miércoles, 29 de junio de 2011

Al-Ghazali

Al-Ghazali
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Al-Ghazali.
Abū Ḥāmid Muḥammad ibn Muḥammad at-Tūsī al-Ghazālī, en árabe أَبُو حَامِد الغَزَالِيّ, latinizado como Algazael (Ghazaleh, Irán, 1058 - Tus, Irán, 19 de diciembre de 1111), teólogo, jurista, filósofo, psicólogo y místico de origen persa.
Contenido
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• 1 Biografía
• 2 Obra
• 3 Bibliografía
• 4 Enlaces externos

[editar] Biografía
Sunnita nacido en Gazala, por lo cual su sobrenombre, creció en un familia con tradición de inquietud intelectual, por lo que tanto él como su hermano Ahmad fueron dedicados al estudio desde temprana edad. Se formó en las ciudades aledañas a Gazala (Tus, Gurgn y Nishapur) en las tradiciones islámicas: Corán, Tradiciones o hadices, Comentarios, Derecho islámico o sharia y ciencias auxiliares: gramática y lexicografía. Tuvo además la oportunidad de estudiar con el teólogo más prestigioso de la época: Al-Yuwaini; pero este murió en 1086 y Nizam al-Mulk, visir del sultán de Seljuk, conocedor de su ya enorme reputación como erudito, lo tomó bajo su protección y en 1091 lo nombró profesor de la madraza de Bagdad que él mismo había fundado, Nizamiya, donde enseñó hasta 1096 atrayendo literalmente a cientos de sabios a sus lecciones. Pero en 1095 sufrió Algazel una honda crisis personal que le hizo renunciar a su posición y abandonar a su familia, convirtiéndose en un asceta errante o derviche que frecuentaba los círculos de sufíes. Emprendió entonces un largo viaje espiritual de diez años que pasó por Damasco, Jerusalén, Hebrón, Medina y La Meca, y volvió a Bagdad. Después anduvo un tiempo retirado con los místicos sufíes en Tus, sin apenas salir de allí hasta su muerte, salvo para enseñar brevemente cuatro años en la escuela Nezamiyeh de Nishapur; tras este periodo se negó ya en redondo a seguir enseñando, a pesar de que el sultán seléúcida Sanyar le propuso ser director y maestro de esta escuela, y se retiró definitivamente a Tus, donde murió en 1111.
La obra de Algazel dio un duradero impulso en dirección esencialista a la religión islámica, socavando la tradición racionalista que existía anteriormente y mostrando la íntima compenetración entre las prácticas exteriores de la comunidad en general y la ascesis unitiva de los místicos; su papel espiritual en el Islam ha sido comparado con el de San Agustín y de hecho compuso unas Confesiones como aquél, con el título de El que libra del error (al-Munqidh min al-ḍalāl); es considerado uno de más grandes teólogos, filósofos y místicos del Islam. Era musulmán sunní de la escuela shafeí y tendía al misticismo ascético sufí, en el que dejó una honda impronta que fue luego seguida por sabios del renombre de Sohravardi y Abdul Qader Gilani.
La obra de Algacel es muy abundante; y ha sido calculada en unas 130 y según otros 70 títulos, prácticamente todos sobre filosofía y religión. Los más importantes son: Ihiya al-Ulum al-Din que escribió en árabe y luego él mismo resumió y tradujo al persa con el título de Kimiya-ye-Sa'dat (La Alquimia de la felicidad); Al-Basit, sobre la doctrina shafeí; Tahafut al-Falasifa (Destrucción de los filósofos) en la que ataca encarnizadamente a los filósofos en general y a Avicena en particular, obra que fue refutada más tarde línea a línea por Averroes en su obra Tahafut al-Tahafut (Destrucción de la Destrucción); Mustazhari donde refuta a los esotéricos o batiníes.
[editar] Obra
Aparte de una defensa del islam en cuarenta libros llamada Prueba del islam, escribió con finalidad antifilosófica un tratado en dos partes: Las intenciones de los filósofos, parte expositiva, y La incoherencia de los filósofos, parte crítica, en la que rebate sus afirmaciones; como el Occidente latino sólo conoció la primera parte, Maqasid al falasifa traducida por Domingo Gundisalvo como una de las aportaciones de la llamada Escuela de Traductores de Toledo, se transmitió el error de considerarlo uno de los principales discípulos de Avicena y fue considerado en Europa como un filósofo antes que como un teólogo. En cambio, Averroes le critica en su obra titulada Incoherencia de la incoherencia, que en latín se conoció como Destrucción de la destrucción.
Algazel sirvió como transmisor de la obra de Aristóteles y comentarista de sus seguidores musulmanes Avicena y Alfarabi. Aunque estudió los postulados racionalistas, llegó al convencimiento de la ineficacia de la razón como herramienta de conocimiento o de comunicación con Dios; eso le hizo llegar a postulados místicos y a abrazar el sufismo durante diez años. Sus obras principales son, aparte de La destrucción de los filósofos tan criticada por Averroes, sobre todo Revivificación de las ciencias religiosas. Rechaza la eternidad del mundo como herética, subordinando la filosofía a la teología: al lado del conocimiento ordinario, fruto de los sentidos, coloca un conocimiento intuitivo fruto de la ascética y la fe. Su moral, aunque fundada en El Corán, acusa influencias griegas y cristianas. Criticó duramente las doctrinas racionalistas de Alfarabi. Se cree que más tarde, regreso a sus postulados de principio que otorgaban un papel central a la razón como herramienta del conocimiento humano, ejerciendo de nuevo el magisterio. Escribió también una autobiografía titulada El que libra del error, donde expone su itinerario espiritual, de la que hay traducción moderna (Confesiones: El salvador del error, introducción y notas de Emilio Tornero, Madrid: Alianza Editorial, 1989).
Algazel fue el teólogo que inspiró a los Almohades, pero no a los Almorávides, y así, a comienzos del siglo XII, el emir almorávide Alí ben Yúsuf ordenó, aconsejado por ciertos alfaquíes, que se quemaran las obras del teólogo Algazel.
[editar] Bibliografía
• Asín Palacios, Miguel, La espiritualidad de Algazel y su sentido cristiano Granada: Escuela de Estudios Árabes, 1935
• Asín Palacios, Miguel, Algazel: dogmática, moral y ascética, Zaragoza, 1901.
• Algazel, Confesiones: el salvador del error. Introducción y notas de Emilio Tornero. Madrid: Alianza Editorial, 1989.
• Al-Ghazālī, Carta al discípulo. Versión, posfacio y notas de J. J. Acevedo V. Palma de Mallorca: José J. de Olañeta, 2006.
• Ramón Guerrero, Rafael, Al-Gazâlî: A Defesa do Islâ Sunita, en R. H. de Souza Pereira (organizaçâo): O Islâ clásico. Itinerarios de uma cultura, Sâo Paulo: Editora Perspectiva, 2007, pp. 177-210.

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