lunes, 11 de julio de 2011

La vía electoral obradorista no va.

La vía electoral obradorista no va.

Por Mauricio Macossay Vallado.
México.El domingo 3 de julio hubo elecciones en el Estado de México y sus resultados son evidencia contundente del enorme desastre político institucional nacional que vivimos en estos momentos.
La maquinaria oligárquica, televisiva y priísta (con sus pequeños aliados del PANAL y el PVEM) arrasó. Se les pasó la mano y en serio. Hicieron lo que quisieron a su antojo.

Gastaron cientos de millones de pesos, publicitaron hasta el exceso a su candidato, violentaron las leyes sin cortapisa alguna, controlaron todos los órganos políticos institucionales, desde el Instituto Electoral hasta tribunales, presionaron, coaccionaron, manipularon, mintieron, compraron votos, intimidaron, impusieron en fin su santa voluntad.

Y con todo ello lograron que sólo 4.4 millones de mexiquenses de los 10.5 que tenían derecho de voto, acudieran a las urnas. 6.1 millones no votaron (el 57.4%), se abstuvieron, no creyeron en la elección, ni comprados, ni presionados, ni como vía de cambio pacífico gradual, desanimados, desesperados, desorganizados, incrédulos.

La gran abstención a pesar de los gigantescos esfuerzos partidarios y de todo el aparato oligárquico y televisivo que controla y mangonea al país, es evidencia de la quiebra general de la política institucional y que pocos, parece que cada vez menos, creen que las elecciones puedan ser vía de cambio político y social trascendente.

Por la continuidad oligárquica de uno de los peores grupos nacionales, el Grupo Atlacomulco en alianza con Televisa y Tvazteca, o sea el PRI, votaron 2.8 millones, el 62% de los votantes, pero sólo el 27% de los empadronados. Con el voto de sólo un cuarto de la ciudadanía (muchos de ellos comprados y presionados) continuarán gobernando esta importante entidad mexicana y será su principal base política y económica de apoyo para la campaña de Peña Nieto para la presidencia.

En 2005 lograron el voto de 1.8 millones, en 2006 bajaron a poco más de 1 millón. Ahora casi triplican su votación. ¿Qué tan verídicos serán estos resultados?

Festejan con todo tipo de excesos verbales y animados, van por repetir “todo” en la elección presidencial del 2012. El que hayan ganado de esta manera tan ilegal y prepotente y con este margen, es otra de las evidencias del enorme tamaño de la quiebra política institucional de hoy.

Por respaldar las políticas calderonistas y de la ultraderecha, o sea por el PAN, votaron 569 mil personas, el 12% de los votantes, pero sólo el 5% de los empadronados. En 2005 tuvieron 936 mil votos, casi el doble. Y en 2006 1.8 millones, más del triple. Estos resultados evidencian el hundimiento y debacle del PAN y sus modos. Y se prefigura con toda nitidez su relevo oligárquico por el aparato priísta a partir de 2012.

Por el cambio, que mal que bien representaba Encinas, el MORENA y el PRD, PT y Convergencia, votaron apenas 963 mil personas, el 21% de los votantes, pero sólo el 9% de los empadronados. En 2005 estas fuerzas lograron 918 mil votos y en el 2006 casi 2.5 millones. 5 años después, con la enorme campaña, casa por casa, que el obradorismo por medio del propio López Obrador y de Encinas, superando las maniobras de los chuchos y panistas y a contracorriente de las televisoras, que no dejaron de atacarlos y desgastarlos, sólo obtuvieron 963 mil votos, muchos menos que en 2006.

La vía pacífica gradualista electoral institucional que sigue el obradorismo, no da hoy resultados electorales alentadores. Millones de pobres mexiquenses no creen en esta vía. El abstencionismo creció.

Lo grave de este desastre político institucional es que se van cerrando las vías pacíficas de cambio, mientras la presión social, económica y política nacional sigue creciendo ante la ofensiva del capital, la derecha y sus partidos y medios, frente al empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo de la gran mayoría de la gente. Grandes sectores populares no creen en las elecciones y la desesperación crece. ¿Qué va a pasar?

La válvula social y política de escape o bien la vía de cambio pacífico, según se vea, que son las elecciones, la cierran con toda irresponsabilidad los grupos oligárquicos como el de Atlacomulco y Televisa-Tvazteca, estrechamente aliados con las cúpulas empresariales corporativas, nacionales y trasnacionales, arrinconando a millones de mexicanos pobres, obligándolos casi materialmente, a saltarse todas las trancas y recurrir a la acción directa.

La política institucional está más controlada y arbitraria que nunca, en favor de los peores intereses oligárquicos. La vía obradorista del MORENA no cuaja, no va. ¿Qué queda entonces? + (PE/Apia Virtual)

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