miércoles, 20 de junio de 2012

¿Qué significa “amar” a Allah –swt-?


El amor a Dios tiene una expresión abstracta, interna, y una expresión práctica

20/06/2012 - Autor: Yahia ibn Said Al Andalusi El Maliki - Fuente: Webislam

espiritualidad islam sufismo

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Corazón de un sufíLos musulmanes abocados a desentrañar el sentido profundo de las enseñanzas del Islam y ponerlas así en práctica de acuerdo a su genuino objetivo, usualmente denominados “sufies”, han encontrado siempre diversos escollos en su sendero. Por un lado el rechazo de la verdad por parte de las sectas reformistas que bajo el eslogan de “restaurar la ortodoxia” de los salaf, fueron apareciendo a lo largo de la historia del Islam, y por el otro, y mucho más importante, las dificultades inherentes al sendero de purificación de la fe y acercamiento a Allah que pretenden.



En realidad, basta observar la vida del Profeta Muhammad –saws-, de sus compañeros, la Paz sea con todos ellos, y de los Profetas anteriores a Muhammad, la Paz sea con todos ellos, para observar un ejemplo claro.



Sin embargo, la división de los musulmanes en sectas y grupos de interpretación divergentes y enemistados, presenta un gran obstáculo para establecer con claridad a qué atenerse.



De aquí la necesidad de un maestro que guíe al aspirante durante un largo tramo inicial del sendero a la comprensión de la verdad.



Allah –swt- es inconmensurable e incomprensible para el intelecto humano en Su Esencia, sólo es posible razonar sobre sus signos. Estos signos son de dos tipos, las aleyas del Corán, la Palabra Eterna e Increada de Dios, y la creación.



Resulta evidentemente sencillo enamorarse de Allah –swt- “en abstracto”, así como amar el Mensaje del Corán Santo, cada una de sus ayats, ya que ellas enseñan al hombre grandes beneficios y proveen siempre, indubitablemente la mejor solución a cada problema humano, pero esto no es realmente amar a Allah –swt-.



Amar las señales de Allah creadas es otra cuestión, aquí encontramos incluso posturas extremas, ya que hay quienes rechazan todo lo creado, y consideran este rechazo una forma de amor a Allah –swt-, lo cual es evidentemente un ascetismo mal encaminado y un error total, estas personas, suelen caer en el rigorismo en lo formal y la indulgencia en lo esencial, es decir en todo lo contrario a lo que enseña el Mensaje.



Amar las señales creadas de Allah, significa interpretarlas y tratarlas como tales, como Señales de Dios.



Ahora bien, toda la creación está compuesta de una multiplicidad de señales, pero esto es una apariencia para quien observe con el ojo del corazón, ya que todo conforma bajo la luz de la verdad una unidad, en cuanto a que todo es una señal que apunta a Allah –swt- y siendo Allah Uno Único, no puede amarse en Él lo que no se comprende, Su Esencia, y no amar lo evidente, Sus Señales.



Hay quien dice al respecto, “pero detestamos algunas cosas creadas como el Shaytán”.



Pues claro, amar cada Señal es tratarla según su función en cuanto a parte indivisible de La Señal de Dios. Por ende detestar el mal, o a Shaytán, no es odiar sino amar el conjunto de la gran señal que es la creación.



Dice Allah: “No he creado a los genios y a los hombres sino para que me adoren” (Corán), pues bien, ¿cómo detestar entonces a los hombres, si son creados para servir a Allah?. En verdad no ama a Dios quien odia a una persona, en particular si esta persona ha sido guiada por la Misericordia de Allah al Islam. De hecho esto sería de lo más espantoso, ya que Dijo el Profeta –saws- "El musulmán es hermano del musulmán” y dijo: “no creeréis verdaderamente hasta que os améis”. No hay dudas respecto a esto.



Es necesario amar aún a quien nos deteste, si no es por él mismo, amarlo en cuanto es una Señal Divina. Comprendido esto, lo cual puede llevar un largo recorrido y un extenuante trabajo de purificación del ego, se es un verdadero creyente.







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