Curso preparativo para Ramadán
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Viernes 5-7-2012
Viendo y
escuchando propagandas por radio, televisión, internet y anuncios en
periódicos, revistas y carteles en la calle, en los que se ofrecen un sinnúmero
de cursos y estudios en diferentes áreas del conocimiento, pasó por mi mente
que debería también haber un curso personal o familiar de preparación para
Ramadán mucho antes de que comience este maravilloso mes, en el que se lea
libros relacionados con el ayuno, se asista a las lecciones que se dan al
respecto, se realice un plan para recibir el mes y en el que se organice todas
las actividades que se propone desarrollar en el plano personal y familiar.
Prepararse para Ramadán es más que
una necesidad, es casi un deber, debido a que muchos musulmanes, al llegar el
mes sagrado o incluso luego de iniciado y pasado varios días, los vemos que
solamente están aguantando el hambre, pues sus obras son casi nulas, el mejor
de ellos a lo único que se dedica es a cumplir con sus deberes como las cinco
oraciones. Por esta razón, me parece justo que dediquemos el mes de Sha’ban (el mes
anterior a Ramadán) para que realicemos el curso al que nos hemos venido
refiriendo. En él empezamos a acostumbrarnos a realizar el ayuno, a incrementar
las oraciones voluntarias, en especial durante la madrugada, a leer el Corán, a
evitar las malas compañías y conversaciones, etc.
Sha’ban es un mes que la mayoría de las
personas descuidan y no aprovechan para utilizarlo como un medio que los empuje
y anime a incrementar las obras de bien en Ramadán. Usamah Ibn Zaid, que Al-lah
Esté complacido con él y su padre, relató: “Le dije al Profeta Muhammad,
sallallahu ‘alaihi wa sallam: ‘Oh Mensajero de Al-lah, no hay un mes en todo el
año que te vea ayunando tanto como en Sha’ban [aparte de
Ramadán]’; me dijo: ‘Este mes, que está entre Rayab y
Ramadán, no lo tiene en cuenta la mayoría de la gente. En él, las obras que
hemos hecho son presentada ante el Señor de los mundos, por eso, me gusta que
mis acciones sean elevadas ante Él y yo esté en ayuno’”.
Si en nuestras mentes estuvieran
estas palabras siempre y se arraigaran en el corazón, lograríamos la
complacencia, el amor y la aceptación de Al-lah. No perdamos el tiempo y
revivamos estos sentidos, y ayudemos a los demás a que lo tengan presente
también, para que los beneficios de Sha’ban se
generalice y los alcancen más y musulmanes.
Ibn Rayab, que Al-lah Tenga
misericordia de él, dijo: “Ayunar en Sha’ban es mejor
que ayunar los meses Hurum (sagrados,
los cuales son Dhul Qa’dah, Dhul Hiyyah, Muharram
y Rayab, es decir, los dos últimos y los dos primeros meses del año lunar
islámico respectivamente) en cuanto a la recompensa y las bendiciones que se
reciben. El tiempo en el que las acciones voluntarias son mejores es el mes
anterior y en el posterior a Ramadán; de la misma manera que las oraciones
Sunnah que vienen antes o después de las oraciones obligatorias, son mejores
que las que se hacen en otros tiempos, como la media mañana”.
Por estar Sha’ban entre
periodos tan importantes –los meses Hurum y Ramadán–
debe ser la razón por la cual el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa
sallam, mencionó que este mes no está en la mente de la mayoría de la gente. Y,
efectivamente, vemos que muchos piensan que ayunar en los mesesHurum es
mucho mejor que en Sha’ban, sin
embargo no es así.
En el Hadiz que nos
relató Usama, que Al-lah Esté complacido con él, hay una gran lección para todo
musulmán, la cual tiene relación directa con la mejor forma que hay para
recuperar el tiempo perdido o aprovechar los momentos que pensamos que tienen
una menor importancia que otros, con el incremento en todo tipo de formas de
adoración establecidas por el Corán y la Sunnah. Los Salaf (predecesores
virtuosos y piadosos) siempre contabilizaban su tiempo; en los momentos en los
que veían que no los aprovechaban, hacían oraciones, y cuando trabajaba o iban
a los comercios y mercados, se dedicaban al Dhiker (invocar a Al-lah por medio
de alabanzas). Los Salaf, siguiendo las enseñanzas establecidas por el Profeta
Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, acostumbraban a hacer las obras
voluntarias de forma secreta, es decir, de manera que los demás no se enteraran
de lo que hacían, porque de esta forma eran más sinceras, en especial el ayuno,
pues esta acción es algo muy personal entre el siervo y su Señor.
Sha’ban es un mes lleno de bendiciones
incontables, es un periodo de transición en el que nos debemos preparar para
recibir Ramadán de la mejor manera. Sha’ban es nuestro
instituto donde podemos hacer el curso que tanto necesitamos sobre el ayuno y
la forma de aprovechar cada uno de los instantes del glorioso mes de Ramadán.
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