jueves, 26 de mayo de 2011

2012 y las profecías acerca del final de un ciclo maya

2012 y las profecías acerca del final de un ciclo

Innumerables narrativas, hipótesis e interpretaciones acerca de la inminente llegada del año 2012 han comenzado a circular por todo el mundo. Cada vez son más las preguntas que suscita la llegada del cambio advertido en las profecías mayas. ¿Año trágico? ¿Final de los tiempos? ¿Comienzo de una nueva era? ¿Qué le depara a la humanidad y al planeta Tierra la venida de esa fatídica fecha?


El solsticio de diciembre de 2012 sellaría el final de un ciclo de casi 26 mil años de duración y se correspondería con el último día del decimotercer Baktun del calendario maya. A diferencia del calendario gregoriano, el tzolkin (“la cuenta de los días”) o versión maya del ciclo sagrado consta de 260 días y 13 meses de 20 días cada uno. Se trata de un calendario tridimensional basado en el Sol (los sellos), la Luna (los tonos) y la estrella Sirio.

El epigrafista Carlos Pallán Gayol, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sostiene que dicha civilización no dejó evidencias que permitan concluir el advenimiento del fin del mundo. A diferencia de las sociedades modernas, los antiguos mesoamericanos poseían una concepción del tiempo referida a ciclos concretos. Su preocupación giraba en torno a la celebración de rituales cuya eficacia radicaba, de alguna manera, en garantizar que el ciclo venidero resultara propicio


Los antiguos astrónomos descubrieron que el movimiento precesional que ocasiona cambios en la ubicación de los equinoccios y solsticios se da cada 26.000 años aproximadamente. El año 2012 marca un cambio de este tenor.

Algunas perspectivas científicas señalan que tanto la Tierra como el Sol atravesarán un proceso de inversión del polo magnético para esa fecha. Los astrónomos predicen que el solsticio coincidirá con un alineamiento del Sol con el Ecuador Galáctico que causará un movimiento del eje de la Vía Láctea.

En su libro “El código secreto de la Biblia” (1997), Michael Drosnin afirma que, de acuerdo con ciertos algoritmos del código secreto de la Biblia, un asteroide o un cometa chocará con el planeta. Por su parte, en la publicación “2012: The Return of Quetzalcóatl” (2006), Daniel Pinchbeck discute diversas teorías que aluden a un despertar de la conciencia y la subsecuente creación de una noosfera.

Aparentemente, en el Libro Secreto, Nostradamus se refiere a una nueva constelación o signo secreto que dictará el momento del apocalipsis al producirse la alineación del Sol con la constelación Ofiuco y el centro de la galaxia.

Por último, el matemático británico Isaac Newton (1643-1727), conocido por establecer las bases de la mecánica y enunciar la ley de la gravitación universal, teorizó acerca del fin del mundo, a partir de la Biblia, fijando como fecha cúlmine al año 2060 de nuestra era. Los secretos de Newton incluyen detalles de los experimentos de alquimia del matemático y de su interés por las profecías apocalípticas. Según afirma el centro educativo, Newton se veía a sí mismo como una especie de profeta por sus trabajos en este sentido.

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