miércoles, 30 de noviembre de 2011

Debatirán expertos sobre los mayas y el tiempo

Debatirán expertos sobre los mayas y el tiempo
Miércoles, 23 de Noviembre de 2011 15:40 | | |


Abordarán “profecías” de 2012


*** Alrededor de 60 mayistas nacionales y extranjeros se reunirán en Chiapas para discutir las nociones que alcanzó esta cultura para el ordenamiento de los sucesos

*** La VII Mesa Redonda de Palenque se desarrollará del 27 de noviembre al 2 de diciembre; tendrá una sesión especial en la que se analizará el pronóstico del supuesto “Fin del mundo”

De manera anticipada a la conmemoración del fin de una era en el calendario maya, estudiosos nacionales y extranjeros se darán cita en la VII Mesa Redonda de Palenque, a desarrollarse en esa ciudad chiapaneca del 27 de noviembre al 2 de diciembre próximos, bajo el tema: Los mayas y las concepciones del tiempo.

Poco más de 60 mayistas de 12 países, principalmente de México, Estados Unidos, Guatemala, España y Alemania, se reunirán en la ciudad de Palenque, para discutir desde la arqueología, la epigrafía, la arqueoastronomía, la etnohistoria y la antropología, las nociones que los mayas del periodo Clásico (250-900 d.C.) utilizaron para ordenar en secuencias los sucesos, y la continuidad de este conocimiento durante la Colonia y en la época moderna.

La civilización maya puede considerarse entre las más avanzadas del mundo antiguo debido a que logró el uso de una abstracción: el cero, que le permitió contar de modo infinito. Cabe mencionar que el sistema de numeración indoarábiga se conocería en Europa hasta la Edad Media, hacia 1200 d.C., cuando siete siglos antes los mayas dominaban ya la noción del cero.

Este adelanto para la medición del espacio-tiempo, resultado del rigor de la observación astronómica por un grupo de sabios, le permitió a esa cultura prehispánica predecir los acontecimientos de la vida terrestre y del inframundo, planos que según la cosmogonía maya eran afectados por los fenómenos celestes.

De ahí que este complejo manejo cronológico sea el tema de la VII Mesa Redonda de Palenque. El encuentro académico, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), incluye más de 40 ponencias, divididas en cinco sesiones, así como un panel especial en el que se analizará el tema Las profecías mayas 2012.

Las dos primeras sesiones del encuentro serán: El tiempo de los mayas desde la investigación arqueológica: procesos culturales y temporalidad; y La concepción del tiempo entre los mayas precolombinos, coloniales y modernos.

El par de sesiones subsecuentes se centrarán en La concepción histórica del tiempo entre los mayas desde las fuentes coloniales, y La concepción histórica del tiempo entre los mayas, una perspectiva contemporánea. Mientras que, la quinta y última abordará La concepción y el cómputo del tiempo entre los mayas. Calendarios, astronomía, correlaciones.

A modo de homenaje a los destacados mayistas mexicanos, estadounidenses, guatemaltecos y europeos, fallecidos entre 2009 y 2011, cada mesa abrirá con la semblanza de cada uno de ellos: Alejandro Martínez Muriel, Enrique Nalda, Merle Greene, David H. Kelley, Elsa Malvido, Jan de Vos, Carlos Lenkersdorf, Virgina Fields, Juan Pedro Laporte y Juan Antonio Valdés. Todos ellos miembros, alguna vez, del Comité Académico de la Mesa Redonda de Palenque.

Otra de las disciplinas que tendrá una importante presencia en este foro de mayistas es la restauración, a través de un simposio que tratará las intervenciones realizadas a últimas fechas en distintas zonas arqueológicas mayas, inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, entre ellas, Chichén Itzá, Uxmal y Palenque.

Entre las instituciones a las que se hallan adscritos los expertos partícipes están, en el caso de México, diversos organismos del INAH y de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma de Yucatán, así como del Colegio de Posgraduados de Puebla. También destacan organismos estadunidenses, como las universidades de Arizona, de Boston, Estatal de California-Stanislaus, de Tulane, de Austin, de Carbondale, de Vanderbilt, así como el Nuevo Colegio de Florida.

Otras instancias convocadas son las universidades Complutense de Madrid y Rey Juan Carlos (España); la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, y la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala); las universidades Estatal de Rusia; de Bonn y Frankfurt, Alemania; de La Trobe, Australia; de Sofía, Japón; de Copenhague, Dinamarca; y de Ljubljana, Eslovenia.

Como parte del programa de la VII Mesa Redonda de Palenque se presentará la publicación Chilam Balam de Ixil, de Laura Caso; y la Guía de arquitectura y paisajes mayas, editada por la UNAM y la Junta de Andalucía, España.

Además, en el Museo de Sitio “Alberto Ruz L’huillier”, será inaugurada la exposición temporal: Los mayas y el tiempo, bajo la curaduría del doctor Guillermo Bernal. Se compone de textos glíficos y materiales arqueológicos descubiertos en Palenque, que ilustran el complejo cúmulo de creencias y concepciones que los antiguos mayas tejieron en torno a las dimensiones temporales.

Las actividades del foro académico concluirán con la entrega del Premio Palenque a los mejores ensayos presentados por investigadores menores de 35 años de edad.

Mesas anteriores

El ciclo de mesas redondas, originalmente denominado Palenque Round Table, surgió por iniciativa de la arqueóloga estadunidense Merle Greene Robertson, quien en 1973 se preocupó por reunir a varios investigadores interesados en el área maya, con el fin de discutir los estudios en la materia.

Para brindarle mayor impulso al foro académico, desde 1995 el INAH asumió el liderazgo en la organización y convocatoria de la Mesa Redonda de Palenque. Los temas debatidos han sido: La guerra entre los antiguos mayas. Arquitectura e ideología de los antiguos mayas (1997), La organización social entre los mayas (1999), El culto funerario en la sociedad maya (2002), El territorio maya (2004), y Arqueología, imagen y texto (2008).

Semblanzas

Alejandro Martínez Muriel (1946-2009). En el afán por adentrarse cada vez más en el conocimiento de la arqueología, disciplina que fue su pasión, el investigador mexicano se doctoró en la Universidad de California en Los Ángeles, EU, con la tesis: Prehistoric Rural Population trends in Central Chiapas, México, por la que obtuvo en 1988 el Premio Alfonso Caso a la Mejor Tesis de Doctorado. Además de esta fecunda labor académica, fueron varios e importantes los cargos que desempeñó en el INAH, entre ellos, el de coordinador Nacional de Arqueología, entre 1995 y 2005.

Enrique Nalda (1936-2010). En busca de un sitio que pudiera documentar el llamado “colapso maya”, llegó al sitio de Dzibanché, al sur de Quintana Roo, al que dedicó muchos años de trabajo. Su trayectoria también se enfocó en el estudio de los asentamientos de Kohunlich e Ichkabal, también en esa entidad. Aparte de su destacada labor profesional en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, fue funcionario del INAH.

Merle Greene Robertson (1913-2011). La artista, historiadora del arte, fotógrafa y mayista de origen estadunidense, prácticamente se mudó a vivir a las selvas de México y Centroamérica en 1961. Llevó a cabo cuatro mil calcas de monumentos mayas, documentos de una importancia esencial, pues muchos conservan detalles de las superficies talladas que se han deteriorado con el tiempo. Parte de su trayectoria estuvo enfocada en Palenque, donde descubrió la tumba del Templo XX, aún inexplorada. En 1993, el gobierno mexicano le otorgó la Orden del Águila Azteca.

David H. Kelley (1924-2011). El arqueólogo y epigrafista canadiense fue uno de los primeros mayistas en apoyar, al final de la década de los 50, las teorías de Yuri Knorosov, enfocadas a la naturaleza silábica y fonética del desciframiento de la escritura maya. En 1962 escribió La fonética en la escritura maya, en el aportó conocimientos para las posteriores interpretaciones fonológicas de los jeroglíficos de esta cultura.

Elsa Malvido Miranda (1941-2011). La historiadora mexicana publicó múltiples artículos que versan sobre demografía histórica, salud-enfermedad, momias y sus rituales en el México prehispánico y colonial, la muerte y sus ritos a través de la comparación del México colonial y la Europa católica. Instauró el Congreso Internacional sobre Salud y Enfermedad. De la Prehistoria al Siglo XXI, y fundó el Museo de la Muerte, en San Juan del Río, Querétaro.

Jan de Vos (1936-2011). A lo largo de su vida mostró un fuerte compromiso con las causas sociales, particularmente las de los indígenas chiapanecos. Entre la decena de libros que publicó el historiador belga, destaca una trilogía sobre el devenir de la selva Lacandona, así como Nuestra raíz (2001), historia de los pueblos indios de Chiapas escrita para ellos en los cuatro idiomas mayas más hablados en el estado: tzotzil, tzeltal, ch’ol y tojolabal, así como en español.

Carlos Lenkersdorf (1926-2010). El filósofo y lingüista nacido en Alemania, investigador de la UNAM, fue uno de los especialistas más reconocidos por sus más de 30 años de convivencia y arduo trabajo con grupos indígenas tojolabales, que le enseñaron su lengua y su cultura, y lo introdujeron en su cosmovisión. En 1995 recibió el Premio de Ensayo Literario Hispanoamericano Lya Kostakowsky.

Virginia Fields (1953–2011). La curadora de arte precolombino del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, EU, participó en la presentación de exposiciones como: El universo de la pintura maya: Cerámica real del periodo Clásico (1994-95), El camino a Aztlán: Arte de una tierra mítica (2001) y Señores de la creación: Los orígenes de la realeza sagrada maya (2005-2006).

Juan Pedro Laporte (1945 – 2010). Dirigió y coordinó el Proyecto Atlas Arqueológico de Guatemala, y creó en 2005 el Museo Regional del Sureste de Petén. Tras una importante labor docente y profesional en México, a partir de los años 70 regresó a su país para realizar trabajos arqueológicos en Uaxactún y sitios alrededor del Lago de Izabal, además tuvo bajo su cargo, entre 1979 y 1984, la excavación y restauración del Complejo Mundo Perdido, en Tikal.

Juan Antonio Valdés (1954-2011). Fue un formador de generaciones de arqueólogos guatemaltecos, a través de su docencia en las universidades de San Carlos y del Valle de Guatemala. Dirigió varios proyectos de investigación, entre ellos: Guamarcaaj, El Limonar y Palo Viejo, en Quiché (2009-2011); Kaminaljuyú, Guatemala (2006); y Casa Herrera, en Antigua Guatemala (2004).

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