lunes, 26 de diciembre de 2011

En Londres ha empezado la guerra contra Irán

En Londres ha empezado la guerra contra Irán
Aquí, en Europa, es absolutamente necesario aumentar la presión para aislar a Bush y Blair
17/07/2005 - Autor: Michel Collon - Fuente: Rebelión
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Michel Collon. Foto word.world-citizenship.org.Se llamaba Jack. O Robert. O Hassan. Estaba en contra de la guerra y detestaba a Bush y a Blair. Como muchos de estos londinense que el jueves por la mañana iban al trabajo sin saber que era su último viaje

La mayoría de los londinenses se opuso a la ocupación de Iraq y había votado a un alcalde que también se oponía. E influenciadas por sus media, muchas otras víctimas simplemente no habían comprendido la naturaleza económica de esta guerra.

Al condenar el bárbaro acto cometido en Londres, de lo que se trata es de defender la memoria de estas víctimas. Porque Bair y Bush van a tratar de utilizar su muerte para imponer todavía más agresiones y más sufrimientos. Allá y aquí. El mismo día Bush la emprendió con Irán

¿Víctimas del terrorismo? Sí. Pero sobre todo del gran terrorismo de Estado. El terrorismo de los más fuertes que para seguir siéndolo bombardean y torturan a un pueblo cuya único pecado es querer seguir siendo dueños de su petróleo, de su vida, del futuro de sus hijos.

Y mientras tanto, en Bagdad todos los días es King"s Cross. A causa de Blair.

Preguntas preocupantes

En estos momentos de intensa emoción y manipulación político-mediática de la emoción hay que mantener la cabeza fría para plantearse dos preguntas: 1. ¿Qué nos ocultan? 2. ¿A quién beneficia el crímen? ¿Qué nos ocultan?

El viernes un alto responsable de la policía londinense declaraba : «Ningún signo premonitorio permitía adivinar lo que iba a suceder» (Reuters, 8 de julio). ¿De verdad? El mundo entero sabía que después de Nueva York y Madrid vendía Londres. Desde hacía meses se anunciaba que en Gran Bretaña se iba a celebrar el G8, momento evidentemente propicio Ahora buen, en junio extrañamente los servicios de información británicos habían bajado el «nivel de amenaza» de «grave, general» a «importante».

También después del 11 de septiembre los servicios de información estadounidenses en seguida afirmaron que no habían previsto nada. Pero diversas investigaciones demostraron que sabían muchas cosas y que se habían mostrado curiosamente negligentes, por no decir más. (véase especialmente «11 septembre, pourquoi ils ont laissé faire les pirates de l"air», Peter Franssen, éd www.epo.be

¿A quién beneficia todo esto?

Los atentados de Londres ocurren en un buen momento para los partidarios de la guerra. Bush tenía cada vez más dificultades a causa de su flagrante fracaso en Iraq. Desde su propio partido se alzaban voces a favor de la retirada. Su último discurso sobre «un mundo más seguro y más de libertad» no había convencido a nadie. Y Blair estaba aislado en Europa.

¿La solución ? «Para unirnos necesitamos un enemigo común», afirmaba recientemente Condoleeeza Rice. ¿Y cómo conseguirlo? He aquí la respuesta de David Rockefeller (dirigente de Esso, de la Chase Manhattan Bank, pero también del todo poderoso Council for Foreign Relations donde la flor y nata de los industriales y políticos del planeta elabora la estrategia general para dirigir el mundo) : «Nos encontramos en vísperas de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una buena crisis importante y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial»

Bush y Blair necesitan el terrorismo, necesitan que las poblaciones se sientan en peligro. Para aprobar su guerra global, para ocultar que ésta sirve únicamente a las multinacionales, hay que meter miedo a los ciudadanos para que apoyen la política violenta de sus gobernantes, como bien demostró Michael Moore en su película Bowling for Columbine.

Los atentados de Londres son perjudiciales para la paz. Los autores no tienen nada en común con la verdadera resistencia, que se dirige contra los militares o los colaboracionistas, no contra los civiles. Asesinar a civiles inocentes ayuda a Blair y Bush a cerrar las filas tras ellos, a provocar una falsa identificación «todos estamos en peligro» mientras que en realidad su guerra se vuelve también contra la población de Gran Bretaña y EEUU. Volveremos sobre este punto.

Después del 11 de septiembre de 2001, en una semana Bush consiguió que se aprobara su programa de guerra en Afganistán e Iraq, preparada desde hacía mucho tiempo. Y a toda velocidad, que se aprobara su ley «Patriot Act», ofensiva general contra las libertades en el propio Estados Unidos. Un paquete de leyes tan imponenete y complejo que habría sido necesario al menos un año para prepararlo. No olvidemos que la misma noche del 11 de septiembre Rumsfeld, ministro del Ejército, declaraba: «¿Lo que ha ocurrido hoy les convence a ustedes de que este país debe, con toda urgencia, aumentar sus gastos de Defensa y que si es necesario el dinero para financiar estos gastos militares debe salir de las arcas de la Seguridad Social? Planes, por tanto, preparados mucho tiempo antes por el complejo militaro-industrial.

Ha aquí la respuesta a la pregunta «¿A quién beneficia el crimen?». Con toda seguridad mañana Blair y otros también, como Sarkozy, vendrán a otra vez a explicarnos que «para nuestra seguridad» hay que «sacar dinero de la Seguridad Social para aumentar los gastos militares» y represivos.

¿Quién es responsable de la pobreza?

Después de los atentados vimos a Bush salir del castillo de Glenneagles y dirigirse a las cámaras con voz temblorosa para elogiar a «unas personas que aquí (en el G-8) buscan cómo resolver la pobreza en África».

En realidad, si un niño muere a causa de la pobreza cada tres segundos es causa de Bush y de las multinacionales.

La pobreza del tercer mundo no cae del cielo. Es la consecuencia de cinco siglos de pillaje brutal de las materias primas y, aún hoy, de la relaciones económicas impuestas a las colonias -esta palabra sigue siendo válida. Por medio de estas relaciones injustas las multinacionales continúan succionando las riquezas del tercer mundo y ahondando de forma cada vez más dramática las diferencias.

Y cuando un país quiere asegurar su desarrollo con independencia, cuando quiere simplemente obtener él mismo beneficios de su petróleo, de sus riquezas naturales o de su mano de obra, ¿cómo reaccionan las grandes potencias? En primer lugar, tratan de someterlo por medio del chantaje del FMI y del Banco Mundial para para que abandone sus industrias, sus servicios públicos para la población, y tratan de que se convierta en un dócil peón de las multinacionales. Si esto no basta, se pasa al embargo económico, a las guerras civiles, alimentadas desde fuera o importadas, y, finalmente, a los bombardeos o a los golpes de Estado de la CIA.

La Guerra de los Cien Años

Cuando cayó el Muro el capitalismo triunfante nos prometió un nuevo orden mundial hecho de democracia y de paz duradera. Pero a una gran parte de la humanidad siempre se le deniega el primer derecho humano, el de satisfacer el hambre. Y las guerras de EEUU, directas o indirectas, se han multiplicado: Iraq, Yugoslavia, Afganistán, Congo, el Cáucaso... Y los próximos objetivos ya han sido señalados por Washington: Irán, Siria, Corea, Cuba, Venezuela, Zimbabwe, etc...

En realidad, tras la caída de la URSS y la conmoción de las relaciones de fuerza internacionales, EEUU se lanzó a una guerra de los Cien Años de la que cada una de las guerras parciales es una etapa. Esta guerra global tiene tres objetivos que están estrechamente relacionados:

1. Controlar las materias primas, sobre todo la energía, y poder privar de ella a los rivales.

2. Acabar con todo Estado del tercer mundo que sea demasiado independiente.

3. Subordinar a las demás grandes potencias : Europa, Japón, Rusia...

De hecho, esta guerra de los Cien Años para recolonizar el planeta, esta militarización de las relaciones internacionales, es la única "solución" que ven las multinacionales estadounidenses para salir de la crisis que ellas mismas han creado. ¿Cómo han provocado esta crisis? Por una parte, empobreciendo a sus propios trabajadores y, por otra, a los del tercer mundo, lo que tiene como consecuencia aumentar las diferencias entre las riquezas y arruinar a aquellos que se supone iban a comprar sus mercancías. Un circulo vicioso.

Esta crisis económica estructural es insoluble porque es una crisis debida al abismo existente entre ricos y probres; es la crisis inevitable de un sistema injusto. Y la guerra no se debe al carácter de Bush o de su equipo, no, es una estrategia para "salir de la crisis" reforzando el dominio sobre el mundo y sus riquezas. La guerra es la consecuencia de las leyes de la guerra económica.

El control de las materias primas tiene el objetivo de asegurar una ventaja decisiva en la competencia exarcebada entre las multinacionales. Quien no obtenga esta ventaja no sobrevivirá a la guerra económica. Y como los medios de ganar no están limitados por ninguna moral, la guerra forma parte de estos medios.

¿Por qué atacar a Irán?

¿Por qué Irán es el próximo objetivo? Porque este país posee unas importantes reservas petrolíferas, porque es la potencia más importante de la región y se niega a someterse a Israel, porque los recientes intentos de hacer capitular a Teherán han fracasado.

El objetivo de atacar Irán en realidad es controlar el conjunto del petróleo tanto de Oriente Medio como de todo el planeta para permitir a EEUU ejercer un chantaje sobre el aprovisionamiento petrolífero de sus rivales: Europa, China, Japón. Quien desee controlar el mundo debe controlar todas sus fuentes de energía.

Pero también se trata de impedir que se constituya en Asia una alianza entre potencias resistentes. El La guerra global ha empezado, justo después del 11 de septiembre, escribíamos: "Por supuesto, el gran principio de toda política imperialista sigue siendo "Divide y vencerás". He aquí lo que teme sobre todo EEUU en este continente asiático, como también explica Brzezinski: «China podría ser el pilar de una alianza anti-hegemónica China - Rusia - Irán.» "

Éste era, de manera muy evidente, el objetivo último de la guerra global puesto que China es el mayor mercado del futuro y el más poderoso de los países independientes. A partir de entonces, EEUU decidió de hecho que para seguir siendo la única superpotencia, China era su enemigo número uno. Todo lo que EEUU está haciendo en el continente asiático hay que entenderlo desde esta perspectiva. Sobre todo el cerco a China, que se ha acelerado con la instalación de bases militares en Afganistán y que va a proseguir a través de cada episodio de la guerra global.

Cada guerra es también contra todos nosotros

Bush y Blair quieren hacernos creer que al emprender estas guerras están defendiendo también nuestro nivel de vida, en Europa y en EEUU. Que tenemos los mismos intereses que ellos frente a los países "canallas.

Falso. Atacar a Iraq sólo ha beneficiado a las multinacionales del petróleo, de armamento, de la construcción y de las finanzas. De la misma manera, si se va más allá de las múltiples mentiras mediáticas, la guerra de Yugoslavia no fue un acto humanitario sino una privatización por medio de las bombas. El verdadero objetivo de las grandes potencias -lo atestiguan sus propios documentos estratégicos- era tomar el control de una economía que seguía siendo independiente de las multinacionales y el control de una mano de obra que quería conservar los derechos sociales de la autogestión.

Acabando con estos sueños de independencia se lanzaba una advertencia muy impactante a Europa y Rusia: ¡Abandonad todo sueño de escapar a las multinacionales!. Haciéndolo se tomaba posesión de la mano de obra de los países del este, ya fuera para deslocalizar ahí sus fábricas, ya fuera para importar de estos países a cantidades de fontaneros polacos, en competencia con los trabajadores de aqui para hacer bajar los salarios y aumenta los beneficios.

Esta es la razón por la que globalizción y guerra son dos caras de una misma moneda. El objetivo de la globalización es situar a todos los países del mundo bajo una presión máxima de las multinacionales, bajo un chantaje generalizado, en especial respecto a las condiciones laborales. Y la guerra no es más que la cachiporra cuando un pueblo se niega a este chantaje.

Todo esto demuestra que una guerra de agresión de Bush y Blair (¿o quizá mañana una guerra emprendida por la Unión Europea?) no sirve a los intereses de los trabajadores estadounidenses o europeos. Bien al contrario, ellos son quienes la pagan. En primer lugar suministrando las vícitimas, ya sea como soldados o como víctimas de atentados, pero también y sobre todo siendo todos ellos víctimas de un chantaje social que los sumirá en el paro o en la hiperprecariedad laboral.
En una palabra, la guerra de Bush y Blair es la guerra de los ricos contra los pobres. Es una guerra contra el futuro de la humanidad. Acabar con la pobreza, acabar con la guerra es combatir a Bush y Blair. No existe término medio.

Next Stop Teherán

Tras los atentados de Londres, Bush se ha apresurado a denunciar la «amenaza iraní». Pero de hecho lleva mucho tiempo preparando su guerra contra este país. Porque las guerras no empiezan con las bombas. Priemro es necesario una preparación:

- Militar : preparar la logística y las bases de apoyo del ataque (volveremos sobre ello).

- Mediática : preparar a la opinión pública demonizando al país que se tiene por objeivo.

Esta preparación mediática consiste en una propaganda de guerra que juega sobre el consciente y el inconsciente.

Tema n° 1. Las armas de destrución masiva. Yes, again ! Desde hace meses los grandes media occiedentales ponen de relieve y centran la atención, como Bush, en «la amenaza nuclear iraní». Mientras que Israel ya posee doscientas cabezas nucleares clandestinas y ya ha agredido a todos sus vecinos, el único peligro que quieren hacernos temer es Teherán.

Desde luego, las armas nucleares son una plaga que hay que eliminar, pero ¿por qué deberíamos confiar más en las de Bush y Sharon? ¿Cómo se puede negar el derecho de un país a defenderse de una agresión? Sin embargo, sabemos que Bagdad y Begrado han sido atacadas impunemente ¡precisamente porque no tenían con qué defenderse siquiera un poco!

Tema n° 2. El «terrorismo islamista». Como el tema de las armas había ridiculizado a Bush en el caso de Iraq, se añade el del «terrorismo islamista. Bien agitado este tema tiene la ventaja de crearnos miedo «en casa». Sin duda mañana pseudo-revelaciones de los servicios de seguridad estadounidenses o británicos, complacientemente relevadas, tratarán de convencernos de que Teherán estaba detrás de los atentados. Exactamente igual que Bush trató de relacionar a Sadam con Al Qaida.

Tema n° 3. La democracia. Visto el fracaso del tema 2 en el caso iraquí, los redactores de los discursos de Bush nos venden ahora la guerra con otro argumento de marketing : la democracia. Se trataría de ganar para « la libertad » a todos esos muchos países atacados. Resulta gracioso sabiendo que la familia Bush construyó su fortuna colaborando con Hitler y después con Ben Laden. Y que cuando George Bush padre estaba a la cabeza de la CIA protegió a los peores dictadores tanto de America latina como de otros lugares. Pero si los media no insisten demasiado sobre este negro pasado el tema de la democracia todavía puede dar resultado.

En el plano de las libertades cada uno es libre de pensar lo que quiera sobre los dirigentes iraníes, pero una cosa es segura: la cuestión no es esa. No es por la cara bonita de la democracia por lo que Bush intenta meter mano a este país, es precisamente por su oro negro.

Por otra parte, ¿es creíble EEUU pretendiendo importar la democracia a Irán? En 1953 un golpe de Estado encabezdo por su CIA derrocó al primer ministro Mossadegh, demasiado independiente en relación al petróleo. Después, seis presidentes sucesivos de EEUU impusieron al pueblo iraní la dictadura fascista del Sha Pahlevi y de los terribles torturadores de la Savak : 300.000 torturados en veinte años. ¡Un poco amnésicos, los que dan lecciones!

¡Dejémonos del parloteo del «Ni, ni» y de la «guerra por la democracia»!

¿«Ni Bush, ni los ayatollahs» ? ¿Veremos resurgir pronto esta piadosa consigna muy extendida entre la izquierda light después de que haya hecho tanto daño a propósito de Iraq o de Yugoslavia?

En 2001 denunciábamos el efecto nefasto de las consignas «Ni Bush, ni Saddam», «Ni la OTAN, ni Milosevic», «Ni Sharon, ni Arafat» : «Desde hace doce años esta posición dominante en la izquierda intelectual europea condena al movimiento contra la guerra a la pasividad. Porque pone en pie de igualdad al agresor y al agredido. Si todos son igual de malos no hay razón para hacer lo imposible para detener la agresión.

El «Ni, ni» es el cáncer del movimiento contra la guerra. Hay que acabar con él. No son Sadam o Milosevic los que amenazan al mundo entero, es Bush. No son Yugoslavia o Iraq los que cada día condenan a muerte a 35.000 niños del tercer mundo, son las multinacionales..

Estados Unidos amenaza la paz en todas partes del mundo. Haciendo reproches, ya sean exactos o no, a los países que se les resisten lo único que se hace es el juego a la agresión. No son los gobiernos occidentales quienes tiene que decidir quién debe dirigir tal o cual país del tercer y según qué intereses. A quienes corresponde decidir es a los propios pueblos. Pero si se deja que Washington ocupe estas regiones ninguna lucha social o democrática será más fácil, todo lo contrario. Las únicas que salen ganando con ello son las multinacionales" . Fin de la cita.

("Où en est la Yougoslavie": http://www.michelcollon.info/articles.php?dateaccess=2002-11-01%2017:05:32&log=articles

Con la ocupación de Iraq ahora tenemos una prueba más. ¿Ha resuelto uno solo de los problemas del país o, por el contrario, los ha empeorado dramáticamente? ¡Esperemos que ya no se oirá más esta desmovilizante letanía «Ni, ni» !El contra ejemplo de Venezuela

¿Se puede dar un gramo de crédito a «la guerra por la democracia» ? Para saber a qué atenernos examinemos el ejemplo de Venezuela. Tenemos ahí a un presidente, Hugo Chávez, que ha ganado nueve elecciones en seis años, aumentando sus votos. ¿Qué hace Bush? Entrega varias decenas de millones a la CIA (según los propios documentos estadounidenses) para derrocar a un presidente elegido democráticamente. Por todos los medios posibles... Año 2002 : intento de golpe de Estado. Fracaso. Año 2003 : sabotaje de la industria petrolífera. Fracaso. Año 2004 : campaña de intoxicación informativa con un presupuesto enorme para tratar de expulsarlo por medio de un referendum bajo presión. Fracaso.

Furioso, Bush se muere de ganas de invadir él mismo Venezuela. Con cualquier pretexto. Por ejemplo, «descubriendo» ahí terroristas o decretando que la vecina Colombia está «amenazada». Pero está tan embrollado en Iraq que no puede hacerlo. No hay manera de llevar dos grandes guerras simultáneamente. La actual resistencia del pueblo iraquí está salvando, de hecho, a los demás paises amenazados.

Lo que Bush reprocha a Chávez no es la falta de democracia (hay que ir a Venezuela para medir hasta qué punto se movilizan las gentes sencillas por todos los problemas de su vida y de su futuro). No, lo que Bush reprocha a Chávez es que los ingresoso del petróleo de Venezuela se «desvíen» para financiar proyectos de alfabetización, de lucha contra la miseria y de servicios sanitarios para todos en vez de servir, como en otros lugares, para enriquecer a Esso y Shell. Por consiguiente, ¡abajo Chávez, el rebelde, el «populista» que da mal ejemplo haciendo creer que el petróleo pertenece a su pueblo!

Por si fuera necesario este ejemplo de Venezuela prueba que las guerras de EEUU en absoluto tienen por objetivo la libertad o la democracia, sino solamente el oro negro y el dominio del mundo. Supongamos que mañana los dirigentes de Teherán se someten a la voluntad de Esso y Shell, como hacen los régimenes árabes «amigos» de Kuwait o de los Emiratos... ¿Se oirían entonces todas estas campañas de críticas sobre sus armamentos o sobre su concepción de la mujer?

¿Dividir por medio de la religión?

En resumen, se mire adonde se mire, ninguno de los temas de la actual propaganda de guerra - nuclear, terrorismo, dictadura - soporta un análisis objetivo. Esta es la razón por la que la propaganda de guerra se dirige sobre todo al inconsciente...

Cuando se habla de «terrorismo islamista» se manipula al público. Se le hace creer que una religión particular es peligrosa. Aunque de palabra, por supuesto, se afirme solemnemente que los musulmanes son gentes de bien, etc, etc..., la expresión misma que relaciona el terrorismo con una religión es una trampa.

Imaginemos. Dado que los actos de agresión cometidos por Bush y Blair violan sistemáticamente el derecho internacional y que júridicamente pueden ser calificados de terrorismo de Estado, ¿qué diríamos nosotros si la prensa de los países musulmanes hablara de «terrorismo cristiano» ? Evidentemente, responderíamos que la gran mayoría de los cristianos del mundo condena a Bush y que, por lo tanto, la explicación es otra.

En efecto, la guerra global no es una guerra de religión sino una guerra económica. Son Bush y Blair quienes tienen interés en dividir a sus oponentes demonizando una religión. Si el terrorismo es «islamista», entonces cada musulmán se convierte en un sospechoso potencial, en el avión, el metro o la mezquita. No se necesita añadir mucho más. Siglos de desprecio colonial, decenas de años con el tema del árabe que viene a quitarnos nuestros trabajos (mientras que somos nosotros quienes les hemos quitado sus riquezas) todo ello constituye una rampa de lanzamiento preparada para demonizar a los musulmanes. Como se demonizó a los judíos en los años treinta.

El tema de la «religión peligrosa» sirve para dividir a los pueblos del mundo, para atraer la atención sobre tal o cual fenómeno particular con el fin de ocultar la naturaleza general de la guerra global. Pero Venezuela, un país muy cristiano, también es objetivo de Bush. ¿Entonces?

La guerra contra Irán ya ha empezado

Mañana quizá Bush y Blair «descubran» pruebas de la implicación de Teherán en los atentados. Pretenderán actuar «como represalia». Pero esto, esto será justo la campaña psicológica hacia la opinión pública según las reglas clásicas de la propaganda de guerra. En realidad la guerra contra Irán ya ha empezado, como demuestra el ex-oficial estadounidnese Scott Ritter, convertido en analista militar:

«El 16 de octubre de 2002 el presidente Bush declaraba al pueblo estadounidense : «No he ordenado el uso de la fuerza contra Iraq. Espero que no será necesario». Ahora sabemos que esta declaración era una mentira. De hecho a finales de agosto de 2002 el presidente había firmado una orden autorizando a los militares estadounidenses para empezar unas operaciones militares activas en el interior de Iraq. En septiembre de 2002 la Fuerza Aérea estadounidense ayudada por las Reales Fuerzas Aéreas británicas empezaba a bombardear objetivos en el interior de Iraq para debilitar la capacidad de defensa anti-aérea y de mando. En la primavera de 2002 el presidente Bush había firmado una orden secreta autorizando a la CIA y a las fuerzas especiales para desplegar unidades clandesinas en el propio Iraq».

¿Ocurre hoy lo mismo con Irán ? Sí, indica Ritter: «En el momento en que hablamos están teniendo lugar vuelos estadounidenses por el espacio aéreo iraní con ayuda de aviones sin piloto y de otros equipamientos más sofisticados. Violar el espacio aéreo es ya un acto de guerra. En el norte, en el vecino Azerbayán, el ejército estadounidense prepara la base de operaciones para una presencia militar masiva que anuncia una campaña terrestre importante para apropiarse de Teherán. La aviación estadounidense, que opera a partir de sus bases en Azerbayán, ha acortado mucho la distancia que tiene que recorrer para atacar los objetivos en Teherán. De hecho, una vez que comiencen las hostilidades, será capaz de mantener una presencia de casi 24 horas al día en el espacio aéreo iraní». (Publicado en la página web de Al-Jazeera).

Estratégicamente Irán se encuentra en este momento rodeado de bases militares estadounidenses dispuestas en tres flancos: 1. Afganistán. 2. Iraq. 3. Azerbayán. Este. Oeste. Norte. Interesante: la implantación en Azerbayán empezó hace mucho tiempo. En 2000, tras la guerra contra Yugoslavia, escribíamos : «Un secretario adjunto de asuntos exteriores estadounidense se ocupa solamente del Cáucaso. Una visita solemne de Javier Solana demuestra que la OTAN se interesa enormemente por esta región estratégica. La OTAN se extiende por el Cáucaso para expulsar a Rusia de ahí. La principal cabeza de puente de EEUU en el Cáucaso es Azerbayán. Washington no puede instalarse ahí de manera demasiado visible (pero) confía a Turquía el ocuparse de formar al ejército Azerbayán». (Michel Collon, Monopoly, p. 114-116, http://www.michelcollon.info/monopoly.php

Cinco años después se ve que la instalación de bases militares estadounidenses y la transformación de Azerbayán en una especie de Israel del Cáucaso desde luego tiene a Rusia por objetivo pero quizá más aún a Irán. Los estrategas estadounidenses calculan a largo plazo y preparan varios golpes por anticipado.

Las guerras empiezan siempre antes de la fecha oficial

Ritter tiene razón : una guerra de Washington empieza mucho antes de que sea declarada oficialmente. Más allá de los discursos oficiales y mediáticos, es importante analizar los antecedentes y el trasfondo de las últimas guerras.

Primer ejemplo. Oficialmente, la primera guerra contra Iraq comienza en agosto de 1990 cuando Sadam Husein ocupa Kuwait. En realidad un año antes el Congreso de EEUU había decretado un embargo contra Iraq (un acto de guerra sin este nombre). La decisión de guerra, de hecho, proviene de un discurso de Sadam que llamaba a todos los países del Golfo a unirse para ser más independientes de EEUU. Se le podía escapar Oriente Medio. Lo que siguió solo fue una preparación mediática y militar.

Segundo ejemplo. Oficialmente EEUU y la OTAN se involucran en una guerra contra los serbios en 1995, después de esperar cuatro años tras el inicio de los combates locales. En realidad desde 1979 Alemania envía a sus agentes secretos para destruir Yugoslavia y controlar los Balcanes. Por lo que se refiere a EEUU había adoptado sanciones contra Yugoslavia ¡desde 1990!

Tercer ejemplo. Oficialmente, Bush decidió atacar Afganistán tras el 11 de septiembre de 2001. En realidad ya una año antes los estrategas del Pentágono habían indicado que era necesario «cambiar de régimen» a Kabul, porque los talibanes se negaban a firmar un acuerdo de oleoducto estadounidense estratégico hacia Asia del Sur.

La guerra contra Irán también comenzó mucho antes del día en que nos la anuncien.

¿Ayudan los media a Bush?

Cada guerra va unida a una guerra de información con un papel decisivo. Se trata de llevar, por todos los medios, a los ciudadanos a apoyar la política de sus gobernantes. Uno de los métodos consiste en tratar a las víctimas de forma diferente...

Para los grandes media los muertos no tienen el mismo peso. El empleado londinenese que sufre el ataque de una bomba camino de su trabajo pesa mil veces más que el panadero bagdadí muerto por un misil estadounidense mientras hacía su pan...

El pasado 1 de julio un bombardero estadounidense B-52 lanzaba unos misiles teledirigidos contra un bloque de viviendas en la provinica de Kunar en Afganistán y mataba al menos a 17 personas, especialmente mujeres y niños. ¿Qué dirigentes europeos protestaron contra esta barbarie? ¿Qué media dio al sufrimiento de los afganos el mismo valor que al de los londienses?

Se trata de una ley periodística ineludible, responderán los media, la famosa «ley del muerto kilómetro». Se supone que usted está más interesado por un muerto en su calle que por diez en la ciudad de al lado o mil muertos en otro continente. Pero lo que se olvidan de decir es que depende mucho del valor que otorgan a estos muertos los media que se los presentan...Si se le enseña una imagen emotiva, si una persona próxima describe de manera concreta su vida y su muerte, si se tiene en cuenta verdaderamente el sufrimiento de su familia, entonces una víctima lejana puede convertrse en próxima. Un ejemplo...:

Cuando en 1991 los media occidentales decidieron que había que hacernos llorar por las «víctimas de Sadam» nos mostraron machaconamente las lágrimas de una joven enfermera kuwaití que contaba como los sodados iraquíes habían robado centenares de incubadoras en Kuwait-City y asesinado con ello a los bebés, y todos hemos llorado. Aunque fuera lejano.

Pero en seguida supimos que la joven no era enfermera, que nunca había estado en aquella maternidad y que mentía absolutamente con una puesta en escena hollywoodense porque aquellas incubadoras no habían sido robadas. Esta mentira mediática, ampliamente difundida, tuvo un impacto enorme y permitió a Bush padre hacer que la opinión pública internacional aprobara su guerra. Esto prueba que lo esencial no es la cantidad de kilómetros, sino la decisión mediática de encontrar ciertas víctimas importantes y otras que no lo son.

En los periodos de guerra, caliente o fría, nuestros «amigos» muertos pesan mil veces más que nuestros enemigos, aquellos que resisten a nuestras multinacionales. Este «dos pesos, dos medidas» es en realidad consecuencia de una educación «etnocéntrica», es decir, que hace de Europa y EEUU el centro del mundo, encargado de llevar la democracia o la civilización al resto del mundo, más atrasado y que debe alcanzarnos. Este esquema disimula el imperialismo y nuestra dominación imperial sobre este mundo.

No vamos a desarrollar más este tema, muy importante desde luego, del papel guerrero de los media. Remitimos a nuestro texto sobre los principios de la propaganda de guerra: "Le droit à l"information, un combat". http://www.michelcollon.info/articles.php?dateaccess=2004-01-01%2020:34:14&log=articles

La fatalidad no existe

Es un hecho: no hemos logrado impedir ni la guerra contra Iraq, ni la guerra contra Yugoslavia, ni contra Afganistán, por no hablar de Palestina o del Congo. ¿Estamos condenados a perder siempre en tanto que movimiento por la paz?

No, la fatalidad no existe. En 2003 las manifestaciones contra la guerra, organizadas en todo el mundo, reunieron al mayor número de personas nunca visto. Y a cada uno de los países a los que vamos constatamos que Bush preocupa cada vez más, que cada vez se desenmascara más la hipocresía de sus pretextos, que la cólera aumenta. ¡Basta de guerras!

Por supuesto, todo el mundo se hace la pregunta de a quién van a beneficiar los atentados de Londres. ¿Y los que puedan ocurrir en Roma, Copenhague o Amsterdam? Lo mismo que en Bruselas si permitimos que la OTAN se implique cada vez más en la complicidad con Bush en Iraq.

¿A quiénes beneficiarán estos atentados? ¿A Bush y Blair, que se aprovecharán de ellos para estrechar las filas y emprender nuevas guerras al infinito? O bien a las fuerzas de paz que podrán demostrar todavía mejor que tanto en Londres como en Bagdad ya ha habido bastantes muertos y que la ocupación por el petróleo tiene que acabar porque el terror engendra terror y porque sin justicia el mundo nunca estará en paz.

¿Quién será más fuerte, sus media o los nuestros?

La agresividad de Bush y Blair no debe engañar. Es un signo de debilidad. Su única oportunidad de continuar la guerra es dividir a los pueblos. Su «fuerza» descansa en la información truncada, en las mentiras mediáticas de demonización, en disimular los intereses económicos, por lo tanto, si todos nos lanzamos a la batalla de la contra-infrmación también es su debilidad. La construcción de una información alternativa por medio de Internet, por medio del trabajo de discusión, paciente, concreto, argumentado; he aqui, si nos aplicamos a gran escala, el antídoto de la propaganda de guerra. ¡En nosotros está construir la propaganda por la paz!

Esta contra-información es indispensable para salvar vidas. Porque los muertos de Londres son víctimas de las guerras perpetradas en su nombre. Y del hecho de que las poblaciones occidentales todavía no han comprendido suficientemente la naturaleza criminal de esta ocupación-pillaje de Iraq. El día en que la toma de conciencia sea aún más fuerte, parará esta guerra como paró la de Vietnam.

¿Son demasiado fuertes «frente a frente» ? Tres ejemplos recientes demuestran que no:

1. Aznar trató de engañar en las elecciones españolas de 2004 demonizando a ETA por los atentados de Madrid. Fracasó gracias a la información popular de base : Internet y los SMS.

2. Durante el golpe de Estado contra Chávez de 2002, los media pro-estadounidenses, casi monopolistas, apoyaron a los golpistas ocultando al país la resistencia del pueblo de Caracas. Pero la información circuló de todos modos gracias a Internet, a los SMS, a motoristas que iban infromando de barrio en barrio, etc...

3. Todos los media franceses apoyaron el «Si» en el referendum sobre la Constitución europea violando todos los principios de dentología periodística. Pero fueron vencidos por una amplia movilización de base y con Internet.

Estos tres ejemplos recientes demuestran que los media del sistema no son invencibles. La información del pueblo puede ser más fuerte que ellos.

En este sentido el movimiento belga Stop USA, en el que participo en Bruselas, acaba de lanzar unas cartas-petición dirigidas al primer ministro belga, con un interesante dibujo de Matiz sobre la ocupación de Iraq. El texto es : «Desapruebo las guerras de Bush por el petróleo o para dominar el mundo. Me niego a ser cómplice de ellas por medio del silencio o de la participación, aunque sea indirecta, de Bélgica»

Haciedo que estas cartas se firmen por todas partes, con los grupos de base de Stop USA, constatamos que tenemos una muy buena acogida. Pero tambien que la gente está todavía poco informada. Muy pocos saben que Bélgica presta el puerto de Amberes a Bush para el tránsito de sus armas hacia Iraq, muy pocos saben que las armas nucleares estadounidenses se estacionan clandestinamente en nuestro territorio y que el envío de nuestras tropas a Afganistán sirve para liberar a las fuerzas estadounidenes para que puedan agredir Iraq.

Pero cuando se les informa, se constata una voluntad general de hacerse más activos contra las guerras de Bush. De ahí la responsabilidad que tenemos todos nosotros. Aquí, en Europa, es absolutamente necesario aumentar la presión para aislar a Bush y Blair.

El pueblo español supo imponer la retirada de sus tropas. Hay que ir más lejos, por medio del trabajo de información, de discusión y de petición. Concretamente: que ningún gobierno europeo más ayude a la guerra de Iraq, ¡aunque sea de forma indirecta y limitada! Se debería organizar a escala europea una campaña «Yo no quiero ser cómplice».

Si nos comprometemos de esta manera, juntos, entonces la muerte de Jack, Robert o Hassan no habrá sido en vano.

PS. Para contactar esta campaña Stop USA, para ver el dibujo de Matiz, informaros o conseguir estos mapas : http://www.stopusa.be/home/index.php?langue=1
Sobre las mentiras mediáticas de las guerras precedentes:
http://www.michelcollon.info/archives_testm.php
Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

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