El Libro Verde de Gaddafi
Análisis
Hace 42 años era un joven revolucionario al que odiaban lo aristócratas y uno que otro Mulá, hoy es el rostro patético de la incongruencia, dispuesto a morir en un amplio santuario al que custodian 200 mujeres presuntamente vírgenes, arrasado por un pueblo que él mismo ayudó a educar.
Muammar Abu Minyar al-Gaddafi tiene 69 años y una inmensa fortuna, monetaria, por supuesto, porque hoy su país, Libia, le está cobrando con creces varias décadas de crecimiento económico y años de bonanza petrolera, que no fueron acompañados por esa figura retórica en la que a veces se convierte la democracia.
Desde los años setenta no es ni capitalista, ni socialista, se asume como un "no alineado" capaz de crear toda una teoría social que, desde su perspectiva, había logrado permear en la praxis a los habitantes de la "Gran Jamahiriya Árabe" como oficialmente se llama Libia, una ¿República? que el mismo Gaddafi renombró con el término "Estado de Masas".
Sostenido en lo interno por las tres principales tribus de una nación que antaño formó parte del Imperio Otomano, y en el exterior por los servicios financieros y armamentísticos de occidente, Gaddafi decidió -hace 42 años- quedarse en el poder en forma vitalicia resolviendo el "problema de la democracia y la ley" con un texto en tres volúmenes que ha sido acatado desde entonces a pie juntillas.
El "Libro Verde", escrito y publicado por el líder libio entre 1975 y 1979, hace las veces de Constitución, debido a que prescribe conductas, aunque formalmente su estructura y contenido se asemeja a un manifiesto religioso que dicta hasta la forma en la que deben comportarse las mujeres durante el embarazo.
Basándose en una "ley natural", cuyos orígenes nunca son definidos, la obra considera a la familia y a la tribu como la base social de Libia, instituciones que de manera "artificial" estaban sometidas al Estado, el cual (supuestamente) desapareció como estructura política y jurídica desde su llegada al poder, dando paso a un "autogobierno" con procedimientos de democracia directa.
Con su Revolución (1969), que derrotó a una corrupta monarquía, Gaddafi creó la denominada "Tercera Teoría Universal", que rechaza el parlamentarismo, la democracia partidista y representativa, la economía de mercado y las relaciones que en el mundo jurídico occidental se conocen como de supra-subordinación entre el Estado y los ciudadanos.
Se trata de un "contrato social" que, a diferencia del propuesto por Rousseau, obedece a "leyes naturales" que privilegian el sometimiento de las familias y las tribus libias. Obviamente todo esto ha sido una falacia, a excepción de las reglas morales de observancia obligatoria y la proscripción de partidos u organizaciones políticas.
Pero es precisamente esta cosmogonía política la que puede explicar el comportamiento de Muammar al-Gaddafi ante la guerra civil que vive actualmente Libia: Los opositores no sólo se están rebelando en su contra, sino que en realidad atentan contra la naturaleza misma de lo que significa ser libio, a los ojos de su líder.
En los hechos, el régimen iniciado hace cuatro décadas por aquel joven coronel revolucionario ha envejecido, no así el grueso de su población, mayoritariamente urbana, con un promedio de edad de 24 años, que se entiende mejor con las nuevas tecnologías que con las vetustas ideas de un libro, cuyo autor terminará sus días de gobernante renegando de esos "diabólicos inventos" que han encendido la mecha en los países del Magreb.
No hay comentarios:
Publicar un comentario