martes, 27 de marzo de 2012

El Holismo Ecológico y la Ecología Profunda

Ecosofía.org

El Holismo Ecológico y la Ecología Profunda


Enviado por Fabiola el Mié, 06/12/2006 - 14:20
Consumo Responsable
Filosofía y Ética


Para el “naturalismo ecológico”, la consideración moral se extiende a las totalidades naturales, porque ellas son tanto o más reales que la simple suma de individuos u organismos vivos que la componen. En ella, la tensión entre la parte y el todo es resuelta dando la relevancia moral a las especies y ecosistemas, como sistemas de relaciones y comunicaciones entre organismos individuales.

Así, según el conservacionista Aldo Leopold, somos con la naturaleza una comunidad de partes interdependientes, donde al individuo:


“sus instintos lo impelen a competir por su lugar en esa comunidad, pero su ética lo impele a cooperar... esta ética, sencillamente, extiende las fronteras de la comunidad para incluir los suelos, las aguas, las plantas y los animales; dicho de un modo colectivo, la tierra.”

En esta figura de interdependencia y cooperación mutua, la Tierra se transfigura en una especie de gran ser vivo, en que cada totalidad del reino vegetal, animal, mineral, se comporta a manera de órganos que tienden a buscar el equilibrio, la estabilidad y la interacción de todas sus partes para conseguir su mantenimiento en el tiempo. En esta interdependencia natural el hombre deberá ser una parte más del gran cuerpo que es la Tierra, un “ciudadano de la comunidad biótica” que coopera solidariamente para mantener su sistema. Acá, serían moralmente relevantes para el hombre:

las especies: como unidades de evolución altamente especializadas y capaces de sobrevivir y mantener un alto nivel de entropía. Tendrían, en virtud de ello, el estatus de un individuo con su propia integridad y su derecho a la vida.


los ecosistemas: serían el sistema donde las existencias individuales y particulares de los organismos –bióticos y abióticos— tendrían sentido de conjunto, en cuanto interacción recíproca. En la existencia e interacción individual de los ecosistemas, existiría una finalidad colectiva que –al igual que el de un organismo— tiende a la consecución de su desarrollo, de su reproducibilidad en el tiempo, lo que constituye un bien deseable. Pero esta idea es rebatida por muchos ecólogos, para quienes la estabilidad no tiene porqué ser un fin del ecosistema. Ésta es más bien un resultado azaroso y fortuito que no se relaciona con la interdependencia de sus partes, donde el equilibrio y estabilidad de un ecosistema no es una relidad sine qua non, mas bien, a la luz de los conocimientos ecológicos actuales es todo lo contrario: como los ecosistemas no tienden a un equilibrio, ni tienen intereses, no pueden ser perjudicados o beneficiados por las actuaciones humanas. Tampoco tendrían fines en sí mismos, por lo que no calificarían como objetos de consideración moral.


el ecosistema global: es el que se orienta ecológica y evolutivamente, dotando de valor moral a las entidades naturales colectivas (especies, ecosistemas y biosfera), las que se organizarían y orientarían de manera ecológica y evolutiva a través del tiempo. Acá es un bien (moralmente deseable) todo lo que conduzca a un beneficio de la globalidad, y un mal (moralmente inaceptable) todo aquello que no permita, o perjudique el beneficio global.


Con todo, en esta relevancia moral del ecosistema global, podemos diferenciar tres modelos de consideración moral de la globalidad:
1.el modelo orgánico: para él, las partes se relacionan necesariamente con el todo, como los órganos constituyen el cuerpo. Acá es célebre la Teoría Gaia de James Lovelock, para quien la Tierra es un ser vivo, creador de su propio hábitat y de las condiciones que rigen a sus especies (u “órganos internos”). Para esta teoría, el hombre es uno de los órganos más potentes y letales para la Tierra. Y ante la diversidad de problemas ecológicos que afectan a la Tierra y al hombre, establece “la necesidad de una fisiología planetaria que prevenga y trate de sanar ciertas enfermedades terrestres, como la fiebre de dióxido de carbono, la acidez (lluvia ácida), un mal dermatológico u ozonemia, y la hipocondría ante un accidente nuclear.”
2.el modelo comunitario: donde las partes se relacionan con el todo como los ciudadanos con su comunidad. Cada parte desde su individualidad, se relaciona comunicativamente con el colectivo, de modo que se forma una cadena ecosistémica formada en su base por las sustancias abióticas (el suelo), sobre el que descansan plantas, roedores, pájaros y animales pequeños, hervíboros y los grandes carnívoros. Esta comunidad biótica completa es, para Leopold, la comunidad moralmente válida. Aquí el hombre también es un ciudadano biótico que debe cooperar con la naturaleza, de la cual forma parte y sin la cual no puede sostenerse con vida.
3.el modelo energético funcional: considera los ecosistemas como circuitos de energía, donde los organismos transfieren energía de un eslabón a otro de la cadena o pirámide biótica (minerales a vegetales, vegetales a animales, animales a minerales, etc.). Acá, más que los organismos individuales, interesan moralmente las relaciones energéticas que se establecen entre cada uno de los organismos, y las relaciones e intercambios energéticos que se dan en la globalidad. De esta manera, serán las relaciones entre individuos –o entre organismos/ecosistemas— las moralmente relevantes por cuanto involucran a miembros de la comunidad que comparten un interés central: la mantención de su vida y de sus relaciones cooperativas con el resto de los organismos de la comunidad.

Sin embargo, para muchos autores holistas, esta universalidad relacional hace imposible desconectar individuo de totalidad, por lo que carece de contenido práctico al momento de resolver una tensión entre individuo/comunidad; especialmente cuando uno de los afectados es el ser humano. Una característica especial de la especie humana es que tiene una visión global del sistema completo –no sólo de su nicho o especie en particular—, lo que hace del hombre un protagonista valóricamente activo (y éticamente responsable) del resto de la comunidad viva.

En corcondancia con estos planteamientos, tenemos finalmente una de las más polémicas visiones holísticas de la relación hombre-naturaleza: la Ecología Profunda o Deep Ecology Movement, propuesta por el filósofo noruego Arne Näess (1912-). Esta propuesta se perfila como totalmente revolucionaria en tanto:


“apunta a una metafísica, a una epistemología, a una cosmología nuevas así como a una nueva ética medio ambiental de la relación persona/planeta.”

Arne Naess caracteriza una nueva ecología que cuenta, entre otros principios básicos:
1.Todas las formas de vida sobre la tierra (humanas y no humanas) tienen valor intrínseco.
2.La riqueza y diversidad de formas de vida contribuyen a la realización de estos valores, y son ellas mismas, valores.
3.El ser humano no tiene derecho a disminuir esta riqueza y diversidad, salvo para satisfacer las “necesidades vitales”.

Esta filosofía profunda cuestiona las raíces del comportamiento ético antropocéntrico. De acuerdo al primer principio, cada ser vivo tiene derecho a la vida. Particularmente el ser humano tiene derecho a satisfacer sus necesidades vitales, pero no a dominar, explotar o esquilmar otras especies y ecosistemas, precisamente por el valor intrínseco de éstas. El hombre debe identificarse con las entidades del mundo (las colectividades como especies animales, vegetales, ecosistemas y paisajes). El desarrollo del ego involucra necesariamente una posibilidad nueva del ser del hombre, para concebir la naturaleza como portadora de valor intrínseco, y respetar una cosmología donde hombre-naturaleza sean uno solo.

Dentro de esta óptica, cualquier otra manera de visualizar la relación hombre-medio ambiente (fuera de la plena identificación mutua como valores intrínsecos) es lisa y llanamente “reformismo tibio”, en tanto disfraza unos motivos u otros para salvaguardar egoístamente los intereses humanos. De este modo, el antropocentrismo débil o incluso, el biocentrismo moderado; serían las ecologías superficiales enfrentadas a la ecología profunda que indaga los motivos filosóficos que mueven la acción humana para modificar esta praxis.

La ecología profunda niega la existencia de alternativas intermedias, asumiendo una metafísica que niega la voluntad y la racionalidad humanas como fuentes de la ética. A mi juicio, negar esta particularidad humana, y sacrificarla en aras de la globalidad holística es negar, de paso, la conquista que la defensa de la individualidad ha logrado en el campo político práctico de la autonomía personal como base de la democracia occidental.

Fuente: Ecosofia.org. Fuente imágenes: Wikimedia Commons.

«Lo humano»

En la modificación existencial, el sujeto individual se percata de sus propias posibilidades y las elige. No cambia el mundo, pero cambia su actitud hacia el mundo. La modificación existencial no es una transformación revolucionaria del mundo, sino el drama personal del individuo en el mundo. Karel Koscik, Dialectica de lo concreto.

«Directo y al grano»

Holismo, gaia, ecosofía, ecología profunda, etc., son formas teoricas, filosficas, prácticas, de PERTENECER al mundo, diría yo, de bajar al ser humano del pedestal al cual nos hemos encaramado nosotros mismos, nadie más, nadie nos puso ahí, subimos solitos. Es claro, que en todo este movimiento por volver a poner los pies sobre la tierra el contenido político-económico es fundamental, sino cambiamos nuestras formas de interelacionarnos entre nosotros, cómo podemos pretender cambiar la forma de relacionarnos con el resto del planeta.
Pienso que como seres humanos dejamos de evolucionar durante el proceso en el cual lo material, la producción, "el desarrollo", se torno en objetivo primordial, en dicho proceso perdimos nuestro sur como especie, la ciencia, la tecnologia se tornaron en un sin sentido, en lugar de lograr soluciones, se convirtieron en problema.
Es imperativo revertir el proceso por el cual actualmente caminamos, debemos de lograr unir lo que en el camino se separó. Es cierto, que la separación sociedades naturaleza fue un paso necesario, pero lo que es imperativo es volver a unirlos.
En este obligado proceso, desgraciadamente, se debe de luchar contra fuerzas imponentes, económicas, políticas, religiosas, fuerzas que detentan el poder, fuerzas que en su "inconciente" afan de lucro no se detienen a medir la consecuencias futuras.
Por eso, es que siempre he creido que en esa lucha desigual, si materia, si energia, si orden, si caos, si azar, causalidad, etc., lo que debemos empezar a hacer es a transformar, pero a transformarnos a nosotros mismos, PRAXIS cotidiana.

Hablando con un amigo biologo sobre la necesidad de cambio, le hice notar que a pesar de su postura política, él mismo continuaba enseñando en la secundaria, bajo la teoria del más fuerte, la piramide alimenticia, etc., ENTONCES?
«Error evolutivo»

Hola, creo que el modelo comunitario donde las partes se relacionan con el todo ý que cada parte desde su individualidad, se relaciona comunicativamente con el colectivo formando una cadena ecositémica es el que da forma a nuestra unidad diversificada de vida, pero que como en todo sistema o forma de vida puede dar lugar a errores o cambios en la adaptación para dar lugar a la evolución y que si este cambio no es el idoneo terminará sucumbiendo ante la adversidad y creo que la inteligencia humana es uno de estos errores cometidos por la naturaleza que tendrá que subsanar acabando con la humanidad para que el todo pueda seguir existiendo.
«RESPUESTA»
La materia sigue siendo la misma desde los origenes del cosmos ;esta da energia, se transforma en ella y vuelve a ser materia .Por ello es que se habla de solidaridad de origen entre todos los seres vivos, ya que estamos formados por los mismos elementos primordiales y primigenios.El ser vivo no mantiene un orden mas bien un desorden o la tendencia a la entropia.Lo que circula no es la materia es la energia,la que se transforma,modela y construye actuando como arquitecto la vida,y un ser supremo, para los que creemos en dios. responder
por Prof. Crispulo Bravo. (¡inscríbete!) el Mar, 03/04/2007 - 13:09.

«Respuesta»
Lo que plantea J.Lovelock en la hipotesis Gaia debe ser visto como una metafora,en donde realmente lo que se plantea es la teoria sistemica y la innegable verdad de nuestra interconeccion con todo lo vivo y lo no vivo.Tambien nos transmite idea de union y solidaridad de origen ya antes de formarse Gaia existia el cosmos y antes de este, la energia pura o la pura energia. responder
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«Etica Humana»

Tu crees que el Ser Humano seré capaz de aplicar o entrar en la corriente ética que esté en perfecta Armonía con la Naturaleza, en estos últimos 300 años que son críticos para la supervivencia de la humanidad, conjuntamente con todo lo que le acompañan en este preludio conciente? Esto es para tomarlo en serio....

Saludos...
Manuel AR el Mié, 20/12/2006 - 15:24.

«depredación»

Hola.

Lo del derecho a sobrevivir venía en relación con lo anterior por lo siguiente:puesto que la materia que compone a los seres vivos no es la misma a lo largo de su vida, necesitan conseguir nueva materia para sustituir a la que pierden (es un "continuo circular" como bien has dicho). Y muchas veces esa materia se consigue de otros seres vivos (ya sean plantas, hongos o animales). Pues bien, resulta que estoy cansado de escuchar cosas del tipo: "maquinas de matar", "asesinos de la naturaleza", "animales dañinos", etc, para referirse a depredadores, como por ejemplo el lobo ibérico. Lo que quería decir es que tiene el mismo derecho de intentar sobrevivir un roble que un lobo, independientemente de los métodos que utilicen para sobrevivir. Los únicos asesinos que hay en el planeta somos nosotros, los seres humanos. Sólo los humanos matan por diversión o por capricho.

Por otra parte, es obvio que los seres vivos son algo más que materia. Sólo dije lo que quise decir, que era algo bastante concreto. Y era en relación al comentario de Gregorio: "El Cosmos, a través de la mente del ser humano, accede a observarse y analizarse a sí mismo."

No le busques siete pies al gato.


«sobre depredacion»

Disculpa si te ha parecido que intentaba desacreditar tu afirmación. No era esa mi intención.

De hecho, esa es exactamente mi perspectiva. Mi aclaración de que los seres vivos son solo materia no es casual. Hay muchos que no lo consideran de ese modo.

Un saludo

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Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.

Por la Liberación animal y de la Tierra (LAT)
«Sobre Gaia»

Bueno. La teoría Gaia tiene unas incoherencias tremendas, arrastradas del modelo holónico.

El holismo no tiene en cuenta la emergencia. O, mejor dicho, no es estricto al asignar emergencia.

Este tema lo trataré en breve en mi web (www.biocentrismo.org). En ella trato todo el tema de holones para iniciar el biocentrismo.

Critico la hipótesis Gaia por incoherente y falaz. No obstante si lo deseas, Gregorio, podemos debatir aquí al respecto, o esperar a que cuelgue la teoría entera y centrarnos en ello.

Como desees.



Así, lo primero que te comento, a modo de inicio-resumen-breve, es:



Surge el primer ser vivo ¿Ya existe Gaia? ¿Puede Gaia existir antes? Si existe antes entonces el sentido holónico de abajo-arriba se rompe.



¿Surge con el primer ser vivo? Si es así entonces Gaia se corresponde con un solo ser vivo ¿o con muchos después (necesario aclararlo)?



¿Surge después? ¿En qué momento? ¿Cuándo decide Gaia aparecer en escena?

¿Cuándo hay dos, uno, tres, mil…? ¿Si morimos todos menos un solo ser vivo, existe Gaia? ¿Si no hay Vida existe Gaia?



Un saludo

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Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.

Por la liberación animal y de la Tierra.

www.biocentrismo.org


«Vocabulario insuficiente»

Nuestro vocabulario mundano, que sólo sabe de las cosas de nuestra escala, queda muy pequeño para los temas grandes :-(

Por ejemplo, decimos "energía" para referirnos a cualquier cosa inmaterial. "La amistad es una energía que nos une" ¿es correcto? creo que no, porque "energía" es formalmente aquello que puede transformarse en trabajo.

Entonces ¿cuál sería la forma correcta? ¿"La amistad es una relación inmaterial que nos une"?. Suena tan artificial, y no explica nada.

Encontré el artículo muy interesante, cualquier visión "parcializada" que se enfoque en un individuo o en una especie tiene muy poco poder explicativo. En la pŕactica, he oído mucho recientemente a los ecologistas activos en política que intentan evitar toda campaña o movimiento por preservar una especie ("¡Salvemos al panda rojo!") y transformarlo en una campaña o movimiento por preservar un ecosistema completo. Al parecer el ecosistema es la unidad de acción.

Adolecen todos éstos interesantes artículos, irrefutables por supuesto, de las siguientes profundizaciones: El Cosmos, a través de la mente del ser humano, accede a observarse y analizarse a sí mismo. Ésto, creo, es lo mas revolucionario en la historia de Gaia.

¿Que sustancia tiene el IMPULSO DE VIDA, esa energía cósmica que a todos nos dá la vida?
«Carl Sagan»

" El Cosmos, a través de la mente del ser humano, accede a observarse y analizarse a sí mismo" ¿Eso no lo dijo Carl Sagan en su serie Cosmos?

Los seres vivos somos parte de la Tierra y del Cosmos . Por tanto, es erróneo decir que vivimos en la Tierra o en la Vía Láctea; lo correcto, lo real es: somos parte del la Vía Láctea, somos parte del planeta Tierra. En concreto, los seres humanos somos una parte del cosmos que tiene conciencia del propio cosmos: el cosmos es consciente de sí mismo gracias a una pequeña parte de él. Las partículas que componen los átomos que a su vez componen las células que forman nuestros cuerpos, y los de cualquier ser vivo, hace miles de años formaban parte de lejanas estrellas. El universo existiría igual que existe si en el planeta Tierra no hubiera habia vida nunca (además no sabemos si hay vida en otros planetas). El cosmos no necesita ser consciente de sí mismo para existir.

Pero el hecho de que algunas moléculas orgánicas hayan dado lugar (¿por puro azar?) a seres vivos, y que algunos de esos seres vivos tienen capacidad para sentir es algo tan increible y maravilloso que hace que merezca la pena conservarlos intactos. Además, los seres humanos no podrían existir (estarían condenados a desaparecer como seres vivos, aunque las partículas que los forman en ningún caso lo harían) sin las otras especies de seres vivos.

el Mié, 20/12/2006 - 10:41.

«Respuesta a JoseManuel»

Aunque la relación que has hecho es correcta, lo es a nivel de material.

Pero la diferencia entre el ser vivo y el resto de organizaciones materiales no se debe a una cuestión de que material lo compone, sino de cómo se ordena ese material.

El ser vivo está formado por la misma materia que el forma al Universo.

Pero el ser vivo mantiene un orden que persiste. Lo que persiste, lo que sobrevivie, no es la materia.

Como bien señalabas la materia que nos forma está en un continuo circular. Circula continuamente. Expulsamos partículas de todo tipo, ya sea por la respiración, defecación, sudoración, salivación… nos desprendemos de millones de células cada día.

Perdemos otra tanta en forma de energía consumida.

Y para sobrevivir requerimos introducir nueva materia/energía. Esa materia que introducimos de nuevo es la que “rellenará los huecos” que hemos dejado.

Por tanto la vida es un orden, es una emergencia, no una materia.

Por cierto. Comentas que el ser vivo tiene derecho a ingerir a otros seres vivos.

Eso lo pensamos todos, pero creo que hay muchos matices que no has dado.

¿Qué querías decir, que la depredación no es mala?

¿Qué el humano tiene derecho a explotar al resto de seres vivos para sobrevivir?

Es por saber un poco por donde iban los tiros de esa afirmación.

Un saludo

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Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.

Por la Liberación animal y de la Tierra (LAT)

«Derecho a sobrevivir»
Se me a olvidado decir una cosa: pienso que todo ser vivo tiene derecho a intentar sobrevivir, aunque eso implique la muerte de otros seres vivos.

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