México quiere acabar con los monopolios de Slim y Azcárraga

México quiere acabar con los monopolios de Slim y Azcárraga

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@Pilar Salas. México - 24/04/2010
México quiere acabar con los monopolios de Slim y Azcárraga
Emilio Azcárraga (Reuters)

Monopolios como los de los multimillonarios Carlos Slim, en telefonía, o Emilio Azcárraga, en televisión, tienen los días contados. O al menos eso es lo que pretende el presidente de México, el conservador Felipe Calderón, con su iniciativa de reforma de la Ley Federal de la Competencia, que tiene muchas probabilidades de prosperar. En un país que ocupa el puesto 60 de 132 naciones en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial, y donde el capital se concentra en muy pocas manos, esta propuesta busca abaratar precios y mejorar servicios, además de eliminar una de las principales trabas al crecimiento económico de México.



Aunque su Constitución prohíbe los monopolios privados, México es su paraíso para estas prácticas. Telmex opera más del 80% de los teléfonos fijos del país, mientras que Telcel y América Móvil controlan más del 70% de los móviles, con unas tarifas que figuran entre las más caras del mundo. Las competidoras de estas empresas, entre las que se encuentran Telefónica y Movistar, denuncian que Slim les cobra unas tarifas altísimas por la interconexión y por el uso de sus redes en un mercado de difícil acceso.



La Comisión Federal de la Competencia (CFC) –reguladora antimonopolios- advierte de que, en telefonía móvil, Telcel concentra cuatro veces más usuarios y cinco veces más ingresos que su competidor más cercano. También ha denunciado las “barreras absolutas” a la entrada a un sector relevante como la telefonía fija, dominada por Telmex. Asimismo, la red de fibra óptica corre el riesgo de convertirse en un oligopolio. El alto precio que el Gobierno mexicano estableció en la licitación de su uso y manejo, 800 millones de pesos (más de 49 millones de euros), hizo que desistieran empresas inicialmente interesadas y que sólo concurriera Lusatel –del Grupo Salinas- y un consorcio formado por Televisa, Telefónica y Megacable.



No se puede hacer zapping en México sin toparse con alguno de los 257 canales de Televisa, presidida por Emilio Azcárraga Jean. Este grupo empresarial, propietario de varios equipos de fútbol y del 40% del canal español laSexta, lidera la televisión en abierto en el país con más del 70% del mercado, según la propia compañía. Es la empresa de medios de comunicación más grande en el mundo de habla hispana y cuenta con 21 millones de suscriptores de televisión de pago en todo el mundo. Con Cablevisión, el mayor sistema de televisión por cable del país, ofrece además paquetes de conexión a internet de banda ancha y servicios de telefonía fija; también controla el sistema de televisión por satélite dominante.



Casi el resto del mercado es de TV Azteca, de Ricardo Salinas, otra de las grandes fortunas del país. Entre ambas concentran más de la mitad de la inversión publicitaria en medios de comunicación, el 80% de las concesiones de televisión y el 90% de los contenidos audiovisuales. La que sería la tercera cadena nacional de televisión en abierto tiene varios pretendenientes que han solicitado al Ministerio de Comunicaciones y Transporte que licite las frecuencias.



La alimentación, también en manos de monopolios



En la cerveza, una de las bebidas favoritas de los mexicanos, el sector está dominado casi en su totalidad por Grupo Modelo (propiedad de María Aramburu y con un 65% del mercado) y Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma. Ambas tienen precios “casi idénticos”, según el estudio del profesor del Instituto Tecnológico de Monterrey Carlos Urzúa, que sirvió de base al proyecto de reforma de la Ley Federal de Competencia. La CFC también ha denunciado que Grupo Maseca (Gruma), controla la producción de más de las dos terceras partes de harina de maíz -ingrediente básico en la gastronomía mexicana- o que FEMSA hace lo propio en el área de refrescos, zumos y aguas. En el sector lácteos, Lala y Alpura controlan el 80% del mercado, mientras que Casa Saba y Nacional de Drogas (Nadro) se imponen en la distribución de medicamentos. Urzúa estima en más de un tercio el presupuesto que cada familia mexicana destina a algunos de estos monopolios y oligopolios. CEMEX, de Lorenzo Zambrano, representa el 90% de la producción y venta de cemento, Peñoles la totalidad de la producción y venta de la plata, Bimbo domina el sector de la panadería industrial... La competencia en México es meramente testimonial.



La oposición, de acuerdo con la medida



En su propuesta de reforma legislativa, el presidente Calderón reconoce que el 30% del gasto de los hogares mexicanos va a mercados “con problemas de competencia” y los consumidores gastan un 40% más por la falta de oferta. La población más pobre destina el 42% de sus ingresos a mercados altamente concentrados. “Los monopolios generan precios excesivos y frenan el crecimiento económico”, asegura el mandatario.



Quien fuera su principal oponente en la carrera electoral, el izquierdista José Manuel López Obrador, ha denunciado que los monopolios generan un enorme desnivel en los precios entre Estados Unidos y México y cita como ejemplos el cemento gris (un 223% más caro en el país latino), internet de banda ancha (un 260% más), telefonía móvil (un 312%), telefonía fija (un 65%) o la comisión bancaria por compras con tarjeta, un 3.600% más alta que en EEUU.



Carlos Slim (Reuters)Felipe Calderón propone adecuar las sanciones a las prácticas monopólicas a “la gravedad que implican”, y es que las multas máximas que puede imponer la CFC ascienden a 86,2 millones de pesos (5,3 millones de euros). En la Unión Europea suponen el 10% de los ingresos anuales mundiales del infractor y en Brasil el 30% de los ingresos brutos anuales antes de impuestos. Según explicaron a El Confidencial fuentes del organismo antimonopolio, las empresas penalizadas -que ganan cada día cantidades muy superiores al importe de la multa- nunca llegan a pagarlas, porque acuden a la vía judicial y alargan el proceso hasta el infinito.



El cambio legislativo propone también penas de prisión para las prácticas monopólicas absolutas, al modo de Estados Unidos, donde 120 ejecutivos han sido condenados a ir a la cárcel y pueden pasar allí hasta diez años. Otras modificaciones pasan por acortar los procesos, imponer medidas cautelares y que los investigadores de la CFC puedan visitar las empresas bajo indagación de forma sorpresiva para evitar la destrucción de información incriminatoria.



Pemex, exento



La reforma excluye a los monopolios públicos como Pemex, que controla la exportación, extracción y explotación de las reservas petroleras de México, al considerar que se deben proteger los bienes nacionales.



La propuesta de Calderón tiene muchos visos de prosperar porque se ha presentado en “el ambiente adecuado”, con un país que aún se sobrepone de la crisis mundial y donde los ciudadanos están cansados de pagar “entre el 30 y el 40% de sobreprecio” que implican los mercados sin competencia, reconoce a El Confidencial el profesor de la Universidad Anáhuac Víctor Hugo Valdés, experto en la materia.



La efectividad de la modificación de la Ley dependerá de si la CFC “puede ejercer realmente sus atribuciones y gana capacidad para implementarla”, señala, ya que aplicar y hacer efectivas las sanciones generará un “efecto disuasorio” en los agentes económicos, se reducirán los precios y habrá un crecimiento económico del país a medio plazo.



La medida ha sido bien recibida por la opinión pública y los partidos políticos tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Desde ambas se han entablado contactos con algunos de los principales afectados como Slim o Azcárraga para vencer sus previsibles reticencias, confirmaron a El Confidencial varias fuentes. Aunque la reformada Ley Federal de la Competencia apenas repercutirá en las fortunas más importantes del país, sí supondrá un alivio para los maltrechos bolsillos del resto de los ciudadanos.