miércoles, 25 de abril de 2012
premio nobel de la paz al padre Solalinde apoya
México: La vida del Padre Alejandro Solalinde corre peligro
El padre Alejandro Solalinde en la comisaría de policía de Ciudad Ixtepec, con dieciocho inmigrantes de Guatemala
El padre Alejandro Solalinde en la comisaría de policía de Ciudad Ixtepec, con dieciocho inmigrantes de Guatemala. © Martha Izquierdo
Hemos sido
16.876 firmantes
Esta acción ha finalizado. Casi 17,000 personas han escrito a las autoridades mexicanas para que den garantías al padre Solalinde y a su equipo del albergue para migrantes de Ciudad Ixtepec, en el estado de Oaxaca para que puedan realizar su trabajo de apoyo a los migrantes sin temor a intimidación o ataques.
El Padre Solalinde quiere agradecer a los miembros de Amnistía Internacional todo lo que han hecho por ellos y por haber contribuido a la mejora de su situación.
Para el Padre Solalinde “los migrantes es un pueblo muy olvidado y al que nadie les hacía caso, era una impunidad tremenda, a la luz del día los golpeaban, los secuestraban y les hacían de todo.” El logro del padre y de los que trabajan con él “es haber detenido la barbarie que se venía dando contra los migrantes,(..) haber detenido la mano a tantos funcionarios públicos, servidores públicos, corporaciones que cínicamente atentaban contra ellos todos los días”.
Amnistía Internacional seguirá trabajando en defensa de los pueblos migrantes y de aquellos defensores de los derechos humanos que trabajan por ellos.
Petición original:
“El mayor desafío que tengo que superar es el de la intimidación, el acoso y la falta de respeto constantes de personas que no quieren que lleve a cabo mi labor de ayuda a los migrantes. Muchas autoridades locales, bandas de delincuentes y traficantes de droga quieren librarse de los defensores de los derechos humanos.”
Padre Solalinde, octubre de 2009
El padre Alejandro Solalinde es director de una refugio para migrantes en Ciudad Ixtepec, estado de Oaxaca, que se creo para ofrecer asistencia humanitaria a las personas migrantes que necesitan un lugar donde descansar y recuperarse del viaje.
El 26 de febrero de 2007 creó el refugio para migrantes de Ciudad Ixtepec “Hermanos en el Camino”, cerca de las vías de ferrocarril por las que viajan las personas procedentes de Centroamérica. Más de 400 migrantes durmieron en el refugio la primera noche, y el flujo de personas ha sido constante desde entonces.
Esta muestra de solidaridad con las personas migrantes ha provocado ataques y hostigamiento por parte de miembros xenófobos de comunidades locales, alentados a menudo por bandas de delincuentes y autoridades locales.
Un ejemplo de las intimidaciones que sufre el Padres Solalinde ocurrió el 24 de junio de 2008, cuando un grupo de unos 50 residentes de Ciudad Ixtepec, encabezado por el alcalde y 14 policías municipales, irrumpieron en su albergue. Amenazaron con prender fuego al edificio si no se cerraba en un plazo de 48 horas. A pesar de todo él y otros voluntarios continúan su trabajo de prestar asistencia a los migrantes.
¡Apóyales! Pide que el Secretario de Gobernación de México proporcione al padre Solalinde y a su equipo del albergue para migrantes de Ciudad Ixtepec medidas de protección que les permitan realizar su trabajo con las personas migrantes sin temor a represalias.
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