miércoles, 23 de mayo de 2012

No quiero que me detengan

No quiero que me detengan Testimonio de un profesor iraquí 23/05/2012 - Autor: Eman A. Khamas - Fuente: Rebelión educacion irak universidad 0 Universidad de Bagdad. Al Mustansiriya. S-XIII.La educación en Iraq está controlada por ignorantes Este es el testimonio de un profesor que ha pasado casi cuatro décadas en una de las universidades públicas de Bagdad y que ha accedido a escribir su testimonio con una condición: que sea publicado bajo pseudónimo. Cuando insistí en el por qué, la respuesta fue: “porque no quiero que me detengan bajo el artículo 4 (de apoyo al terrorismo) y porque no quiero que me obliguen a marcharme de Iraq”. Por lo tanto, he tenido que anular toda indicación sobre quién, dónde, cuándo y qué especialización tiene el testigo. “Resulta doloroso para una persona que ha vivido desde 1975 hasta hoy en día dentro del campus universitario iraquí como estudiante y como profesor, que fue testigo del proceso de desarrollo académico durante 18 años antes de 2003, y desde ese año, de su deterioro y de su destrucción. Esta institución se ha vuelto insustancial y se ha quedado sin sus cuadros científicos y sin altamente cualificados miembros, una situación que hace que los profesores se refieran al progreso académico y científico como a algo del pasado, cuando éramos nosotros, en tanto que académicos, quienes nos sentíamos insatisfechos por muchas cosas y solíamos criticarlas ante las más altas autoridades de la institución académica (quienes eran, por otro lado, de lo mejor y más respetado del mundo académico). Ahora han dejado el país bajo amenaza de muerte. Los indicadores más relevantes de la destrucción de la Educación superior podrían sintetizarse en lo siguiente: 1 – El indicador más notorio es que se haya asignado el Ministerio de Educación Superior a una persona que no tiene formación académica y que no había pisado jamás el campus hasta que fue nombrado ministro. Tal nombramiento no se basó en formación o cualificación alguna sino en ser miembro del partido político gobernante, en su origen iraní (su madre, por ejemplo, no habla árabe), y en ser chií. Por supuesto no hay nada malo en tener un origen u otro, ni en pertenecer a un grupo sectario u otro, pero es esta identidad la que se ha convertido en el pasaporte exclusivo para que alguien asuma cualquier cargo (alto), especialmente para los no iraquíes. 2 – Los cargos académicos, científicos y administrativos de las universidades públicas se asignan y comparten de acuerdo con las afiliaciones sectarias y no con la experiencia o la cualificación. Todos los rectores de universidad y los decanos de facultad forman parte de un grupo sectario específico; sus asistentes académicos y administrativos son de otro grupo a fin de establecer un supuesto equilibrio de participación en las posiciones de poder. Así, el criterio para el nombramiento no es académico sino exclusivamente sectario. 3 – Las admisiones en las universidades se basan asimismo en la afiliación sectaria, especialmente en los estudios de postgrado. La normativa de admisión basada en el expediente académico está totalmente en desuso y las excepciones se han convertido en regla. Además, los canales de admisión en la actualidad son numerosos: plazas para los presos políticos del régimen anterior, para las familias de los mártires 1, para los graduados de las escuelas religiosas en Irán, para los desertores durante la guerra irano-iraquí que se refugiaron en Irán (estos últimos han sido recompensados con parcelas de tierras y con 10 millones de dinares iraquíes, más de 10 mil dólares). Las plazas restantes se asignan a lo que se denomina admisiones “especiales” destinadas a quienes pagan más por matricularse sin cumplir la normativa basada en el expediente académico. Las plazas que aún quedan, si es que quedan, se asignan a los estudiantes “reales” que compiten honestamente de acuerdo con el criterio de las calificaciones y de los informes académicos. El resultado de todas estas discriminaciones es que se dan las oportunidades a quienes no las merecen y a quienes normalmente no están interesados en la investigación académica, mientras que los estudiantes serios se ven privados. 4 – En la actualidad existe asimismo un criterio familiar que se utiliza (fuera de la normativa) en otras áreas además de la de la admisión excepcional. Por ejemplo: el traslado de una universidad a otra, o el cambio de una especialización a otra 2. Para explicar este punto os contaré la siguiente historia que me ocurrió a mí personalmente: una persona vino a verme para solicitar el traslado de universidad de su sobrino. Me disculpé diciendo que todos sabemos que eso es imposible, porque el traslado de un estudiante desde una universidad inferior a una superior no está permitido según la normativa y le aconsejé que buscara otra facultad que admitiera el grado académico de su sobrino (sus calificaciones). Pocos días después, el tío del estudiante volvió a verme y me dijo con sarcasmo: “así que aunque es usted un profesor muy reconocido no ha podido hacer algo tan ‘nimio’. Se lo conté al carnicero de mi barrio y con una sola llamada desde su móvil lo ha resuelto, y mi sobrino va a ser trasladado inmediatamente a la Facultad de Administración y Economía”. Puede que esta historia de cuenta del colapso de todo el sistema. 5 - Las universidades públicas se ‘distribuyen’ entre los partidos políticos que las controlan, toman decisiones y admiten estudiantes. La Universidad de Bagdad, por ejemplo, se asigna al Consejo Supremo Islámico de Iraq, mientras que la Universidad de Al-Mustansiriya se asigna al Grupo de Sadr. La Universidad de Nehrein (que era una de las más prestigiosas instituciones académicas) se asignó al Partido de Al-Dawa que la destruyó totalmente. 6 - Este control ha llevado a que se asignen profesores absolutamente ignorantes y, en consecuencia, a que se deteriore la calidad de la enseñanza. Los profesores más capaces (los mayores) están esperando jubilarse para poder dejarlo porque la situación supera su capacidad de soportarlo, académica y administrativamente. 7 – Los planes de estudios se han visto afectados por la interferencia de los partidos políticos, cuando solían ir parejos a los planes de estudios más modernos de las universidades europeas y estadounidenses; ahora han retrocedido 50 años. Incluso están intentando modificar el sistema de dos semestres para hacerlo anual, lo que significa que el estudiante ha de estudiar las mismas siete materias durante todo el año. Se trata de un sistema obsoleto que ha sido abandonado en todo el mundo para adoptar el sistema de dos semestres y el número de horas asignadas a cada materia. 8 - Cada día se producen decisiones ‘de retroceso’ que vuelven a modificarse al día siguiente. 9 – Las vacaciones sin fin, las fiestas recurrentes, las carreteras cerradas, la falta de seguridad, etc. hacen que los estudiantes no pueden cubrir una cuarta parte del programa exigido en cada semestre o para obtener el certificado final de cualquier especialización. 10 - En el pasado, si un estudiante faltaba 3 horas, él o ella no aprobaba el curso. Ahora, solo veo los rostros de muchos estudiantes el día del examen. 11 - Yo creo que el actual descenso de la Educación superior de Iraq se debe al hecho de que las personas responsables no tienen nada que ver con el proceso educativo o a que tienen miedo de oponerse a las regulaciones de los partidos políticos. 12 - El miedo es frecuente en el medio académico y universitario. No hay derecho a criticar. Cuando la gente habla críticamente, susurra o se hacen señales entre sí para advertir de los espías. 13 – Se está produciendo una catástrofe humanitaria que afecta a las personas que resultan ser de un grupo sectario diferente. Los jóvenes de tales procedencias son detenidos y puestos en libertad. Pero una vez que se les abre expediente en los archivos del aparato de seguridad se ven privados de cualquier oportunidad futura para matricularse o para conseguir un trabajo. Este proceso es determinante para excluir totalmente al otro. 14 - Las becas son exclusivas para los grupos sectarios también. Hay una oficina en el Consejo de Ministros responsable de decidir quién puede optar a las becas y quién no. Para ser justos, se conceden unas pocas becas a estudiantes de la “otra” secta únicamente para cubrir el reparto sectario. Los kurdos, sin embargo, reciben una cuota doble: en su región y en Bagdad. Este es el resumen de la situación que estoy viviendo en la universidad. Estoy hablando sobre todo de las universidades de Bagdad. En cuanto a las universidades de otras gobernaciones, no puedo hablar en su nombre”. Notas 1. El criterio de “mártir” se aplica también de manera exclusiva a los que fueron asesinados durante el régimen anterior. Quizá no sea tan importante cómo se llama a la gente asesinada sino que en Iraq muchos derechos decisivos se asignan a familiares de mártires, como las pensiones, la tierra, la preferencia en el empleo, la asistencia de la seguridad social y así sucesivamente. Con ello se establece otro criterio de discriminación que crea más injusticia social y, por consiguiente, odio y conflictos. Por ejemplo, las familias de los soldados y oficiales que participaron en la guerra de Irán o durante la guerra y ocupación estadounidense no se consideran sujetos de estos derechos. 2. En el sistema de la Educación superior iraquí los estudiantes solían ser admitidos en una u otra universidad de acuerdo a un estricto sistema computarizado que se basaba en los informes académicos de los estudiantes. Ningún decano podría ni querría correr el riesgo de interferir en tal proceso que se llevaba a cabo en un organismo independiente llamado “Oficina de Admisión Central”. Traducción para rebelión de Loles Oliván.

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