martes, 29 de mayo de 2012

Popocateptl peligro latente la gente no quiere un cambio verdadero sino que no haga erupcion el popo

Espacio a la historia En México hay tres mil volcanes. De ellos, 14 están activos e implican peligro para la población. Dos son considerados verdaderas amenazas: el Popocatépetl (en los límites de tres entidades), y el Tacaná (en la frontera con Guatemala). El primero es el más peligroso. En sus faldas viven unas 250 mil personas, de 23 pueblos, pertenecientes al Estado de México, Puebla y Morelos. El “Popo” tiene una altura de 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar. Su cráter, en la parte más ancha, mide 612 metros y su profundidad es de 505 metros. Es el segundo más alto del país, después del Pico de Orizaba (5,747). Su edad es de 5 millones de años. Su actividad se resume así: hace 14 mil años ocurrió una gran erupción que produjo abundantes lluvias de ceniza y piedra pómez. Durante los siguientes12 milenios han sucedido por lo menos seis grandes erupciones explosivas. La última ocurrió aproximadamente entre los años 800 y 1000 de nuestra era. Desde 1994 ha estado activo nuevamente, pero sin hacer erupción. “Aunque es impredecible decir cuándo ocurrirá, es innegable que puede haber una explosión violenta que afecte a los tres estados que lo rodean, incluso al DF”, afirma Juan Carlos Mora Chaparro, vulcanólogo investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM. Resignados a morir Santiago Xalitzintla es una de las poblaciones más cercanas al “Popo”. Se encuentra tan solo a siete kilómetros de este volcán, el más activo y peligroso de México. En este lugar la vida transcurre aparentemente con normalidad, pero hay miedo entre sus habitantes. Hay temor por no saber en qué momento habrá una erupción. Xalitzintla tiene unos tres mil pobladores. El 60% de sus habitantes ya han emigrado hacia otros estados. El resto no ha huido porque no tiene a dónde ir o porque no le han dicho qué pasará con sus casas y animales. La mayoría son personas de avanzada edad, con problemas para caminar. El pueblo está en una hondonada, y se ha convertido en una trampa natural para sus habitantes. La mayoría no tiene vehículo para salir rápido en caso de emergencia. Tendrán que hacerlo caminando, y tardarán hasta una hora para llegar al albergue más cercano, ubicado en la parte alta del poblado. Para acceder a ese lugar hay que subir una prolongada pendiente, primero de pavimento lleno de hoyos y luego por una angosta vereda de tierra. Aquí, al decir de la gente, no saben qué hacer, pues no ha habido simulacros, e ignoran los peligros del volcán. No tienen información precisa y no saben si vendrán por ellos en caso de emergencia y en qué momento habrán de evacuarlos. Tampoco les han entregado cubrebocas ni lentes contra la constante y peligrosa caída de ceniza. En pocas palabras: Protección Civil no ha hecho su tarea. Las rutas de evacuación están plagadas de topes y baches. Muchas de las señales han sido deterioradas por el vandalismo. No son los mejores caminos para salir rápido. La única entrada y salida a Xaliztintla es un angosto puente en mal estado. No imaginamos huyendo a la gente por allí, presa de pánico, o con dos vehículos que se topen de frente en plena evacuación. La gente dice estar resignada a morirse en su casa en caso de una erupción. Buscamos a la autoridad del pueblo, Gregorio Fuentes, y no estaba en su lugar. La gente dice que “casi nunca acude al palacio municipal porque vive en Cholula”. El principal temor de los habitantes es que la emergencia ocurra de noche. No hay luz y no están preparados para evacuar el lugar. En el albergue no hay estacionamiento. Se trata de un bodegón adaptado como albergue, cubierto con un techo de lámina acanalada, que podría vencerse con el peso de la ceniza y rocas de una erupción violenta. Además, faltan señalizaciones en las rutas de evacuaciones. Hay sitios donde se unen dos o tres vías y no se sabe qué camino seguir. Para colmo una de las rutas de evacuación en estos momentos críticas, está en plena obra y han levantado el pavimento. Simplemente ese camino es intransitable. ¿Qué pasaría si la emergencia fuera ya, en este momento? Hay 14 volcanes activos Cerro Prieto, 1,700msnm, a 30 km de Mexicali, BC. Ceboruco, 2,164 msnm, Nayarit. De Fuego de Colima, 3,960 msnm, entre Jalisco y Colima. Cerro Pelón o cerro Chino, cerca de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. ¿Quién grita? Popocatépetl, peligro latente ¿Alguien, de verdad, en pleno uso de sus facultades, cree “fortuito”, “aislado” o “coyuntural” lo que estamos viviendo? ¿Desconocerá que la oferta es votar por cuatro individuos producto de la misma ralea: partidos corruptos, ineptos e indiferentes al clamor ciudadano? En un escenario como el actual, que no existan verdaderas opciones preocupa, porque un país donde 77 millones de mexicanos con capacidad de de-ci-dir opta por “el menos malo” de los ignorantes ungidos en conciliábulo por el grupúsculo que secuestró la democracia, resulta desolador. Desesperanzador que frente a la evidencia, en la república del spot todo se circunscriba a vituperar y, de paso, ignorar estoicamente que siete millones de jóvenes no estudian ni trabajan. Es digno de meditarse, porque por más cifras que se dan, a los que luchan por el poder les tiene sin cuidado que 10 por ciento de los jóvenes entre 15 y 24 años carezcan de oportunidades para emplearse. Hoy, por el bien de todos, es preciso reconocer que nuestro presente avergüenza: los que viven sin rendir cuentas —y pretenden seguir gobernando así—, en lugar de escuchar, proponer y ofrecer soluciones, no sacian su apetito áulico en un país donde la mitad de los habitantes sobrevive en la pobreza. Así que un puñado de “reaccionarios” se atreva a plantear resistencia, más que escandalizar, debiera sacudir conciencias y entender que llegó el momento de salir del letargo. Fernando Gutiérrez El héroe De Jarauta, 164 años de olvido En México hay tres mil volcanes Mayo de 2012 México 9 Esperanza; la posibilidad de que nuestra juventud no espere, taimada, los mendrugos arrojados por politicastros que solo velan por sus intereses. Si a estas alturas alguien cree que la anomia social que vivimos (es decir, la degradación de las leyes) es únicamente producto del crimen organizado — pretexto en boga para justificar todo lo malo—, buena noticia que la juventud sea responsable de levantar la voz y desperezar a todos. Bocanada de aire fresco para recordarnos que nadie puede hablar de futuro cuando nula calidad educativa, desempleo, marginación social, falta de oportunidades y discriminación es lo que ofrecemos a nuestra juventud. ¿Alguno de los ignorantes que luchan en rebatiña por el poder, por ejemplo, sabrá que 60 por ciento de los “privilegiados” que concluyen la universidad (y tienen la enorme suerte de conseguir trabajo), apenas aspira a ganar seis mil pesos mensuales, sin contar —desde luego— con seguridad social? ¿Alguien, en serio, podrá desconocer que ante este panorama desolador, no es extraño que cerca de la mitad de los 60 mil ejecutados en México sean individuos cuya edad no llega a 29 años? Lo que sucedió en una universidad privada y corrió como reguero de pólvora en las redes sociales, más que escandalizar a unos, indignar a otros y “preocupar” a todos, es un llamado a abandonar la abulia. Es una voz para oponerse a este circo y exigir que, por lo menos, los cuatro que pretenden gobernarnos, se comprometa a dar voz y verdadero poder de decisión al ciudadano. Editorial Si el ciudadano quisiera ver en los discursos de los candidatos presidenciales algunos signos de los tiempos que vienen, no tendría más que citar a don Pedro Ferriz, y no saber si reír, llorar o rezar. La única certeza que se tiene es que los candidatos presidenciales están hablando de otro país: la crisis económica, el grave problema de seguridad, la pérdida de bienestar no aparecen en los mítines ni tampoco en las propuestas de partidos y candidatos. Y que no tienen respuesta a las demandas nacionales para salir de la crisis. Sabedores de que no se puede llegar a candidato sin haber pasado por un conocimiento de la realidad, entonces la percepción es que los candidatos presidenciales no poseen alguna propuesta que atienda los problemas de bienestar de la sociedad o, por tanto, su gestión como gobernante —después de ganar las elecciones— será la de la administración de los tiempos de la crisis y no la búsqueda de soluciones. La crisis de México es de modelo de desarrollo. El modelo actual, de acuerdo con las cifras oficiales, solo alcanza para proporcionar bienestar a la mitad de los mexicanos. De ahí que la crisis exija la reconfiguración del sistema de producción para ir aumentando poco a poco la oferta de bienestar a los mexicanos hoy marginados. A lo largo de estos meses de precampaña y semanas de campaña los ciudadanos no hemos visto que los candidatos tengan, primero, un diagnóstico de la profundidad y latitud de la crisis y, luego, que ofrezcan algunas salidas. Peor aún: las campañas han perdido hasta su componente utópico, a menos que los spots sobre la felicidad nacional, si votan por alguno de ellos, sea la oferta más integrada. La industria está agotada y el campo, quebrado; el sector financiero se ha distorsionado, el empleo llegó a su límite, el subempleo tampoco genera actividad productiva, la educación está ahorcada por el sindicalismo y la protesta, el PIB no puede crecer más de 3.5% sin generar desequilibrios que obliguen a nuevas fases de austeridad. Las elecciones presidenciales y legislativas de 2012 debieran ser menos polémicas en cuanto a quién va a ganar y más intensas en el debate de las opciones que tiene México para salir de la crisis. De atender a las propuestas y discursos de los candidatos, a México le esperarían otros seis años de limitaciones y exclusiones. Lamentablemente para México, las elecciones del 2012 forman parte de la disputa por el poder, no de la discusión para encontrarle un nuevo camino de desarrollo a la República. Reír, llorar o rezar Expedientes del poder Carlos Ramírez carlosramirezh@hotmail.com Evermann, 1,350 msnm, Colima. Villalobos, 400 msnm, isla San Benedicto. Paricutín, 2,830 msnm, en las cercanías de Angahúan, a 37 km de Uruapan, Michoacán. Es uno de los volcanes más jóvenes del mundo. Nació el 20 de febrero de 1943, a las 15:15 hrs. A las doce de la noche medía 50 m; al amanecer del día 6, había alcanzado los 80 m; y una semana después ya había rebasado los 150 m. Los temblores que originó se sintieron, a pesar de la distancia, en la Ciudad de México. San Andrés, 3,690 msnm, en Sierra de Ucareo, Michoacán. Jorullo, 1,300 msnm, Michoacán. Chichonal, 1,315 msnm, Chiapas. Hizo erupción en 1982. Derrumbado Rojo, Puebla. Popocatépetl, 5,452 msnm, entre Edomex, Puebla y Morelos. San Martín, 1,700 msnm, Veracruz. Tacaná, 4,067 msnm, en la frontera de México y Guatemala. Quiénes se verían afectados En caso de erupción, los materiales que llegarían a la Ciudad de México serían aéreos, como gases y ceniza volcánica de grano fino, que pueden llegar a más de 50 km del origen del volcán, por el viento. Además, una erupción del “Popo” afectaría poblaciones del Estado de México, Puebla, Morelos y Tlaxcala. ¿Qué hacer? El Cenapred recomienda: Antes Conservar la calma. Hacer simulacros de evacuación. Estar atento del semáforo de alerta. Ir al punto de reunión y luego al albergue. Verificar que puertas y ventanas funcionen correctamente, y revisar techos. Cubrir equipos de cómputo de la ceniza. En hospitales, cuidado especial en cuneros. Tapar bien tinacos, cisternas y piletas. Tener pilas, linterna, botellas de agua, radio, botiquín, tapabocas y lentes. En bolsas de plástico, la documentación personal. Durante Permanecer en casa (zonas lejanas). Cubrir puertas y ventanas. Usar lentes y cubrebocas. Cubrir los alimentos. Barrer techos y pisos. La ceniza es abrasiva y afecta a los ojos. No consumir alimentos de la calle. Después Barrer la ceniza y depositarla en bolsas. No debe tirarse a las coladeras, ya que se endurece fácilmente. La ceniza húmeda causa cortos en conductores eléctricos. No ingerir agua o alimento que haya recibido

No hay comentarios:

Publicar un comentario