Consejo Supremo Tarahumara resistencia y dignidad

El Consejo Supremo de la sierra Tarahumara pidió diseñar un mecanismo para que los apoyos se entreguen directamente por los líderes indígenas

Usar puntuación: / 0
MaloBueno
12345( 0 Votes )Miércoles, 18 de Enero de 2012 07:41
Mientras la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) anunció que la ayuda a la sierra Tarahumara continuará por el tiempo que dure la sequía, el Consejo Supremo de la Tarahumara pidió a los diversos órganos de gobierno modificar la forma de entrega de despensas en la región serrana de la entidad y diseñar un mecanismo para que los apoyos se entreguen directamente por los líderes indígenas, ya que el reparto de víveres por parte de las autoridades se presta a un manipuleo político.



Igual que el gobernador rarámuri Martín Gutiérrez, representante del asentamiento El Oasis, el sacerdote Javier Ávila, jesuita de la diócesis de la Tarahumara, que ha encabezado diversos movimientos sociales en la región, sostuvo que el hambre de la gente de la sierra se ha convertido en un capital político para los gobiernos estatal y federal en este año electoral, y aunque el problema existe resulta que a unos meses de las elecciones apenas las autoridades se dan cuenta de la situación y ahora todo mundo quiere repartir despensas.

José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aseguró que el abasto de agua en las zonas afectadas por la sequía “está garantizado”, y sobre las declaraciones respecto a que la emergencia “no era tan grave”, aclaró que habían sido “desafortunadas” y que no minimiza la marginación ancestral que se vive.

Martín Gutiérrez dijo que hay preocupación del Consejo —máximo órgano de gobierno de las etnias hermanas Tarahumara, Guarojío, Pima y Tepehuan, cuyas decisiones son acatadas al pie de la letra por los casi 120 mil indígenas del estado— por la crisis alimentaria en la región, pero también por el oportunismo que pueda surgir de partidos políticos y entes gubernamentales en un año electoral.

“En la sierra hay mucha hambre, no hay maíz ni frijol, la gente no tiene trabajo”, dijo el gobernador del asentamiento. Señaló que la desnutrición en los niños es severa en algunas regiones apartadas. “El gobierno sólo llega hasta las cabeceras municipales y pueblos grandes, pero en las comunidades de más lejos no va nadie, no les llega ayuda, yo creo que ni saben que existen”.

El sacerdote Javier Ávila reprochó que los distintos órdenes de gobierno tomen como “bandera” el tema de la grave sequía que afecta a Chihuahua para entregar apoyos en especie a los rarámuris. “Hambre y frío siempre hemos tenido en la sierra, pero de los indígenas sólo se acuerdan en años electorales”.