sábado, 30 de julio de 2011

Hicham Hamdan Embajador de la República del Líbano en Buenos Aires

Hicham Hamdan
Embajador de la República del Líbano en Buenos Aires
29-07-2011 |

La tragedia que ocurrió en ese país amigo Noruega es, sin duda, fruto del odio generado por aquellas interminables campañas contra el Islam. Esta vez, el odio se manifestó en un acto de auto destrucción que nadie pudo advertir. El odio llegó hasta a matar a los miembros de la familia para manifestar el desprecio generado por las continuas campañas contra el Islam. Por qué un joven, con toda la vida por delante haría algo así? Por qué tiene tanto odio?

Cuando se elaboraron los tratados internacionales para combatir el terrorismo, yo fui parte del equipo de trabajo. Nosotros afirmamos que quien despierta los instintos también es responsable por los actos de terrorismo. Este es un ejemplo vivo, alguien despertó su instinto. Antes, también habían despertado el instinto del dibujante que realizó ofensivas caricaturas del profeta Muhammad. En su momento, se dijo que eso era democracia y libertad de expresión. Ahora, la libertad se transformó, de una pluma que dibuja sobre papel, a balas y bombas.

Este odio es aterrador; se debe luchar contra él y combatirlo, además de combatir las permanentes campañas contra el Islam, difundir el respeto hacia la diversidad cultural y la fe en la democracia, en los Derechos Humanos y la Justicia, y aumentar el compromiso con el Derecho Internacional. Debemos detener los dobles discursos y mirar a la Justicia por encima de los mezquinos intereses políticos de uno u otro gobierno.

Creo que la responsable de la muerte de esos inocentes no es la libertad de expresión sino la no abstención de despertar instintos, especialmente a través de los medios de comunicación.

Las campañas contra el Islam apuntan, ante todo, a cubrir lo que ocurre en los territorios árabes, especialmente en la ocupada Palestina. Apoyan a Israel en sus prácticas, las que diariamente violan los derechos del árabe musulmán, del cristiano, del druso, y hasta de los mismos judíos que no aceptan la política del gobierno israelí. Apuntan a generar reacciones de fundamentalistas musulmanes, similares a la de este cristiano fundamentalista. En consecuencia, para aumentar el aislamiento del Islam y el odio a su alrededor, le adjudican a los musulmanes todo hecho delictivo del cual no se descubren sus autores. Toda persona racional comprende que las agencias de inteligencia israelíes varias veces se hicieron pasar por musulmanes fundamentalistas para cometer crímenes en Iraq y en otros lugares, con el objetivo de aumentar este odio y profundizar la guerra contra el Islam. Pero nadie esperaba que la reacción tuviese la forma de auto venganza. Y en dónde? En el país que elaboró el Acuerdo de Oslo, primero en su tipo para solucionar el problema palestino- israelí.

Condenamos fuertemente este crimen terrorista. Debemos decir en voz alta que es un acto terrorista. El terrorismo no conoce identidad ni religión, pues emana del instinto. El terrorismo no es incitado por las palabras de los libros sagrados, sino por prácticas injustas y opresivas; es una expresión criminal de odio y desprecio, pero nunca en contra de la fe. El Islam, como el Judaísmo y el Cristianismo creen el uno en el otro. Las campañas de Yihad no pueden ser contra la “gente de los libros”, como denomina el Corán a los judíos y cristianos. Las campañas de Yihad son slogans que la opresión colocó en boca de los débiles, que fueron vencidos por el instinto. La injusticia no viola únicamente los derechos físicos y psicológicos del individuo, sino también su derecho a conocer la verdad, la injusticia corrompe sus ideas y despierta sus instintos.

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