martes, 5 de junio de 2012

Venus, gran influencia para la cultura maya

Venus, gran influencia para la cultura maya 3 Junio, 2012 - 21:52 Credito: Ricardo Pacheco Colín Los próximos 5 y 6 de junio, el planeta Venus estará entre el Sol y la Tierra, lo que constituye un hecho astronómico de gran importancia por sus repercusiones científicas. Será el último de nuestra era, ya que el fenómeno ocurre en ciclos dobles cada 105.5 o 121.5 años, por lo que el próximo será en el 2117. Sin embargo, coincide y abonará en este 2012 el auge de las profecías mayas del fin del mundo, pues para este pueblo el planeta al que llamaban Ahzab Kab Ek la “Estrella que despierta a la Tierra” (según mayas y lacandones) anuncia calamidades, es un dios de la destrucción que periódicamente se asoma “para lanzarnos sus dardos”. Aunque los mayas ya lo habían estudiado muchos años antes, el tránsito de Venus por el disco solar solamente ha podido ser estudiado en occidente en cinco fechas: 1639, 1761, 1769, 1874, 1882… Y la próxima, que ocurrirá mañana. UN PLANETA IMPORTANTE... De acuerdo con Victoria R. Bricker y Harvey M. Bricker en su libro Los Mayas (Conaculta-INAH, 1998) de todos los planetas, “Venus parece haber sido al que prestaron mayor importancia los mayas antiguos y otros pueblos de Mesoamérica”. Los mayas le dedicaron centros ceremoniales, pirámides, estelas y -tal vez- códices que ya no existen. Este cuerpo celeste se vuelve “invisible” dos veces en su viaje orbital: “cuando pasa detrás del Sol y cuando se alinea directamente entre el Sol y la Tierra, cuando no se puede ver por el resplandor solar”. ... e influyente El tránsito de Venus en este año del apocalipsis maya se mezcla con una tradición indígena antigua basada en una observación rigurosa del firmamento generación tras generación durante cientos de años. Dice el mayista J. Erik Thompson en su célebre libro Historia y religión de los Mayas (S. XXI, 1980) que “nuestra información acerca del culto de Venus procede en gran parte de seis páginas del Códice de Dresde que comprenden tablas de las apariciones heliacales del planeta después de la conjunción inferior y sus ‘estaciones’, junto con textos e ilustraciones, aquellos con profecías, casi todas melancólicas, de acuerdo con la creencia mexicana de que las salidas heliacales del planeta eran muy peligrosas para diversas categorías de humanos y sus cultivos”. Los mayas fueron capaces de establecer este tránsito de Venus. En esto presionaba fuertemente la supervivencia de sus poblaciones: los sacerdotes establecieron una relación empírica entre la aparición de Venus en el horizonte y el comportamiento, por ejemplo, de huracanes, lluvias abundantes o escasas que implicaba inundaciones o sequías devastadoras. Los dos extremos de los que dependía la vida de los hombres. Al respecto, explican Victoria R. Bricker y Harvey M. Bricker en el libro antes citado: Otro motivo de interés en el planeta Venus por parte de los mayas “resulta de la distribución estacional de los extremos del planeta. Los mayores extremos norte y sur de Venus prácticamente coinciden con el principio y el fin, respectivamente, de la temporada de lluvias en grandes regiones de Mesoamérica y esta asociación empírica de eventos de Venus con el fenómeno pluvial y con los portadores celestiales de la lluvia se hallaba muy difundida en los mitos y en la iconografía”. Los sacerdotes-astrónomos-guerreros-gobernantes indígenas también trasladaron esta presencia celestial al ámbito de los conflictos humanos: la guerra y las enfermedades, sobre todo, pero también las bodas, el ascenso de gobernantes, los nacimientos. Antes de la Conquista y todavía en épocas recientes, en Centroamérica la gente le tenía pavor a Venus-Quetzalcóatl cuando aparecía por el Este como Estrella Matutina, porque pensaba que desde su lugar en el firmamento la deidad guerrera de los mayas comenzaría a lanzar sus flechas contra hombres y dioses. De acuerdo con la costumbre, los habitantes de los pueblos mesoamericanos solían cerrar puertas y ventanas de sus casas para no ser dañados con enfermedades o heridos de muerte. En esto de las profecías mayas hay un criterio empírico inobjetable: si los mayas descubrieron en el firmamento algo que no sabemos, dada su importancia, seguramente estará relacionado con Ahzab Kab Ek. Promedio:

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