jueves, 8 de septiembre de 2011

44 grandes mentiras en la Historia. (Mas lamas grande de todas) el holocuento

44 grandes mentiras en la Historia. (Mas lamas grande de todas) el holocuento


EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL NO MURIERON SEIS MILLONES DE JUDIOS. Jamas han vivido en toda Europa mas de 4 millones de judíos. En el periodo de máxima expansión de los nazis tuvieron a su alcance a 2,3 millones de judios de lo cuales fueron internados en los campos de concentración 1, 5 millones con 321.000 muertos (Cruz Roja Internacional y CIfras sovieticas) . Los creadores de la mítica cifra de seis millones fueron el Rabino Wise y su yerno Phil Ochs en 1901 para justificar la creación de Israel , a los que se agrego Ilya Ehremburg , el jefe de propaganda de guerra sovietico (judio) . Cuando murio , este a pesar de declararse ateo fue enterrado en los muros de Jerusalem

Los historiadores revisionistas han demostrado que lo que hoy entendemos por Holocausto, es decir, el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de judíos y otras minorías, fue en realidad una propaganda de guerra inventada en parte por las potencias aliadas y que fue posteriormente aprovechada con premeditación por los sionistas, quienes realizaron escándalosas denuncias en los medios, todo esto con el propósito de obtener beneficios políticos a costa de otros pueblos, principalmente Palestina y Alemania y poder reclamar la creación de un Estado judío soberano en la región de Palestina[2].
Antecedentes
La sofisticada propaganda de los tiempos de guerra sobre las supuestas atrocidades cometidas por el enemigo no es objeto de controversia. Ha sido utilizada como un arma psicológica eficaz y empleada desde tiempos muy antiguos. El enemigo es satanizado por medio de historias de atrocidad sistemática y los medios de comunicación repiten constantemente lo cruel y demoníaco que es para incitar a los soldados a luchar por una causa virtuosa y patriótica.
Antigüedad
En la antigüedad, un ejemplo destacado de este tipo de propaganda, es la que se llevó a cabo por los romanos en contra de los cartaginesestras las guerras púnicas. La Eneida, poema épico del gran poeta Virgilio, fungió en cierta medida como medio de difusión de las diversas atrocidades que supuestamente cometieron sus enemigos. Cabe mencionar que después de estas guerras, los romanos se apropiaron de varias tecnologías desarrolladas por los cartagineses quienes quedaron ante la vista de Roma como un pueblo incivilizado incapaz de crear tecnología. Un caso similar sucedió con la Alemania de posguerra, de la que mucha de su tecnología fue a formar parte de la tecnología estadounidense e israelí.
Primera Guerra Mundial
En la Primera Guerra Mundial se difundieron varias afirmaciones macabras provenientes de la propaganda aliada contra los alemanes, como por ejemplo la de las "manos amputadas de los bebés belgas" o el "soldado canadiense crucificado", todas ellas falsas y por las que incluso algunos de los estadistas aliados de la Primera Guerra Mundial se disculparon con los alemanes.
En marzo de 1916, el Daily Telegraph informaba que los austriacos y búlgaros gasearon a 700.000 serbios. Se ignora si los lectores del diario británico llegaron a creer en esa información, pero después de la guerra, ya nadie creía en el caso de los 700.000 serbios gaseados.
Además ya desde entonces el diario The Times aseguró en un reportaje de abril de 1917 que los alemanes estaban hirviendo los cuerpos de sus soldados muertos para hacer jabones y otros productos, es decir, que tenían "fábricas de jabón hecho de cadáveres humanos". Muy posteriormente, en 1925, el secretario de asuntos exteriores del Reino Unido, Sir Austen Chamberlain, admitió que la historia acerca de la "fábrica de cadáveres" había sido mentira.
Período entre guerras


Martin H. Glynn, The Crucifixion of Jews Must Stop!, The American Hebrew, 31 de octubre de 1919.


Persecuted Jews Seen On Increase, New York Times, 9 de enero de 1938.
Aparece la cifra de los seis millones de judíos
No sólo la fantasía de los jabones hechos de cadáveres surgió antes de la Segunda Guerra Mundial y del supuesto Holocausto, también apareció entonces la cifra mítica de los seis millones de judíos.
El 31 de octubre de 1919 el ex-gobernador del Estado de Nueva York Martin H. Glynn publicó un artículo titulado ¡La crucifixión de los judíos debe detenerse! (The Crucifixion of Jews Must Stop!) en el periódico The American Hebrew (El hebreo americano) donde aparecía ya la cifra de los seis millones de judíos y describió las condiciones de los judíos en Europa como un "Holocausto"potencial.[3][4]:
Al otro lado del Atlántico seis millones de hombres y mujeres reclaman nuestra ayuda...seis millones de seres humanos... están muriendo. En el posible Holocausto de la vida,seis millones de famélicos... (etc.).

Esta cifra es de cierta importancia en el misticismo judío ya que está basado en fuentescabalísticas[5], así como en el Talmud, lo cual indica que dicha cifra se intentó imponer desde entonces de modo que el mundo viera necesario el establecimiento de un Estado judío soberano, sin embargo, la propaganda fracasó.
El 20 de mayo de 1920, el Congreso Judío Americano escribía:
Fondo para víctimas judías de la guerra en Europa Central, donde seis millones enfrentan horrorosas condiciones de hambre, enfermedad y muerte.

Incluso artículos del New York Times anteriores a 1927 ya hablan también de conceptos tales como "seis millones de judíos" y "holocausto"[6]
Segunda Guerra Mundial
La cifra de los seis millones persiste
El 9 de mayo de 1942, Nahum Goldmann quien fuese posteriormente presidente del Congreso Mundial Judío, estimaba con mucha anticipación que de los ocho millones supuestamente al alcance de Hitler, sólo dos o tres millones sobrevivirían a la guerra (aún si ésta durara seis años o muchos más), lo que haría un total de cinco o seis millones de judíos muertos, pero según los datos aportados por la historia oficial habrían sobrevivido cinco millones, lo que indica que la cifra de los seis millones, previamente concebida, sólo se estaba ajustando a cualquier dato posterior que fuese presentado. Después de la guerra todas las estadísticas demográficas fueron adulteradas con el pretexto de ajustarlas para no contradecir las cifras oficiales de fallecidos.
En su edición de febrero de 1943, el Reader's Digest ya mencionaba el número de seis millones como el total de las víctimas judías. Esta mención se le debe a un guionista judío de Hollywood llamado Ben Hecht.
En 1944 el Rabino Michael Dov Weissmandel escribió varias cartas pidiendo ayuda para salvar a los judíos en Europa. Nótese nuevamente que ya desde entonces se cita el número de las víctimas, mucho antes de que terminara el conflicto, y por lo tanto, antes de realizar los Juicios de Nüremberg, antes de que se hicieran públicas las estadísticas demográficas del régimen nacionalsocialista y antes de las primeras menciones públicas sobre las cámaras de gas.[7]
¿Cómo mantenéis silencio frente a este gran crimen... mientras miles de miles, alcanzando ahora los seis millones de judíos han sido asesinados?
Rabino Michael Dov Weismandel, Carta del 15 de mayo de 1944.

Hasta la fecha, seis veces un millón de judíos de Europa y de Rusia han sido aniquilados
Rabino Michael Dov Weissmandel, Carta al Vaticano del 31 de mayo de 1944.

Luego, en diciembre de 1944, el propagandista judío soviético Ilya Ehrenburg incorpora la cifra de los seis millones a la propaganda soviética, conociendo así la cifra de las supuestas víctimas antes de la liberación de Auschwitz[8].
La mejor distracción es la propaganda de atrocidades contra el enemigo
Por otra parte, este tipo de tácticas acusatorias sobre atrocidades fue ampliamente utilizada también por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial en forma extensiva y una parte de la evidencia de este hecho se observa en la siguiente nota del 29 de febrero de 1944, que el Ministerio Británico de Información envió al más alto clero británico y a la BBC:
Señor,
Dirigido por el Ministerio, le envió a Ud. la siguiente carta circular:
Es a menudo el deber de los buenos ciudadanos y de los cristianos píos cerrar los ojos frente a las peculiaridades de aquéllos que se asociaron con nosotros. Pero llegará el tiempo en el cual tales peculiaridades, que aún se niegan en público, deberán tenerse en cuenta cuando llamemos a la acción.
Nosotros conocemos los métodos de gobierno empleados por el dictador bolchevique en la misma Rusia mediante, por ejemplo, los escritos y discursos del Primer Ministro durante los últimos veinte años. Sabemos cómo se comportó el Ejército Rojo en Polonia en 1920 y sólo recientemente, en Finlandia, Estonia, Letonia, Galicia y Besarabia.
Por consiguiente, ciertamente debemos tener en cuenta cómo se comportará el Ejército Rojo cuando desborde Europa Central. A menos de que se tomen precauciones, los horrores inevitables que obviamente sucederán, generarán una tensión indebida en la opinión pública de este país.
No podemos reformar a los bolcheviques pero podemos hacer nuestro mejor esfuerzo para salvarlos - así como a nosotros - de las consecuencias de sus actos. Los descubrimientos del pasado cuarto de siglo generarán meras negaciones poco convincentes. La única alternativa a la negación es distraer la atención pública del asunto entero.
La experiencia ha demostrado que la mejor distracción es la propaganda de atrocidad dirigida contra el enemigo. Desgraciadamente el público ya no es tan susceptible como en los días de "la Fábrica de Cadáveres", "los Bebés Belgas Mutilados", y "los Canadienses Crucificados".
Por consiguiente se busca seriamente su cooperación para distraer la atención pública de lo realizado por el Ejército Rojo mediante su apoyo sincero en varios cargos contra los alemanes y japoneses que han sido y serán puestos en circulación por el Ministerio. El expresar sus creencias en cosas así puede convencer a otros.
Soy, Señor, Su obediente sirviente,
H. Hewet, Secretario Asistente,
P.S: El Ministerio no puede entrar en correspondencia de cualquier clase con respecto a la presente comunicación, la cuál sólo debe revelarse a personas responsables.[9]

Según los documentos de los archivos del departamento inglés responsable de la guerra psicológica, el Political Warfare Executive (PWE), en agosto de 1942 llegaron rumores por canales judíos de que los alemanes los estaban matando por millones.
El Foreign Office enseguida se daría cuenta de que se trataba de una mentira, no obstante, el PWE decidió emplear esta historia como base contra los alemanes. Se arrojó sobre Alemania millones de papeles hablando de las ejecuciones en cámaras de gas. Fue una mentira de la que empezaron a oir el eco a los pocos meses. En agosto de 1943 los primeros ministros de Checoslovaquia y Polonia, entonces en el exilio de Inglaterra, pidieron a Churchill y a Roosevelt difundir la acusación de que Alemania estaba exterminando a millones de judíos y polacos en cámaras de gas en el Este de Polonia.
Posteriormente, el jefe de la propaganda inglesa envió un mensaje a Winston Churchill en el que desaconsejaba firmar la acusación contra Alemania sobre un genocidio de judíos:
He descubierto que se trata de una mentira que puede poner en peligro a nuestra propaganda.

Declarando pocos meses después:
No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundial fabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos, y aquello hizo perder la credibilidad a nuestra propaganda.

Al acabar el conflicto Churchill escribiría 6 volúmenes sobre todos los detalles de la Segunda Guerra Mundial. En esas 4.448 páginas, no hace mención alguna a las supuestas "cámaras de gas" o un genocidio de los judíos. Dos mentiras que de llegar a descubrirse podrían desacreditar completamente su trabajo literario[10].
Los censos de Einar Aberg
En 1959, Einar Aberg, un profesor sueco, publicó una lista de cifras estadísticas de la población judía mundial antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Esta lista muestra datos sacados de fuentes como el World Almanac o el periódico New York Times, y refleja que entre los años 1939 y 1947 las cifras de judíos a escala mundial son siempre similares: 15 millones. Con esto se deduce, pues, que efectivamente 6 millones de judíos no fueron asesinados durante la guerra.
Poco después, el World Almanac fue acusado de antisemitismo y de negación del holocausto, y se vió obligado a reimprimir en el año 1949 una versión "corregida", que además tampoco demostraría nada; pues el supuesto genocidio se cometió entre los años 1939 y 1945, y la cifra final tras la retractación es de 11.266.600 judíos en 1949 tras registrar en esa misma lista que un año antes la cifra era de 15.688.259 judíos a nivel mundial. Aparte, el número 11.266.600 no está basado en ningún censo, fue un cálculo hecho partiendo del supuesto de la muerte de 6 millones de judíos a manos de los alemanes.
El elefante invisible
Muchos historiadores oficialistas afirman que algunas instituciones como los servicios de inteligencia aliados, el Vaticano y la Cruz Roja Internacional, pudieron denunciar o incluso evitar el genocidio, pero lo callaron, cometiendo alguna especie de complicidad. A partir de esta idea, otros historiadores quieren imputar algún grado de responsabilidad a estas instituciones por el presunto Holocausto.
Los aliados disponían de una red de información que funcionaba de forma efectiva, tanto en los países ocupados por Alemania como en la propia Alemania[11], por lo que un crimen de una magnitud tan monstruosa como lo sería el asesinato de millones de personas en cámaras de gas, no podría de ninguna manera quedar oculto ante ellos durante años, más aún con organizaciones judías que a partir de 1942 reportaban atrocidades constantemente.
Pero Washington, Londres y Moscú no hacían nada para salvar a los judíos, pudiendo destruir los campos de exterminio y salvar así a millones. Tampoco los prevenían del exterminio que los amenazaba, pues los judíos no oponían ninguna resistencia a los traslados hacia los campos de trabajo. Los aliados tampoco llamaron la atención del pueblo alemán sobre el genocidio perpetrado por su gobierno. Asimismo, tanto el Papa Pío XII, como la Cruz Roja, habrían permanecido con los brazos cruzados hasta terminar la guerra, callando el genocidio. Durante la guerra nadie, excepto la propaganda judía, se comportaba como si dicho genocidio estuviese ocurriendo.
Ya en 1942, el servicio de inteligencia británico consiguió captar y descifrar el código secreto de las comunicaciones radiales entre el cuartel general de las SS en Berlín y los campos de concentración. En los informes diarios se daba cuenta de todos los casos de muerte. Según estos informes, la mayoría de las muertes se debía a enfermedades, pero también se comunicaron algunos casos de ejecuciones por fusilamiento o ahorcamiento. Pero de asesinatos en cámaras de gas no hubo nada, ni siquiera desde Auschwitz.
Esto lo confirma el profesor Hinsley, actualmente docente en Cambridge, quien durante la guerra era especialista para el desciframiento de códigos secretos enemigos. En su libro explica: "Las comunicaciones radiales alemanas no contenían ninguna referencia a gaseos (no references to gassings)."[12]
Desde diciembre de 1943, los aviones de reconocimiento aliados fotografiaban regularmente Auschwitz. Hasta la liberación del campamento por el ejército rojo en enero de 1945 confeccionaron centenares de fotografías en el curso de un total de 32 misiones. Por su tamaño, por su importancia bélica y por su constante vigilancia aliada, en Auschwitz, habría sido prácticamente imposible disimular un asesinato en masa perpetrado industrialmente. No obstante, durante dos años enteros, de 1942 a 1944, parecía que nadie notaba dicho asesinato. Sólo hasta el verano de 1944 aparecieron en la prensa internacional los primeros reportajes sobre las masacres.
A los historiadores oficialistas se les dificulta explicar la razón de este "misterioso silencio" sobre el Holocausto. Todos están dispuestos a imputar responsabilidades a múltiples entidades de diferentes intereses entre sí y de los supuestos criminales, presumiendo así, más cosas de las absolutamente necesarias, pero nadie quiere ver la explicación más sencilla: si durante la guerra nadie se comportaba como si dicho genocidio estuviese ocurriendo, entonces, o bien se ignoraba de su existencia, o bien simplemente no estaba ocurriendo.(Ver: navaja de Ockham). Pero como un genocidio de tal magnitud no habría podido ser escondido ante la actividad aliada, entonces, la explicación más sencilla que resta es que tal genocidio no estaba ocurriendo. De hecho, el Vaticano y la Cruz Roja se enteraron de la presunta existencia del Holocausto sólo después de la guerra.
Cuando los alemanes abandonan Auschwitz ante el avance soviético, la historia oficial dice que los prisioneros prefirieron irse junto con quienes "les estaban exterminando", rechazando la opción de quedarse y ser liberados. En otras palabras, los judíos presos en un "campo de exterminio", no lo creyeron. Y también ellos, actuaron como si el genocidio no estuviera ocurriendo.
Tres de los principales actores en la liberación de Europa, el británico Winston Churchill, el general francés Charles de Gaulle y el estadounidense Dwight Eisenhower, no dicen una sola palabra sobre las supuestas cámaras de gas en sus memorias. Entre las más de 7000 páginas que escribieron relatando todos los detalles de la Segunda Guerra Mundial, no hay ninguna mención de "cámaras de gas", "genocidio" de los judíos o "seis millones" de víctimas. El profesor Robert Faurisson sugiere que estos personajes sabían o sospechaban que la propaganda de sus propios gobiernos sobre cámaras de gas no era cierta[10].
El revisionista Arthur Butz explica:
No veo ningún elefante en mi sótano. Si hubiese un elefante en mi sótano, con toda seguridad lo vería. Por lo tanto, de dos cosas, una: o no hay ningún elefante en mi sótano, o bien el elefante es invisible.
Arthur Butz, The Hoax of the Twentieth Century, 1976.



----- Mensaje original -----
De: alban@abogados.or.cr Bonilla

Según la Revista Española "Quo" (Dónde?) Estas son 44 grandes mentiras en la Historia.
1. LOS VIKINGOS NO LLEVABAN CASCOS CON CUERNOS.
Fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrom en las ilustraciones que realizó en 1820 para el poema épico Frithiof`s Saga. El propósito de estos cuernos irreales era retratar a los feroces guerreros del Norte como seres casi demoníacos.
2. LAS TRES CARABELAS DE COLÓN SÓLO FUERON DOS.
La Pinta y la Niña. Porque la tercera nave que participó en el descubrimiento de América era una nao, otro tipo de barco de mayor tamaño. Se llamaba María Galante, pero Colón la rebautizó Santa María.
3. LAS BRUJAS DE SALEM NO FUERON QUEMADAS EN LA HOGUERA.
Pero que nadie piense que las indultaron. En realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de hechicería.
4. NAPOLEÓN NO ERA TAN BAJITO.
De hecho, medía 1,68 cm., una estatura aceptable para su época, e incluso superaba por 4 cm. al duque de Wellington, su gran enemigo.
5. EN CASABLANCA, Bogart nunca pronuncia la frase: "Tócala otra vez, Sam". En realidad, la frase exacta es: "Tócala Sam, Toca As time goes by" y la recita Ingrid Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam (Dooley Wilson) sólo cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El acompañamiento se incorporó en el estudio.
6. LAS ORGÍAS DE TIBERIO SON UN MITO. Suetonio relata que el emperador fijó su residencia en Capri para huir de la corrupción de la nobleza romana.
7. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS, realmente duró 116, de 1337 a 1453, año en que los reyes de Inglaterra y Francia (los países en conflicto) pusieron fin a las hostilidades.
8. EL ESTRANGULADOR DE BOSTON, Albert de Salvo, no estrangulaba a sus víctimas. Al menos, no a todas. Únicamente asesinó de ese modo a la primera; en cambio a las otras doce las mató a golpes o puñaladas.
9. GEORGE WASHINGTON no fue el primer presidente de EE.UU. Al estallar la revolución americana en 1714, una comisión de notables eligió a Peyton Randolph, de manera provisional, para ese cargo. Tras su dimisión, ocho personas actuaron como presidentes en funciones hasta 1789, año en que por fin se aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras elecciones al cargo, en las que Washington fue finalmente elegido.
10. WALT DISNEY NO SABÍA DIBUJAR y nunca diseñó ninguno de sus famosos personajes. Durante muchos años se dijo que Mickey Mouse había sido creado por él, pero ahora sabemos que fue obra exclusiva del dibujante Ub Wickers, quien le dejó a Disney compartir la autoría para devolverle un favor.
11. LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE FUE EN NOVIEMBRE. Realmente (y según el actual calendario gregoriano), comenzó el 7 de Noviembre, cuando Lenin se sublevó en Petrogrado contra el gobierno de Kerensky. Lo que ocurre, es que Rusia se regía aún por el llamado calendario Juliano (obsoleto en el resto del mundo occidental desde el año 1582). Según el cual, la fecha correspondía al 25 de octubre.
12. HERNÁN CORTÉS NUNCA QUEMÓ SUS NAVES. Según el relato de Bernal Díaz del Castillo, el cronista que acompañó a la expedición durante la conquista de México, lo que hizo fue embarrancarlas y barrenarlas, para abrir vías de agua. Además, Cortés dejó una intacta, para que fuera a Cuba a solicitar el envío de más víveres y tropas.
13. LOS HARLEM GLOBETROTTERS no eran de Harlem sino de Chicago, Ciudad en la que se fundó el equipo en el año 1926, pero se pusieron New Globetrotters para parecer más cosmopolitas. Finalmente, en 1932 adoptaron Harlem como denominación de origen en identificación con el famoso barrio negro.
14. SHERLOCK HOLMES nunca dijo: "Elemental, querido Watson". En las novelas de Conan Doyle, el famoso detective sí pronuncia la palabra "elemental", pero nunca acompañada por la muletilla. La frase, tal y como la conocemos, fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil Rathbone en 1939.
15 LA GUILLOTINA no es un invento francés, y su creador no fue el doctor Ígnace Guillotin. El revolucionario, lo único que hizo fue proponerla como método oficial de ejecución. Los romanos ya conocían y usaban la guillotina, y algunos historiadores creen que fue inventada por el cónsul Titus Manlius, quien paradójicamente, acabó siendo ejecutado con ella.
16. VAN GOGH no se cortó una oreja; sólo un pedacito del lóbulo izquierdo.
17. MARIA ANTONIETA jamás pronunció la infame frase: "Si no tienen pan, que coman pastel", cuando un consejero le comentó las penalidades que pasaba el pueblo de París. La historiadora Antonia Fraser ha descubierto que es un bulo: "Quien dijo esa barbaridad fue una cortesana, madame de Montespan. Así lo recogió Jean- Jacques Rousseau en su obra Confesiones, escrita en 1768, precisamente dos años antes de que Maria Antonieta llegara a Francia".
18. LA MARCHA DE LAS MUJERES ESTABA FORMADA POR HOMBRES.
Precisamente, la subida del precio del pan provocó en 1789 una sublevación popular en París. 6 000 mujeres armadas con cuchillos y hoces marcharon en señal de protesta hacia el palacio de Versalles, dirigidas por Theroigne de Mericourt. Aunque en realidad las mujeres no llegaban al centenar, y el resto eran varones disfrazados con ropas femeninas.
19. EN LA BASTILLA NO HABÍA PRESOS POLÍTICOS. Para acabar con la Revolución Francesa, hay que decir que en la mítica prisión parisina no estaba preso ningún disidente. No había más que siete cautivos, todos aristócratas (entre ellos el marqués de Sade), encarcelados por los llamados "delitos de nombre": no pagar deudas, matar a un rival en un duelo, etc.
20. BRUCE LEE NO FUE EL REY DEL KÁRATE. De hecho, jamás practicó esa modalidad de las artes marciales. El suyo era un estilo de lucha diferente conocido como jun fan gung fu. La enseñanza del Jeet Kune Do comienza con una base técnica. Esta base técnica es lo que Bruce enseñaba hace más de 30 años a sus alumnos, algo a lo que llamó Jun Fan Gung Fu.
21. JUANA DE ARCO NO ERA FRANCESA. La verdad es que la santa y heroína nació en Bar, una localidad del ducado de Lorena, que por aquel entonces era independiente.
22. CIRCULAR POR LA DERECHA NO SIEMPRE HA SIDO LO NORMAL. De hecho, en el imperio romano se circulaba por la izquierda, una costumbre que se mantuvo en toda Europa hasta la Revolución Francesa. El nuevo régimen instauró la norma de hacerlo por la derecha, y Napoleón la impuso en el resto de Europa, salvo en Inglaterra, Suecia y los países que no pudo conquistar.
23. JOHN FORD NO ERA TUERTO. EL parche se lo puso ocasionalmente en 1934 para poder recuperarse de la operación de cataratas. A partir de entonces, se acostumbró a llevarlo en público como excentricidad, aunque solía cambiárselo de ojo.
24. ARTURO NUNCA FUE REY. En realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado prefecto para defender Berta de los bárbaros.
25. NO HUBO 11 000 VÍRGENES. En una lápida de una iglesia de Colonia está cincelada la leyenda de 11 000 doncellas asesinadas por los hunos de Atila en el año 449. Jardiel Pocenla ya se cuestionó en una de sus obras que la auténtica cifra de vírgenes fuera tan elevada; y tenia razón, ya que hoy sabemos que sólo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la muerte por los bárbaros.
26. MARCO POLO NO INTRODUJO LA PASTA EN EUROPA. Fueron los árabes, durante la invasión de Sicilia en el año 669 (600 años antes del nacimiento del famoso viajero). EL historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en la isla comían los itriyah, unos fideos secos.
27. EL GENERAL CUSTER nunca dijo aquello de: "El único indio bueno es el indio muerto" El verdadero autor de tan espantosa afirmación fue el general Philip O. Sheridan.
28. ROBIN HOOD NO ERA UN BANDIDO GENEROSO, ni robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En realidad era un hombre llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no contra Juan "Sin Tierra") para no pagar impuestos.
30. LOS PIRATAS NO ENTERRABAN SUS TESOROS. O lo hacían demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo normal era que dilapidaran el botín en sus pillajes en las tabernas, los burdeles y las casas de juego de la isla de la Tortuga.
32. MARLON BRANDO no rechazó el Oscar que ganó por El Padrino (1972). Pero mandó a recogerlo en su lugar a una falsa india (en realidad era una mexicana disfrazada), quien hizo un alegato a favor de los derechos de los indígenas.
33. EL CABALLO BLANCO DE SANTIAGO, al final, ¡no era tan blanco!. En el techo de la catedral de Compostela (su Santuario como Patrón de España) está representada la imagen del santo a lomos de un ejemplar de piel castaña con manchas negras.
34. NO EXISTEN LOS CEMENTERIOS DE ELEFANTES. La aparición de un gran número de osamentas de paquidermos en un mismo lugar hizo creer en un mítico lugar al que los elefantes se dirigían voluntariamente para morir. El misterio lo aclaró el biólogo Rupert Sheldrake, quien explicó que lo que realmente ocurría es que los ejemplares ancianos o enfermos de una misma manada se quedaban a vivir cerca de los manantiales de agua y morían allí.
35. "SI LA MONTAÑA NO VA A MAHOMA, MAHOMA IRÁ A LA MONTAÑA". Este proverbio no pertenece a ningún texto sagrado islámico. Forma parte de una parábola inventada por el filósofo británico Francis Bacon.
36. CORTAR CABELLERAS no era costumbre natural de los pieles rojas. La copiaron de los franceses, que exigían a sus mercenarios presentar el cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa.
38. "Y SIN EMBARGO, SE MUEVE". No existe ninguna prueba que demuestre que Galileo realmente murmurara esa frase al verse obligado a abjurar de sus teorías científicas en 1633, tras ser juzgado por la Inquisición. Actualmente, los historiadores creen que se la inventó el escritor y editor turinés Giusepe Baretti en un fantasioso libro titulado Biblioteca Italiana (1757).
39. LOS EMPERADORES ROMANOS no levantaban ni bajaban el pulgar para decretar la muerte o el indulto de un gladiador. Mostrar el puño cerrado era señal de clemencia: pero si sacaba el pulgar hacia un lado, estaba ordenando la ejecución del perdedor.
40. AL CAPONE ODIABA LOS ESPAGUETIS y, por extensión, casi todas las variedades de la pasta italiana. Lo contó en su biografía el actor George Raft, especializado en papeles de gánster y a quien Capone (gran admirador suyo) invitó una vez a cenar. ¡Y le sorprendió con un menú de comida...china!
41. EL MOTÍN DEL BOUNTY no fue una revuelta contra la tiranía del capitán Blight. El motivo fue menos noble: el oficial Fletche Christian, de origen aristocrático, enemistó a la tripulación contra el capitán porque no soportaba que éste le reclamara constantemente un dinero que le había prestado.
42. JULIO CÉSAR NO NACIÓ POR CESÁREA. Los historiadores creen que no fue así, porque su madre murió cuando él ya había cumplido los 30, en una época en la que las mujeres no solían sobrevivir a esta operación. Lo que sí es cierto es que dicha intervención debe su nombre a una ley promulgada por César para que los bebés fueran extraídos de los vientres de sus madres si éstas fallecían a partir del séptimo mes de gestación.
43. BIN LADEN no fue el primero en atacar a EE.UU. en su propio territorio nacional. El "mérito" le corresponde al mexicano Pancho Villa, quien en 1916 cruzó el Río Grande y atacó la ciudad de Columbus, en Nuevo México, donde mató a siete personas. La invasión duró menos de diez horas.
44. EL PRIMER PRESIDENTE DE ARGENTINA fue en realidad un Boliviano. (25 de mayo de 1810) El general Cornelio Judas Tadeo de Saavedra y Rodríguez, conocido como Cornelio Saavedra nació en la hacienda "La Fombera", situada en el pueblo de Otuyo, cerca de la antigua Villa Imperial de Potosí, que pertenecía por entonces a la Audiencia de Charcas (hoy Sucre, Bolivia), bajo dependencia española. En la actualidad dicho lugar forma parte de la República de Bolivia. Fue Presidente de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Rio de La Plata. En 1862 Bartolomé Mitre, quien fuera Gobernador de Buenos Aires, asumió como primer Presidente constitucional de la Argentina unida.

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