viernes, 9 de septiembre de 2011

marcelo ebrard fascista enemigo de mexico

Intolerancia en el GDF
Eduardo Ibarra Aguirre

Si los ajustes de cuentas entre los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional están a la orden del día en Nuevo León, utilizando a las 52 víctimas mortales de la corrupción pública y privada en el casino Royale, el Distrito Federal no se puede quedar en la retaguardia y su jefe de Gobierno dio un primer paso.

Después de desempeñarse como secretario de Desarrollo Social durante cuatro años y medio, lapso en el que fue acotado hasta quitarle facultades y recursos a la dependencia –como los programas Mejoramiento Barrial, apoyos a mujeres y grupos vulnerables, además de la entrega de uniformes–, por órdenes de Marcelo Ebrard, éste decidió remover a Martí Batres tras su negativa a renunciar al cargo.

La gota que derramó el vaso de la intolerancia del distinguido con el reconocimiento “El mejor alcalde del mundo”, fue la crítica de Batres Guadarrama por la presencia de aquél en el acto que organizó Felipe Calderón en el Museo Nacional de Antropología para recibir los aplausos del millar de convidados de piedra, así sean los representantes de los tres poderes de la Unión, los tres niveles de gobierno, los amigos, socios y una parte de la plutocracia.

Presencia que Ebrard Casaubon justifica con “Represento a todos los gobernadores del país, no nada más a mi persona y mis posiciones”. Seguramente los ejecutivos acordaron estar sobrerrepresentados pues todos acudieron –excepto Leonel Godoy–, que esbozara su mejor sonrisa y aplaudiera al general de cinco estrellas con el que evitó encontrarse en público, tomarse la foto y al que llegó a calificar de “ilegítimo”. ¿Para qué tanto brinco si al final se impone lo que persiguió con tenacidad el abogado –que denuncia jueces a “lo borras”–, economista y administrador público?

Consumada la decisión a la que institucionalmente tiene pleno derecho, Ebrard subestima el sentido común de los capitalinos y jura “yo respeto todas las opiniones de los servidores públicos”, además de presentar su decisión como resultado de que “no se puede ser secretario de un gobierno y opinar en contra del gobierno”, cuando consta que la crítica de Batres fue a Calderón “por usurpador”, y en un despropósito exige congruencia pese a que el viernes 2 dictó cátedra en sentido contrario.

Lo inaceptable de este capítulo es que, como acostumbran los gobernantes de todos los orígenes partidistas, el aventajado exalumno de Víctor Manuel Camacho no defienda que se trata de un viraje en su relación con Los Pinos y que éste forma parte del camino trazado para arribar a la candidatura presidencial, con alianzas que rebasan y con mucho a lo que se conoce como izquierda electoral, pero también a la social.

Al titular del GDF le resulta indispensable, para lo anterior, presentarse como moderno –cualquier cosa que esto signifique– e incluyente –¿también de Acción Nacional?–, pero el cese de Martí lo muestra en toda su condición facciosa, pues a los imberbes precandidatos Mario Delgado y Alejandro Rojas los arropa con celo paternal y presumiblemente con recursos públicos.

Finalmente, le comparto una vivencia. La tarde del día 6 dormitaba con dificultades y la voz imperativa y grandilocuente de un orador me despertó, supuse que se trataba de un madrugador precandidato al GDF, de los que hacen el ridículo al privilegiar la imagen de su rostro, como estrellas del canal de Emilio Azcárraga Jean, en espectaculares, el metro y paredes de la megalópolis. Al reincorporarme a mi espacio de trabajo quedé sorprendido al comprobar en la contestadora telefónica que se trataba de un mensaje de Calderón Hinojosa sobre educación. Son prácticas ajenas al demócrata que presume ser, pues el sueño para mí es sagrado.

Acuse de recibo

La abogada tabasqueña Norma Falcón concluye sobre Radiografía del “pesimismo” (26-VIII-11): “Lo que nunca se puede borrar y con el tiempo crece aún más, se mantiene presente, es el bien común. Todas las acciones y decisiones del servidor público deben estar dirigidas a la satisfacción y a las necesidades de la sociedad, por encima de intereses particulares ajenos al bienestar de la colectividad”... El querido periodista y amigo Fausto Fernández Ponte cumplió el primer año de fallecido, pero dicen bien sus colegas veracruzanos de Diario Libertad que “su espíritu no ha muerto, sigue presente; y sus enseñanzas de ética, de amistad, de lucha, de valor y por supuesto de periodismo, están y estarán siempre entre nosotros”... Escribió el también querido colega y poeta Raúl Macín: “Los que inventaron el pecado son los que resultan incapaces de amar” (En tiempo de Lluvia, Claves Latinoamericanas, 1997, p. 47)… Otras lecturas recomendables por placenteras, si usted me lo permite, son Nadie me verá llorar, de la tamaulipeca de Matamoros pero radicada en San Diego, California, Cristina Rivera Garza; y 1943 (el año del fuego), de David Martín del Campo… Jaime Guerrero Ortiz, alegre juchiteco y tenaz ingeniero petrolero, falleció el lunes 5. Me uno respetuosamente al duelo de María Emilia, María Alejandra y Beatriz.

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