martes, 12 de abril de 2011

Cuadruplicidad cósmica en los códices

Cuadruplicidad cósmica en los códices

Hay también imágenes de la cuadruplicidad cósmica en los códices, como las páginas 75 y 76 del Códice Madrid que representa los cuatro sectores y, en el centro, un templo que funge como axis mundi y bajo el cual está sentado el dios supremo Itzamná, en su aspecto antropomorfo, con su pareja femenina.4

Figura 9. Las páginas 75 y 76 del Códice Madrid muestran los cuatro sectores cósmicos, y en el centro a la pareja creadora sentada a los lados del gran árbol que funciona como axis mundi.



El símbolo principal del Centro del Mundo en los Libros de Chilam Balam es una colosal ceiba verde, llamada “Gran Madre Ceiba“, que atraviesa y comunica los tres niveles cósmicos. Los mayas consideraron espacios sagrados ciertas montañas, las cuevas, los arroyos y a su vez ellos construyeron sus propios espacios a los que sacralizaron. Fruto de ello son los grandes centros ceremoniales construidos a imagen del cosmos; aquí se concentraban las energías divinas y era posible contactar a los dioses.

Las enormes pirámides son la imagen de un microcosmos; conforme se ascendía se acercaba el hombre al nivel celeste. Pero también imaginaron una pirámide invertida como expresión del Inframundo por la que se descendía al reino de la muerte. Como ejemplo baste nombrar el Templo de las Inscripciones de Palenque de nueve niveles, igual que los pisos del Inframundo, donde reside el gobernante Pacal en el nivel más bajo.

La pirámide llamada Castillo de Chichén Itzá es un buen ejemplo de un recinto sagrado. Si bien tiene nueve niveles, lo que la identifica con el inframundo, también expresa un concepto celeste por la sombra en forma de serpiente de rombos, materialización de la deidad suprema, que desciende de la pirámide en el equinoccio de primavera; a su vez se reproduce el tiempo al contar con 364 escalones y uno más con la base del templo, lo que suma los 365 días del año solar.5

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