a ser el impacto de esto en las rejillas de fuerza electrónicas y electromagnéticas. Es más, no saben lo que supondrá para el sistema inmunológico humano. Ciertas modalidades alternativas de sanación han demostrado la conexión entre el sistema inmunológico y el magnetismo, lo cual también podría llevar aparejado que nuestros sistemas inmunológicos muy bien podrían estar sintonizados con los campos magnéticos de la tierra.

Sabemos que las aves y los animales migran siguiendo las líneas esos campos magnéticos. De ahí que se especule con que los cambios que se están produciendo en esos campos magnéticos sean los responsables del cambio en los patrones migratorios de las aves que se han registrado en Asia y en Norteamérica.

El cambio en los campos también podría explicar por qué las ballenas se están varando. Las líneas de navegación que siguieron las ballenas siempre han cambiado y ahora las conducen a la playa. Cuando las devolvemos al mar y las liberamos, ellas vuelven a alinearse con las mismas líneas magnéticas y, al seguirlas, vuelven a terminar en la playa.

Por lo tanto sí, es de conocimiento generalizado. Las revistas científicas más respetadas dicen que ya estamos en este cambio. Y aunque no sepamos con precisión lo que esto supone, es significativo que esté siendo algo reconocido por esa clase de literatura contrastada y no sólo por revistas especulativas o seudo científicas.


¿CUÁNDO SE RECONOCIÓ POR PRIMERA VEZ ESTE CAMBIO MAGNÉTICO?

Debe haber sido hacia junio o julio de 2002. La gente me envió correos avisando de que lo habían visto y dándome las referencias. También yo mismo encontré referencias en las revistas.


¿SOBREVIVIREMOS A UNA INVERSIÓN POLAR COMPLETA?

Cualquier respuesta a esa pregunta necesariamente pertenece al reino de la especulación, porque en la historia de los registros humanos tradicionales nunca ha sucedido.

Por otro lado, hay tradiciones nativas y antiguas tradiciones bíblicas hebreas que sugieren que puede haberse producido un cambio magnético más recientemente que durante la última glaciación. Eso fue hace 10.000 o 12.000 años, pero dichas tradiciones sugieren que el último cambio puede haber pasado tan recientemente como hace sólo 3.600 años.

Las legendas nativas hablan de un día hace 3.600 años cuando el sol salió por el oeste como siempre lo había hecho, permaneciendo en el cielo más de un día entero para ponerse después por el este, pero al día siguiente salió por el este y se puso por el oeste, como lo hace hoy en día.

Las tradiciones hebreas también cuentan este suceso, añadiendo que sucedió durante una batalla. Los antiguos hebreos lo tomaron como una señal de que uno de los bandos recibió ayuda celestial porque estuvo en la luz lo suficiente para completar la batalla a su favor.

No podemos verificar esto por las rocas o los registros fósiles porque 3.600 años es un periodo de tiempo demasiado corto para que tal acontecimiento se refleje en ellos. Lo único que tenemos son tradiciones, leyendas y mitos preservados en documentos escritos y orales.

Sin embargo, lo que nos cuenta la tradición es que, si fuese a pasar algo así, la gente de la tierra sobreviviría a ello. Se viviría un día realmente extraño pero, si las antiguas leyendas son ciertas, aquello pasó y la gente aparentemente sobrevivió. Pero no sabemos cómo afectó esto a sus vidas.


¿TIENES ALGUNA IDEA ACERCA DE CÓMO PODRÍA ALTERAR LA CONCIENCIA ESTE CAMBIO MAGNÉTICO?

La especulación es que hay una correlación entre el magnetismo y la conciencia. A fin de que comprendamos como pudiera funcionar esa conexión, resulta práctico compararla con la memoria de un ordenador.

De manera similar, tanto investigadores como descendientes de pueblos indígenas creen que, cuando la tierra pase por lo que la ciencia considera una inversión magnética, también atravesará por un enorme cambio y limpieza de su conciencia. No habrá nada que sostenga todos esos patrones magnéticos que fueron instalados. Por tanto, cuando seamos despertados por este cambio seremos conscientes de nuestra verdadera naturaleza, nuestra verdadera esencia. Y la memoria de todo lo malo, de todas las cosas malas que han pasado, todo el resentimiento y el ego y lo que hemos tenido los unos en contra de los otros como individuos y como naciones dejará de ser parte de esa nueva conciencia, de esa nueva rejilla.

Desde ese punto de vista, muchas tradiciones predicen, sienten o especulan que estamos aproximándonos al tiempo de lo que ellos llaman la Gran Limpieza, y que esa limpieza está produciéndose a nivel de la memoria central consciente.


ENTONCES ES POSIBLE ASUMIR QUE NUESTRA MEMORIA ESTÁ CONECTADA DE ALGUNA MANERA CON ESTE CAMPO MAGNÉTICO

Eso creo. Lo creo debido a los extraños relatos de los astronautas que salieron de la tierra y viajaron al espacio durante el Programa Apolo.

Al abandonar la atmósfera de la tierra y orbitar el planeta a muchas millas de su superficie, los efectos del magnetismo terrestre sobre ellos eran insignificantes. Y los astronautas empezaron a tener experiencias para las que no estaban preparados ni habían sido entrenados, experiencias completamente inesperadas.

De manera muy similar, amigos míos que estuvieron en Vietnam volvieron completamente cambiados. Aquello cambió a todos. Para algunos de ellos, el cambio fue tan doloroso que nunca pudieron ni siquiera hablar de ello pero, para las vidas de otros, ese cambio fue un catalizador y hablan incesantemente de ello.

Y creo que ahora ha habido un programa especial del Public Broadcasting Service que documenta este mismo fenómeno con los astronautas, que nunca volvieron a ser los mismos después. Cuando regresaron, algunos no sabían qué pensar de su experiencia en el espacio exterior.

Algunos cayeron en el alcohol y las drogas. Otros canalizaron el cambio que se produjo en ellos mediante proyectos muy positivos que afianzaron sus vidas.

Uno de los de este último grupo fue el Dr. Edgar Mitchell, que fundó la Noetic Sciences Organization (Organización de Ciencias Noéticas) en un esfuerzo por corroborar el fenómeno de la conciencia humana. Otro astronauta emprendió la búsqueda del Arca de Noé y terminó encontrándola metida en el hielo del Monte Ararat, exactamente donde la Biblia dijo que estaría.


ENTONCES LA IMPLICACIÓN SEÑALADA ES QUE ESTOS ASTRONAUTAS, DEBIDO A HABER DEJADO EL CAMPO MAGNÉTICO DE LA TIERRA, HAN TENIDO ALGÚN TIPO DE DESPERTAR ESPIRITUAL.

Desde luego pasaron por una catarsis cuando no estaban bajo la influencia del campo magnético de la tierra.

Vemos que también pasa algo similar cuando observamos los campos magnéticos de la tierra. Su presencia sobre la superficie de la tierra no es constante, y los mapas de curvas disponibles del Servicio geológico de los estados Unidos muestran las intensidades variables de los campos magnéticos sobre la superficie de la tierra, dónde son de una intensidad muy alta y dónde son de una intensidad muy baja.

Dichos campos han ido cambiando con el tiempo y en realidad podrían dar cuenta de por qué las poblaciones humanas migraron a los lugares a los que lo hicieron. Han debido ir siguiendo estas curvas de nivel magnético.

Lo que sucede es que en los lugares de magnetismo muy bajo, donde los campos son prácticamente inapreciables, parecen producirse innovaciones y cambios tremendos. Donde el magnetismo es tradicionalmente alto se encuentran sitios de estancamiento en los que los cambios, pese a producirse, tardan mucho tiempo y después sobrevienen muy lentamente.

Si yo llegase aquí procedente de otro mundo y no supiese nada sobre la gente de la tierra, y estuviese buscando un sitio donde la oportunidad de cambio fuese máxima, yo buscaría las curvas de valor cero.

Y si observas un mapa actual del magnetismo de la tierra, encontrarás una curva de nivel cero que corre a lo largo de la Costa Oeste de Norteamérica, subiendo a lo largo de la costa de California hasta la de Alaska. En otras palabras, ¡el magnetismo a lo largo de la Costa Oeste es casi nulo!


.CUANDO PENSAMOS EN LA COSTA OESTE, PENSAMOS EN LA ALOCADA CALIFORNIA

Bien, la verdad es que California es una semilla, una de varias, y tradicionalmente ha sido muy innovadora en tecnología, ciencia, moda, finanzas y artes, debido a que allí hay una oportunidad cambio tremenda.

Dentro de Norteamérica, la contracara de esto sería la zona de máximo magnetismo, en la que los campos magnéticos son los más densos. Y la encuentras en el interior de algunos estados sureños, los mismos estados tradicionalmente considerados conservadores.

Esto no significa que allí no pueda haber ningún cambio. En vez de esto, lo que señala es que ese cambio tarda mucho más tiempo y la gente tiene que ver una razón verdaderamente buena para salirse de lo que siempre estuvieron haciendo.


ENTONCES, DONDE EL CAMPO MAGNÉTICO ES MENOS DENSO, ¿LA GENTE ESTÁ MÁS ABIERTA A LO QUE SURJA EN EL MOMENTO?

Está abierta al cambio, punto. Eso no significa que el cambio sea ni bueno ni malo, ni correcto ni incorrecto. Es importante que sea claro acerca de esto. La conciencia de la gente será lo que determine cómo se producirá ese cambio.

Daré un ejemplo irónico. Hay una curva de nivel cero que corre justo por la mitad de Oriente Medio. En realidad corre casi directamente sobre la zona del Canal Suez, pasando justo sobre Israel, a todo lo largo de la costa del Mar Rojo.

Sí, justo en esa zona hay una curva de nivel cero. Esto supone que la zona esta avocada al cambio. Pero nuevamente, el modo en el que llegue el cambio -ya sea pacífico y constructivo o iracundo y destructivo- estará determinado por la conciencia de la gente que vive allí.


ENTONCES ¿ESTO NO ES NI BUENO NI MALO?

Exacto. Sencillamente es una oportunidad para el cambio. Al mismo tiempo, las curvas de mayor nivel de magnetismo de todas las del planeta tierra han estado tradicionalmente sobre partes de la antigua Unión Soviética, Rusia y Siberia.

Sabemos que en esa parte del mundo ha estado emplazado un sistema estacionario y que, cuando ha sobrevenido algún cambio, éste ha sido lento y doloroso, de largo plazo y se ha producido con mucho sufrimiento. Pero cuando ha sucedido, ha producido un efecto cascada, ha sido casi de la noche a la mañana.

Por tanto, las correlaciones entre la conciencia humana, las oportunidades para la innovación, para el cambio, para hacer las cosas de una manera nueva, y el magnetismo de nuestro mundo, son muy interesantes.
La Tierra tiene muchas regiones de alto y bajo potencial de cambio.


CUÁL ES LA MEJOR MANERA QUE TIENEN DE AFRONTAR LOS CAMBIOS QUE SE ESTÁN PRODUCIENDO EN NUESTRO MUNDO EN SU CONJUNTO.

Seré tan conciso como pueda. Creo que la respuesta a eso quizás está mejor encriptada en las palabras quienes nos precedieron, los antiguos Esenios, en un texto que tiene más de 2.500 años.

Nos recuerda nuestra relación con el mundo que nos rodea, y simplemente dice que nuestro mundo no es nada más ni nada menos que un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido en nuestro interior.

Por lo tanto, cuando contemplamos desde esa perspectiva un mundo que parece cruel, descerebrado y colérico, que produce sufrimiento a nuestras hermanas y hermanos de todo el planeta, ese mundo es un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido como individuos, familias, sociedades y naciones.

No es bueno ni malo, ni correcto o incorrecto. Simplemente es un reflejo de quienes somos. La condición del planeta es un mecanismo de retroalimentación.

Entonces, si queremos ver cambios en nuestro mundo, debemos convertirnos en ese cambio en nuestras vidas cotidianas. Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, compasión y perdón a nivel global, debemos convertirnos en eso. En la mesa de la cena. Con nuestras familias. Debemos convertirnos en eso en nuestras escuelas.

Debemos pedir que se nos entretenga mediante la paz, la compasión y la comprensión. Eso no tiene por qué ser tedioso o aburrido. Puede seguir siendo emocionante, pero no tiene por qué ser brutal, descerebrado, cruel o despiadado.

En nuestras vidas diarias, a cada momento de cada día, hacemos la elección que niega o afirma la vida en nuestros cuerpos. Porque estamos vinculados mediante esa rejilla. Todas nuestras elecciones individuales quedan depositadas en esa respuesta colectiva a nuestro futuro.

Si queremos ver un cambio colectivo, tenemos que convertirnos en ese cambio individualmente.


TENEMOS ESTA FECHA DE 2012 EN LA QUE MUCHA GENTE ESTÁ DICIENDO QUE ES EL MOMENTO DEL CAMBIO GLOBAL O ASCENSIÓN. ¿QUÉ CREES QUE VA A PASAR?

La fecha de 2012 es interesante porque aparece en las tradiciones mayas y egipcias, en algunas tradiciones cristianas e, incluso, en el código bíblico (que es, en sí mismo, algo muy controvertido).

Tengo la sensación de que esa fecha podría ser cualquier fecha. Si nos concentramos en una fecha y vivimos nuestras vidas preparándonos para el cambio en esa fecha, nos perdemos la vida.

Desde mi punto de vista basta con que nos limitemos sencillamente a vivir al máximo cada día, con que conciliemos las experiencias que se nos cruzan cada día en nuestro camino, con que aprovechemos las oportunidades de honrar la vida, de honrar nuestras relaciones mutuas.

Siendo honestos, dignos de confianza, considerados, cariñosos y compasivos, viviendo esto cada día, ya estamos preparados para cualquier cosa que posiblemente pueda venir en 2012 o cualquier otro día de otro año o en cualquier momento de nuestro futuro.

Conozco gente que están viviendo sus vidas guardando contenedores llenos de comida y municiones, preparándose para el día en el que nuestro mundo cambie. Lo entiendo, y creo que está bien ser autosuficiente. Entiendo lo que están expresando.

Pero lo que veo también es que dedican una parte demasiado grande de sus vidas a prepararse para ese día y se pierden la belleza y el misterio de la vida que se despliega cada día. ¡Percibir esa belleza y ese misterio es lo que nos prepara para los mayores desafíos!


ENTONCES BÁSICAMENTE, SI LO QUE QUEREMOS ES APROVECHAR ESTE CAMBIO CON EL MEJOR RESULTADO POSITIVO POSIBLE PARA NOSOTROS, ¿LA CLAVE ESTÁ EN QUE VIVAMOS CADA DÍA DANDO DE NOSOTROS EL MÁXIMO AMOR Y LA MAYOR COMPASIÓN?

Sí y, para que así sea, tenemos que vivir cada día de manera consciente. Ser conscientes de las oportunidades. Reconocer las oportunidades que nos salen al paso. Cada día se nos ofrece la oportunidad de ser tolerantes con otros sistemas de creencias, de perdonar a alguien que nos haya herido o enojado, de enmendar nuestros juicios acerca de lo que debería o no debería pasar en nuestro mundo.

Si podemos conciliar todas esas cosas cuando se nos cruzan y manejarlas conscientemente en ese momento, sabiendo que al cambiar la manera en que nos sentimos cambiamos la química de nuestro cuerpo, estaremos preparados para cualquier transición que la tierra vaya a atravesar.


Fuente: Blog Alternativo

Los campos magnéticos de la memoria se mantienen en su lugar gracias a una carga eléctrica -una carga circulante- que está en el interior del propio ordenador. Cuando las baterías del ordenador se terminan, la carga se agota y la memoria se pierde. Tenemos que volver a instalar el sistema operativo.

Cuando estaban en el espacio y contemplaban la tierra, empezaban a tener sentimientos y percepciones, despertares y sensaciones que nunca tuvieron cuando estaban en ella. Esto significó algo diferente para cada uno de ellos.

Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad. Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecía” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos científicos van inequívocamente encaminados hacia un mismo destino…

Gregg Braden trabajó como experto en geología computacional durante años para compañías como Phillips Petroleum o Cisco Systems, desarrollando una sólida carrera como científico y experto en informática. Pero llegó un momento que se dio cuenta que había profecías que la ciencia estaba empezando a confirmar poco a poco en nuestros días… como las relativas a la inversión polar.

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