martes, 29 de mayo de 2012
¿La ceniza volcánica contamina?
¿La ceniza volcánica contamina?
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España desarrollaron una metodología para determinar las repercusiones de las erupciones volcánicas en el ambiente, gracias a un modelo que previene cuánta y cómo s dispersará la ceniza en el agua y cuál será su impacto geoquímico.
Parte de los elementos peligrosos de las cenizas es arrastrada por el agua, que sufre variaciones notables de pH y salinidad, y acaba contaminando los pozos subterráneos. A partir de ese momento, las aguas ya no son utilizables.
¿Todas las cenizas son iguales?
No, de acuerdo con el mismo estudio las cenizas volcánicas se componen de sulfato y cloruro principalmente, pero varían las cantidades de flúor, hierro, zinc, arsénico, cobre y antimonio. Algunos, como el calcio y el hierro, pueden ser beneficiosos en sistemas pobres de nutrientes. Otros, como el arsénico y flúor, los elementos mayoritarios de entre los potencialmente peligrosos, pueden tener efectos nocivos, por lo que su control es una prioridad tras la caída de ceniza.
¿Hasta dónde puede llegar la ceniza volcánica?
Estudios previos registran que rara vez se moviliza más del 5% de un elemento, por lo que la movilidad ambiental de la ceniza volcánica es baja. Pero en las erupciones explosivas los efectos son mayores.
En la erupción de Chaitén en 2008, se generaron 0.5 kilómetros cúbicos de ceniza, con un impacto en las aguas durante semanas. En cambio, en la erupción de Quizapú en 1932, la mayor erupción del siglo XX en el sur de los Andes, se produjeron 5 kilómetros cúbicos de ceniza, con efectos que se prolongaron durante años.
La reciente actividad del volcán Popocatépetl ha lanzado ceniza a varias zonas de Puebla y Estado de México y en menor medida a la ciudad de México, pero podría llegar más lejos si sigue creciendo la formación de un nuevo domo, que es la acumulación de magma en el cráter, con lo que se dan las condiciones para una erupción explosiva que lanza más lejos a la ceniza.
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