jueves, 14 de julio de 2011

islam es la culminacion de la humanidad

islam es la culminacion de la humanidada palabra "Islam" significa sumisión, en este caso a Dios, único merecedor de nuestra sumisión y nuestra adoración. El Islam no es sino la restauración a su pureza original, a través de la revelación al Profeta Muhammad (saws), del monoteísmo esencial que Dios había venido revelando a los hombres ya desde Adán, primer hombre y primer profeta, y otros profetas posteriores, como Ibrahim (Abraham), Musa (Moisés), Isa (Jesús), y otros muchos, la paz sea con todos ellos. El monoteísmo se había visto comprometido como resultado de las desviaciones que, paulatinamente, habían ido separando a los hombres de las revelaciones hechas a los profetas anteriores. Se hacía necesaria, pues, una nueva revelación, esta vez definitiva y universal, que restableciera de manera firme, clara, y precisa, la relación primordial, la conexión directa entre la criatura y su Creador. No es, pues, el Islam una religión creada ex novo, "inventada", sino la cumbre del monoteísmo. Al decir del místico Abdelkarim Al-Yîlî (767-820 AH/1365-1417 d.C.):

"Todas las demás revelaciones son reflejo del cielo de esta suprema revelación, o una gota de su océano. Siendo reales, se ven aniquiladas por el poder de esta revelación esencial, que es exclusivamente de Dios en virtud de Su conocimiento de Sí mismo, mientras que las otras revelaciones son de Dios en virtud del conocimiento de otras personas."

Así pues, el Islam no niega las revelaciones anteriores, sino que las sitúa en su verdadero contexto, el de la sumisión (islam) al Dios Uno y Único, sin otro tipo de consideraciones. Sí hace el Islam innecesarias revelaciones posteriores, por cuanto ha restituido el monoteísmo a su lugar originario, y restablecido la fluidez en la relación del hombre con Dios. Es por esto que es la última revelación antes del final de los tiempos.

La fe islámica consiste en creer en (i) el Dios Uno y Único, (ii) en sus ángeles, seres espirituales a los que asigna diversos cometidos, (iii) en sus libros y mensajeros, es decir, en un único mensaje revelado por Dios a los muchos profetas para que lo transmitieran a los hombres, (iv) en la resurrección y el Día del Juicio, y (v) en la predestinación y el libre albedrío, puesto que, si bien tiene el hombre capacidad de elegir, nada puede ocurrir sin la predeterminación y conocimiento por parte de Dios. Estos son los pilares de la fe, que tienen sus contrapartidas en lo que se refiere a la observancia. Efectivamente, el musulmán debe: (1) dar testimonio de que no hay más dios que Dios y que Muhammad es su profeta, (2) rezar, de acuerdo a las condiciones prescritas por la Ley (Sharia), (3) pagar el Zakat, o limosna obligatoria, (4) ayunar durante el mes de Ramadán desde el alba hasta la puesta del sol, y (5) realizar el Hajj, la peregrinación a la Meca, al menos una vez en la vida, si ello le es posible. Todo ello forma una sólida base sobre la que el creyente podrá acometer su elevación espiritual, mediante el recuerdo del Creador y la purificación del alma, trascendiendo el espejismo del ego.

Desde hace siglos, el Islam no goza de buena imagen en Occidente, donde parece creerse que el Islam es algo intrínsecamente perverso, y sus seguidores gente malvada y cruel. Nada más lejos de la realidad, sin embargo, ya que Allah (s.w.t.) ordena en el Corán observar una conducta irreprochable desde cualquier punto de vista (Sura XVI, "La Abeja", aleya 90):




Este versículo coránico expresa con toda claridad la esencia de la ética islámica, y conviene aquí decir que para conocer el Islam no hay otro camino que sus propias fuentes (el Sagrado Corán, y los Hadices, o Tradiciones Proféticas), y no los tópicos caducos que circulan en Occidente. Es absolutamente necesario, en esta época más que nunca, conocer al otro (y así lo ordena también Allah en el Corán), y no limitarse a dar por buenos una serie de lugares comunes. Juzgarse uno mismo por sus nobles ideales y juzgar al otro por sus acciones reprobables no es justicia, sino engañarse uno mismo, y denota que no se quiere en realidad entender al otro. Así, suele el occidental juzgar el Islam por las acciones de unos pocos musulmanes que hacen titulares de periódicos, sin comprender que eso es exactamente como juzgar a la civilización occidental basándose en la conducta de Hitler o Stalin, a quienes, seguramente, en Occidente no se considera como típicos representantes de la civilización occidental.

El Islam no es "una religión para árabes", como muchos piensan, sino que toda persona, el conjunto de la Humanidad, está llamada a la sumisión ('islam') al Dios Uno y Único, aparte del cual no hay otro, dejando de lado diferencias de raza o idioma. Por ello es el Islam la religión de un quinto de la Humanidad, y está presente, fundamentalmente, en el Norte y Noroeste de África, Oriente Medio, Asia Central, India, Indonesia, Sudeste Asiático, Península Balcánica, y Surinam. Aparte de esto, hay presencia musulmana reciente en Europa occidental, procedente de las ex-colonias. En la actualidad, el Islam es la religión que más se está extendiendo en todo el mundo, debido al elevado número de conversiones en zonas donde no había prácticamente presencia musulmana hasta hace poco, y también la que crece más rápido, debido a las elevadas tasas de natalidad de los países tradicionalmente islámicos. En muchas ocasiones suele confundirse "árabe" con "musulmán", siendo dos conceptos que no tienen relación: efectivamente, "árabe" es aquella persona cuya lengua materna es el árabe, sea cual sea su religión, musulmana, cristiana, o judía. "Musulmán" es quien tiene el Islam por religión, sea cual sea su lengua materna. Así, si bien la inmensa mayoría de los árabes son musulmanes, en el conjunto del Islam los árabes no suponen más del 25 % del total. El Islam es, pues, una religión auténticamente universal, y hay musulmanes de todas las razas, lenguas, y nacionalidades.

Más sobre el Islam:

- 'IMÁN' (Fe), ISLAM (Observancia) E 'IHSAN' (Virtud), los tres elementos esenciales de la religión islámica.

- 'Islam y violencia', por A. Rashied Omar.

- Jesús en el Islam.

- La oración en el Islam, por Kamal Ali Al-Muntaser.

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