jueves, 15 de diciembre de 2011

De vuelta al Chaman Maya

De vuelta al Chaman Maya
Hasta este momento pensé en no incluir el relato de mi último viaje a Guatemala por dos razones: primero porque no me parece que este sea el sitio ideal para contarlo, creo que desvirtuaría el mensaje original que pretendo con 2012diciembre que es alertar como lo haría un meteórologo sobre los sucesos por ocurrir en los siguientes años.

La otra razón fue que las experiencias en si han sido tan subjetivas y extrañas que quizá a muchos, me incluyo yo, les parezca una locura. Pero en honor a la verdad y porque aquí se empezó el primer contacto con el anciano Maya, debo escribir siguiendo esa misma linea de escritura, relatando cómo han sido los eventos hace unos días atrás en Guatemala.

Lo primero que hice al llegar fue acondicionarme en el lugar donde siempre pernocto que queda en un pueblito de Santiago Atitlán a dos horas de viaje del anciano maya. Jorge Manuel estaba siempre solícito para ayudarme en mis queaceres. Pero debo reconocer que esta vez al pisar Guatemala me sentí desgraciado.

Estaba lleno de chicos viviendo en la misería y me apenaba verlos deambular descalzos mientras yo, en mi arrogancia, venía a charlar con un mago maya indio de pelos canosos. Me parecía un despropósito y me sentí avergonzado de mi visita allí. Pero al mediar la noche ya estaba preparando la cámara de fotos y la grabadora que había llevado.

Resumo las peripecias que no hacen al relato, y voy al grano. Viajé las acostumbradas horas hasta donde estaba el anciano y lo encontré en su choza, como siempre, rodeado de sus aprendices, como si fuera una escena que se hubiera congelado en el tiempo, como si no hubiera transcurrido tiempo desde la última vez que lo vi. Pero habían unos detalles: el Chamán se había cortado el cabello y tenía un gorro y unas gafas redondas de sol, el bigote perfectamente canoso y una bufanda de lana rodeándole el cuello.

Me miró sin interés y se bajó las gafas para que supiera que había reparado en mi presencia pero ni me saludó ni me dijo nada, parecía hasta resentido e imaginé por un momento que alguien le habría pasado lo que escribí acá semanas atrás y quizá no le gustó.

Le dije con algo de torpeza –porque pensé que estar ahí de nuevo significaría para él que quería aprender algo suyo y por lo tanto, me dejaba en sus manos – le dije si podía grabarlo y tomarle una foto. Desde luego que rechazó la oferta, me dijo que para fotos fuera a ver a Mendoza Mendoza que él si se dejaba fotografiar todas las que quisiera.

No insistí. Y me dispuse a remotar el hilo de la conversación que empezara tiempo atrás. Rompí el hielo insistiendo sobre su nuevo Look, y esos extraños anteojos(gafas). Decididamente había roto para mi el estereotipo del Chamán.

El díalogo se desarrolló de la siguiente manera. No he podido grabarlo, y sólo conservo lo que mi memoria imperfecta ha registrado. Entenderán y espero perdonen si algo le he añadido un toque literario, pero es inevitable para solapar la narración y esos huecos inevitables de la memoria que se llevan las palabras exactas.

Chamán: - ¿Vienes a probar o vienes a curiosear?.

Kenabis: - Sólo quiero saber si es cierto lo que tú me cuentas.

Chamán: Es hora que sepas que puedo contarte cosas increibles y que escapan a la imaginación de muchas personas pero si no lo pruebas no sabrás si te digo la verdad, estás dispuesto a probar – me dijo alcanzándome una pipa que despedía un humo rancio.

Kenabis: Sí, desde luego. ¿Qué hay que hacer?.

Chamán: Tú sigueme y quedate esta noche aquí a dormir, y te enseñaré cómo dominarte. Todo el secreto es bien simple y se entiende cuando duermes. No en el sentido ordinario que la gente le da a la ensoñación sino en el sentido trascendente. Puedes dormir pensando que es algo de tu naturaleza humana o pensar que es una puerta a otros estados de conciencia. Eso lo decides tú sólo. La gente ordinaria duerme y se despierta y va a sus trabajos diarios sin recordar siquiera sus sueños. Pero ya los sueños premonitorios que algunas personas tienen deberían indicarnos que hay algo raro y especial en el soñar. ¿Te quedas?.

Kenabis: Sí, me quedaré.

La noche llegó con un clima bastante frío. Por ser más campo, el viento gélido se hacía sentir y cada vez que obsevaba a los aprendices me parecía una locura que estuviera allí. Era ridículo pensandolo bien. ¿Qué podía yo aprender con toda mi soberbia.? Aún ahora, luego del viaje, me pregunto si las cosas que viví no fueron el producto de mi calenturienta mente ansiosa de ver cosas increibles en un Chamán.

Lo que me llamó la atención fueron unos sapos colgados , casi disecados, que tenían en la entrada misma de la tienda. Cuando le pregunté a unos de los aprendices qué era eso, me dijeron que de esos sapos sacaban una especie de tóxina que servía para entrar en contacto con los espiritus elementales. Me pareció una gran estupidez. Lo digo con toda mi sinceridad posible. Porque lo que hacían era darse con algun tipo de drogas alucinógenas, como la ayahuasca o santo daime. No había misterio.

Casi a la medianoche reapareció el Chamán justo cuando yo estaba desbordandome del sueño. Nadie me había dicho donde dormiría y me había pasado toda la tarde obsevando el lugar y a los demás en sus rituales. Pero cuando apareció el Chamán, me dijeron que ibamos a empezar con el ritual.

Chamán: ¿Estás listo para lo que vamos a hacer? Tenemos que internarnos más hacía el bosque cercano.

Kenabis: Sí, seguro.

Marchamos al lugar y vi que ibamos unicamente el anciano y yo para ahí, los aprendices se habían quedado en la choza donde tenían preparada una pequeño fogata y se los veía fumar. Y mientras caminabamos yo me preguntaba qué tenía esto que ver con los sueños y todo lo que me había contado en su oportunidad. Sentí que hacía el rídiculo así que lo detuve un momento.

Kenabis: ¿Qué tiene que ver esto con lo de los sueños y ese despertar?.

Chamán (girando y viéndome fijo): Si quieres aprender debes empezar por callarte la boca. Sino ve a buscar a Mendoza Mendoza que te llenará la cabeza de cuentos y te irás a tu casa con esas historias con que asustar a tu gente. No hay tiempo que perder pero está en ti hacer lo que debas hacer.

Lo dijo sin ánimo de ofenderme, simplemente con sinceridad. Seguí avanzando hasta que llegamos a un claro del bosque. Lo vi que se enrollaba la bufanda por el cuello y me decía que me sentara en el piso. Yo les soy sincero: pensé que en el suelo habría alguna víbora o algo así de modo que con muchisimo recelo inspeccioné el lugar.

Chamán: Se nota que eres de la ciudad.

Kenabis: Es que no conozco el terreno.

Chamán: Y supongo que tampoco me conoces a mi. Ahora quedate sentado en silencio y escucha atentamente. Oirás a las criaturas de la noche.

Se sentó a mi lado y se quedó en silencio. Oía el viento agitar los arboles y las plantas, pero no podía oir nada más. Puse especial atención porque podían haber bichos o arañas y esas cosas realmente las aborrezco. En un momento sentí un sonido diferente del resto, como un siseo muy cercano, casi hubiera jurado que era una voz. Era algo realmente extraño porque no lo podía comprender y todos mis instintos , por algún motivo, se alertaron. Como si fuera una reacción ante un peligro que se acercaba.

Chamán: Si lo oyes ya, deberías tener bastante miedo. A medida que pasan los minutos se irá acercandote a tí. Y si yo silvo así - silvó y se ajustó el gorro - más cerca lo podemos tener de nosotros. Y si sigo silvando puede aparecerse ante nosotros.

Kenabis: ¿Qué es ese sonido?.

Chamán: Es un diablo de la jungla como lo llamamos. Le tenemos respeto porque salen a la noche a alimentarse. Pero no se alimentan de comida sino de miedos.

A esta altura pensé que podría ser uno de sus aprendices que estaba por ahí escondido susurrándome palabras para atemorizarme, el viento se encargaría de arrastrarlas. Pero en ese momento el sonido lo oí nitidamente de arriba mio. Y sonaba muy parecido, demasiado, a una voz gutural. Se me puso la carne de gallina. Un momento después, ya con el corazón bombeando rápidamente, oí algo realmente espeluznante como un grito y una sombra delante nuestro cruzó violentamente de árbol en árbol, una sombra muy grande para ser un pájaro. No pude evitar saltar hacía atrás.

Chamán: Esa criatura presagia muchas cosas. Pero si la has visto ya hemos concluido aquí.

Nos pusimos de pie y regresamos a la Choza. Sus aprendices estaban igual que cuando los dejamos. Ya dentro, cerca del fuego de leños, me dijo el anciano:

Chamán: Esa criatura que viste es un diablo de la noche. Se ha alimentado de ti y ahora podrás entenderme mejor lo que vamos a hacer. Puedes dormir esta noche aquí mismo. Yo iré a mi cabaña que está a unos metros de este lugar ceremonial. Pero ten presente que le ha gustado el sabor de tu miedo y es seguro que recibas visitas a la madrugada. Mis aprendices se irán de modo que estarás solo.

Kenabis: ¿Pero qué es eso realmente?. -le dije intentando no demostrar temor.

Chamán: Ya te dije lo que es. Ahora te diré lo que vas a hacer. Cuando te duermas y sueñes con estas cosas que sucedieron no te olvides de pensar "esto ya pasó". Intenta razonarlo dentro de tu sueño y posiblemente logres despertarte dentro de tu sueño. Si lo lográs habrás dado un gran paso.

Kenabis: Si sueño esto más bien será como una pesadilla y me despertaré realmente.

Chamán: Intenta controlar tus sueños. Si no lo haces, y despiertas de una pesadilla aquella criatura puede arrancarte tu alma. Te dije que es seguro que regrese, nunca se deja ver tanto como hoy, le has gustado. Hay muchos casos de aldeanos y chicos que no volvieron a despertar jamás. Se quedaron fríos en el piso. Despiertate en el sueño no en la realidad o puedes perder algo muy valioso.

Lo vi alejarse sin desperdirse. Me acurruqué cerca del fuego, y a medida que los aprendices se iban yendo empecé a sentirme inquieto. Las palabras del Chamán realmente me habían impactado. Y quizá no hubiera pasado nada si no hubiera visto aquella sombra y oìdo ese sonido casi como una voz. Pero la cuestión es que había pasado y debía afrontar la noche. Sobre todo dormirme a pesar de estos hechos.

A eso de las 3 de la madrugada me dormí finalmente (Eran 2:45 según mi último recuerdo). Soñé con algo extraño directamente relacionado con lo que había experimentado. En el sueño oía algo arrastrándose y estaba en el mismo bosque pero encadenado. Ese algo se arrastraba a espaldas mías y no podía zafarme. En ese momento me pareció, en el sueño, que yo estaba en realidad acostado en la choza y algo realmente se estaba dirigiendo hacía mi. (lo cual era cierto, estaba en la choza). Repelí el deseo de despertarme recordando lo que me había dicho el Chamán, y busqué "salidas" a ese sueño que amenazaba con convertirse en pesadilla. El ruido se hizo insoportable y dije " Estoy en la choza no pasa nada" , y continué durmiendo como si nada. No recuerdo más nada salvo ver al anciano a la mañana acercándome una taza de café y unos panes calientes.

Chamán: ¿Cómo has pasado la noche?.

Kenabis: Bien. Soñé con las cosas que pasaron ayer. Y algo que se arrastraba. Pero reprimí el deseo de despertar y me dije a mi mismo: Estoy en la Choza y no pasa nada en este sueño.

El anciano sonrió y me dijo que había salido bien la prueba.

Chamán: Reprimiste el deseo de abrir los ojos por miedo. Y fue por miedo que te despertaste dentro de tu sueño sin darte cuenta. Tomaste conciencia del mismo, pero todavía no te diste cuenta. Es el primer paso para dominar los sueños y despertar a la otra realidad. La misma a la que violentamente van a despertar muchos en unos años.

Kenabis: ¿Se refiere a morir ?.

Chamán: El ser humano nunca estuvo ni vivo ni muerto. Sólo ciego.

Kenabis: ¿Y qué lograría si me despertara en el sueño?.

Chamán: Pues te darías cuenta de esto que te digo, y tendrías pleno dominio para moverte donde quisieras. No estarías aferrado a la carne y al no estarlo podrías conocer la sustancia donde yacen las realidades humanas.

Kenabis: Claro, algo así como un Reino Divino.

Chamán: No. Y no uses analogias de la religión porque la religión sólo esclaviza a las personas y tiene tantos errores como la propia ciencia. Ambas disciplinas son esclavizadoras y ambas disciplinas sólo muestras sesgos de la verdad. Todas las noches todos podemos aspirar a una exploración del mundo realmente como es, pero reprimimos esa posibilidad porque consideramos que dormir solo sirve para descansar. Ya ves tú que puedes usar la razón en el sueño, tú mismo te dijiste " Estoy en una choza" en tu sueño mismo. Estabas conciente de tu realidad pese a vivir el temor que producía tu pesadilla. Estabas en dos realidades al mismo tiempo. ¿Lo comprendes?.

Kenabis: Sí, empiezo a entender.


Omitiré el resto de las experiencias que he tenido en los siguientes días. Lo hago con la intención de comprenderlas un poco más yo mismo, antes de escribirlas de una. En tanto, espero que les haya servido. A día de hoy, sigo experimentando lo que me enseñó este hombre, pero no lo estoy haciendo controlado con él. Ojala y pueda volver a viajar pronto, pero de momento me he quedado sin fondos para hacerlo y con la opresión de un trabajo que me limita los tiempos.

Espero que al compartir este viaje con todos los lectores de 2012Diciembre podamos llegar a un punto de reflexión importante sobre nuestras vidas.

A próposito, finalmente pude tomarle una foto rodeado de unos niños de la zona, sentado con la bufanda al viento y un tamborcito donde suele tocar a la tarde, según dice, para que los diablos de la noche lo respeten. Pero he prometido no incluirla aquí y soy hombre que cumple con su promesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario