lunes, 28 de noviembre de 2011

La reconciliación de Hamas y Fatah complica la política de Obama

La reconciliación de Hamas y Fatah complica la política de Obama
A Estados Unidos le parecía hace un año que estaba a las puertas de un cambio en el conflicto de Medio Oriente cuando palestinos e israelíes se sentaron a dialogar en el Departamento de Estado aparentemente optimistas.
2011-11-28 05:32:01 / Fuente: LaCapital.com.ar
A Estados Unidos le parecía hace un año que estaba a las puertas de un cambio en el conflicto de Medio Oriente cuando palestinos e israelíes se sentaron a dialogar en el Departamento de Estado aparentemente optimistas. Por primera vez en años se acariciaron esperanzas fundadas. ¿Iba a triunfar el presidente Barack Obama, donde varios de sus predecesores fracasaron?
En la actualidad, un año después, la respuesta no podría ser más demoledora: el proceso de paz no sólo no le reportó a EEUU ningún triunfo sino que toda una serie de afrentas. Y todavía puede ser peor. En mayo se produjo un enfrentamiento abierto entre Obama y el premier israelí, Benjamin Netanyahu. Al inquilino de la Casa Blanca le irritó sobre todo que los israelíes aceleraran la construcción de asentamientos. Luego Obama se vio en apuros por la iniciativa de los palestinos de que la ONU reconozca su Estado. Obama defiende la solución de dos Estados con una Palestina independiente, pero sólo a través de la negociación y no de la proclamación unilateral.
Ahora se cruza en su camino la aspiración de Al Fatah y de la organización radical islámica Hamas de crear juntos un gobierno de unidad. Hamas, dijo Obama, no "es un socio para un proceso de paz significativo y realista". Y justo eso es lo que aspira a lograr el mandatario. Y precisamente esta debacle en política exterior parece que ha dejado sin habla a Washington. "No queremos ver a nadie de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que no esté dispuesto a abjurar de la violencia y reconocer el derecho a existir de Israel", anunció recientemente una vocero del Departamento de Estado. En Washington no se repite más que este dictado.
Y hablando claro tampoco se haría un favor EEUU, pues tan sólo corre el peligro de contradecirse. Por una parte califican a Hamas de organización terrorista, pero por otra Washington presiona a los israelíes para que vuelvan a sentarse en la mesa de negociación. Y para salir de ese círculo vicioso, Obama tendría que mover ficha ¿pero cual?
Ayuda a la ANP
El comité del Presupuesto ya advirtió al presidente palestino Mahmud Abbas en una carta que el gobierno con Hamas pondría en peligro "la prestación de ayuda y apoyo de EEUU". La presidenta del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, Ileana Ros-Lehtinen fue mucho más clara: "El dinero a la ANP servirá en definitiva a Hamas". Es decir, una organización que quiere convertir el Estado palestino en un refugio seguro de terroristas.
No tardará mucho en que el tema se abra camino hasta Washington y se imponga en lo más alto de los asuntos a tratar con la demanda de una solución. El gobierno pide al Congreso en el Presupuesto de 2012 unos 550 millones de dólares para pagos de ayudas a la ANP. Resulta poco probable que legisladores cercanos a Israel vayan a aprobar la transferencia de dinero a un grupo terrorista islámico.

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