miércoles, 25 de abril de 2012
Del amor ¿Sentimiento o sentido?
Del amor
¿Sentimiento o sentido?
25/04/2012 - Autor: Iahia ibn Said Al Andalusi - Fuente: Webislam
adab
islam
sufismo
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Allah
El mundo en su inmensa diversidad es todo él una unidad indisociable, no es en sí sino el reflejo de Allah swt, es una señal que apunta directamente a Allah swt, llamamos “ayat” –señal- a cada verso del Noble Corán, y somos incapaces de recordar a Dios en su creación tangible ¿qué es lo que ha disociado la modernidad, que nos ha hecho vivir una existencia dual, por un lado física y por otro espiritual cuando en verdad quien entrene su corazón verá las señales de Allah swt en todo?
Este entrenar el corazón no reside sino en el seguimiento de la revelación en su sentido profundo, no reside ni puede ser englobado por teorización alguna, ha de ser experimentado por un corazón dócil.
Lógicamente, el amor tiene su medida, y esta puede ser incrementada mediante el abandono de todo lo que presupone desamor, si como decimos el hombre es capaz de entrenar su corazón en el amor, llegará a ver en cada semejante una señal divina, y como dice Allah en el Corán “cree al hombre de la tierra e insuflé algo de Mí en él”, quienes no comprendan estarán pensando en la antigua y errada idea de que pretendemos decir que Dios está en todo, no es así, sino que todo es producto de la Rahma de Dios, tal y como explicó ibn Al Arabi en su exégesis del nombre Ar Rahmán, por ende desde la más pequeña partícula hasta el más complejo organismo son igualmente importantes cada uno en su función específica y en su función general, que es ser señales de Dios.
No afirmamos que Dios está en todo, no, afirmamos que no existe “Dios y lo otro”, sino Dios y las señales de Dios, por ende lo Único Real es Allah swt, y solo podemos reunirnos con Él por medio del amor, no podemos razonar sobre su Esencia que es insondable pero sí sobre sus señales, afirmó ibn Abu Zayd, pero para ello, debemos amar sin límites Sus señales, y ciertamente sus más ásperas y difíciles de amar señales suelen ser las personas, propongámonos pues, olvidar toda disputa, marginar todo rencor y solo amar y entonces seremos nosotros mismos genuinas y verídicas señales de Dios, propongámonos alcanzar la perfección, no lo lograremos, pero en el camino nos haremos mejores, propongámonos la inocencia. El estoicismo que esto requiere es tal que solo los más valientes de entre vosotros lograreis dar unos pasos, pero recordemos que si caminamos hacía Él swt, Él corre a nosotros, por ello lo buscamos a sabiendas de que somos incapaces de encontrarlo, porque Él swt nos encontrará, quiera Él que así sea. El sufismo es el nombre que se da a este amar, y hasta hay quien odia el sufismo, extraña paradoja.
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