jueves, 2 de junio de 2011

El lugar que abandona la OTAN lo ocupan los talibanes

El lugar que abandona la OTAN lo ocupan los talibanes Situación en Afganistán

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Rebanadas de Realidad - RIA Novosti, 02/06/11.- La tradicional “ofensiva de verano” que el movimiento talibán suelen librar anualmente a partir de mayo ha empezado este año con una serie de atentados terroristas que causaron un gran número de muertos y heridos, entre ellos soldados del contingente de la OTAN desplegado en Afganistán.



A finales del pasado mayo, se produjeron explosiones en la provincia afgana de Herat considerada relativamente pacífica y la primera que abandonará el contingente militar de la coalición prevista para este verano, comenzando el proceso de traspaso de la responsabilidad de la seguridad de las fuerzas extranjeras a las autoridades afganas.

Atentados similares también fueron perpetrados en el norte y este de Afganistán, aunque este tipo de acontecimientos ya no son considerados asuntos extraordinarios.

Lo que parece más grave son los fenómenos que ha descubierto la prensa británica por sus corresponsales en gira por el país en la antesala del “gran exodo” de las tropas de la ISAF en Afganistán.

También causa cierta inquietud, las reflexiones del ex embajador británico en Kabul, que en su libro recién publicado critica duramente las operaciones antitalibán llevadas a cabo por el comando estadounidense.

¿Así será el futuro de Afganistán?

A finales del pasado mayo, en la provincia afgana de Nuristán fronteriza con Pakistán, de hecho, se implantó el régimen talibán, convirtiéndose en un territorio independiente de la OTAN y del gobierno de Kabul.

Hace varios meses, las tropas de la OTAN fueron retiradas de esta región y las autoridades locales la abandonaron. Las escuelas fueron clausuradas y volvió a imponerse la ley del Sharia.

La provincia está bajo el control del gobernador del movimiento Talibán, Jamil Rahman y la vida transcurre como antes de 2001.

El poder de los talibán se expande paulatinamente desde Nuristán a la provincia vecina de Kunar y amenaza a extenderse también a la provincia de Lagman, al sur de Nuristán.

El representante del Talibán responsable de Kunar, Qari Ziaur Rahman, presuntamente eliminado en 2010, en una declaración que automáticamente desmintió su muerte, afirmó que, “todas las derrotas en Afganistán comienzan en Kunar”.

Y es posible que tenga razón, si recordemos que en 1978 la guerrillera comenzó la lucha armada contra el gobierno central de Kabul precisamente desde Kunar.

Los expertos miran con escepticismo la estrategia de Washington en Afganistán y creen que la situación que se produjo en Nuristán es el futuro de Afganistán tras la retirada de las tropas de la OTAN que debe finalizar en 2014.

Alardes de los militares

Lo curioso son las evaluaciones que hacen los propios miembros de la coalición antiterrorista en Afganistán sobre la campaña militar realizada durante los últimos diez años.

El libro recién publicado de ex embajador británico en Kabul, Sherard Cowper-Coles, “Cables desde Kabul. La campaña occidental en Afganistán por dentro”, es uno ejemplo.

Los británicos nunca demuestran mucha lealtad a los estadounidenses pero las críticas a la estrategia de EEUU en general y contra el comandante de las tropas de la OTAN y la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, por sus siglas en inglés) en Afganistán, el general David Petraeus, en particular, es algo extraordinario.

Especialmente, teniendo en cuenta que el presidente estadounidense, Barack Obama, ya nombró a Petraeus director de la CIA, cargo que el general debe ocupar a finales de este verano.

Los diplomáticos, aún ex diplomáticos, no suelen actuar de este modo y no obstante Cowper-Coles en su libro afirma que toda la estrategia aplicada por Washington en Afganistán es “profundamente errónea” y sus resultados contradicen a los objetivos fijados al inicio.

Petraeus fue nombrado comandante de las fuerzas aliadas en Afganistán en verano de 2010. Durante su mando, el número de operaciones especiales contra el Talibán aumentó tres veces.

El uso de aviones no tripulados, ataques de posibles bases del Talibán y potenciales refugios de jefes de la guerrilla fueron muy frecuentes.

Pero durante la ejecución de esas operaciones murieron muchos civiles que fueron presentados como guerrilleros talibán eliminados.

A principios de 2011, en su informe presentado ante el Congreso estadounidense, Petraeus declaró que cada tres meses las unidades especiales de EEUU, Gran Bretaña, Australia y Holanda eliminan o hacen prisioneros hasta 350 líderes del Talbán en Afganistán. Lo único que el general no pudo explicar fue por qué los talibán disponen de tanta cantidad de líderes.

Según Cowper-Coles, Petraeus "aumentó la violencia, triplicado los ataques de las fuerzas especiales de británicos, norteamericanos, holandeses y australianos contra los talibán y ha habido por desgracia mucho alarde sobre el número de enemigos muertos", señaló el ex embajador, que dijo que todas estas manipulaciones con los datos estadísticos sobre los muertos le recordaban lo ocurrido en la guerra del Vietnam.

“Es un éxito táctico limpiar un área de insurgentes, pero lo único que ocurre es que sólo se mueven las aguas de un charco, y en mi opinión un general que se ufana del número de insurgentes pastunes a los que ha dado muerte debería avergonzarse", escribe Cowper-Coles.

“Por cada guerrillero pastún muerto, aparecen diez que jurarán venganza", agregó.

Cowper-Coles fue embajador de Gran Bretaña en Kabul de 2007 a 2010 y al mismo tiempo ocupaba el cargo del representante especial de Inglaterra para Afganistán y Pakistán.

Es decir, el diplomático fue informado sobre la específica de la política estadounidense aplicada en Afganistán y decidió que es ineficaz ya que no contribuye al arreglo de la situación en el país, sino que sólo desata ánimos antiestadounidenses y apoyo al movimiento Talibán entre la población.

Y Cowper-Coles tiene razón. Eliminando a los comandantes de las unidades del Talibán, EEUU pierde la posibilidad de sostener negociaciones con hombres que gozan de gran experiencia y ya están cansados de la guerra.

Estos comandantes son sustituidos por jóvenes rencorosos para los que el yijad es el sentido de toda su vida y consideran imposible la menor posibilidad de negociaciones.

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