martes, 12 de junio de 2012

Francisco Treviño Tavares heroe del 10 de junio prepa popular Tacuba

10 de junio, 30 años del olvido aparente Sobrevivientes de la matanza del 10 de junion de 1971, piden al presidente Vicente Fox crear una comisión de la verdad; Echeverría, culpable histórico: Martínez Della Rocca Enviar por email Reducir tamaño Aumentar tamaño Imprimir Domingo 10 de junio de 2001Jorge Ramos Pérez | El Universal La matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971 está sepultada "en un olvido aparente". A 30 años de distancia, sin las candilejas que iluminan al 2 de octubre de 1968, no hubo homenajes ni debates sobre los hechos en los que murieron decenas de estudiantes, tampoco habrá marchas de conmemoración, sólo una concentración en el sitio donde se llevó a cabo el enfrentamiento. "Sentíamos el paso de las balas silbantes, que por fortuna no me tocaron, pero vi a compañeros que fueron alcanzados por los disparos. Uno de ellos, Francisco Treviño Tavares, de la Preparatoria Popular Tacuba, murió a un lado mío", recuerda Leonardo Figueiras académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y quien en junio de 1971 era activista estudiantil de la Preparatoria número 9. Más de 10 mil estudiantes de distintos planteles de educación superior que partieron del Instituto Politécnico Nacional (IPN) fueron disgregados en las inmediaciones de la Escuela Nacional de Maestros, a balazos, garrotazos y pedradas por el grupo paramilitar "Halcones". Durante más de cinco horas fue tierra de nadie una vasta zona de ese sector populoso de la ciudad de México. Francotiradores respondían el fuego, narró EL UNIVERSAL el viernes 11 de junio de 1971. "Una manera mínimamente justa de recordar el 10 de junio de 1971, hoy a 30 años, sería que el presidente Vicente Fox anunciara la creación de la comisión por la verdad para castigar a los responsables. Ya se lo dije a él y es el momento de crearla de verdad y no para hacernos tontos o darnos atole con el dedo", dice Joel Ortega Juárez, economista y escritor, uno de los líderes organizadores de la marcha que concluyó en masacre. Para Juan Luis Toledo, actual dirigente estudiantil en el IPN, este día se conmemora aquel Jueves de Corpus "para recuperar la memoria de los compañeros y la memoria de que hay una posibilidad de transformar el país. "Nosotros creemos que desde diferentes sectores hay un recuerdo y eso se va aplicando en el actuar cotidiano de las nuevas luchas que se dan. Este aparente olvido no es sino producto de una reflexión nacional." Según Toledo, "el recuerdo es constante, incluso en la conmemoración de otras fechas luctuosas está presente el 10 de junio. Por eso esta conmemoración que ratifica el compromiso de reinventar esta sociedad. Los motivos de una lucha Joel Ortega sobrevivió al 68 mexicano: "Ni me mataron ni me metieron preso, aunque sí me persiguieron". Tres años más tarde, Ortega era alumno de la Facultad de Economía de la UNAM y parte del Comité Coordinador de Comités de Lucha, el Coco, que fue la base de organización de la marcha del 10 de junio de 1971. En el Coco estaba la UNAM, el IPN, la Universidad de Chapingo, la Universidad Iberoamericana y El Colegio de México. Los hechos del 68 dejaron como secuela unos cuantos activistas "porque la represión hizo su papel, tan sólo el 3 de octubre de ese año en Ciudad Universitaria había unas 40 personas. La atmósfera de represión era muy fuerte", cuenta Ortega. En este contexto, en 1969 los universitarios de Nuevo León realizaron un movimiento que conquistó la autonomía universitaria. "Pero el éxito fue parcial y la lucha siguió en 1970 al exigir un gobierno paritario. El movimiento duró unos meses y la respuesta de los gobiernos federal y local fue promulgar la llamada `Ley Elizondo`, así se apellidaba el gobernador, donde se establecía una junta de gobierno corporativa, con presencia de empresarios y líderes charros. El movimiento se opuso." Ortega explica que en el país se pensó que había que apoyar a los universitarios regios con mítines, reuniones y movilizaciones. Así surgió la idea de la manifestación del 10 de junio y "quien lo propuso fue Salvador Martínez Della Roca, el `Pino`, en abril o mayo de 1971, pero como el presidente Luis Echeverría, con cierta habilidad vio que eso crecía, echó abajo la ley y quitó al gobernador". Vino entonces la primera fisura. "`El Pino` y otros dijeron: `Para qué hacemos la marcha, es una provocación, nos van a reprimir, continuemos el movimiento de otra manera`. Ortega hace una breve pausa y continúa: "De ser quien propuso la manifestación, Martínez pasó a ser quien se opuso y planteó una manifestación dentro de CU con los rectores de la UNAM y de la Universidad de Nuevo León. Nosotros decíamos que no era suficiente lo hecho por Echeverría y se dio un debate muy fuerte. Les ganamos y el Coco optó por mantener la posición de salir ese día". La marcha se hizo en una atmósfera de "tensión terrible". Esa zona de la ciudad estaba cercada por la policía "y lo que no sabíamos era que ahí estaban los `Halcones` para reprimir. Salimos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, pero antes el Comité discutió la posibilidad de no salir. Yo hablé en el techito que está ahí y les dije que no podíamos ceder la calle a esta gente y renunciar a nuestros derechos, pensando ingenuamente que sólo habría un enfrentamiento a madrazos y sólo veríamos de a cómo nos tocaba. "Partimos de la calle de Carpio y casi llegando a la Avenida de Los Maestros, nos pusieron una valla de granaderos. Les dijimos que teníamos derecho de manifestarnos y ellos dijeron que tenían instrucciones de explicarnos que era muy peligroso, pues había rumores de grupos armados que iban a actuar contra la marcha. Hablamos con los jefes de policía y abrieron la barrera. "Más adelante había otra barrera, volvimos a discutir y se volvieron a retirar. Casi al llegar a la Calzada México-Tacuba topamos con otra valla, otra vez gestionamos, pasamos. Ahí nació el grito de `no que no, sí que sí, ya volvimos a salir`, y pensamos `ya chingamos`." "Cuando llegamos a Tacuba vinieron corriendo un grupo de gente gritando `Che`, `Che` Guevara y muchos pensaron que se incorporaban más jóvenes. No era cierto: eran los primeros armados con kendos, pero se resistió aunque cayó gente. "La velocidad del tiempo es complicada porque esos momentos se viven... luego vinieron los disparos y empezó a caer gente. A los primeros disparos la gente se asustó mucho, había algunos armados que eran el embrión de la Liga 23 de Septiembre y probablemente dispararon, cayeron también Halcones, pero no éramos cristianos para poner la otra mejilla. Estábamos en completa desventaja, no íbamos preparados para ello. El saldo, quizá, de 60 muertos nuestros a tres de ellos es un score muy disparejo". Joel Ortega confiesa que posterior a los hechos vino un proceso muy triste "porque nos enfrentamos entre nosotros: `Ustedes son responsables, les dijimos que era una provocación` y otros `ustedes por creerle al gobierno`. Fue un error discutir así. Frutos El movimiento "resultó muy golpeado por los muertos y heridos, aunque no pudieron meter a la cárcel a nadie. Eran otros tiempos: de 1968 a 1971 se dio un pasito a la escalera. Y de 1968 a la actualidad son como 50 escalones: ganan partidos diferentes al PRI, la prensa es más libre, en fin. Aunque nosotros defendíamos la reforma universitaria y es algo que sigue pendiente, dice Ortega Juárez. En esas fechas "había los ultras que estaban más en serio y ellos dijeron `a la chingada, vamos a armarnos`. Lo hicieron, pero hubo centenares de muertos y desaparecidos y es otra parte que hay que resolver, no es sólo el 2 de octubre y el 10 de junio, están los torturados y los asesinados de los sinarquistas, de los cristianos..." Ortega, quien apoyó la candidatura de Fox y no la de Cuauhtémoc Cárdenas, dice: "Fox no tiene un cheque en blanco y si no cumple la gente no le va a dar impunidad. El tiene un compromiso porque llegó con el apoyo de millones de personas, y una parte fue de la izquierda. Salvador Martínez Della Roca, señala: "Me da gusto que Joel lo diga. El problema es que nosotros estábamos en contra de la marcha porque la habíamos propuesto en otro contexto. Al darse una solución en Nuevo León Joel y Pablo Gómez decían que sí, pero nosotros decíamos que esperáramos". Recuerda que al momento que los universitarios de Nuevo León consideran que la propuesta gubernamental les satisface "si nosotros apoyábamos su lucha y ellos decían que no era un triunfo total pero suficiente para levantar la huelga, nosotros pensamos que no había razón de ser para la marcha". "El Pino" reconoce: "La gente quería salir a la calle, luego del 2 de octubre y a lo mejor nos faltó sensibilidad en eso y tenían el derecho a ejercer su derecho. Eso sí, nadie tenía derecho a masacrarlos". Como grupo político, dice ahora Martínez, "nunca volvimos a convocar a ninguna marcha conmemorativa, a lo mejor por tristeza y porque cada vez que hablo de esto me duele". A su juicio, el ex presidente Echeverría es responsable histórico de esa masacre porque él mismo dijo que se abriría una investigación a fondo y nombró una comisión. "Han pasado 30 años y ¿dónde están esos resultados?" "Fox en sus discursos siempre hizo alusiones a Heberto Castillo a Rosario Ibarra a Mandela y a héroes de la izquierda. Una mínima coherencia de este proceso es esclarecer lo del 68, lo del 71 y todos los crímenes como Acteal, Aguas Blancas, etcétera. Con un solo muerto es suficiente para que se deba buscar a los responsables", finaliza Martínez.

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