sábado, 1 de octubre de 2011

La creencia general de los musulmanes en la revelación del Corán

La creencia general de los musulmanes en la revelación del Corán
El Corán en el Islam
Corán & Sunna - 01/10/2011 5:36 - Autor: Allamah M. H. Tabatabai - Fuente: Islam Oriente
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Etiquetas: coran, muhammad, gabriel, angeles, revelacion, tabatabai

Manuscrito coránico del siglo X.
El Sagrado Corán se refiere a la Revelación y a su transmisión mucho más que cualquier otro de los Libros sagrados, como la Torah o el Evangelio, y hasta encontramos en él versículos que se refieren a la cualidad o forma misma de la revelación.
Cree la generalidad de los musulmanes -a partir de lo que se desprende del mismo texto del Libro-, en la revelación del Corán: Que éste es la expresión de la Palabra de Dios, exaltado sea, que fue comunicada al Profeta Muhammad (BPD) por intermedio de uno de los ángeles cercanos.
Este ángel intermediario para la revelación es llamado Gabriel (árabe: Yibraíl), y también el Espíritu Fiel (Ar-Ruh Al-Amín). Este ángel trajo la Palabra de Dios al mensajero de una manera pausada a lo largo de veintitrés años. Según estos mensajes al Profeta se le concedió o se le encargó la misión de anunciarlo (lo revelado) a la gente, de hacerle comprender su significado y de convocarlos a tornarse hacia estas creencias, regulaciones sociales, leyes civiles y deberes individuales, todo lo cual se expresaba en la revelación del Sagrado Corán.
El nombre de esta misión divina otorgada al Profeta se conoce (en lengua árabe) como nubuwah, y creen los musulmanes que el Profeta cumplió su misión sin alterar, reducir o agregar nada suyo propio a esta revelación.
Los escritores actuales, la revlación y la profecía
La mayoría de los escritores actuales (1) que han investigado las distintas religiones y creencias expresan la siguiente opinión acerca de la revelación Coránica y de la profecía: Sostienen que el Profeta fue un hombre excepcional, un genio social extraordinario que surgió para salvar al género humano del precipicio de la decadencia y la barbarie y para guiarlo hacia la civilización y la libertad, convocándolos a seguir sus ideales que habían tomado la forma de una misión universal perfecta.
Sostienen también que él poseía un espíritu puro y una gran fuerza espiritual, y que vivía en un ambiente de oscuridad y de ignorancia en el cual no predominaban ni regían sino la infidelidad, la charla vana, el caos, el egoísmo, el sin sentido, el robo, el saqueo y todo otro tipo de actitudes bárbaras e incivilizadas. Afirman que el sufría constantemente al contemplar tales condiciones desagradables y atrasadas de vida, y que cuando se desbordó la copa de su tolerancia se retiró de la gente y buscó refugio en una caverna en las montañas de Tahama por unos pocos días, absorto en la observación del cielo, de las brillantes estrellas, de la tierra, de las montañas, del mar, del desierto y de todas las cosas preciosas que la creación ha suministrado a la humanidad, sintiéndose apenado por tanta ignorancia y negligencia en la cual la humanidad se encontraba envuelta. Sintiendo que esta ignorancia y descuido habían permutado una vida feliz y placentera en una vida desgraciada y de opresión como la vida de las bestias y de los cuadrúpedos.
Sostienen que el Profeta (BPD) llegó a esta comprensión a la edad de cuarenta años, cuando a través de la revelación, se le mostró como salvar al género humano de esta lamentable condición de corrupción, irresponsabilidad, egoísmo y negligencia en la que había caído. Este plan para salvación del género humano es la religión del Islam, que era la más adecuada para regir en las condiciones de esa época.
Sostienen también estos autores modernos que el Profeta (BPD) concluyó en que sus reflexiones puras eran la palabra de Dios y la revelación divina que le había sido infundida a través de su naturaleza purificada. Su propio espíritu benevolente y virtuoso, del cual brotaban pensamientos y reflexiones, y que se encontraba establecido en su corazón purificado, fue llamado el Espíritu Fiel y Gabriel, el Ángel de la Revelación.
Asimismo afirman que todos los poderes que tienden hacia el bien y la bondad en el mundo de la naturaleza y hacia la felicidad en el ámbito humano son llamados “ángeles”. Todas las fuerzas que impulsan hacia la maldad y la desgracia son llamados “demonios” y “genios”. A su propio deber de transmitir el mensaje y a la voz de su conciencia se llamó-respectivamente-la profecía y el mensaje.
Naturalmente esta explicación que acabamos de parafrasear en los párrafos anteriores pertenecen a personas que creen en la existencia de Dios y que están dispuestos a atribuir alguna importancia y validez a la fe islámica. Por el contrario, aquellos que no creen en Dios consideran las cuestiones de la profecía, la revelación, las obligaciones de origen divino, el castigo y la recompensa, el Paraíso y el Infierno, etc., como cuestiones religiosas (peyorativamente) y, de hecho, como una completa mentira. Estos últimos dicen que los Profetas (P) fueron reformadores que introdujeron legislaciones en la forma de religiones para mejorar las condiciones de la sociedad humana y que, dado que los pueblos del pasado estaban sumergidos en la ignorancia y las supersticiones, los Profetas basaron sus enseñanzas sobre tales supercherías y creencias supersticiosas, como el origen de la creación y la resurrección.
¿Que dice el Corán sobre lo expuesto?
Aquellos que dan la primera explicación que se suministró en el párrafo anterior acerca de la revelación y la profecía son hombres instruidos que, debido a su formación en el marco de las ciencias físicas y naturales consideran que todo lo que ocurre en el mundo está limitado a los fenómenos o leyes naturales. Suponen que la raíz última de todos los eventos reside o se sustenta en la naturaleza. En consecuencia están limitados a pensar la fe divina como un proceso social y lo analizan y presentan con los parámetros de otros eventos u otros fenómenos de tipo social. De esta manera si un genio social como Ciro, Darío o Alejandro reclama haber sido designado por Dios con una misión divina, y declara que sus decisiones son la orden de Dios, no tendrá para ellos otra explicación que la que hemos dado en el párrafo anterior.
No tenemos la intención de probar ahora la existencia de un mundo sobrenatural, ni vamos a advertir a tales hombres de ciencia que cada rama del conocimiento puede expresar una opinión solamente dentro de los confines de su materia. Las ciencias materiales, que tratan de la materia y de sus propiedades no tienen derecho ni posibilidad de afirmar o negar aquello que está más allá de la materia.
Lo que decimos es que las explicaciones dadas en el párrafo previo, cualesquiera ellas sean, deben corresponderse con las manifestaciones del Corán que es la prueba de la misión profética del Mensajero Muhammad (BPD), en la cual reside la raíz de todas estas palabras, y que las afirmaciones explícitas del Sagrado Corán son contrarias a este tipo de explicación, como mostraremos comparando cada punto de las afirmaciones de estos autores modernos con los pasajes del Libro.
1.-La palabra de Dios
Según la afirmación en cuestión, los puros pensamientos y reflexiones del Profeta (BPD) serían las palabras de Dios. Esto significa que estas ideas no son sino ideas suyas propias. Pero el Corán por su parte niega explícitamente toda conexión entre sus versículos y las palabras del Profeta (BPD) así como de cualquier otro ser humano. Dice Dios en 10:38 y en 11:13 que si Sus Palabras son las palabras de los seres humanos, que produzcan entonces los hombres algo como ellas sobre cualquiera de los temas a que se refiere el Libro, sobre asuntos éticos o religiosos, sobre imposiciones, historias, sabiduría y convocatoria a la verdad. A esta tarea Dios admite en el Libro que ellos llamen en su auxilio a cualquier otra fuente -hombres o genios-, y predice por último el Corán que fallarán si lo intentan, conociendo entonces que las palabras de la Escritura pertenecen a Dios y no a los hombres. En 17:88 dice Dios:
“Diles: Aunque los hombres y los genios se reunieran para producir algo semejante a este Corán, jamás harían nada parecido, aún cuando se ayudasen mutuamente.” (17:88)
Y dice también:
“Si estáis en duda de lo que hemos revelado a nuestro siervo (Muhammad), traed una sura semejante a ésta y convocad a vuestros testigos en lugar de Dios si sois veraces.” (2:23).
Y agrega en otro lugar:
“¿Es que no meditáis en el Corán? Si proviniera de otro que Dios, encontraríais ciertamente en él muchas discrepancias.” (4:82)
Esto muestra que no hubo ningún cambio durante un período de veintitrés años en el estilo de expresión, en la terminología y en el significado. Si las palabras del Corán hubieran sido proferidas por un ser humano habría quedado condenado por la ley de la naturaleza cayendo en el cambio, la transformación y la contradicción. Es claro entonces que estos versículos son la Palabra de Dios.
Más aún el Sagrado Corán, en cientos de versículos, da la prueba de milagros sobrenaturales que no pueden ser explicados por las leyes normales de la naturaleza y por medio de los cuales los profetas han probado su profecía. Si la profecía hubiera sido solamente la pura inspiración de seres humanos, entonces no habría tenido significado requerir la ayuda de milagros como una prueba y evidencia de ello. Algunos escritores explican estos milagros explícitos como una suerte de juego, pero si el lector reflexiona sobre sus explicaciones no tendrá duda de que el propósito del Corán no es lo que ellos sostienen.
Nuestro propósito aquí no es probar la posibilidad de la realización de milagros y hechos sobrenaturales, o dar la prueba de la confiabilidad de las afirmaciones Coránicas. Nuestro objetivo es más bien establecer que el Corán explícitamente atribuye ciertos milagros a Profetas como Saleh (P), Abraham (P), Moisés (P), Jesús (P), etc. Las historias dadas allí no muestran sino algo extraordinario, mientras que la prueba o demostración de un pensamiento puro o del llamado a la conciencia original o esencial de la gente no tiene necesidad –ni posibilidad- de producir milagros.
2.-El Espíritu Fiel o Gabriel
Según la opinión que estamos discutiendo y que sostienen algunos autores modernos, el Profeta (BPD), que nunca dejó de mostrar benevolencia y sabiduría, llamó a su propia alma casta y pura “Espíritu Fiel” , y denominó a sus propias inspiraciones “revelación”. Pero el Corán no confirma esta opinión y llama al portador de los versículos “Gabriel”, lo que lleva a rechazar esta interpretación. Dice Dios, exaltado sea :
"Dí: ¿Quién es el enemigo de Gabriel? pues ciertamente él ha descendido a tu corazón con el permiso de Dios.” (2:97).
De donde se desprende que no lo hizo por su propio deseo o sin el permiso divino. Este versículo es una réplica a los judíos! quienes interrogaron al Profeta (BPD) preguntándole: “¿Quién te trae el Corán?”. Respondió: “Gabriel". Dijeron entonces: “Nosotros somos enemigos de él, puesto que nos ha impuesto limitaciones a los israelitas y, como somos hostiles a él, no tenemos fe en el Libro que traes”. Por eso, en este versículo, Dios le dice que el Corán fue enviado por El y no por Gabriel, significando que es la Palabra divina y por lo tanto debe creerse en ella y aceptarla, porque no proviene de un ángel. Obviamente, los judíos se manifestaban enemigos del ser angelical cuya tarea era transmitir los mensajes revelados, y no de las almas castas y puras de Moisés (P) y Muhammad (BPD), distintas de aquél.
El Corán, además del versículo anterior, habla del Espíritu Fiel como un transmisor del Mensaje. En otro pasaje. Dice :
“Descendió con él (el Corán) el Espíritu Fiel a tu corazón.” (26:193 y 194)
La reunión de estos dos último versículos demuestra que Gabriel es el mismo ser que se denomina como el “Espíritu Fiel”.
En otra parte Dios describe a este comunicador de Su Palabra:
“Ciertamente él (el Corán) es el dicho la palabra de un mensajero nobilísimo, poseedor de fuerza, dueño de un honorable lugar con el Señor del Trono, obediente y en verdad fiel. Y vuestro compañero (el Profeta Muhammad) no se ha vuelto loco, y ciertamente él lo ha visto (al ángel) en el horizonte evidente.” (81:19 a 23)
A este mensajero, Gabriel, se lo muestra como un ser de los cercanos a Dios, que posee las cualidades del poder, el rango elevado, la fidelidad y el dominio.
En otro lugar el Corán habla de estos ángeles que están próximos a Dios:
“Los que portan el Trono y quienes están alrededor suyo glorifican en alabanza de su Señor y creen en Él, y piden la indulgencia para los creyentes.” (40:7)
El significado de este versículo muestra que aquellos ángeles cercanos a la Divinidad son seres independientes, inteligentes, y que poseen resolución o voluntad, porque las cualidades que allí se les atribuyen, como la creencia en Dios, el pedir la indulgencia para otros, etc., implican un ente independiente que posee volición e inteligencia. En otro lugar dice el Corán de estos ángeles próximos:
“El Mesías (Jesús) no desdeñara en absoluto ser siervo de Dios y tampoco los ángeles próximos. A todos aquellos que desdeñan servirle y se jacten de ello les reunirá hacia Sí, y en cuanto a quienes hayan creído y obrado el bien, El les dará su recompensa y aún más. Pero a quienes hayan tenido a menos servirle ,y se hayan jactado de ello, les infligirá un Castigo doloroso y no tendrán fuera de Dios protector ni socorredor.” (4:172 y 173)
Obviamente, aún cuando el Mesías y los ángeles próximos no cometen pecado, igualmente son amenazados con el castigo del Día del Juicio en este versículo si pecan o demuestran desobediencia. Una amenaza de castigo que resulta del abandono de un deber implica evidentemente la dotación de independencia, resolución e inteligencia en estos seres .
Los versículos anteriores demuestran también que el Espíritu Fiel, que es además llamado Gabriel, es un mandante (a quien Dios delega su poder) en el mundo superior ,y que es obedecido por cierto número de ángeles y que incluso constantemente, o algunas veces, hace que las revelaciones sean comunicadas por sus subordinados, como se muestra en este versículo :
“¡Que vá! ¡Ciertamente él (el Corán) es un recordatorio, y quien quiera lo recordará. (Está registrado) en folios nobilísimos, exaltados, purificados, de la mano de escribas nobles, virtuosos.” (80:11 a 16)
3.-Ángeles y Satanes
Según la opinión moderna en discusión “ángeles es la denominación de aquellas potencias naturales que convocan al bien y la felicidad, mientras que “satanaces es el nombre de aquellas fuerzas naturales que convocan a la maldad y la desgracia .Pero las afirmaciones del Corán son contrarias a esta explicación, pues el Libro considera que tanto los ángeles como los satanaces son criaturas que están más allá de la percepción de los sentidos, que poseen inteligencia y una voluntad independiente
En cuanto a los ángeles, los versículos antes citados así como muchos otros del Corán, muestran que son criaturas independientes, con fe, que realizan tareas que requieren inteligencia y resolución. En cuanto a los satanaces, el Corán en varios lugares describe la desobediencia de Satanás al rechazar el prosternarse delante de Adán, el primer hombre, lo cual realiza en un diálogo con el Altísimo, después de lo cual es expulsado de la cercanía divina. De estos versículos:
“Dijo (Satanás): 'Por Tu Poder que he de descarriarlos a todos, salvo a Tus siervos puros.” (38:82 y 83)
“Ciertamente llenaré el Ardentísimo contigo y con quien te siga de ellos (los hombres).”(38:85)
Resulta claro que el castigo de una acción -como en este caso la que realiza Satanás al negarse a prosternarse ante Adán- indica la comprensión y la inteligencia del ente castigado. En otro lugar Dios, exaltado sea, dice:
“Y ciertamente Satanás ha confirmado la opinión que tenía de ellos (de la debilidad de los hombres), hasta que lo siguieron (todos) salvo un grupo de los creyentes. “(34:20)
En este versículo como vemos se le atribuye a Satanás el poder de la conjetura. Y en otro lugar dice Dios :
“Y dirá Satanás cuando se cumpla el asunto (es decir: Día de la Resurrección y del Juicio): 'Ciertamente Dios os hizo una promesa verdadera, pero yo os prometí y no he cumplido. No tenía más poder sobre vosotros que para convocaros y me escuchasteis. No me censuréis pues a mí sino censuraos a vosotros mismos.” (14:22)
El reproche también se aplica solamente aquellos que tienen voluntad e inteligencia. Los versículos anteriores, y otros vinculados a este asunto, muestran que Satanás tiene ciertas cualidades y condiciones, cuyos requisitos son la inteligencia y la voluntad independiente, y que estos no se corresponden con poderes naturales inconscientes que carecen de tales atributos .
Los Yinn (Genios)
Similares a los versículos citados acerca de los ángeles y los satanaces, hay incluso versículos más claros y en mayor número acerca de los yinn (genios). Dios, exaltado sea, dice acerca de los hijos que no aceptan la invitación de sus padres a la fe y que consideran la fe en Dios como fábulas del pasado y supersticiones:
“En estos será en quienes se cumpla la sentencia aplicada a las comunidades que les precedieron de genios y de hombres. Estos serán los perdidosos.” (46:18)
Según este versículo los genios, como los hombres, tienen diferentes naciones (comunidades), deberes, y sufren la muerte. Dice Dios en otro lugar:
“Y cuando te enviamos (Muhammad) a un grupo de genios para que escucharan la recitación (el Corán), y cuando se les presentó ésta dijeron: ‘¡Guardad silencio!' Y cuando concluyó (la lectura del Corán por parte del Profeta), volvieron con su pueblo para advertirles y les dijeron: ¡Pueblo nuestro! Sin duda que hemos escuchado un Libro revelado después de Moisés, confirmatorio de lo que tenemos (de las revelaciones anteriores), que guía hacia la verdad y hacia un sendero recto, ¡Pueblo nuestro!, aceptad la convocatoria de Dios y creed en El, así os perdonará vuestros pecados y os preservará de un castigo doloroso. Y quien no responda a la convocatoria de Dios no tendrá escapatoria en la tierra y no tendrá fuera de Él protectores. Estos estarán en un error manifiesto.”(46:29 a 32)
Los versículos anteriores muestran que los genios (yinn), como los hombres, son un grupo de seres que poseen independencia, inteligencia, voluntad y deberes y hay otros versículos en el Corán, acerca de la resurrección que no son menos confirmatorios en sus afirmaciones que los arriba citados.
4.- La llamada de la conciencia
Según la opinión que estamos discutiendo, el significado de la misión y categoría profética no es sino estar consciente y atento al llamado que la conciencia humana realiza para el mejoramiento y el bienestar general. Pero el Corán da a esto la interpretación contraria, pues dice Dios en el Libro:
“Y (juro) por el alma y Aquel que la perfeccionó y le inspiró su comprensión de la maldad y su comprensión de la piedad.”(91:7 y 8)
Según este versículo, cada ser humano, por su conciencia y naturaleza que Dios le ha otorgado, comprende el bien y el mal, la belleza y la fealdad o iniquidad de sus propios actos. Dentro de cada persona hay un llamado de la conciencia, salvo que algunos lo escuchan y reciben la salvación mientras que otros lo ignoran y se desplazan hacia la desgracia. El siguiente versículo de la misma sura dice:
“Habrá ciertamente triunfado quien la purifique (al alma), y habrá fallado quién la corrompa." (91:9 y 10)
Si la categoría y la misión proféticas fueron el resultado del llamado de la conciencia, que es algo universal, entonces todos los individuos tendrían la misión divina y la profecía. Pero Dios, exaltado sea, concede esta tarea a individuos especiales, como dice:
“Y cuando les llega una comunicación (de Dios) dicen: ‘No creeremos hasta que se nos dé (en revelación) lo que se da a los Mensajeros de Dios'. Pero Dios sabe mejor donde establece Su mensaje.” (6:124)
Este versículo muestra que los impíos establecen como condición para su creencia que la misión debería ser universal y que ellos también deberían ser beneficiados por ella. Pero Dios rechaza esta pretensión y hace la profecía exclusiva de algunos individuos.
5.-Respecto de la segunda opinión
Como ya aclaramos antes, no vamos a probar aquí la corrección del mensaje del Islam y la verdad de la pretensión del Profeta (BPD). Lo que deseamos puntualizar es que la segunda opinión expuesta al principio -la que sostiene que la profecía y la revelación no con sino supersticiones, impuestas a un pueblo ignorante-, tampoco se corresponde con las declaraciones coránicas. Porque según esta opinión sostiene los principios de la fe ofrecidos por el Profeta al pueblo son un grupo de creencias supersticiosas que se imponen a la gente por política religiosa, al pueblo de una época que carecía de conocimiento y cultura. Todo esto no habría sido sino una acción benevolente destinada a hacer que la gente obedeciera las reglas religiosas por temor a Dios, quien severamente castigaría toda desobediencia a estas normas amedrentados por el castigo del Día del Juicio, o bien por la expectativa de una recompensa en el Paraíso que ha sido prometida a los obedientes.
La biografía de los otros Profetas no se conoce con tanta precisión, pero la del Profeta Muhammad (BPD) se conserva al detalle. Cualquiera que estudie con cuidado la historia de su vida no tendrá la menor duda de que el Profeta (BPD) creía plenamente en su propia misión. En este caso, si las creencias religiosas fueron una historia supersticiosa, entonces no tendrían sentido tantas razones y testimonios ofrecidos por el Corán acerca de las creencias islámicas, ni tampoco los argumentos dados para probar la existencia del Creador, de la Unidad divina, de los Atributos de Dios, y de otras creencias que conciernen a la profecía y la resurrección.
NOTA DEL TRADUCTOR
(1) Aquí el autor se refiere a los escritores modernos, ensayistas y pensadores, orientalistas y otros, que se han abocado al estudio de las religiones con una mentalidad materialista, influida por la ideología predominante en occidente. Estos autores, que también han aparecido en el mundo islámico, descreen a priori de todo milagro y valores superiores, por lo que, abierta o engañosamente, buscan todo tipo de explicaciones “científicas” y “modernas” para negar lo sagrado.

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