viernes, 3 de junio de 2011

Supera tu propia montaña interior.

Supera tu propia montaña interior.
Aprender de una montaña es como verme en el espejo de un gran maestro y ver los diferentes niveles de la montaña como mis propios niveles de conciencia.


Los Glaciares del Gornergrat, en medio el Lyskamm, foto hecho en Suiza en April 2011.
La parte baja con sus bosques profundos, luego los pastizales con el pasto corto de la montaña baja donde las vacas producen la leche… Más arriba llegas a bosques de pino solamente, después a zonas rocosas. Antes de la cima debes superar vastos glaciares con sus grietas mortales que te piden herramientas adecuadas para llegar con victoria y gloria a tu cima.

La montaña representa tus niveles de conciencia. Como explorador sabes que con cada metro el aire se hace más ligero y más frio lo que te pide a ti generar más energía para resistir y sobrevivir. También puedes observar la transformación de la materia de un estado al otro: debajo de la montaña existe más humedad y se evapora el agua en estado de gas, más arriba encontrarás bellos lagos y ríos, cerca de la cima hay nieve y hielo eterno todo el año. Es como nosotros que somos materia “congelada” como dicen los físicos (= tu cuerpo físico), somos estado líquido (80% consistimos de agu) y estado gaseoso (tus cuerpos etéricos, energéticos, mentales, espirituales). O con otras palabras: la vida nos pide momentos de firmeza, de fluidez y de inspiración (in-spirada!).
El Toxquihua, la montaña sagrada del pueblo de Malinalco. A su pie en nuestro centro de retiros realizamos campamentos del teatro còsmico tres veces por año.
Ejercicio:

Puedes elegir de hacer el ejercicio de la montaña en concreto (que buscas una montaña y la subes, el Popocatepetl y otras necesitan guía ¡ojo!) o lo haces meditando y apoyándote con una foto para conectarte con la energía de la montaña. Ella consiste en primer nivel del reino mineral, así que de ahí te va llegar su forma de guardar inteligencia, desde su consciencia mineral pues.

Imaginamos que estas subiendo poco a poco la montaña (real o en tu imaginación) y según el momento que estás viviendo en la vida, vas a crear una mapa del momento de tu propio ser, incluyendo cuerpo, emociones, mente, espíritu. Visualízalo en tu interior o mejor dibújalo con crayolas en una hoja tamaño doble-carta.

Aquí un ejemplo de un estudiante en Suiza:

Mis pies son las tierras bajas y rocas… mis piernas los pastos verdes, mis genitales y órganos los bosques alpinos, los lagos el estómago, el pasto corto que llega a las alturas superiores es mi corazón, las rocas y los caminos entre los desiertos rocosos son mis brazos, las zonas de hielo y frescura es mi cabeza y cerebro.

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