lunes, 21 de marzo de 2011

LA SERPIENTE EMPLUMADA quetzalcoatl-kukulkan

LA SERPIENTE EMPLUMADA Las tierras exóticas, las ciudades misteriosas y los antiguos secretos del mundo maya están aquí para ser descubiertos.
La serpiente emplumada comienza a descender. Todo está envuelto en la oscuridad a excepción de la escalera norte del enorme templo por donde llega. Mientras el sol proyecta su misteriosa sombra, los escalones se iluminan poco a poco dándole vida a la gran cabeza serpentina que reposa en la base del templo. El gran dios se desliza por los escalones, extiende su prodigioso cuerpo y entonces desaparece.

Así como sucedió hace más de 1,000 años, el fenómeno del equinoccio (21/22 marzo y septiembre) en el templo de Kukulcán en Chichén Itzá, sigue conmoviendo los corazones de los espectadores. En estas épocas del año, el juego de luz y sombra en el templo, crea esta ilusión óptica: La de una serpiente que se mueve. Miles de entusiastas se reunen en Chichén Itzá para vivir la experiencia de la magia maya. Al observar a la serpiente bajar por el templo, los visitantes se podrán preguntar hacia dónde va. Existe una profunda ironía en este descenso y desaparición, como si Chichén Itzá fuera el punto de partida para un viaje, en cierta forma lo es porque Yucatán es, en efecto, la puerta de entrada a un gran mundo: El Mundo Maya.

Desde lo alto de la pirámide de Kukulcán, que tiene más de 21 metros, la vista de este Imperio Maya es asombroso. Enormes templos, complejas plataformas esculpidas, inmensas canchas de pelota y columnas salpican el paisaje. La inclemente y áspera tierra del Yucatán se extiende hasta donde alcanza la vista.

Sin embargo. con toda su majestuosidad. el enorme sitio arqueológico de Chichén Itzá representa sólo una parte de lo que se ha llegado a conocer como El Mundo Maya. Esta vasta área fue habitada por los antiguos mayas, cuya civilización alcanzó su apogeo cultural entre los años 200 y 900 D.C. En un tiempo, los mayas dominaron la parte este de Mesoamérica, incluyendo Guatemala, Belice, la parte occidental de Honduras y parte de El Salvador, así como los estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco. Desde la enorme cordillera de volcanes que abarca desde Chiapas a la parte inferior de Centro América, hasta las rígidas mesetas del Yucatán, el paisaje maya reune gran variedad de condiciones climatológicas.



La Península de Yucatán se formó hace miles de años cuando la tierra literalmente surgió del mar, creando su base porosa de piedra caliza. Los ríos no existen en la parte norte de la península y el agua se drena rápidamente, lo cual obliga al campesino a depender casi exclusivamente de los cenotes (pozos circulares causados por el derrumbamiento del techo de las cuevas) para el suministro de agua. Este terreno árido contrasta con la tierra fértil y el bosque lluvioso de las volcánicas tierras bajas. Una agitada red de poderosos ríos riega el paisaje de Campeche y Tabasco, donde aún existen las ruinas de los antiguos olmecas y donde los campesinos siguen cosechando el cacao. En Chiapas, el corazón de los mayas sigue latiendo en el lluvioso y tropical bosque de los lacandones, en el que el ritmo de la vida diaria sigue sin cambios. Aquí también corre el poderoso Río Usumacinta, conectando al estado más al sur de México con Tabasco al norte y su vecino Guatemala, al sur. Las cascadas de Agua Azul al pie de las montañas y la húmeda selva de la planicie de los lacandones, sobresalen en fuerte contraste con el aire frío y claro de la gran cordillera que Chiapas comparte con Guatemala. Esta última también cuenta con bosques de niebla en el Mundo Maya y es hogar del lago más espectacular de la región: El Lago Atitlán. Este lago, rodeado por una serie de imponentes volcanes es conocido mundialmente por su belleza


Más al norte, el estado de Quintana Roo, que fue en un tiempo la puerta de entrada al Imperio Maya debido a sus rutas marítimas, es ahora famoso por sus espectaculares playas caribeñas, islas, lagunas, sistemas submarinos de cuevas y cenotes. Cozumel, frente a la costa de Quintana Roo, ha sido reconocido mundialmente como un lugar de buceo, mientras que el país vecino, Belice, está bordeado por la segunda barrera de arrecifes más grande del mundo. Al norte se encuentra el paisaje llano y poco poblado de Yucatán, donde la gran pirámide de Kukulcán se proyecta silenciosamente contra el cielo y donde lo campesinos aún practican la agricultura de tumba y quema iniciada por sus antepasados.

Tal variedad de paisajes va de acuerdo con la abundancia en flora y fauna, inigualable en cualquier parte del continente. Las selvas de las tierras bajas de Chiapas, Guatemala, Belice, Campeche y Quintana Roo son hogar de tan exóticos animales como el ocelote, el tigrillo y el venado cola blanca, así como jaguares -los felinos salvajes más grandes de América. También existen en abundancia osos hormigueros, pecarís monos aulladores y araña, agutís y tapires. Muchos de estos habitantes de la selva son especies en peligro de extinción -ya sea como resultado la excesiva caza o por la continua destrucción de su hábitat.

Las aves abundan en el Mundo Maya. De hecho, los ornitólogos aseguran que existen más especies en esta región relativamente pequeña que en Estados Unidos y Canadá juntos. Entre los habitantes del bosque de las tierras bajas están los tucanes, pericos y aras (en Chiapas y Guatemala), así como los guacos, águilas arpia, pájaros reloj, coloridos colibrís y pavos de monte. Los bosques de niebla de las tierras altas Chiapas y Guatemala son el hogar de las multicolores guacamayas, como del furtivo y raro quetzal -un pájaro de color esmeralda y enorme cola de plumas, considerado sagrado por los antiguos mayas.


Las lagunas y los manglares de la costa de Quintana Roo y Yucatán también tienen abundancia de aves. Estas áreas son el hogar de pelícanos, fragatas, garzas, chocolateras, ibis, golondrinas de mar y águilas pescadoras. Río Lagartos en Yucatán tiene la población de flamingos más grande de Norteamérica. Al norte de Cancún, la isla Contoy (reserva ecológica protegida por el gobierno) está habitada por cientos de especies de aves migratorias y residentes. También en lagunas y áreas de la costa del Mundo Maya podemos encontrar cocodrilos y manatíes, un raro animal acuático, lejanamente emparentado con el elefante. La fauna en el Mundo Maya es tan rica y tan abundante bajo el agua como sobre la tierra. Como en los tiempos de los antiguos mayas, la pesca continúa siendo escencial para la economía de la Península de Yucatán. La pesca diaria incluye huachinango, mero, bonito, wahoo, langosta, camarón y pulpo. Mar adentro, las aguas más hondas del Caribe son hogar de especies como el marlin y el pez vela siempre reto para los fanáticos de la pesca deportiva. Los delfines y mantarrayas se ven por todas partes y los arrecifes que han sido descritos en muchos artículos tienen una inigualable variedad de colorida vida marina.

Cerca de la orilla, las playas a lo largo de las costas caribeñas, Quintana Roo, Belice y Honduras son importantes áreas de anidación para las miles de tortugas marinas que llegan para enterrar sus huevos durante los meses de verano.

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